Es un joven chileno y su canal de Youtube tiene más de 27 millones de seguidores. Germán Garmendia es un fenómeno de internet que provocó polémica en Colombia, el mes pasado, cuando fue invitado a la Feria del Libro de Bogotá y su seguidores prácticamente colapsaron el recinto ferial con la intención de verlo y de comprar su libro. 

Para muchos defensores de la literatura tradicional, el fenómeno editorial de un joven que sube vídeos caseros con monólogos a la Internet fue un sacrilegio. Pero, para otros, es la evidencia de las nuevas tendencias de intereses entre los jóvenes y de un nuevo tipo de concepto de autoridad que está emergiendo. 

Se estima que por lo menos diez mil jóvenes llegaron al recinto de Corferias, para que Garmendia les firmara su obra, titulada Chupa el perro lo que afectó al resto de eventos, pues las entradas se agotaron con los seguidores del chileno y el resto de conferencias se quedaron sin público.

Nacido en la ciudad chilena de Copiapó en 1990 y residente en Santiago de Chile, Garmendia empezó su canal HolasoyGermán con monólogos grabados por él mismo en su habitación y en su propia casa, en los que trata temas de interés para los jóvenes. Inició sus publicaciones en YouTube en 2011 y actualmente tiene tres canales. El joven caracteriza personajes con disfraces sencillos y empieza sus monólogos con una apuesta. 

Según reportó el diario colombiano El Tiempo, Enrique González, director de la Cámara Colombiana del Libro dijo que “Se invitó al ‘youtuber’ porque tiene un libro publicado con la casa Random House. Ellos nos sugieren quiénes están teniendo mucho éxito y no podemos desconocer un fenómeno universal que es el los ‘youtubers’, en este caso particular quienes también tienen un libro”.

González precisó que, ese mismo día, hubo una conferencia del polémico escritor colombiano Fernando Vallejo, autor, entre otros libros de La Virgen de los Sicarios, que no fue afectada por el boom del youtuber chileno: “hubo 125 eventos en Corferias ese día, algunos con asistencia masiva como el de Fernando Vallejo, entonces no es cierto que el único que se llenó fue el de Germán. Fueron las autoridades quienes decidieron cerrar la boletería, porque cuando vieron que había muchos muchachos con el libro del ‘youtuber’ tomaron medidas y entre esas fue suspender la venta de la boletería. Pero fueron realmente pocos los que se quedaron por fuera”.

El trabajo del joven chileno, según explicó su editorial, se caracteriza por “su manera de empezar sus videos haciendo una apuesta, seguido de su introducción de siempre, y su manera de editar eliminando todo el tiempo inútil del video o de preparación, haciendo sus videos muy animados y ágiles, esas caracteristicas también se pueden encontrar en el libro”.

Según El Tiempo, los youtubers más exitosos reciben pagos por parte de Youtube cuando su volumen de visitas es lo suficientemente grande: "YouTube define el pago por cada 1.000 visualizaciones verdaderas, es decir, el tiempo que el usuario dura viendo el video y de acuerdo con el flujo de publicidad 'online' en el país. Es así como el monto aproximado por cada 1.000 vistas es de US$ 10 en Estados Unidos y US$ 1,5 en Colombia".

Ecuador también tiene Youtubers, pero no les pagan 

En el caso ecuatoriano, hay canales de Youtube también tienen una importante cantidad de seguidores. El canal de EnchufeTV, que presenta pequeñas cápsulas humorísticas, tiene por lo menos 10 millones 900 mil seguidores de toda la región, lo que ha convertido a sus productores, un grupo de jóvenes quiteños, en celebridades de internet con fans en países como México y Colombia. 

En un estilo muy similar al de Garmendia, el joven cuencano Julio Pani mantenía hasta el año pasado el canal Yquechuchas, que tiene cerca de 270 mil seguidores y el canal Aula69, con 240 mil. En ambos canales Pani trata situaciones de la vida cotidiana de adolescentes y jóvenes, una temática y una estética similar a la que explora Garmendia. 

En Cuenca también reside Vanesa Heredia, cuyo canal VaneVlogH tiene siete mil seguidores. 

En Quito destaca el joven ambateño Diego Villacís, cuyo canal diegovillacis alcanza los 84 mil suscriptores. Desde Ambato sube sus vídeos Richard Salazar Barona, cuyo canal tiene 44 mil seguidores. 

En Guayaquil, destaca el canal de Vanevane fabulosity, que maneja Vanesa Calero,  con 27 mil seguidores, que publica consejos y comentarios sobre moda. 

Según diario El Universo, "la Organización de Youtubers en Ecuador ha hecho contactos con YouTube para que ponga una agencia en el país y con esto se abra la posibilidad de que reciban un pago y logren publicidad". Hasta tanto, los jóvenes youtubers ecuatorianos siguen realizando sus producciones caseras y publicándolas por medio de la Internet. 

