

En lugar de hacer pagar a los contribuyentes la crisis del dólar, el dispendio fiscal y los costos de la corrupción, el gobierno debe mirar casa adentro, dice el asambleísta Ramiro Aguilar.
Varios analistas explican porqué las salvaguardias no solucionan la crisis del déficit de la economía ecuatoriana. Aquí la nota.
Con la emisión de salvaguardias, el gobierno no busca proteger la economía nacional sino tener equilibrio en la balanza de pagos. No es la primera vez que el gobierno recurre a esto; en el 2009 el Estado ecuatoriano ya pidió a la Comunidad Andina de Naciones que le permita establecer un régimen de salvaguardias como consecuencia de un desequilibrio de su balanza de pagos. El 2009 vivíamos en una situación parecida a la actual, había un precio del crudo de USD 50 el barril, que es más o menos lo que está ahora; pero en el 2009 había un presupuesto con menos gasto. La CAN aceptó el pedido de salvaguardias, pero ¿por qué el gobierno ecuatoriano no aprendió la lección? Si ya pasó en el 2009 y lo que reflotó la economía fue que subió el precio del petróleo a un promedio de cien dólares el barril. El 2009 el gobierno debió haber aprendido que el modelo económico depende del precio del petróleo; y que si gasta desenfrenadamente los recursos que ingresan del crudo y crea un presupuesto alto, cuando bajen los precios del petróleo se va a desfinanciar. Es una regla mínima de la economía, pasa en los hogares de las personas.
El problema está en que el gobierno tiene menos ingresos, tiene muchos gastos y tiene que reflexionar sobre lo que va a hacer. Y lo que hizo fueron las salvaguardias, que son un impuesto adicional que se cobran a las importaciones. Lo que ha buscado con esto es tratar de guardar o mantener los dólares en la economía. Uno de los ministros dijo que con la salvaguarda iban a obtener mil millones de dólares: falso. Eso sería siempre y cuando los importadores resuelvan traer al país los productos sobre los cuales cayó la sobretasa; es más, se pierde lo que se recaudaba antes de imponer al sobretasa.
10 mil
millones de dólares se calcula el hueco fiscal para el 2015.
El Ecuador debe ser el único país del mundo que tiene doble contabilidad en el presupuesto. Porque contabiliza las cosas al revés. Realmente no se sabe cuánto es el gasto corriente, cuánto es el dinero que se necesita para operar el aparato del Estado, porque lo han disfrazado como inversión. Entonces, no hay un sinceramiento del gobierno respecto a la desfinanciación del presupuesto, pero no puede ser menos, de 10 mil millones de dólares. Se calcula así: el déficit era de más menos de 5600 millones de dólares, con eso arrancamos el 2015; sobre eso había que buscar 3000 millones más para pagar los compromisos de la deuda. Si a eso se suma la baja del petróleo, el hueco debe ser ese. Lo advertimos oportunamente, el presupuesto estaba desfinanciado. Porque arrancaron con un presupuesto con un barril de petróleo de USD 79,7. Cuando la Asamblea aprobó el presupuesto el precio del petróleo estaba más abajo que eso, pero lo aprobó de manera irresponsable; no oyó, no vio, no dijo nada: “patrón ejecutivo dice que se apruebe, patrón ejecutivo sabrá”. Cuando el crudo bajó a 50 dólares, oportunamente dijimos en la Asamblea que había una serie de rubros que no eran inversión sino gasto corriente de más o menos 1200 millones de dólares.
Creo realmente que el gobierno busca salvar la dolarización. Los dólares en circulación son escasos, y lo son porque la principal fuente de provisión de dólares son las exportaciones de petróleo y se necesitan dólares en circulación. Si se cierran las exportaciones, lo que se trata es de que los dólares se queden en la economía ecuatoriana. No interesa precautelar la producción nacional, ni financiar el presupuesto, sino quedarse con un poco de circulación que permita cumplir los compromisos estatales mientras sueltan el piedrazo del dinero electrónico; la única forma que pueden compensar la ausencia de dólares en circulación para construir la oferta monetaria es usar dinero electrónico, que hasta ahora no opera porque el impacto inflacionario puede ser terrible.
