Pese a las deudas del IESS con la entidad, la gestión de Solca Quito ha pemitido inaugurar, el pasado lunes 24 de junio, el más moderno servicio de PET scan del país. Foto: cortesía Solca Quito.
Los siete hospitales nacionales de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca) enfrentan año tras año la presión de atender a nuevos pacientes derivados de la red del Ministerio de Salud y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), sin contar con los recursos respectivos.
La deuda del IESS con las siete sedes de Solca asciende a los USD 300 millones. Pero las de Quito y Guayaquil son las más golpeadas, con deudas de USD 120 millones y USD 100 millones, respectivamente. Pese a ello, Solca nunca ha dejado de atender a los pacientes derivados y que se encuentran en tratamiento continuo.
Solca Guayaquil comunicó, el martes 25 de junio, que debido a la escasez de medicamentos no podrá recibir a nuevos pacientes derivados del IESS. Solca Quito, por su parte, informó el jueves 27 de junio, que desde el lunes 1 de julio de 2024 no podrá atender a nuevos pacientes derivados de la seguridad social, por la misma razón: “la falta de pagos oportunos”.
Más de 431.000 pacientes fueron atendidos en Solca Quito en 2023.
En este contexto de tensión, Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del IESS, cometió un exabrupto. En entrevista con Carlos Vera, en Centro Digital, dijo que el comunicado de Solca Guayaquil es precipitado y que tal comunicado “va a durar un sueño de perro y mañana lo van a retirar”.
"Nuestros pacientes tienen sueños de ser curados y nuestro sueño es poder curarlos".
Estas palabras generaron indignación entre los directivos de Solca y los pacientes oncológicos. José Jouvín, presidente de Solca Guayaquil, dijo que las expresiones de Peña son una grosería, “no solo para Solca sino también para nuestros pacientes, porque ellos sí tienen sueños de ser curados y nuestro sueño como Solca es poder curarlos”. Lo sostuvo en entrevista con Jimmy Jairala. Y fue más allá: admitió que tras el comunicado del martes 25, el IESS había hecho un abono, pero Peña le habría dicho que si no levantaban la medida (suspender la atención a nuevos pacientes derivados) enviaría a la Contraloría. “Eso es una amenaza”.
José Jouvín es el presidente de Solca Guayaquil. El IESS debe USD 100 a esta casa de salud. Foto: Solca GYQ.
Jouvín indicó que desde enero de este año mantienen reuniones con el IESS para definir, por escrito, un plan de pagos. De los USD 100 millones de deuda (calculada desde 2023), USD 40 millones corresponden al gobierno de Daniel Noboa y en lo que va del 2024 solo han recibido USD 6 millones.
De su lado, Peña dijo a Vera que el cálculo de los USD 100 millones de deuda no es correcto y que tras nuevas auditorías que se realicen para el ciclo agosto de 2023-enero de 2024 se podrá determinar que la obligación ronda los USD 70 millones.
Finalmente, Peña dijo que el flujo de pagos a Solca y los centros de hemodiálisis y los que tratan enfermedades cardiacas “está casi al día. Por ahí tenemos una que otra desviación que no hemos podido cubrir, pero ahí está el cocolón de los pagos”.
Y lo cierto es que la realidad camina en sendero opuesto. Las palabras de Peña se ahogaron en una serie de medidas de hecho que los pacientes y prestadores de servicios de hemodiálisis tomaron en las provincias de Guayas y Los Ríos.
¿Cómo respondió la Asamblea Nacional a esta controversia? Con un exhorto. 101 legisladores levantaron la mano. Luego, volvieron a levantar la mano para declarar a Santo Domingo de los Tsáchilas como la capital nacional de la carne. Esa fue su respuesta a los más de 28.000 ecuatorianos que cada año son diagnosticados con algún tipo de cáncer.
[RELA CIONA DAS]
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