  Entrevista  

"La web 2.0 quita autoridades en el mundo analógico"

Pablo Escandón. Director ejecutivo de Medialab

¿Cómo analizar fenómenos como el de Germán Garmendia en la Feria del Libro de Bogotá? ¿Cómo entender estos sucesos relacionados con la Internet? 

Hay varios elementos, en especial el Do it your self, el hacerlo usted mismo que es algo que no existía hace diez años y que nos permiten las redes sociales. Hasta hace poco había un culto a las autoridades, con esto de los youtubers y los booktubers, la sociedad está desmontando esta estructura de autoridad en lo literario, en lo artístico y acercarlo mucho más a la gente. Pero, en el caso específico de estos muchachos, tiene que ver con crear identidades, y que van llegando a las masas. Esto tiene que ver con cómo se identifican los jóvenes con estas personas y los convierten en autoridades. La web 2.0 lo que hace es quitar autoridades en el mundo analógico, pero también ha creado estas supuestas autoridades en las redes sociales. 

¿Cómo se vuelve alguien digno de ser seguido, retuiteado o compartido? ¿Cómo convertirse en una autoridad en las redes?

Se cambia de manera completa el formato tradicional de comunicarse. La mayoría de youtubers presentan vídeos con muchos cortes, no les importa tanto la estética narrativa del audivisual en internet, sino el uso de un lenguaje más coloquial, con cosas que los jóvenes dicen de manera común pero estas personas lo ponen en la red y despiertan la admiración de sus seguidores.

Pero en generaciones anteriores, todo aquel que trataba de hacer literatura buscaba hacer lo mismo, presentar situaciones y percepciones cotidianas con las cuales se pudieran identificar los lectores. ¿Cuál es la diferencia entre aquello y lo que tenemos hoy? 

La diferencia está en la estética, la literatura busca crear una poética, lo que no tienes en los youtubers ni en los booktubers, que lo que hacen es promocionar libros. Las temáticas que tocan los youtubers tienen más que ver con aspectos de autosuperación, de superación personal, porque estamos frente al típico nerd que está en la computadora y te da algunos consejos. Eso es algo que no haría en la vida real, pero tiene esta posibilidad gracias a la red. 

¿Entonces, esto es exclusivamente atribuible al sustento tecnológico? 

Sí, porque eso te ayuda a eliminar ciertas barreras que no se podrían superar de otra manera.

Hay quienes sostienen que el hecho de que los jóvenes se vuelquen a este tipo de fenómenos los aleja de la lectura tradicional. ¿Leen menos los jóvenes por culpa de la Internet?

Esto no afecta a la literatura. En el caso ecuatoriano, simplemente la mayoría de gente no lee ni cuentos, ni novelas ni poesía. Son muy limitados los lectores de ese tipo de libros. Pero sí leen revistas de farándula, de entretenimiento, y están atentos a medios de comunicación impresos, internet y audivisuales. En el Ecuador no hay una cultura libresca, sino de masas y entretenimiento. Por eso vemos el éxito de EnchufeTV.

En el caso de EnchufeTV no se trata de monólogos, pero logran un éxito similar en el mismo segmento...

Exactamente, esto nos lleva nuevamente al Do it your self, ya no se necesita tener un canal de televisión para generar un contenido, puedes hacerlo solo con tu computador casero. En el caso de Yquechuchas vemos la misma estética, los mismos cortes de edición, una estética de monólogos que luego son subidos a la Internet.

¿Cómo atajar esa crítica de que la gente, en especial, la joven, pasa embobada en los teléfonos inteligentes, cuando se podría pensar más bien que uno lleva una biblioteca en el bolsillo?

Eso depende mucho de qué es lo que yo quiero hacer con mi dispositivo. Es lo mismo que pasa con los medios masivos: depende de qué diario lea mi capacidad de conocer el mundo. Si uso mi celular o mi tableta para leer puedo tener buenos contenidos y posibilidades ilimitadas. 

¿Cómo se explica que la Feria de Libro de Bogotá haya abierto un espacio a Garmendia?

En esas ferias confluyen tanto los grandes escritores como lo que es comercial. No se trata solo de eventos puristas, por eso también pueden tener cabida desde libros de autoayuda hasta grandes novelas. 

Entonces ¿no hay la amenaza de lo digital a la literatura tradicional?

Para nada, alguna gente que está en la literatura tradicional se afianza en eso para denostar a quienes trabajan en lo digital, pero creo que no hay una investigación para asumir los temas digitales dentro de la literatura. En el Ecuador no hay nadie que haga literatura electrónica, ni poesía, ni novelas hipertextuales, no hay nada que se haga estrictamente en plataformas digitales, que es algo que ya se está haciendo en México, Perú y Colombia.

¿Y a qué se debe esto?

Al desconocimiento de los propios creadores y a esa tradición autoritoria de lo que es el libro, como espacio y terreno de autoridad. Las plataformas digitales te permiten reirte de muchos formatos y ser mucho más creativo.