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21 de Mayo del 2019
Historias
Lectura: 22 minutos
21 de Mayo del 2019
Redacción Plan V
Así protegieron al violador de "El Principito"
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Foto: Ecuavisa

El ex profesor de un colegio privado de Quito fue encontrado en su propia casa, a pesar de haber una sentencia y orden de captura en su contra. 

 

Este es el relato testimonial del caso El Principito, la agresión sexual a un niño de cuatro años por parte de su profesor de natación; quien tuvo el respaldo del poder de turno, del presidente Rafael Correa, de su esposa y de todo un aparato de propaganda. El agresor fue detenido a mediados de mayo de este año, un año después de haber sido condenado. Fue encontrado en su casa, en Quito, donde nadie lo estaba buscando.

El profesor- violador de Lucas (nombre ficticio para proteger la identidad del niño), "El Principio", un niño de cuatro años de edad, fue detenido por la Policía Nacional luego de un año de haberse dictado en su contra una sentencia condenatoria de 22 años de prisión. Esta es la historia del caso, de cómo el violador fue protegido por el poder, testimoniada por una fuente directa vinculada al caso, la cual pidió reserva del nombre por ser ahora parte de la administración de justicia.

"El caso inició por un acto de violación que se cometió en contra de un niño de cuatro años de edad. A quien se puso el nombre ficticio de Lucas, para protegerlo. La investigación determinó que el niño había sufrido actos de violencia sexual: el profesor le había pedido que le practicara felación dentro del colegio. Los padres pusieron una denuncia, tanto en el colegio como en la Fiscalía. Se llegó a determinar, con testimonio en cámara de Hessel, con examen de entorno social y otras evidencias, que efectivamente esto sucedió dentro del colegio, donde el niño dijo que había sido víctima de una agresión sexual y que el único responsable fue quien el niño reconoció como su agresor en la cámara de Hessel. El niño reconoció a su agresor físicamente y lo reconoció también por fotografías, añadiendo a esto que el niño se acercó a la foto del agresor directamente, la golpeó y el niño entró en crisis, lo cual hizo que la jueza determine que era necesario dictar prisión preventiva, lo cual se hizo ese momento. Hubo intervención del Gobierno, y lo que hicieron fue conceder al profesor un hábeas corpus y salió en libertad y luego le sustituyeron prisión preventiva por presentación periódica, cosa que no se puede hacer por mandato legal cuando son delitos sancionados con más de cinco años de prisión.

"No hubo una sola duda de que el culpable era el profesor. Se escuchó mucho en redes comentarios de personas que insinuaban sobre el papá. Él nunca estuvo involucrado en la investigación, por una simple razón. En la Fiscalía las investigaciones se manejan de manera objetiva. Si hubiera un solo elemento que hubiese llevado a la Fiscalía a sospechar que el agresor era el padre, tenían que involucrarlo. Al contrario, lo que sucedió fue que las valoraciones psicológicas y las entrevistas que hizo el niño con las profesionales, jamás apareció un solo elemento que hiciera pensar que el padre estuviera involucrado. Mas bien, la figura paterna estaba absolutamente reforzada en el niño. Y no hubo dudas de que fue el profesor del colegio, tanto más porque el niño en su testimonio siempre dijo que la persona agresora era su profesor de natación e hizo una clara descripción física; dentro de la audiencia de juicio, cuando se pidió que la psicóloga rinda testimonio, ella hizo un relato de lo que dijo el niño sobre cuál era el tipo de agresor.


La esposa del ex presidente Correa, Anne Malherbe y otros profesores de La Condamine, apoyaron al profesor de natación condenado por el caso. Foto: El Universo

en las valoraciones psicológicas y las entrevistas que hizo el niño con las profesionales, jamás apareció un solo elemento que hiciera pensar que el padre estuviera involucrado.

En estos casos, los niños tienen un temor insuperable a decir quién es su agresor. Para que Lucas venza ese temor, pueda decir qué le pasó e identificar a su agresor, el niño tiene que vencer el pánico. Lo que hizo este señor no solo fue agredirlo sexualmente sino también amenazarlo de muerte y decir que iba a hacer daño a su familia. A un niño de cuatro años. El niño no quería decir quién era y con el papá idearon un código para que rompiera el miedo a decir el nombre del que lo había agredido y amenazado: lo llamaron 4849. 