Pero no mide el Presidente ni su equipo que el efecto de la salvaguarda es múltiple:
Primero, los artículos que están en la salvaguardia, camuflados entre botas para esquí y salmón del Pacífico, son cosas que usa la gente; se están poniendo salvaguardias a llantas, a motores, a alimentos, a útiles escolares, a artículos de higiene. ¿Cómo se transportan los alimentos en el Ecuador? Con llantas, si suben las llantas hay un impacto inflacionario. Eso quiere decir que el salario pierde poder adquisitivo; el salario real disminuye pues si sube el índice de precios el valor del salario es menor y eso impacta en la economía.
Ahora, ¿cuál era la alternativa del Presidente? Pongamos un ejemplo: tú estabas ganando 2000 mil dólares mensuales y con eso rentaste una casa de 1500 dólares y los otros 500 usabas para comer, transportarte, etcétera. De pronto te bajan el sueldo a 1000 dólares y te dicen que no compres jabón, manzanas, que comas lenteja, fideos… Dices bueno, eso haremos; pero ocurre que cuando vas a apagar el arriendo de la casa se te van 1500 y ahora solo estás ganando 1000; entonces te faltan 500. Al siguiente mes tienes que volver a pagar los 1500 del arriendo de la casa, ¿cuál es el problema? El costo del arrendamiento de la casa; entonces tienes que irte a una casa barata para reducir tus costos. ¿Cuál es el arriendo de la casa del Estado?: el gasto público. Tienes 43 ministerios, no se sabe cuántas empresas públicas formadas por decreto, superintendencias, consejos… Si hay ese montón de entidades, hay un problema. Si la Supercom, que es un ente que no sirve para nada, le cuesta al Estado ese año 2,3 millones solo en el rubro de la plataforma para monitorear a los medios de comunicación, la pregunta es cuánto te ahorras dejando de importar zapatos para esquiar o salmón y cuánto te ahorras eliminando ese disparate. ¿El Ecuador necesita de urgencia llantas o necesita una plataforma de 2,3 millones para monitorear medios de información?
¿Qué tenía que hacer el Presidente? Porque al Presidente ya se le presentó este problema en el 2009 y ¿cómo lo resolvió? No lo resolvió; el Presidente se puso a rezar para que suba el precio del petróleo, y Dios que es bueno con cierta gente una sola vez escuchó sus plegarias. El Presidente debió de aprender del 2009 y preguntarse qué pasa si vuelve a bajar el precio del petróleo y decirse: voy a tener un Estado con menor gasto, en el cual pueda atender las necesidades presupuestarias con mesura y tener un fondo de ahorro que me permita cuidar los empleos de las personas que trabajan en el Estado y cuidar la economía del Ecuador si es que bajaba el precio del petróleo.
5000
megavatios adicionales entrarían al mercado eléctrico ecuatoriano, pero ¿cómo capitalizamos ese recurso?
¿Y si nos quedamos sin petróleo?
Ahora se habla del cambio de matriz productiva y eso por ahora no existe; no quiero ni pensar lo que puede pasar al Ecuador el día que deje de producir petróleo, si solo cayendo el precio tenemos este lío, imaginemos el día que caiga la última gota del último pozo en el Ecuador. Al Presidente le dijeron, Glas y compañía, que iban a arreglar ese lío con el cambio de la matriz productiva; vamos a hacer represas para obtener electricidad, dijeron; pero eso se lo hace ?con plata de los chinos y para pagar a los chinos hay que vender electricidad y van a generar 8000 megavatios, pero el mercado nacional es de 3000 megavatios y ¿a quién se vende los otros 5000 megavatios? Ahí entran las cocinas de inducción, pero ni que nos pasáramos cocinando las 24 horas. Aunque eso permita acabar con el subsidio al gas, este es de 600 millones de dólares. ¿De qué va a vivir el Ecuador cuando se acabe el petróleo? Ahora dicen que van a importar carros eléctricos, pero el día que no tengamos nada para exportar, cómo obtenemos dinero para importar.
