

Personas de la tercera edad y enfermos crónicos pugnan por segundas dosis en varios puntos de vacunación en Quito. Fotos: Luis Argüello / PlanV
El Gobierno declaró que la fase 1 concluyó. Según el régimen, en solo 20 días de gestión ha vacunado a un millón de personas, aunque no aclaró si se trata de vacunados completos o de la aplicación de primeras dosis.
El último reporte del Ministerio de Salud dispone en internet, está cortado al 8 de junio de 2021, y destaca que en el país habría por lo menos 2´788.245 dosis aplicadas, mientras que los vacunados totales son solamente 910.697. Al finalizar el régimen de Moreno, la cifra de vacunados totales se estimaba en cerca de 450 mil personas.
Solo de la vacuna Pfizer se han aplicado 1´133.231. De la vacuna china Sinovac por lo menos 1´096.362 y de vacuna de Astrazéneca se han aplicado 558.652, dosis. El régimen declaró que concluyó ya con la fase 1, dirigida a adultos mayores, personas de 50 a 64 con enfermedades crónicas y con discapacidad, y personal de salud.
El Ministerio de Salud precisó que en la nueva fase la vacunación estará enfocada en personas de 50 a 64 años, y en quienes tengan entre 16 y 49 años con condiciones graves, enfermedades crónicas y discapacidad mayor al 50%. También se anunció que se vacunará a los sectores estratégicos que han sido definidos ya por el Ministerio: producción y refinamiento de petróleo, electricidad, agua potable y transporte aéreo y terrestre. Y también se reiteró que no se atenderá a gremios autoconvocados, esto, en referencia a los abogados o a ciertas agrupaciones periodísticas que anunciaron vacunaciones para sus integrantes, las que fueron enérgicamente desmentidas por Salud.
Al mismo tiempo, el gobierno aseguró un acuerdo con Cansino, empresa china que produce una vacuna de una dosis, de la que espera recibir por lo menos seis millones, mientras siguen las negociaciones con el Kremlim para obtener de Rusia varios millones de la vacuna Sputnik V. Según han aclarado desde Carondelet, la negociación con Rusia se lleva exclusivamente con el embajador ruso en Quito, Vladimir Sprinchan, pues no hay embajador ecuatoriano en Moscú desde el gobierno anterior.
En el caso de China, el embajador del Ecuador en Pekin, Carlos Larrea Játiva, realiza intensos contactos con las empresas chinas para obtener las dosis y cerrar el trato con Cansino. De esta forma, el gobierno de Lasso le apuesta a que las vacunas rusas y chinas sean la base de su campaña de vacunación. Mientras tanto, siguen las negociaciones con la iniciativa Covax, que no ha priorizado al Ecuador por considerarlo un país de "renta media" y con España y Estados Unidos, para intentar obtener donaciones del excedente vacunatorio que empiezan a tener los países desarrollados.
Pero, ¿realmente concluyeron la primera fase o hay todavía gente pugnando por vacunas? Visitamos varios vacunatorios de Quito y esto fue lo que encontramos.
Odisea en la Salesiana
Los centros de vacunación de Quito funcionan con hermetismo. En las afueras de los puntos hay militares y agentes metropolitanos de control que permiten el acceso solo a quienes presenten certificado médico o de primera dosis. Ante la lluvia o el sol, los agentes de control aducen no tener la competencia para trasladar a los usuarios a una zona más cómoda. Largas esperas se han normalizado en los distintos recintos. Filas que van desde los 40 minutos hasta más de 4 horas. A veces, en las puertas, es posible ver, además a los guardias, a algún médico que se pronuncia sobre la prioridad en los casos. Pero en muchos lugares la decisión la toman los guardias, los agentes metropolitanos o los policías.
Uno de los centros en donde persisten las aglomeraciones y filas es en la Universidad Salesiana. Hay casos de todo tipo, por ejemplo, gente que llega de otros centros porque en esos ya no hay dosis.
Desde los otros centros, las autoridades ministeriales los han enviado a esta universidad. Sin embargo, en el lugar tampoco hay aforo para estos usuarios que ahora se han quedado sin vacuna en ningún centro de vacunación.
