

Ecuador carece de información estadística nacional sobre la diversidad sexual. Foto: Luis Argüello. Archivo PlanV
El 20 de septiembre de 2022, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) publicó un boletín con un lenguaje algo grandilocuente. El texto daba cuenta de un "hito histórico" que consistía en la firma de una alianza por las diversidades sexo genéricas en la cual había participado la entidad, que se encarga de realizar el actual censo nacional.
Según explicó en ese momento el INEC, junto con la "la Secretaría de Derechos Humanos (SDH), el Consejo Nacional de Igualdad de Género y representantes de colectivos LGBTI+ de Ecuador firmaron una alianza por las diversidades, la hoja de ruta empieza con #CensoEcuador2022, un censo inclusivo que por primera vez incluirá (SIC) preguntas sobre orientación sexual e identidad de género, mismas que visibilizarán la realidad en la que viven estos colectivos".
El INEC informó que el convenio firmado tenía tres grandes ejes: generar información que evidencie la actual situación en que viven las personas LGBTI+, impulsar la cooperación interinstitucional entre las partes para llevar a cabo la Encuesta piloto de Condiciones de Vida de la población LGBTI+ y levantar información de la población LGBTI+ recluida en los centros de privación de libertad del país.
El primer paso en el convenio fue que "los colectivos y las instituciones que representan al Estado llegaron a un consenso sobre la necesidad de visibilizar y otorgarle reconocimiento a las poblaciones LGBTI+" y esto produjo por medio de la inclusión de dos preguntas relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género, que fueron declaradas como "opcionales" para personas mayores de 18 años.
Ecuador carece de información estadística nacional sobre la situación de la diversidad sexual. En 2013 se realizó el único estudio de ese tipo por parte del INEC, pero se trató solamente de una encuesta sin la capacidad de extrapolar sus resultados a toda la población nacional.
Organizaciones no gubernamentales como Diálogo Diverso han realizado sus propias encuestas, enfocadas en temáticas específicas de condiciones de vida pero con muestras dirigidas a grupos pequeños. Por ejemplo, la organización ha investigado temas como la situación de la población LGBT procedente de Venezuela en Ecuador.
Según las instrucciones que se entregaron a los encuestadores del INEC, estos debían de anunciar a las personas que iban a realizar preguntas sobre la temática y pedir a la persona encuestada permiso para realizarlas, garantizando que las respuestas serían confidenciales y con fines estadísticos.
Según las instrucciones que se entregaron a los encuestadores, estos debían de anunciar a las personas que iban a realizar preguntas sobre la temática y pedir a la persona encuestada permiso para realizarlas, garantizando que las respuestas serían confidenciales y con fines estadísticos.
Las brigadas de censistas han vuelto a las calles para retomar la recopilación de información. Foto: Censo Ecuador 2022
En la Guía del Cuestionario Censal se explicó que las preguntas buscaban “investigar el género de las personas de 18 años y más según su autoadscripción”, con el fin de “visibilizar a la población LGBTIQ+ (lesbiana, gay, bisexual, trans, intersexual, queer) como las personas trans y otros no identificados en el binarismo (masculino, femenino), personas no heterosexuales, otros”. Para el INEC, la información que esperaban obtener “contribuirá en la implementación de políticas públicas para promover, proteger, garantizar y respetar los derechos de este grupo poblacional afectado por discriminación, violencia y desigualdad”.
Las dos preguntas incluidas en el formulario del censo y sus opciones de respuesta fueron:
De acuerdo a su género, ¿cómo se identifica?
Masculino
Femenino
Trans masculino
Trans femenina
No binario
No sabe/no responde
¿Siente atracción afectiva, física o sexual por:
Hombres
Mujeres
Por hombres y mujeres
Otro
No sabe/no responde
Byron Villacís, ex director del INEC
En teoría, cruzar las respuestas de estas preguntas con otras, como nivel de escolaridad, empleo, servicios, y autoidenficación étnica podría permitir tener una estimación cuantitativa de dónde están y cuántos son los LGBT en Ecuador. Pero, ¿servirá realmente esta encuesta para obtener información válida en sobre las diversidades sexuales en el Ecuador? El ex director del INEC, Byron Villacís, cree que hay un error metodólogico al haber incluido las dos preguntas en el censo general, reserva que ya habían manifestado activistas como Diane Rodríguez.
Un censo dirigido a familias y "jefes de hogar"
Uno de los reparos que plantea Villacís tiene que ver con el hecho de que el censo está diseñado de manera que un encuestador concurre a las viviendas y puede recibir información de toda la casa por medio de un jefe o jefa de hogar, que pueden dar la información de todos quienes viven ahí.
Lo que podría servir para conocer el grado de escolaridad, por ejemplo, de los habitantes de un hogar, podría complicar tremendamente la recopilación de información relacionada con orientación sexual y sobre identidad de género.
Villacís sostiene que factores culturales, como el machismo y la persistencia de ideas patriarcales, podrían conducir a que los jefes de hogar nieguen conocer la orientación sexual de sus hijos y aún conociéndola, no quieran responder las preguntas del censo.
