

Una espectacular toma aérea del manto verde del Yasuni. Debajo de esa nube verde bulle la diversidad de la vida. Con su libro sobre las mariposas del Yasuní, María Fernanda Checa defiende ese espacio esencial.
La científica María Fernanda Checa en uno de los ríos de Esmeraldas, en un estudio anterior sobre mariposas.
Portada del informe de Ma. Fernanda Checa, bióloga quiteña.
Memphis tiene un fondo gris oscuro y sus alas aparecen salpicadas de azul, como si alguien con un aerógrafo hubiera echado un fino polvo de plata. Luce dos manchas negras en la parte superior de cada ala. Prepona, en cambio, aunque tiene un fondo aceituna oscura, en el lienzo de sus ingrávidas alas el pincel natural ha puesto un celeste intenso, que atraviesa vertical y grueso por en medio de cada ala. Baeotus parece una orquídea voladora. De fondo blanco, las negras estrías negras adornan cada una de sus cuatro alas. Las dos interiores terminan en siete puntas estriadas armoniosamente. Dos manchas de un amarillo tirando a habano rematan el conjunto. Neruda es una explosión de contrastes: desde su tronco, el cuerpo de la libélula, nacen manchas y rayas color naranja, que vivifican el fondo negro de las alas, mientras que las dos superiores muestran dos manchas blancas… Siderone es azul con rojo y sus alas terminan en punta, Coenophlebia asemeja un hoja marrón claro, casi amarillo y transparente; solo un observador meticuloso podría observar la diferencia entre una hoja y esta mariposa del Yasuní.
1. Philaetria dido, 2. Heliconius erato lativitta, 3.Tithorea harmonia hermias.
María Fernanda Checa Villafuerte ha venido estudiando y clasificando mariposas del bosque húmedo de la Amazonia. El resultado es un informe, bellamente editado por Trama Ediciones, llamado Hadas aladas del Yasuní. El libro habla principalmente de las mariposas, de un subgrupo dentro del orden Lepidoptera, llamado Rhopalocera. Los nombres científicos que se utilizan para separar cada “variedad” –cuenta la joven bióloga Checa- tienen tres componentes: género, especie y subespecie. Los nombres de las familias de mariposas hacen referencia a la mitología griega, así Nymphalidae viene del latín nympha, que era cada una de las fabulosas deidades de los bosques y selvas. La mayoría de especies de Nymphalidae tiene un patrón de coloración muy pintoresco, llamativo y lleno de colores cálidos.
El caso de la familia Satyrinae no deja de sorprender, a la científica, ya que viene del latín satyrus, que eran divinidades campestres con figura de hombre barbudo, los cuales corrían tras las ninfas y se ocultaban tras de los árboles para no ser vistos. Las especies de Satyrinae son generalmente obscuras con un vuelo lento y cuya principal forma de defensa es el camuflaje, por lo que van escondiéndose entre la hojarasca para no ser descubiertas por los depredadores, relata.
1. Coenophlebia archidona, 2. memphis praxias oblita
Por las páginas del libro desfilan 344 especies de las familias Papilionidae, Pieridae y Nymphalidae. Como en algunas películas, esta vez como en la película de la evolución, las especies están distribuidas en orden de aparición evolutiva: primero se incluyen las mas antiguas.
María Fernanda Checa, a pesar de lo monumental de su investigación, que no solo clasifica, fotografía y expone una pequeña parte de las especies del carismático y alado insecto, sino que es cauta sobre la dimensión de lo conocido. Bien se dice que mientras más se sabe uno se da cuenta de lo mucho que queda por descubrir. Por eso, ella no deja de ponderar el valor evolutivo de aquello que nos tocó como lotería evolutiva: la mayor y más espectacular diversidad de organismos vivientes se encuentra en los bosques del borde occidental de la cuenca del Amazonas, dice Keith Willmott, PhD, curador asociado de lepidóptera, del McGuire Center for Lepidoptera and Biodiversity, del Florida Museum of Natural History, de la Universidad de Florida: “Es aquí donde existe la mayor y más espectacular diversidad de vida en la Tierra, y quizá es la comunidad más compleja de seres vivos que jamás se ha desarrollado durante 4.5 mil millones de años que nuestro planeta tiene de existencia”, dice el científico estadounidense.
1. Baeotus deucalion, 2. Hamadryas feronia
El libro abarca una fracción pequeña y especialmente bella de esta diversidad. Las mariposas, esas navecitas de colores “delgadas, nerviosas”, como las definió el cubano Silvio Rodríguez, viven en ese espacio maravilloso y “las transparentes ithomiinos, apenas visibles aletean lentamente a través de la tenue capa de los árboles, mientras que las Morpho azules, con sus tornasoladas alas vuelan por encima del dosel de los árboles. Los pequeños y bellos riodínidos compiten por los territorios sobre las colinas en los atardeceres y las gigantescas mariposas búho aparecen al ponerse el sol y vuelan torpemente por las orillas del río”, como relata Keith Willmott.
1. Phoebis argante, 2. Anteos mennippe
María Fernanda Checa se ha dado a una tarea que puede tomar varias vidas y un delicado esfuerzo de estudio. No solo que habla de las mariposas, relata su extraordinariamente corta vida, con afán pedagógico explica cómo se alimentan, cómo se aparean, para qué sirven los colores, siendo como son los únicos insectos alados que tienen escamas en las alas; cómo escapan de sus enemigos o producen perfumes, su importancia en la investigación médica, sus impactos en el diseño, la ingeniería, en la nanotecnología y cómo la mano del hombre interactúa para bien y para mal cuidando o destruyendo su hábitat.
1. Neographium thyastes thyastinus, 2. Protesilaus molops molops
Pero la escritora y científica va más allá, incluso. Por las páginas de Hadas Aladas del Yasuní también circulan las ideas e imágenes del ecosistema del Yasuní, su particular y conmovedora diversidad vital y belleza, así como los peligros que lo acechan, como la tala del bosque, la explotación petrolera, la frontera agrícola; hay una crónica científica de sus habitantes, humanos y animales.
1.Prepona claudina lugens, 2. Catonephele acontius acontius (hembra).
Hadas… es un alegato, un llamado de atención, un estudio riguroso pero a la vez amable y caluroso de lo que significa el Yasuní para la vida, el mundo y nuestro país. María Fernanda Checa y varios colegas científicos, jóvenes como ella, han emprendido en proyectos de investigación de este tipo también en Esmeraldas y en otras locaciones del Ecuador. Mantienen este portal.
Vale la pena seguir sus pasos: en su conocimiento está nuestro futuro.
[RELA CIONA DAS]




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