Llegan también adultos mayores, que escucharon por rumores que había vacunas, docentes, personal de salud y algunos rezagados que esperan vacunas sobrantes. Una usuaria llegó con un certificado emitido por la Zonal de Salud donde autorizaba a ella y 10 funcionarios de una institución de servicios pública a ser vacunados. El problema es que no se les asignó ningún punto de vacunación y ellos deben ponerse a buscar uno en donde los atiendan.
Al medio día la doctora encargada ya otorga los turnos a las últimas 6 dosis de Pfizer del día, los demás deberán ir a otro centro o volver el siguiente día. Ante la noticia muchos abandonan la fila e intentan exponer su caso a la doctora. Se forman aglomeraciones y altercados donde intervienen agentes metropolitanos y policiales.
Otro caso es el de un usuario que tuvo su primera dosis en la Universidad Central y que ante el cierre de ese recinto ha tenido que buscar por su cuenta un lugar para la segunda dosis. Tiene impreso su certificado de primera dosis de Pfizer sin haber recibido ningún mensaje por parte del ministerio para la continuidad de su proceso. Ha recorrido varios centros, pero solo encontró Sinovac en la zona centro norte de Quito.
En este recinto universitario la gente debe madrugar si quiere una mejor suerte. Al medio día la doctora encargada ya otorga los turnos a las últimas 6 dosis de Pfizer del día, los demás deberán ir a otro centro o volver el siguiente día. Ante la noticia muchos abandonan la fila e intentan exponer su caso a la doctora. Se forman aglomeraciones y altercados donde intervienen agentes metropolitanos y policiales.
¿No hay segundas dosis?
Ante esto hay varias razones a primera vista del porqué hay personas que no pueden obtener sus segundas dosis. Algunos centros que fueron habilitados para la primera dosis han dejado de funcionar y aquellos que tenían ahí sus turnos no han sido reasignados. Ahora los puntos atienden a gente de acuerdo al empadronamiento o turno. Pero, mucha gente nunca recibió una notificación de donde obtener su dosis final y ha tenido que empezar a recorrer puntos de vacunación.
Plan V solicitó el acceso a los interiores de la universidad, pero fue rechazado sin ningún fundamento. Este medio había ingresado a otros centros de la zona norte como el Colegio San Gabriel, Don Bosco, Centro de Exposiciones, Parque Bicentenario, entre otros. En ninguno se impidió el acceso.
En el vacunatorio del Colegio San Gabriel, al norte de Quito, se aplica la vacuna china de Sinovac.
Pero en la universidad Salesiana, agentes metropolitanos informaron que la prensa debía esperar a que la doctora encargada salga a dar la autorización. Tras más de dos horas de espera solicitamos a los agentes hablar con la doctora encargada que se encontraba en una casetilla a 5 metros de la puerta.
La médica negó el acceso de este portal y solicitó a la policía escoltar al equipo de PLANV a la salida, lo que fue rechazado por organizaciones como Fundamedios, que emitió una alerta sobre el incidente.
Manuela Merino, una mujer de 45 años, narró cómo logró ingresar a la Universidad Salesiana con su hijo con síndrome de Down, Pedro, quien tiene 27 años pero aparenta ser un adolescente. El joven tiene más del 50% de discapacidad intelectual y fue vacunado sin problemas en la Universidad Católica, cuando el gobierno anterior dispuso vacunar a las personas con enfermedades catastróficas, crónicas o con discapacidad.
La mujer y su hijo, quien lucía una gorra blanca, esperaron en el sol durante tres horas en la calle Isabel La Católica, antes de poder llegar a la puerta principal del edificio salesiano. Llevaban consigo un carnet de vacunación que el Ministerio envió a sus correos, que indicaba que la fecha de vacunación de segunda dosis era el 2 de junio, asó como el carnet de discapacidad del joven. Llegaron a las 09:00, pero hasta las 12:00 recién pudieron acercarse a la puerta. En la cola había personas de varios tipos: adultos mayores, personas con certificados médicos, discapacitados y quienes estaban en busca de primeras dosis. En cambio, en la Católica fueron atendidos en apenas 30 minutos.
Las filas en torno al vacunatorio de la Universidad Salesiana son constantes.
En la reja, rodeada de policías, militares y agentes de control, una médica revisaba de tiempo en tiempo algunos certificados e intervenía para priorizar los accesos. Eran poco más de las 12:00 cuando Manuela y Pedro entraron al vestíbulo de la Universidad y ahí mostraron sus documentos a dos funcionarias del Ministerio. Ellas los miraron dudosas: la una pidió a la otra su criterio con la mirada, la otra asintió. Pero al final les dieron un papelito que decía "Pfizer" con un número.
