

Esta es una de las últimas fotografías del grupo de ecuatorianos que desapareció después de llegar a las Bahamas. Foto: Cortesía 1800 Migrante
Una fotografía fue el enlace entre Jime B.M. y cinco migrantes ecuatorianos que están desaparecidos. Jime B.M. fue detenido el pasado 27 de mayo en su casa en Durán, después de que la Fiscalía y la Policía allanaran su domicilio dentro de una investigación a una presunta agrupación dedicada al tráfico de migrantes.
El fiscal de la Unidad de Delincuencia Organizada, Jhon Camposano, explicó que esta indagación nació de una denuncia en redes sociales. La Policía ubicó a los familiares de los migrantes desaparecidos en su camino hacia Estados Unidos a través de Bahamas.
La alerta de una hermana de los desaparecidos fue la primera en conocerse. Alicia Calle contó que desde marzo pasado no tiene noticias de sus parientes, pues en el grupo tres de los migrantes pertenecen a su familia. “Nos dicen que hubo un naufragio, nos mienten que están detenidos, nos marean diciendo que están secuestrados y hasta nos han robado dinero para supuestamente investigar el paradero de nuestras familias, estamos desesperados y buscamos respuestas”, narró a la organización 1800 Migrante, asentada en EEUU.
Los cinco desaparecidos son oriundos de la provincia de Cañar. Ellos son María Eliza Vera Cajilema, de 45 años, quien nació en el cantón La Troncal; Cristian Paul Calle Palacios, de 38 años, casado, tiene dos hijas menores, vivía en Sageo, cantón Biblián; Carmel Carolina Calle Urguilés, de 36 años, tiene dos hijos de 13 y 17 años; Juan Carlos Calle Palacios, de 40 años, vivía en el barrio Shishiquin, de la ciudad de Azogues; y Lia Elizabeth Pulla Campoverde, de 22 años, es de Llimpi, también en Azogues.
Los familiares entregaron a la Policía sus teléfonos celulares que tenían los registros de las conversaciones con sus parientes sobre su avance en la ruta y con los contactos con los presuntos traficantes. A través de ese medio, los ecuatorianos contaron que habían llegado a Panamá. Ellos partieron el 7 de enero desde el aeropuerto de Guayaquil. Luego viajaron en otro vuelo hasta el aeropuerto internacional de las Bahamas en la isla de Freeport. Una de las jóvenes envió un mensaje de WhatsApp con esa ubicación a un familiar, el 6 de marzo. Dijo que a partir de allí no podían usar más el celular. Prometieron contactarse una vez que hayan cruzado a EEUU. Pero esa fue la última información que hubo sobre ellos.
En uno de los celulares que entregó la familia a la Policía estaba una fotografía del grupo de migrantes con Jime B.M., quien también había viajado con ellos. En la foto, los migrantes aparecen abrazados y uno de ellos la envió a su familia. La Policía encontró esa misma imagen en el celular de Jime B.M. y fue uno de los elementos para su vinculación.
hay 11 personas fallecidas durante su trayecto hacia Estados Unidos. Esta es la llamada “migración riesgosa” en la que los ecuatorianos que acuden al coyoterismo para llegar a su destino. Además, se reportan 11 desaparecidos.
En la audiencia de formulación de cargos, el fiscal Camposano presentó las experticias de audio y video practicados a los celulares de los familiares de los desaparecidos, el movimiento migratorio de las víctimas (allí se detallan los países por donde pasaron) y la triangulación de llamadas de los números de los celulares de los procesados.
Jime B.M. dijo en su versión que viaja a Panamá constantemente para traer celulares al Ecuador, nuevos y usados, para venderlos. Pero esto no coincide con los chats que constan en el expediente. Por ejemplo, la mayoría de los migrantes tenía como contacto a Jime B.M.
La semana pasada, el Viceministro de Movilidad Humana, Carlos Alberto Velastegui, admitió que hay 11 personas fallecidas en lo que él llama “migración riesgosa” de los ecuatorianos que acuden al coyoterismo para llegar a Estados Unidos. Además, se reportan 11 desaparecidos.
