
Un ex profesor de secundaria de Guayaquil, de 81 años, está preso en la Penintenciaría en medio de la violenia carcelaria. Fotos: Cortesía
No importó mucho el sol ni el calor ni la humedad que esa mañana no hacía más que aumentar.
Pasadas las 10:00 de ese lunes 11 de octubre, amigos, exalumnos y excompañeros de Iván Vaca Pozo empezaron a congregarse en los exteriores de la Fiscalía del Guayas, en el centro de Guayaquil, al pie de la iglesia de La Merced.
La reunión que los convocaba tenía como objetivo apoyar el pedido de indulto presidencial para el su viejo maestro de 81 años y cinco décadas de trayectoria, que se encuentra recluido en el Complejo Penitenciario del Litoral, la llamada Penitenciaría. Y así lo hicieron, con carteles, barras y una recolección de firmas que luego será adjuntada a un documento formal para este propósito.
Su historia se dio a conocer la primera semana de octubre, luego de que se viralizaron imágenes grabadas desde su celda, pocos días después de la matanza en la cárcel de Guayaquil el pasado 28 de septiembre, que ha dejado hasta el momento 119 muertos.
En ese video, que tiene pocos minutos de duración, dice que estar “listo para lo que venga”, que si puede salir de allí será una alegría para él y que si debe quedarse, lo aceptará con resignación. “Hay que aprender, no a no caer, sino a levantarse de la caída”, dice, sentado en la parte inferior de lo que parece ser una litera.
El 4 de octubre del 2018, Vaca fue sentenciado a cinco años de prisión por el delito de muerte culposa en un accidente de tránsito ocurrido en el 2017, en el que murió el conductor de una motocicleta. La justicia ecuatoriana estableció además el pago de una indemnización por 80 mil dólares a la familia del fallecido, pues tenía a su cargo una menor de edad que vive con discapacidad.
Este accidente se registró el 20 de Octubre del 2017 a las 6:40 aproximadamente, a la altura del kilómetro 4.5 de la Av. Carlos Julio Arosemena en el norte de Guayaquil, cuando Vaca se cambió de carril y chocó el timón de la motocicleta que iba a su lado, haciéndolo perder el control. Producto del impacto, el conductor de la moto se desplazó unos 18 metros, lo que le causó un traumatismo craneoencefálico severo y la muerte. Así se detalla en el resumen del proceso que consta en los archivos digitales de la Función Judicial.
El ex profesor de secundaria cumple una pena por un accidente de tránsito en donde murió una persona.
El profesor está encarcelado desde hace aproximadamente dos meses. Primero, estuvo algunas semanas en la Prevención de Tránsito de Durán y luego, las autoridades determinaron su traslado hacia el Centro de Privación de Libertad de Personas Adultas en Conflicto con la Ley, desde mediados de septiembre, convirtiéndose en detenido más entre los casi 15.360 que se encuentran en la Zona 8, según el último corte estadístico del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).
Según algunos expertos, este caso muestra la situación del sistema penitenciario ecuatoriano y la criminalización de los sectores más vulnerables, al tratarse de un adulto mayor recluido en una de las cárceles de mayor peligrosidad del país, en la que revueltas anteriores, en febrero y julio de este año, dejaron más de 100 muertos.
Por esto, sus allegados dicen que su vida dentro del centro de reclusión corre peligro y hacen lo posible para que la historia del profesor Vaca cambie de rumbo. Temen que nuevos motines puedan ocurrir en cualquier momento y que entonces sea demasiado tarde.
sus allegados dicen que su vida dentro del centro de reclusión corre peligro y hacen lo posible para que la historia del profesor Vaca cambie de rumbo. Temen que nuevos motines puedan ocurrir en cualquier momento y que entonces sea demasiado tarde.
El cariño de los más cercanos
Irónicamente, su enfermedad del corazón lo salvó de la angustia y la incertidumbre de estar presente en el lugar que durante algunas horas se convirtió en la sucursal del infierno.
El día de la masacre más sanguinaria en la historia de las prisiones ecuatorianas, Iván estaba temporalmente en el hospital por un problema cardíaco que no podía ser atendido en el centro médico de la cárcel.
Pese a que se encontraba hospitalizado, el hecho de no estar allí en ese momento dio tranquilidad a Ivana, su hija de 21 años de edad, con quien conversó hasta el día anterior a su traslado al centro de detención, el 11 de septiembre pasado.
“En Durán lo ví por última vez. Hablamos de su situación, se estaba deprimiendo poco a poco, se sentía solo. Me preguntó cómo estaba con mis cosas de la universidad. La noche del 11 hablamos por teléfono. Él no sabía que al día siguiente se iba a la otra cárcel y yo tampoco”, cuenta Ivana.
Luego de no tener noticias de él por aproximadamente un mes, supo de su papá por el video que empezó a circular por las redes sociales y que ha logrado dinamizar este caso.
Las reacciones al video no se hicieron esperar: los exalumnos de la Academia Naval Almirante Illingworth (ANAI) —donde Vaca ha ejercido la mayor parte de su carrera docente— se conmovieron y se movilizaron, organizando grupos de whatsapp y de Facebook para articular acciones y mantenerse comunicados sobre el caso del profesor.