Según los resultados de una veeduría realizada por Villacís al censo, en localidades de la Costa la pregunta ha sido recibida con burlas y muchos encuestadores se han saltado esa parte del cuestionario, más aún cuando se trataba de una sección opcional. Algo similar había planteado en noviembre de 2022 la activista trans Diane Rodríguez, en declaraciones para El Universo: “Hay muchas personas trans, gais y lesbianas mayores de edad que son de clóset, que mantienen su orientación sexual en reserva y sus padres no lo saben, así que preferirán no responder o no dirán la verdad”, lo que, señalaba la activista, podría afectar la calidad de la información que podría levantar el INEC.
Una metodología inaudecuada: ¿censo o encuesta?
En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la entidad de estadísticas de ese país similar al INEC, realizó una Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género en 2021, que por medio de una muestra estadísticamente representativa de la población mexicana mayor de 15 años de edad, estimó en 5 millones de personas a la población de la diversidad sexual en ese país, cuya población total supera los 100 millones de personas.
Según la encuesta, esto significa que uno de cada 20 mexicanos pertenece a la diversidad sexual. Por medio de la misma encuesta, se pudo precisar que en la Ciudad de México habría por lo menos 311 mil personas de la comunidad LGBT, así como 490 mil en el vecino Estado de México, que contiene algunos suburbios y la conurbación de la capital mexicana.
La encuesta realizada en México permitió estimar que el 95% de la población mexicana se declara heterosexual, y de quienes declararon tener una orientación sexual distinta, el 51.7% serían bisexuales, el 26.5% gais, el 10.6% lesbianas y el 11.2% otras orientaciones.
La encuesta realizada en México permitió estimar que el 95% de la población mexicana se declara heterosexual, y de quienes declararon tener una orientación sexual distinta, el 51.7% serían bisexuales, el 26.5% gais, el 10.6% lesbianas y el 11.2% otras orientaciones. Al preguntar sobre la identidad de género, la encuesta reveló que el 99.1% de la población mexicana se considera cisgénero, mientras que el 0.9% cerca de 910 mil personas, se consideran trans en ese país. La encuesta aplicada en México permitió precisar que por lo menos el 11% de la diversidad sexual pertenecería a los pueblos indígenas, y el 4% a los afrodescendientes.
Los datos, sin embargo, no fueron obtenidos de un censo nacional, como ha decidido hacer el INEC en Ecuador. La muestra nacional mexicana fue de 44 mil viviendas en todo el país, además de más de 14 mil personas que participaron en una encuesta web. Los datos de la encuesta web, aclaró el INEGI, no fueron mezclados con la otra encuesta, ni extrapolados a toda la población mexicana, pero sirvieron para conocer las condiciones de vida.
Pero no solamente en México se aplicó la encuesta, en lugar del censo, como metodología para este tipo de información.
En el Reino Unido, la llamada Encuesta Anual de Población (APS) recoge datos sobre la orientación sexual en ese país desde 2012 por sexo, región y estado marital. La encuesta APS incluye datos sobre la identidad sexual autopercibida de la población familiar de 16 años o más. Según datos de esa encuesta, en 2020, se estimó que el 3.1% de la población británica era LGBT. De esta población identificada en la encuesta británica, casi el 75% declaró ser soltera y no tener ni una unión libre ni un matrimonio. Al igual que en México, este no es un censo como el que se está realizando en nuestro país.
En Canadá, encuestas como la Canadian Community Health Survey (CCHS), publican información de orientación sexual por sexo y grupos de edad, mientras que la Oficina de Estadísticas de ese país ha producido herramientas interactivas (como la que insertamos a continuación) que permiten conocer la cantidad de personas de la diversidad sexual que se estima viven en Canadá.
En otros países, como Nueva Zelanda, una encuesta del ministerio de Desarrollo Social aplicada a jóvenes colegiales, que es anónima, incluye preguntas sobre identidad sexual y de género. Cerca del 20% de los encuestados respondieron no ser exclusivamente heterosexuales en dichos formularios.
La encuesta de 2013, aplicada por el INEC con otra metodología distinta a la del censo nacional, que consistió en un muestreo no probabilístico, es decir, que a diferencia de la encuesta mexicana, no intentó cuantificar a la población LGBT en Ecuador.
La "bola de nieve"
Para Byron Villacís, se debieron aplicar otras metodologías, como las que usó el propio INEC en 2013, entre ellas, la llamada "bola de nieve" en la que un encuestado refiere a otro de su entorno que quiera participar en la encuesta. El aplicar dos preguntas en un censo abierto, explica Villacís, podría limitar por factores culturales la cantidad de personas que podrían haber respondido esas preguntas, afectando sus resultados.
La encuesta de 2013, aplicada por el INEC con otra metodología distinta a la del censo nacional, que consistió en un muestreo no probabilístico, es decir, que a diferencia de la encuesta mexicana, no intentó cuantificar a la población LGBT en Ecuador. Tal como explica su ficha metodológica, lo que la encuesta de 2013 aplicada a 2805 personas en nuestro país enfocó fue las condiciones de vida, pero no pretendió obtener datos sobre cuántas personas de la diversidad sexual viven en nuestro país.
¿Servirán los datos del censo para conocer cuántas personas de la diversidad sexual viven en Ecuador y dónde están? Villacís se muestra escéptico, pues cree que muchos de los censados no van a responder adecuadamente esa sección o que los propios encuestadores se la saltarán al entrevistar, lo que sin duda arrojará datos de poca calidad. Lo cierto es que, hasta el momento, no hay una estadística confiable en el país que permita conocer cuántas personas de la diversidad sexual viven en el Ecuador.
[RELA CIONA DAS]




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