
Los casos de abuso sexual en las instituciones impactaron la opinión pública en el 2017. Expertos consideran que existen miles de víctimas en el sistema educativo.
Fue difícil escoger el tema de abuso sexual en el Ecuador. Es difícil asimilarlo, leerlo y procesarlo, iba a ser más difícil verlo, investigarlo y contarlo. Es ahí donde nuestra profesión toma sentido y nos convertimos en la voz de los que más necesitan. Por eso decidimos trabajar este tema que se mantuvo escondido por tanto tiempo, para destaparlo y no dejarlo esconder otra vez.
Entre 2014 y 2017 hubo 882 denuncias de abusos sexuales en el Ecuador, y el 63% de estos casos fueron de personas vinculadas al sistema educativo. En este último año hubo un “boom” de denuncias de abusos que conmovió al Ecuador y a la comunidad internacional.
"Trabajamos un ambiente “tipo pesadilla” donde por medio de los colores, iluminación y el audio queríamos transmitir una tensión y angustia que viven los niños víctimas de abuso sexual".
Uno de los casos que más nos llamó la atención es el caso del Principito, porque fue uno de los primeros casos, pero también porque lo sentimos muy cercano, esto era algo que pasaba en Quito, aquí y ahora, ese niño pudo haber sido nuestro hermano, nuestro primo o alguien que conocíamos y ese pensamiento convierte al caso en algo casi personal.
La Unicef y el diario El Universo, se unieron en una campaña que se llama #AhoraQueLoVes #DiNoMas. Este proyecto intenta reforzar todas las medidas que se están usando para prevenir el abuso sexual. Sin embargo, queremos reforzar en que los niños entiendan que NO es un secreto, y que TIENEN que hablar.
Muchas veces a los niños no se les cree o no pueden expresar lo que sucede porque ellos mismos no entienden lo que está sucediendo y tampoco saben que tienen derecho a negarse. Su mente inocente no está desarrollada como para entender la realidad; sin embargo, cuando sufren de un abuso, una violación o un maltrato se enfrentan a una versión de la realidad oscura y su inocencia se desvanece en segundos. Creemos que es importante dar esa seguridad a los niños para hablar.
"Esta animación va por todos los que han tenido que vivir estas pesadillas. Por Emilia Benavides, El Principito, los 41 estudiantes de Quito, los 882 niños que han puesto una denuncia y para todos ellos que se mantienen en silencio".
La animación es el mejor formato para lidiar con este tema. Las víctimas son menores de edad y la animación permite retratar lo que estos niños vivieron sin comprometer su integridad o la de sus familias. Por eso, nuestro personaje es un niño pequeño en una escuela de Quito que ha sido víctima de abuso. Crear esta noticia fue un reto para los periodistas y para los animadores de la Universidad San Francisco. Trabajamos un ambiente “tipo pesadilla” donde por medio de los colores, iluminación y el audio queríamos transmitir una tensión y angustia que viven los niños víctimas de abuso sexual. Hay elementos 3D como el personaje y las escenas, también hay elementos animados en 2D que complementan la noticia.
Esperamos que este trabajo ayude a crear conciencia sobre un tema tan delicado como el abuso sexual. Esta animación va por todos los que han tenido que vivir estas pesadillas. Por Emilia Benavides, El Principito, los 41 estudiantes de Quito, los 882 niños que han puesto una denuncia y para todos ellos que se mantienen en silencio, para que pierdan el miedo y sepan que no están solos.
Los autores:
Periodismo:
María Paula Durán
Isabel Jervis
Camila Vergara
Animación:
Daniel Aguilar
Ariel Albornoz
Matias Bottero
Infografía:
Josue Ibarra
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