"El colegio nunca brindó apoyo a Lucas, ni psicológico ni nada. Tenían que habérselo dado. A la hora de los recreos, el papá se acercaba al colegio y se quedaba en la sección de los niños, esperando a que su pequeño hijo supere el miedo e identifique al agresor. Un día, a la hora de la salida, el niño estaba con su mamá, que también sabía el número, cuando el niño vio pasar a su agresor y le dijo: mira mamá, ahí está 4849. 

"¿Cómo se enteró la familia de lo que estaban pasando? Como el niño fue agredido, él empezó a reproducir el acto y lo hizo en la casa de un amiguito. Cuando la madre del niño vio a Lucas reproducir el acto en la habitación, obviamente le llamó la atención, le cuenta a la mamá de Lucas y dice lo que vio, y pidió que hablara con el niño. La mamá habló con el padre del niño y el chico se abre con el papá y cuenta que eso mismo le estaban haciendo a él en el colegio. El niño dijo que lo obligaron a hacerlo varias veces. Además, este niño de cuatro años de edad tenía crisis de control de esfínteres. Tenía ataques de pánico en la noche, pesadillas, miedo de ir al colegio. Esto se determinó en todas las valoraciones psicológicas y así se comprobó que fue víctima de un abuso sexual. 

"El colegio nunca brindó apoyo a Lucas, ni psicológico ni nada. Tenían que habérselo dado. A la hora de los recreos, el papá se acercaba al colegio y se quedaba en la sección de los niños, esperando a que su pequeño hijo supere el miedo e identifique al agresor".

"El colegio puso la denuncia en la Fiscalía, nada más. No separaron al profesor, lo mantuvieron en el colegio, lo cual produjo que este señor revictimice al niño. Además, los padres también pusieron una denuncia en el colegio, la cual nunca llegó a la Fiscalía ni a ninguna autoridad educativa. Lucas tiene una hermana mayor, con unos cuatro años. La niña contó que un día estaba en los vestidores del colegio y este tipo ingresó a los vestidores de las niñas y la amenazó. Le dijo: tu hermano abrió la boca demás y voy a matar a tus papás por esto que ha dicho. La niña no sabía de qué hablaba, ella contó a sus papás lo que dijo el profesor, ellos lo denunciaron al colegio y sus autoridades no hicieron nada en absoluto. 

El colegio tenía que haber separado al profesor, con un proceso administrativo en el Ministerio de Educación; no lo hicieron. Estaban obligados a prestar apoyo al niño y a su familia; no lo hicieron. E iniciaron una campaña de desprestigio en contra de la madre, del mismo niño. Cuando la Fiscalía pidió a algunas personas que rindan versión, libre y sin juramento, fueron a decir que el niño era un niño-problema, que tenía desorden de atención; que es lo que normalmente hacen los adultos para restar credibilidad al menor: que es un niño-problema, que tiene un hogar disfuncional, un montón de mentiras. Cuando los reportes que hacía el colegio del niño decían que era perfectamente normal; pero cuando rindieron versión dijeron que era una familia con problemas. 

El profesor estaba tan cerca de los niños y se dijo, de parte de su defensa del agresor, que esto nunca pudo haber pasado en el colegio. De los testimonios que se dieron en el juicio, el policía que hizo el reconocimiento describió cómo era el espacio físico, porque además durante el proceso el colegio hizo adecuaciones en el área de la piscina. Ahí también se demostró que la versión del niño era verdad. A Lucas le hicieron terapia de sensaciones y la psicóloga, en su testimonio, dice que el niño escuchaba el sonido del agua, olía el jabón y escuchaba cómo corría el agua. Es decir, fue en el sector de los vestidores. El profesor agresor estaba encargado también, a la hora de los recreos de la sección maternal, de cuidar a los niños. Y eso fue parte de un testimonio que se rindió dentro de la audiencia de juicio; que el señor tenía contacto con los niños. Él era parte de la vigilancia de los niños, de la sección maternal, a la hora del recreo, zona que estaba junto a la piscina. Todas estas evidencias sumaron para que el tribunal determinara que el hecho se dio y que el culpable era él. Son varias cosas que se analizan dentro de una audiencia de juicio; no solo es el testimonio del niño o lo que la mamá dijo, son varias pruebas las analizadas por el tribunal penal, y todos los jueces, en todas las instancias concluyeron, sin un solo voto salvado, que el hecho se dio y que el señor era el culpable.


