

La gobernación republicana de Texas ordenó el 15 de diciembre el despliegue de mil efectivos de la Guardia Nacional local, para contener el aumento de menores que cruzan la frontera con México.
La migración de los menores ecuatorianos hacia Estados Unidos es un flujo constante e inalterable. Según cifras de la Secretaría de Gobernación de México, desde 2013, por lo menos nueve de cada diez niños provenientes de Sudámerica detenidos en su intento de llegar a Estados Unidos ha salido del Ecuador.
En efecto, según los informes anuales sobre migración de 2013, 2014 y 2015 que emiten las autoridades mexicanas, que fueron consultados por PLANV, en 2013, fueron detenidos en su intento de cruzar México hacia el país del norte, 74 menores de 18 años provenientes de Sudamérica. De estos, 73 habían salido del Ecuador, es decir, el 98%. El 45% de ellos viajaban solos hacia Estados Unidos, en su mayoría en busca de sus padres. Del total de los detenidos, 68% eran niños y el 32% eran niñas.
98%
de los menores sudamericanos detenidos por México en 2013 salieron del Ecuador.
Los ecuatorianos son la nacionalidad sudamericana que más detenienen en México por este tipo de intento de migración irregular. Según la misma fuente, entre enero y diciembre de 2013, el 62% de los adultos provenientes de Sudamérica arrestados por los mexicanos salieron de nuestro país, esto significa, por lo menos, 916 personas.
Aunque el grueso de los migrantes que cruzan México hacia Estados Unidos son de los países de Centroamérica, como El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, la presencia de los ecuatorianos llama la atención de las entidades de protección de migrantes de México.
Entre enero y diciembre de 2014, según explica la Secretaría de Gobernación en su reporte, se retuvo en el país azteca a por lo menos 204 menores de edad, de los que 188 eran ecuatorianos. Viajaban solos por lo menos 103 de ellos. Esto significa que, del total de la migración de menores de edad sudamericana, el 92% provino del Ecuador, y el 55% de ellos no tenían un acompañante. Con relación al sexo, el 62% de los detenidos eran niños y el 38% niñas.
Con relación a la migración de adultos, entre enero y diciembre de 2014 México detuvo a por lo menos 1781 sudamericanos, de los que 1166 eran ecuatorianos, lo que significa el 65% del total.
Para 2015, revela la misma fuente oficial de la República mexicana, entre enero y octubre de este año, se detuvo a 165 menores de América del Sur, de los que 71 eran ecuatorianos, es decir, el 43%. De los ecuatorianos detenidos, el 46% viajaban solos. Con respecto al sexo de los menores detenidos e internados en los centros de atención para migrantes de México, el 60% eran niños y el 40% niñas, lo que confirma la tendencia de los años anteriores con respecto al sexo de los menores.
Según las autoridades mexicanas, se estima que, por cada migrante que es retenido en ese país en su intento de llegar a Estados Unidos, por lo menos otro logra pasar la frontera hacia el país del norte.
Con respecto al sexo de los menores detenidos e internados en los centros de atención para migrantes de México, el 60% eran niños y el 40% niñas, lo que confirma la tendencia de los años anteriores con respecto al sexo de los menores.
De esta forma, un promedio de 110 menores ecuatorianos han sido detenidos en México en los últimos tres años, lo que significa que cada tres días, un niño o niña compatriota, menor de 18 años, no logra su intento de llegar a Estados Unidos. La mayor parte de los menores detenidos en México tienen entre 12 y 17 años, pero hay también presencia de niños y niñas de edades entre 0 y 11 años, según reporta la Secretaría de Gobernación.
En marzo de 2014, una niña ecuatoriana que había sido detenida en México, identificada como Joselyn, se suicidó en uno de los albergues de migrantes, víctima de una profunda depresión al no haber logrado llegar a Estados Unidos. Por la muerte de la joven, la justicia de la provincia del Cañar sentenció en febrero de 2015 a un ecuatoriano y un guatemalteco por tráfico de personas, mientras un familiar de la menor sigue prófugo.
La migración de los niños, sin solución
El pasado 15 de diciembre, el estado norteamericano de Texas desplegó su Guardia Nacional en la zona fronteriza con México, ante el inusitado aumento de menores no acompañados cruzando la frontera. Se estima que, entre octubre y noviembre de 2015, la Patrulla Fronteriza norteamericana detuvo a no menos de 10 mil menores no acompañados que pasaron de México hacia Estados Unidos.
En efecto, según datos de la Patrulla Fronteriza, un total de 10.588 niños no acompañados cruzaron la frontera entre EE.UU. y México en octubre y noviembre pasado, en comparación con los 5.129 que atravesaron en los mismos dos meses del 2014.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, cuestionó las políticas del Gobierno federal de su país ante el aumento de menores cruzando la frontera, lo que motivó la instalación de dos nuevos centros de acogida, uno en Texas y otro en California.