El funcionario dijo, en un conversatorio con la prensa, que en todos los casos están trabajando con las familias. Señaló que las denuncias son escasas porque las familias están atadas a estas redes. En la Cancillería tienen claras las rutas y se trabaja de manera interinstitucional frente a un problema que, reconoció, es una nueva ola migratoria riesgosa e irregular a Estados Unidos.
La costosa ruta por las Bahamas
El grupo empezó su viaje el 7 de enero pasado. Llegaron a los supuestos coyotes a través de una cadena de recomendaciones.
La primera parte de su ruta fue en avión hasta la isla Freeport, donde está el aeropuerto internacional de las Bahamas. El resto del trayecto habría sido en lanchas de alta velocidad hasta la isla Bimini, que es el punto más cercano de las Bahamas a Miami. Pero en Ecuador, funcionarios de la Cancillería en Cañar dijeron que no habían recibido información de posibles naufragios, secuestros, detenciones, hospitalizaciones o fallecimientos a través de los consulados de Ecuador en Bahamas, Miami, Cuba y República Dominicana.
Según la organización 1800 Migrante, la ruta caribeña no es nueva, pero ha vuelto a tomar fuerza. Los coyoteros llevan a los migrantes hasta Panamá, desde donde toman otro vuelo o abordan un crucero a las Bahamas para cruzar hasta las islas Bimini.
“Todo esto parece fácil y cubierto bajo el manto de un viaje de placer turístico, no alza muchas sospechas hasta que ocurre lo inimaginable”, dijo 1800 Migrante en un comunicado. Su vocero, William Murilo, dijo: “Esta ruta no es nueva, ya se ha usado en el pasado, aparentemente funciona porque tenemos reportes de que si llegan a EE.UU, pero es más cara y tan peligrosa como la ruta mexicana y ya son signos extremos de desesperación de la gente que ya no solo se lanzan a cruzar los desiertos, también se lanzan a cruzar las peligrosas aguas del mar caribe para llegar a ese sueño americano que tanto anhelan y que lamentablemente apuestan todo, hasta su vida”.
Los migrantes pagaron entre 16.000 a 20.000 dólares. Es una ruta más costosa en comparación a la que existe por México, que es la que mayor aumento presenta. Velastegui afirmó que ese trayecto se triplicó desde que el Estado mexicano dejó de pedir visa a los viajeros ecuatorianos. El punto más alto de viajes a México desde Ecuador fue de 174.000 personas en el 2019, lo que significó el triple de viajeros en la situación anterior. El funcionario agregó que, mientras tengan los papeles en regla, los ecuatorianos no están prohibidos de salir del país a cualquier destino del mundo. Durante 2020, año en que empezó la pandemia, los viajes bajaron a 70.000 personas.
Pero por la ruta de Bahamas los coyoteros hacen otros ofrecimientos. Según el fiscal Camposano, posiblemente los traficantes prometen mayores seguridades.
Entre la documentación que recopiló la Fiscalía en los operativos y allanamientos hubo recibos y depósitos de cuentas bancarias, pasaportes, registros de identidad, dinero y un CPU, que se encuentran en cadena de custodia de la Policía Judicial. Además de Jime B.M., también fue procesada su hija, Jennifer B. M., quien es la propietaria de una de las cuentas bancarias donde los migrantes hicieron depósitos. Ella, en su versión, dijo que prestó su cuenta a su padre.
Un argumento similar utilizó Sandra R. P., quien manifestó que dio su cuenta para los depósitos porque la cuenta de su hermano, Orly R. P., tenía problemas judiciales. Orly R.P. era empleado de una agencia de viajes, donde la Policía también hizo un allanamiento. Inicialmente, la Fiscalía informó que esa agencia, situada en el centro de Guayaquil, aparentemente facilitaba las salidas de los migrantes hacia Estados Unidos. Pero el fiscal Camposano aclaró, en una entrevista con PlanV, que la agencia no tendría participación en el delito. Rosa M. A. es otra de las procesadas porque fue el contacto con una de las viajeras. Tres de los cinco acusados están con prisión preventiva. Solo Jennifer B. M. y Sandra R. P. tienen prohibición de salida del país y presentación ante el fiscal (lunes, miércoles y viernes), en Guayaquil.