Activistas protestaron ante la justicia para pedir la condena del procesado. Foto: El Comercio

"son varias pruebas las analizadas por el tribunal penal, y todos los jueces, en todas las instancias concluyeron, sin un solo voto salvado, que el hecho se dio y que el señor era el culpable".

"Sobre lo que el expresidente Correa dijo, en defensa de este agresor, que él había pasado la prueba del polígrafo: se debe decir que el polígrafo no es considerada una prueba. Este caso se hizo mediático cuando ya hubo sentencia condenatoria. Antes de eso tuvimos que enfrentarnos a todo el aparataje del Estado. En este caso, cuando las cosas podían suceder mal, sucedían. Pero era por la mano del Gobierno, a través del presidente Rafael Correa y su esposa, Anne Malherbe (profesora del mismo colegio y amiga del agresor). Un profesor violador no tiene cara de violador; normalmente los violadores sexuales son gente agradable, que en general caen bien. Este profesor era agradable y era querido dentro del colegio. Se supone que él convenció a sus colegas de que esto era una infamia, y es probable que la esposa del mandatario también se convenció de ello o lo protegieron por alguna razón.

"El caso se hizo mediático porque la mano del Gobierno estuvo ahí siempre. ¿Cómo? El violador se benefició de un habeas corpus, cuando no tenía que haber pasado eso, sobre todo luego de que el niño le reconociera. Tenía que haber sido desvinculado del colegio, nunca pasó eso. El colegio estuvo tan convencido de la protección del gobierno de Correa que ni siquiera necesitó iniciar un proceso administrativo. Iniciaron una campaña de desprestigio en contra de la madre, del niño y de su familia. Luego, dentro del proceso, habiendo acusación de la Fiscalía, y acusación particular, un juez de apellido Vayas, que fue destituido, lo benefició con un sobreseimiento. Este juez dijo que le parecía que el niño había sido víctima de una agresión sexual, pero no podría concluirse, dijo, de todos los elementos que se presentaron en la audiencia que el señor sea el responsable. Y el juez permitió que en esa audiencia hubiera gente que no tenía que estar, porque las audiencias de este tipo son reservadas, por tratarse de asuntos sexuales con un menor de edad. 

"Luego de la audiencia, el juez dijo que el fallo, debidamente motivado, llegaría a los casilleros de los abogados. Nunca llegó, hasta la fecha. Nunca motivó el fallo, por lo cual a través de estrategias legales se tuvo que pelear el fallo para que la Corte Provincial enmiende todo lo que este juez hizo mal. Por eso es que el expresidente Correa ha dicho que hay un nuevo juicio. Esto no es cierto, hay un solo proceso penal, que por culpa de este juez, que estaba coercionado, y tomó una decisión errónea; porque con tantas evidencias, con dictamen fiscal acusatorio y acusación particular, lo hizo en una audiencia preliminar. 

Este juez dijo que le parecía que el niño había sido víctima de una agresión sexual, pero no podría concluirse, dijo, de todos los elementos que se presentaron en la audiencia que el señor sea el responsable.

"Cuando se dictó la sentencia condenatoria, el profesor ejerció su derecho a recurrir el fallo, subió a audiencia de apelación; y la sorpresa de la defensa de Lucas, al acudir a esa audiencia fue que se encontró con el doctor Caupolicán Ochoa como defensor particular del profesor. El abogado personal del presidente de la República, Rafael Correa. En ese momento el caso se hizo mediático y luego salieron algunos reportajes, y ahí la gente se cansó de que en este caso esté metida la mano del gobierno. Y se agregó el hecho posterior de que la esposa del presidente, después del terremoto de Pedernales, y cuando no había pasado ni una lata de atún a los damnificados, fuera a las afueras de la Corte Provincial de Justicia, con gente del colegio, a abogar por el violador. Y también que el colegio prestó sus instalaciones para que se dieran ruedas de prensa en favor del violador. 

"En esa segunda instancia se dieron también cuestiones como malas prácticas; por parte de la defensa del violador quisieron recusar jueces, hicieron incidentes para que las audiencias no se den cuando debían darse, empezaron a dilatar, y finalmente, en el día de la audiencia los tres jueces concluyeron que era culpable y ratificaron la sentencia condenatoria de 22 años de reclusión. Después, el violador recurrió y presentó casación ante la Corte Nacional. En materia Penal, este recurso tiene que pasar por un proceso de admisión para ver si cumple con todos los requisitos formales. Su recurso no cumplió con esos requisitos, con lo cual lo inadmitieron y el fallo se ejecutorió y tenía que cumplir la sentencia. 