El profesor de la Academia Naval Almirante Nelson es recordado por sus alumnos.
Jéssica Sinche, exalumna de Vaca, fue la organizadora de la convocatoria del plantón del lunes. Ella, al igual que muchos de sus excompañeros, lo recuerda con cariño y admiración, porque fue el maestro que la preparó para sus concursos intercolegiales de oratoria. “Actualmente soy asesora de marketing político, escribo discursos y esa experiencia vivida en el colegio marcó mi futuro. Fue una semilla, la base de la persona que soy en la actualidad”, cuenta hoy.
“Actualmente soy asesora de marketing político, escribo discursos y esa experiencia vivida en el colegio marcó mi futuro. Fue una semilla, la base de la persona que soy en la actualidad”, dice una ex alumna.
Vaca también fue el profesor de literatura y filosofía de Frank Pastor, quien cree que tanto a él como a sus amigos, el profesor les cambió la forma de ver la adolescencia con sus enseñanzas y que fue una importante influencia en su vida profesional, pues hoy es abogado.
“Fue un excelente orientador y un docente inspirador, que nos enseñó a amar las letras. Tuvo la iniciativa de desarrollar un espacio inspirado en la antigua Grecia en donde nos reuníamos todos los estudiantes que hacíamos actividades relacionadas con artes: oratoria, música, declamación, poesía, pintura. Era un espacio para crear, fomentado por el profesor”, relata hoy.
Mario Guillín también acudió a los bajos de la Fiscalía del Guayas a dar su apoyo al profesor. Él fue inspector e instructor militar de la academia y trabajó con él por 25 años. “Es un gran profesional, un gran compañero, muy elocuente en sus opiniones, muy sabio, por eso mismo estuvo encargado del departamento de cultura de la ANAI”, rememora y agrega que perdieron el contacto cuando empezó la pandemia.
Mientras tanto, José Paguay, otro de sus amigos, destaca lo desafortunado del accidente de tránsito que cobró la vida de una persona. “El no salió a la calle a matar a nadie, son cosas que a veces, tristemente, suceden”, dice.
La hija del docente encabeza una campaña por su liberación.
¿Es viable el indulto en estos casos?
Los abogados al frente de esta causa explican que el indulto es una salida rápida y eficiente ante la situación que vive Vaca. “Es una persona de 81 años que está presa, que está cumpliendo una sentencia que ya está ejecutoriada, por eso no hay ningún tipo de acción inmediata como solución que podamos presentar para que el pueda quedar en libertad. El único camino es el indulto”, dice Lenín Duque.
“Tiene que cumplir la condena, pero lo puede hacer desde su casa. Consideramos que esa puntualmente es la injusticia: tener que permanecer en una cárcel que tiene tantos problemas de seguridad con la edad que tiene el profesor”, agrega.
Dijo que un eventual indulto no está relacionado con la obligatoriedad del pago de la indemnización de 80 mil dólares que quedó establecida en la sentencia, que no están buscando evadir esa responsabilidad.
“No queremos dejar a un lado a la víctima de este accidente de tránsito. Si tenemos que contribuir y que ellos tengan su reparación, lo haremos. Lo que queremos es que el profesor salga de la cárcel. No buscamos la injusticia y no vamos a dejar desprotegida a la otra parte”, dice Hernán Ulloa, actual consejero del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, quien también fue su alumno y que se hizo presente en la concentración del lunes.
Duque explica que la petición del indulto no es una defensa técnica como tal, sino que se trata de un oficio que, junto con algunos colegas, elaborarán y presentarán al departamento jurídico de la presidencia de la República para que puedan revisar el tema.
En el artículo 2 del reglamento para concesión de indulto, conmutación o rebaja de penas publicado en el Registro Oficial, según decreto ejecutivo 461, el indulto se define como una “facultad discrecional del Presidente de la República que consiste en otorgar, de oficio o previa solicitud, la conmutación, rebaja o perdón del cumplimiento de penas, aplicable a personas que se encuentren privadas de su libertad en virtud de una sentencia ejecutoriada y que observen buena conducta posterior al delito”.
Así también, indica que este beneficio “no extingue la reparación integral a la víctima dispuesta en la sentencia condenatoria”.
En cuanto a la conmutación de pena, implica una sustitución de la pena privativa de libertad por otra sanción, de acuerdo a lo que se refiere el artículo 60 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) como tratamientos médicos, servicios comunitarios, comparecencias periódicas ante las autoridades, suspensión permanente de la licencia de conducir, inhabilitación de servicios profesionales, prohibición de salida del domicilio, entre otras medidas.
“No queremos dejar a un lado a la víctima de este accidente de tránsito. Si tenemos que contribuir y que ellos tengan su reparación, lo haremos. Lo que queremos es que el profesor salga de la cárcel", dice el consejero del CPCS Hernán Ulloa.