Dos médicas del Ministerio dieron a entender que no había vacunas de Pfizer y habían pedido más dosis, pero que no sabían a qué hora llegarían. Mientras tanto, se entretenían contando a las personas sentadas: una, dos, tres... quince...
En un pasillo de la universidad, azotado por el viento de la tarde, se habían colocado dos filas de sillas: una para quienes debían recibir la primera dosis de Sinovac, y otra para los de la segunda dosis con Pfizer. La columna de Sinovac empezó a moverse muy rápido, mientras que la de Pfizer no avanzaba. Manuela y Pedro fueron de los últimos. Poco después de las 12:00, los policías anunciaron a los presentes que ya no había vacunas y quienes esperaban afuera se resignaron a volver al otro día.
Manuela y Pedro esperaron dos horas más, junto con 15 personas, hasta que una camioneta del Ministerio ingresara al patio de la Salesiana con una funcionaria que llevaba un congelador. Dos médicas del Ministerio dieron a entender que no había vacunas de Pfizer y habían pedido más dosis, pero que no sabían a qué hora llegarían. Mientras tanto, se entretenían contando a las personas sentadas: una, dos, tres... quince...
Ahí estaban las vacunas de Pfizer. Pedro pasó de quejarse del calor a tener frío porque había viento en el pasillo. Cuando intentó caminar hacia el parqueadero para tomar un poco de sol, un guardia le dijo a gritos que no podía salirse de la zona delimitada. Al final, el joven fue inoculado y le dieron un papel, con el sello del Gobierno del encuentro, en donde se decía que le habían vacunado con su segunda dosis. Todo el proceso tomó por lo menos cinco horas, pero tuvieron suerte.
El Ministerio de Salud niega los problemas
Es usual la falta de explicaciones de los encargados de los centros ya que no tienen permitido dar declaraciones a la prensa. Plan V accedió a una entrevista con la Coordinadora Zonal 9 de Salud Paulina Proaño. La funcionaria negó complicaciones en el proceso de vacunación. “Los casos de problemas son pocos, no hay escasez de vacunas sino una demora en la distribución”, dijo la coordinadora.
Son varios los casos reportados de aglomeraciones, gente que ha recorrido diversos centros en busca de segundas dosis, personas que se autoconvocan y logran certificados autorizados por el ministerio y segundas dosis que se han aplazado indefinidamente. Estos casos han ocasionado problemas en el proceso. Ante esto Proaño dijo: “discrepo con esta versión, yo he constatado que los centros funcionan bien. El problema es que la gente acude mal informada”. La funcionaria asegura que están haciendo un triaje de los puntos programáticos para garantizar su buen funcionamiento.
Entre los "mal informados", han estado gremios como los abogados, que concurrieron masivamente al Bicentenario hace varios días, así como periodistas a los que la Unión Nacional de Periodistas convocó a la Salesiana, supuestamente considerados como "sectores estratégicos". Pero el Ministerio le ha puesto un alto a las autoconvocatorias, asegurando que no hay ninguna prioridad para gremios y que deberán esperar según su edad y condición.
Esta semana, el Gobierno chileno anunció que ya colocará la vacuna de Astrazéneca a hombres menores de 45 años, ya en que ese país se han documentado casos de trombos en hombres jóvenes producidos por la vacuna. De ahí que Chile vacunará la segunda dosis en ese grupo de edad con Pfizer, que es una tecnología similar. Sin embargo, en el Ecuador, decenas de miles de maestros, entre ellos, hombres jóvenes, asó como policías y militares, han sido vacunados con Astrazéneca. El Gobierno no se ha pronunciado sobre lo ocurrido en Chile.
Mientras tanto, se anunció la intención de disponer la vacunación de mujeres embarazadas y adolescentes, como se ha decidido en Estados Unidos, aunque aún no ha definiciones claras al respecto por parte del Ministerio. La vacunación de embarazadas sigue siendo discutida y países como Alemania no la permiten.
Pero mientras las falencias continúan y miles de personas no acceden a la vacunación completa, que es la que cuenta en la estadística internacional, el presidente Guillermo Lasso recibió su primera dosis en un vacunatario en Guayaquil. El mandatario llamó a la población a recibir el biológico lo más pronto posible.
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