Se habla de pasar a una economía del conocimiento, pero ¿cómo se puede pensar en tener un país con innovación tecnológica si no hay transferencia tecnológica, y cómo se puede tener eso si es que se ponen salvaguardias a las computadoras? Hay que tener mucho cinismo o poca materia gris para decir: no se compre la computadora este año sino en 15 meses cuando esté más barata. Ya nunca va a estar con el precio de este año. Además, el problema no es el aparato sino tener el aparato para poder correr los programas adecuados. Además, mucho de la industria y de las instituciones está computarizado y los programas van a cambiar en dos años.
Lo otro que generan las salvaguardas es contrabando. Las aduanas anuncian que han ajustado sus engranajes, que han puesto grupos de control. Pero el contrabandista también vende en referencia al precio que estaba, sino al precio incrementado, entonces volvemos la problema del poder adquisitivo; el Estado deja de percibir por las importaciones y generalmente los contrabandistas se organizan con los aduaneros, los cuales salen premiados.
A estos se suma el desempleo, porque si los productos suben al menos en un 50% de precio se restringe la demanda, y lo que puede pasar es que se van a eliminar empleos.
Da hasta pena la candidez que tienen ciertos activistas políticos, sobre todo en redes sociales. Porque hay algunos que creen en el gobierno. Esto de apoyar a la industria nacional, a los empresarios ecuatorianos, ya pasó en la década de los 70. ¿Qué pasó? Descubrimos que éramos petroleros. Los militares, con buen criterio, dijeron que iban a sembrar el petróleo, a industrializar el país. Ecuador y Bolivia eran entonces los países andinos menos desarrollados. Los militares dijeron: vamos a proteger la industria nacional. Dieron beneficios a los industriales para que se creen fábricas en el Ecuador; cito algunos nombres, Ecasa, Aymesa (se hizo el Andino y luego el Gacela, que con los años fueron transformándose en armadores de carros importados). Pero durante la década del 70 un grupo grande de empresarios se enriqueció y no desarrolló la industria nacional. Simplemente el Ecuador tenía un consumo caro y consumo malo, porque como tenían el mercado cautivo no les importaba la calidad del producto y ponían el precio que les daba la gana.
En Chile el Estado les dijo a los empresarios: señores, aquí van a tener que competir con los productos de afuera y van a tener suficiente calidad para exportar y si no, qué pena, si usted es un empresario malo que no sirve para exportar no le sirve a Chile tampoco. El gobierno chileno les dijo que no les iba a dar un paraguas para protegerlos y que vendan al chileno sus productos al precio que le da la gana y con la calidad que le da la gana.
Ahora, si viene el presidente ecuatoriano y dice a los empresarios del Ecuador: oiga, vamos a comprarles solo a ustedes, y vamos a obligar al mercado ecuatoriano a que solo les compren a ustedes: yo como empresario digo gracias. Llamo a mi fábrica y les digo que reduzcan los costos, hagan productos de a perro porque tengo asegurado el mercado y el precio. Y ese es el gran pacto con el Presidente, el cual se convierte en ídolo de empresarios que no podían competir con productos importados porque su calidad es mala, los costos son altos y el margen de ganancia es más alto. El Presidente se reúne con los empresarios que siempre han estado intentando pescar a río revuelto en estas circunstancias. Y le cayó de perlas para su propaganda política, por el pacto con los empresarios, y la pregunta es si luego de las salvaguardias estos empresarios ¿van a estar en capacidad de exportar?
El Presidente se está mordiendo la cola, está atrapado en su propia trampa, no puede despedir ni reducir el tamaño del Estado porque sabe el lío que creo y que tiene un impacto colateral en el sistema financiero y bancario.