"Él también tenía que cumplir medidas cautelares de presentación periódica. Quien tiene que hacer cumplir esas medidas cautelares es la judicatura donde debía presentarse. Pero este señor había estado bastante tiempo sin presentarse, sin cumplir las cautelares; pero nunca se verificó esto por parte de la secretaria. Se supone que es la administración de justicia la que tiene que verificar estas cosas, y no la madre de la víctima. Empezaron a hacer el seguimiento de dónde se estaba presentando, no les contestaron y luego se llegó a corroborar que había dejado de presentarse desde hace seis meses. Entonces se pidió audiencia para que se le ponga prisión preventiva. Pero para la audiencia de ratificación de la condena, el violador ya no apareció. 

"por parte de la defensa del violador quisieron recusar jueces, hicieron incidentes para que las audiencias no se den cuando debían darse, empezaron a dilatar, y finalmente, en el día de la audiencia los tres jueces concluyeron que era culpable y ratificaron la sentencia condenatoria de 22 años de reclusión".

"La defensa y la familia solicitaron el botón rojo de la Interpol y estaba entre los ocho más buscados del Ecuador. Se supone que lo estaban buscando, pero sin mucho afán. Un año después de la sentencia lo encontraron en Quito, en su casa, en el sector de la Kennedy, al nororiente de la capital.  Nunca lo buscaron. ¿Por qué? Porque tenía la bendición y el apoyo de algún poderoso. Solo cuando se lo propusieron "lo encontraron". ¿Por qué? Al parecer porque en una conferencia sobre trata infantil, organizada por una fundación, se trató el tema. Ahí se reveló que solo el 5% de las casos de violación de menores denunciados llegan a sentencia. La queja fue abierta, en público y se denunció que no se habían hecho esfuerzos reales para buscar al culpable de la violación de Lucas. Pero hubo gente del Ministerio del Interior y de la Embajada de Estados Unidos entre el público. Quince días después el agresor fue detenido en su casa. 

"Este es un caso muy duro. Fue un reto para la defensa, no solo por la complicidad y la crudeza del caso, sino porque se tuvo que luchar contra un sistema de justicia que estaba tomado por el gobierno de turno, el de Correa. Este caso caló tan hondo en la ciudadanía que uno de los efectos fue romper el silencio. Se demostró que hay que creerles a los niños, y convenció a los padres de no callar. Eso hicieron los casos El Principio y Aampetra: a los niños hay que creerles. Esto sentó un precedente para que los padres de familia, que son víctimas de esta violencia, activen todos los mecanismos para no dejar nada en la impunidad. 

Un año después de la sentencia lo encontraron en Quito, en su casa, en el sector de la Kennedy, al nororiente de la capital.  Nunca lo buscaron. ¿Por qué? Porque tenía la bendición y el apoyo de algún poderoso.

"El que el violador haya sido encontrado, sienta el precedente de que hay consecuencias. De nada servía tener la sentencia si la persona condenada no estaba cumpliendo la condena. Sirve también para que la gente entienda que este tipo de actos atroces ya no van a ser tolerados por la administración de justicia. Eso da una suerte de seguridad social, un ápice de esperanza. Pero el trabajo más grande como padres está en la prevención. Hay que superar los prejuicios y hablar con los hijos, y enseñarles que su cuerpo es un templo, y que un secreto que incomoda no debe ser guardado, sino que debe ser compartido. Los padres están para defender, guiar y cuidar a sus hijos.

"Respecto a la defensa del violador que hizo el ex presidente Correa en su cuenta de Twitter. Este señor se declara abogado defensor, fiscal, juez a la vez. Este caso causó mucho dolor y trauma en la familia y en el niño. Al enterarse de que lo habían tomado preso, Lucas, ahora de ocho años, se alegró mucho, porque le dijo a su mamá que ahora sí podía salir a la calle sin miedo. Lucas, El Principito, no ha podido volver a una escuela desde su agresión. Nunca más se pudo adaptar a un colectivo de niños y niñas. Recibe clases en su casa. Sus padres sufrieron una catástrofe emocional y psicológica, de la cual les ha costado recuperarse. Demasiado dolor, para que el majadero de Rafael Correa resuelva el caso con cuatro tuits".

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