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16 de Julio del 2018
Historias
Lectura: 12 minutos
16 de Julio del 2018
Redacción Plan V
El libro que desnuda el drama de los padres separados

El catedrático Andrés Ortiz Lemos cuestiona lo que llama un discurso ideológico detrás de la legislación en materia de niñez y familia que se aprobó en el correato. 

 

En una reciente investigación, el catedrático de la Universidad Central, Andrés Ortiz Lemos, analiza por lo menos 60 casos de padres y madres de familia separados a los que el esquema legal aprobado en el correato impide ver a sus hijos. El académico sostiene que el problema es una de las violaciones de derechos humanos más relevantes de la década de Rafael Correa.

El libro fue publicado por la Editorial El Conejo. 

Son poco más de las 18:00 de una tarde de miércoles y en el Salón José Mejía del Palacio Legislativo empieza a reunirse un grupo de personas. Con el auspicio de la Editorial El Conejo, se presentó la obra "Cuando te vuelva a ver" del académico Andrés Ortiz Lemos. Catedrático de la Universidad Central y padre separado, Ortiz Lemos es uno de los abanderados de la lucha por la coparentalidad, un movimiento de padres y madres de familia que se oponen a las prácticas judiciales que imponen un régimen de visitas a sus hijos que ellos consideran inadecuado e, inclusive, una forma de maltrato a los niños. 

Junto con Ortiz Lemos se ha hecho presente en el también llamado Salón de la Libertad, que en sus inicios albergó al Senado de la República, el catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, Salim Zaidán. Ambos militan en el movimiento por la coparentalidad, que cuestiona lo que consideran un marco legal discriminatorio, que les impide ver a sus hijos y que, además, afecta a los niños y niñas, pues tienen el derecho de crecer junto a sus padres aunque la relación sentimental entre éstos haya terminado. 

El debate sobre el tema se ha dado en ámbitos universitarios. En medio de presiones de grupos del feminismo radical, Ortiz y Zaidán ha propuesto dos foros abiertos en la Flacso y en la Universidad Andina.

El debate sobre el tema se ha dado en ámbitos universitarios. En medio de presiones de grupos del feminismo radical, Ortiz y Zaidán ha propuesto dos foros abiertos en la Flacso y en la Universidad Andina. Junto con ellos, el antiguo hemiciclo del Senado se va llenando de padres con camisetas de su movimiento y carteles que en los que reclaman por la custodia compartida de sus hijos.

Según explica Ortiz, "la obstrucción de vínculos parentales es un tema relacionado directamente con el ámbito de los derechos humanos. Este fenómeno ha sido respaldo y fortalecido por los discursos, políticas, y normativas de los gobiernos de la revolución ciudadana, los cuales, paradójicamente afirmaron haber establecido un sistema garantista. La separación forzada de padres y sus hijos podría considerarse el proceso de violación de derechos humanos más importante de los últimos diez últimos años en el Ecuador, no solo por el volumen de los casos que ha generado si no porque los principales receptores de esta forma de violencia institucional, y legal, son los niños". 

"El presente libro explora varios ejemplos de madres y padres alejados de sus hijos por causa de acciones y omisiones del aparato estatal ecuatoriano. Se levantaron más de 60 casos (si bien durante la investigación se conocieron muchos más), los cuales expusieron sus experiencias desde entrevistas a profundidad y relatos de vida. Se exploraron las situaciones legales, familiares, sociales y emocionales de cada uno de ellos, y se contrastó su información vital con:  entrevistas a expertos en temas de niñez; insumos institucionales; normativos; políticos; mediáticos; civiles y académicos a fin de tener una visión panorámica del fenómeno", agrega.


El abogado Salim Zaidán participó de la presentación del libro. 

Ortiz cuenta que su trabajo se divide en en seis capítulos: El primero describe las características y los distintos tipos de obstrucción de vínculos parentales, tomando como referencia indicadores de instituciones oficiales, experiencias de los sujetos de estudio, y aproximación a la literatura especializada. El segundo capítulo revisa la condición de vulnerabilidad al que la madre o el padre obstruido es sometido, facilitando en algunos casos escenarios de coacción que son perfectamente legales. El tercer capítulo pretende responder la pregunta de si acaso es posible la violencia de género hacia los varones, con el agravante de importantes omisiones de parte de los operadores de justicia. El capítulo cuatro estudia los efectos de los estereotipos relativos al género en el contexto de la obstrucción de vínculos parentales. El capítulo quinto explora el fenómeno de las mamás que están sometidas a la separación forzada de sus hijos, y menciona elementos conflictivos, como la afectación de todo el núcleo familiar frente al fenómeno del fraude de paternidad. El capítulo seis se enfoca a la corresponsabilidad parental, revisa temas vinculados  a la alienación parental como fenómeno social y el síndrome de alienación parental como debate psicológico y finalmente realiza un meta análisis sobre las ventajas o desventajas de la coparentalidad.

Sin embargo, hay cuestionamientos de algunos sectores a la postura de Ortiz Lemos. Conversamos con él al respecto.