Las salvaguardias, como bien podía ser una devaluación, una subida de combustibles, o una subida del IVA, en realidad no arreglan el problema, porque el problema es que el Estado está arrendando una casa de 1500 dólares y solo gana 1000. Y si no se cambia de casa, así deje de comer no va a poder pagar. La casa del Estado es su enorme gasto burocrático. Pero hay otro problema adicional: si se empieza a reducir el tamaño del Estado va quedar gente en la desocupación, gente acostumbrada a ganar altos sueldos en el Estado que la empresa privada no va a poder captar y que se han endeudado en miles de dólares en créditos hipotecarios.
El Presidente se está mordiendo la cola, está atrapado en su propia trampa, no puede despedir ni reducir el tamaño del Estado porque sabe el lío que creo y que tiene un impacto colateral en el sistema financiero y bancario. No puede bajar los sueldos porque la carga salarial está en la base y no en sus 40 ministros.
El desarrollo nos ha costado cuatro veces más
El otro tema es la honestidad del gobierno. Este ha sido un gobierno modernizador, no cabe duda. Modernizó al país en infraestructura vial y en las represas; es como Bob el Constructor; si algún símil histórico se le puede hacer al presidente Correa es el de Bob el Constructor. Este gobierno tuvo el boom petrolero más importante de la historia, y la obra pública que hizo nos ha costado cuatro veces más; lo que debió costar uno costó cuatro, ¿dónde se fueron los otros tres puntos?: se fueron en sobreprecios, en adjudicaciones a dedo. Y eso está ahí: la vía Collas que costó como si fuera el camino a la Luna; hay que hacer una auditoría a las represas para ver si valen lo que dicen que valen, hay que hacer auditoría de las construcción vial. Solo un pequeño ejemplo: la Dirección de Obras Públicas de la provincia de Pichincha quiere señalizar las carreteras de la provincia, para ese contrato hay 3 millones de dólares; con ese precio se puede señalizar todo el Ecuador.
Eso es lo que los ecuatorianos no alcanzamos a entender, porque estamos viendo para otro lado; no quisimos ver porque estábamos embelesados en el consumo y en las carreteras. Las obras nos costaron cuatro veces más de lo que valen y la plata que nos está faltando y lo que nos va a faltar en los próximos años está en esa diferencia. Y es probable que no lo sepamos nunca porque no hay fiscalización, no hay control. El Fiscal General está atrasado 25 años, hay que esperar otros 25 para que llegue al tema Gabela, porque ahora está en el tema Roldós. Debemos tenerle paciencia.
El Estado y la sociedad deben salir de la burbuja
¿Qué hacer? No hay forma de evitar la reducción del aparato del Estado, pero hacerlo con prudencia, por el impacto; comenzará a funcionar la moneda electrónica para compensar la oferta monetaria y hay que ser más austeros. Creo que el Ecuador debe salir de la burbuja de la opulencia. Ecuador es el país más caro de América Latina y que la gente entienda en que el día en que caiga la última gota del último pozo petrolero vamos a vivir esto multiplicado por cien. Es responsabilidad de todos, sentarnos a pensar un modelo de país distinto, pero el problema es que el Presidente antepone sus odios en su discurso. El problema es que desembarcarse del odio también es duro, porque el momento en que se sigan tomando medidas de ajuste el odio no le va a alcanzar y va a ser presa del propio odio que genera.
La situación es muy compleja. La clase política tampoco entiende el tema y sigue enredada en la enmienda, las firmas, la unidad. ¿La unidad para qué? Sí, de acuerdo, pero ¿qué hacemos con la economía del Ecuador en el 2017? Libertad, democracia sí, pero qué hacemos con la economía en el 2017. Porque si hay una crisis económica prolongada y real cualquier cosa puede pasar y no habrá clase política que pueda controlar a un pueblo en esas circunstancias. Al Presidente le quedan dos años y creo que debemos derivar el tema político hacia la economía, porque al propio Correa le va reventar esto en las manos.
[RELA CIONA DAS]



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