En la investigación apareció el nombre de un ciudadano, posiblemente extranjero, a quien también los desaparecidos le hicieron depósitos. Podría ser la persona que recibe en Bahamas a los migrantes, dijo el fiscal. La Policía ecuatoriana se ha comunicado con su par en Panamá para recabar información.
Antes de abordar, los migrantes recibieron instrucciones de los procesados sobre qué decir al pasar por la aduana de los países de la ruta. El día del embarque, les ordenaron que llegaran por separado al aeropuerto y dijeran que son turistas. Pero en el trayecto, el grupo pasó por dificultades. Sus familiares contaron que el coyote les exigía viáticos para hospedarse en hoteles confortables y con buena comida. Los migrantes, en cambio, comían y dormían poco.
Mientras ello ocurría, sus parientes en Ecuador han sido presionados para pagar las deudas. “Nos llaman a cobrar las deudas y ni siquiera sabemos dónde están ellos, ¿cómo también iremos a pagar las deudas?, por favor ayúdenos a encontrar a nuestros hijos”, dijo Juana Palacios, madre de dos de los jóvenes desaparecidos, a 1800 Migrante.
La Fiscalía conoció la existencia de un segundo grupo que iba a partir por la misma ruta, pero desistió luego de la desaparición de los ecuatorianos en Bahamas.
Más denuncias, menos resoluciones
Desde 2015, la Fiscalía ha recibido más de 100 denuncias anuales por tráfico de migrantes. El 2016 fue el año con el mayor número de quejas: 163. En 2020, en el año de la pandemia, esta cifra cayó a 96 denuncias y hasta abril de 2021, ya se han presentado 34 quejas.
Pero si se compara el número de denuncias con el de causas resueltas por la justicia, las cifras caen estrepitosamente. Por ejemplo, en 2019 hubo 146 denuncias en la Fiscalía, pero solo 50 procesos judiciales finalizados. En 2020, ocurrió lo mismo: 96 denuncias y 46 causas resueltas. Cabe aclarar que los juicios pueden tomarse un largo tiempo y terminarse en plazos mayores a un año. Pero de acuerdo a las cifras del Consejo de la Judicatura, entre 46 y 50 procesos se tramitan por año.
Desde 2014, Cañar es la provincia que registra el mayor número de denuncias por tráfico ilícito de migrantes con 321 casos reportados hasta abril pasado. En segundo lugar, está Azuay con 293 casos en el mismo periodo y en tercer lugar, Pichincha con 104 denuncias. Tanto en 2020 y 2021, el mayor número de denuncias ha tenido como origen la provincia de Azuay.
Ecuatorianos enfrentados a más riesgos
Los migrantes ecuatorianos están pasando por grandes riesgos para llegar a Estados Unidos. Fue el caso Washington Quizhpi, de 25 años, quien viajó a México y cruzó a Norteamérica, donde fue detenido y expulsado hacia Ciudad Juárez, una de las ciudades más violentas del mundo. Quizhpi -un joven con una discapacidad auditiva- estuvo solo, sin dinero y vivió en la calle. Sufrió el robo de sus zapatos y de todas sus pertenencias. La denuncia que hizo su madre, Salomé Quizhpe, en redes sociales y a la organización 1800 Migrante tuvo eco. Una ciudadana mexicana publicó en sus redes sociales una foto de la cédula de un ecuatoriano que deambulaba cerca del negocio familiar. La organización aseguró que empujó la búsqueda del ecuatoriano, quien fue hallado desorientado. Fue atendido en un albergue de Ciudad Juárez. Su madre, quien reside en el estado de Maryland, y sus abogados lograron que las autoridades norteamericanas aprobaran el ingreso de su hijo.
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