¿Usted afirma que la obstrucción de vínculos parentales legitimada por las leyes aprobadas en el correato es una violación de derechos humanos? ¿Cómo sostiene usted esa afirmación?

La obstrucción de vínculos parentales es la violación de derechos humanos sistemática y más seria en los últimos diez años sin duda, en cuanto a su magnitud y en cuanto a las consecuencias y alcances. Desde el Estado se ha generado un sistema que facilita la obstrucción de vínculos parentales y la alienación parental. En el caso ecuatoriano se ha dado un impulso estatal para que eso ocurra, y por eso sostengo que hay una responsabilidad del Estado.


El activismo de padres que no pueden ver a sus hijos ha encontrado un nuevo canal de expresión. 

"Desde el Estado se ha generado un sistema que facilita la obstrucción de vínculos parentales y la alienación parental. En el caso ecuatoriano se ha dado un impulso estatal para que eso ocurra, y por eso sostengo que hay una responsabilidad del Estado".

¿Ha podido cuantificar el alcance de este fenómeno en el país?

La violación de derechos humanos no es un tema cuantitativo. Si analizamos el caso Restrepo y nos preguntamos qué porcentaje de los jóvenes ecuatorianos significa, veremos que se trata de dos personas. Pero los derechos humanos se tratan por casos, y los informes académicos de organizaciones de Derechos Humanos en Ecuador siempre se han trabajado sobre casos. No se trata de masividad, sino del impacto de cada caso. Hemos levantado 60 casos, pero la cuantificación estadística debe corresponder al Estado, a las universidades, a organizaciones de derechos humanos que no ha levantado esa información. 

¿Por qué las organizaciones de derechos humanos, entonces, no han considerado que esto es un problema que debe ser abordado en el Ecuador?

Porque tenemos un discurso de naturaleza ideológica, que trata de invisibilizar cualquier elemento que no concuerde con sus ideologías específicas. Pienso que los hombres heterosexuales, en este nuevo orden de cosas, tenemos una estigmatización que impide que este problema se visibilice. Hay inclusive un daño colateral, digamos, que son muchas madres que también sufren el mismo fenómeno, hay mujeres en la cárcel por el tema de pensiones de alimentos, y son casos invisibilizados. Podría haber más mujeres en la cárcel por pensiones alimenticias que por el tema del aborto pero no se está luchando por sus derechos. 

Hay quienes podrían sostener que, por el contrario, en la década correísta se hicieron grandes avances sociales, en temas como los derechos de la mujer y la familia. 

Es importante que haya esa normativa, pero como tiene una carga ideológica muy fuerte estigmatiza a otros actores de la misma familia, que son los papás y niños.

¿La carga ideológica provino del correísmo como práctica política o fue el resultado de cabildeos más efectivos durante la gestión de la legislación?

Proviene de un lineamiento que es el progresismo ingenuo, la izquierda regresiva que impone legislaciones con lineamientos ideológicos en la cual estuvo inmerso el correísmo y en el cual se mantiene el morenismo. Lenin Moreno no ha hecho esfuerzos para procesar las violaciones a los derechos humanos.

¿Qué otras conclusiones se desprenden de su investigación?

Hemos podido documentarnos con estudios que indican que los niños que crecen con sus dos papás están mejor adaptados que aquellos que sufren algún tipo de obstrucción. Concluimos que se debe reformar la legislación vigente, en especial, el Código de la Niñez y Adolescencia. El Gobierno de Moreno está permeado de actores vinculados con esos sectores, eso es muy notorio, pues hay militantes de estas tendencias en puestos claves. 

 

"Un padre o madre violenta o negligente debe ser apartado de sus hijos para precautelar el interés superior de los niños. Se debe monitorear a estas personas de forma permanente, pero en los casos en los que realmente ocurre esto".

¿Pero qué ocurre cuando hay un padre o madre violento, descuidado, incapaz de brindar los cuidados que necesita un niño? 

Un padre o madre violenta o negligente debe ser apartado de sus hijos para precautelar el interés superior de los niños. Se debe monitorear a estas personas de forma permanente, pero en los casos en los que realmente ocurre esto. Ahora se estigmatiza a todos los padres separados como un ser violento, pensando que la regla del hombre heterosexual separado es violento per se. Y eso no es verdad. 

Usted ha dicho que más que campañas en redes sociales, este tema se debe debatir en el ámbito académico. Pero el debate se ha convertido en una estrategia de lucha política, ¿cómo se la contrarresta solo desde lo académico?

El debate académico siempre va a tener consecuencias e impacto en la sociedad civil y política. Pero hay una deuda muy grande de la academia que trata estos temas que no ha realizado estudios objetivos para debatir este tema. Tenemos muchas universidades con presupuestos para estudios de género y niñez porque este es un problema que afecta al interés superior del niño. Se debe tomar en cuenta la asimetría que hay contra los papás separados. 

¿Sigue vigente la visión matriarcal sobre la mujer como eje de la familia?

Mi intención no es que los hijos estén lejos de sus mamás. Pero también tienen derecho de estar cerca de sus papás. Ambos papás deben estar presentes en la vida de sus hijos. 

 

 

 

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