La respuesta militar del gobernador texano significó el despliegue de por lo menos mil soldados de las fuerzas a su mando, que son distintas del Ejército federal y de las entidades de protección de fronteras, que dependen de la Casa Blanca.
Las fuerzas del gobernador patrullan el valle del Río Grande, que es uno de los pasos usados para el cruce de los menores hacia Estados Unidos. Según un reporte de la agencia AP, "los funcionarios militares que previamente se rehusaron a indicar públicamente una fecha de finalización del despliegue dijeron tras el anuncio de Abbott que se suponía que diciembre sería el final de la una misión de cerca de 18 meses".
AP dijo también que "el gobierno de Obama ha defendido la cantidad de recursos federales asignados a la seguridad en la frontera, que en las últimas dos décadas han sido mucho mayores que en cualquier otro momento en la historia. Pero una carta obtenida por The Associated Press reveló que Sylvia Burwell, la secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos, renovó sus preocupaciones ante el Congreso de que muy poco dinero estará disponible para albergar al más reciente flujo de niños.
Funcionarios federales esperan evitar que se repita la crisis que enfrentó en el verano del 2014, cuando decenas de miles de niños y familias atravesaron la frontera sin autorización, las áreas de detención de la Patrulla Fronteriza se saturaron e incluso había niños durmiendo en pisos de concreto y cubiertos con mantas isotérmicas".
Como el grueso de la migración proviene de México y Centroamérica, el Gobierno mexicano se pronunció al respecto, aumentando su presencia consular en Texas.
Según datos publicados por la AFP, menores ecuatorianos, en especial de las provincias de Azuay y Cañar, son quienes incursionan en busca de sus padres y familiares que viven en Estados Unidos. En poblaciones como Déleg, al norte de Cuenca, es posible ver casas construidas con estilo norteamericano, que han reemplazado a las viviendas serranas tradicionales, que se pueden ver todavía hasta los límites de Chimborazo.
Estas viviendas, construidas con catálogos y dinero proveniente de las remesas de los migrantes del Austro en Estados Unidos, están inconclusas o habitadas por niños a cargo de sus abuelos. Muchos de estos menores, que se sienten sin oportunidades en el país, siguen considerando la opción de llegar a Estados Unidos y reunirse con sus padres.
Según Jorge Reinoso, profesor del colegio de Déleg, la situación de los menores en la comunidad es preocupante, pues los niños están a cargo de abuelos u otros parientes.
La reunificación se realiza con una arriesgado viaje en barco que, partiendo de las costas de Esmeraldas o Manabí, parte hacia los países centroamericanos, en especial, Guatemala, y desde ahí, los menores se internan en México. La travesía puede costar hasta USD 10 mil.
Un reporte de la Cancillería precisó que, entre octubre de 2013 y octubre de 2014, por lo menos 647 menores lograron llegar -y fueron detenidos- en Estados Unidos.
Según declaraciones de María Landázuri, viceministra de Movilidad Humana de la Cancillería, para octubre de 2014 las autoridades constataron la "terrible y lamentable cifra de 600 niños que viajan no acompañados", y sostuvo que en 2013 la cifra fue de 200 y en 2012 habría sido de menos de 100.
Un reporte de la Cancillería precisó que, entre octubre de 2013 y octubre de 2014, por lo menos 647 menores lograron llegar -y fueron detenidos- en Estados Unidos. Todos estos niños y niñas viajaron solos, según precisó la Cancillería en su informe. Según la Embajada de Ecuador en Estados Unidos, por lo menos 626 seguían detenidos en albergues de Estados Unidos a la espera un trámite judicial para su deportación.
La tendencia concuerda con datos como los publicados en el libro Entre la violencia y la invisibilidad de Soledad Álvarez Velasco y Sandra Guillot que sostiene que, si se suma los datos desde 2009 a 2011, los menores ecuatorianos son el 76% del total de menores sudamericanos detenidos en México.
Según la misma fuente, entre 2005 y 2010 por lo menos 2606 menores de edad ecuatorianos de 18 años han sido ayudados a regresar al país por parte del Programa de Retorno Voluntario Asistido coordinado entre México y Ecuador.
Las autoras sostiene también que muchos niños y niñas se ven expuestos a situaciones de peligro y violación de sus derechos durante el intento de llegar a Estados Unidos. La obra incluye dos cortos testimonios de niñas migrantes que aseguran que su motivación fue lograr reunirse con sus padres.
Curiosamente, aunque el libro fue financiado y publicado en 2012 por la desaparecida Secretaría Nacional del Migrante, con una tirada de 900 ejemplares, las autoras sostienen que nunca llegó a distribuirse.
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