El pasado jueves 7 de octubre, la Defensoría Pública presentó una solicitud de habeas corpus para que Vaca pueda recuperar su libertad mediante este mecanismo, según dijo Stephani Silva, directora Provincial (subrogante) de la Defensoría Pública de Guayas. Duque y los demás abogados frente al caso respaldarán este pedido mediante un amicus curiae.
La funcionaria explicó que se trata de un habeas corpus relacionado con la necesidad de precautelar su vida por su condición delicada de salud a causa de una enfermedad preexistente. Vaca sufre de diabetes desde hace algunos años y requiere cuidados especiales a los que no puede acceder dentro de la cárcel.
“Se hará una audiencia a la cual nos van a convocar. Allí se presentarán los documentos a fin de justificar el pedido de habeas corpus y de aquí ya depende de lo que diga el juez. Enfermedades crónicas como estas tienen que ser justificadas con certificados médicos y con evaluaciones. En este caso la salud del señor no está pudiendo ser cubierta dentro de la cárcel, necesita acudir a un centro y existe el derecho constitucional de acceso a la salud”, dijo Silva.
La abogada y docente de la Universidad de Azuay, Silvana Tapia, considera que los indultos son una figura importante porque expresan una voluntad política anticarcelaria que podría aliviar el hacinamiento que se vive en las prisiones. “Está en las manos del presidente decidir cuál es el criterio para los indultos, ya sea enfermedades crónicas, razones humanitarias, enfermedades terminales, discapacidades, etc. Pero yo iría más lejos y diría que tiene que indultarse a un sector más amplio para que esa excarcelación o despoblamiento sea significativo”.
De acuerdo a cifras del SNAI, las cárceles a escala nacional tienen un porcentaje de hacinamiento del 28.58%, es decir, hay 8.622 plazas faltantes.
En junio del 2020, el expresidente Lenín Moreno concedió apenas 66 indultos conmutativos a favor de adultos mayores, mujeres que habitan con niños menores a tres años en los centros de rehabilitación, personas con discapacidad y personas con enfermedades que los pusieran en riesgo mortal ante un eventual contagio de COVID-19.
Amigos y familiares piden un indulto presidencial para el ex profesor.
La naturalización de las prisiones
Billy Navarrete, Secretario del Comité de Derechos Humanos, considera que es positivo que este tipo de historias se visibilicen porque aclaran el panorama del tipo de personas que se encuentran dentro de las cárceles ecuatorianas.
“Hay que aclarar que existe una gran mayoría que no está involucrada en guerras de bandas ni en ninguno de los hechos atroces que vimos en los días pasados. Son víctimas del sistema, las hemos calificado así y las identificaremos así, como víctimas”, dice Navarrete. Y agrega que casos como estos desmontan la teoría de que quienes llenan las cárceles ecuatorianas son personas extremadamente violentas.
De su parte, Verónica Potes, abogada e integrante de la Alianza por los Derechos Humanos en Ecuador explica que vivimos en una cultura punitivista, en la cual es más fácil pensar en las cárceles como opciones viables antes que dar paso a despenalizar conductas para evitar que más gente termine en prisión por delitos que pudieran sancionarse de otras maneras.
En los próximos días se espera que se dé la audiencia de Habeas Corpus a favor de Iván Vaca y que se despache el documento que formalizará el pedido del indulto a la presidencia de la República.
“¿Por qué una persona es puesta en prisión? Una persona es puesta en prisión porque es considerada como un peligro para los demás y necesita un proceso para rehabilitarse y reintegrarse a la sociedad. Este es el ideal, pero la realidad es otra. No sabemos qué hacer con esas personas y la forma más fácil de resolverlo ha sido encerrándolas, se construyen más cárceles y allí las olvidamos”, explica.
Cree que este caso ha sorprendido a la opinión pública porque aunque es “legal” que Vaca esté encarcelado —tiene una sentencia que determinó su responsabilidad— deja en evidencia que esos supuestos grandes objetivos que tiene la prisión dentro de la sociedad en realidad no se cumplen.
Por razones como estas, la abogada Silvana Tapia piensa que vivimos en un Estado carcelario. “Se ha puesto más énfasis en construir más cárceles, endurecer, producir más delitos punibles y ese pensamiento común carcelario se extiende a la ciudadanía. Es decir, es frecuente que las personas asocien la justicia al sentido penal”.
Para ella es fundamental interrogar más a la conciencia ciudadana al asociar la justicia con el castigo privativo de la libertad, mostrando evidencia de lo inútil que es encarcelar personas. “En delitos como los de tránsito, por ejemplo, ¿hasta qué punto estamos solucionando algún problema con eso? ¿Corregimos la negligencia a través del castigo carcelario? ¿Qué clase de ética estamos ejecutando?”.
Agrega que existe evidencia de que en delitos de tránsito lo que más funcionan son las multas para desanimar a la gente de infringir las normas, pero que se ha naturalizado de manera desbordada el castigo penal como una forma de gestionar conflictos. “Los problemas políticos, económicos y sociales no se solucionan con castigos carcelarios”, enfatiza Tapia.
En los próximos días se espera que se dé la audiencia de Habeas Corpus a favor de Iván Vaca y que se despache el documento que formalizará el pedido del indulto a la presidencia de la República.
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