

Foto: Presidencia de la República
Los dos primeros mandatarios participaron en la ceremonia inaugural de la Cumbre Mundial.
No le fue bien al presidente Lenín Moreno ni a su equipo acompañante en la Cumbre Mundial de Regiones sobre Seguridad y Soberanía Alimentaria, en Cuenca. La Cumbre se pensó como la oportunidad de reunir en el Ecuador a la mayor cantidad de actores y expertos en el mundo en el tema de la alimentación, y reconocer los desafíos a los que se enfrenta el mundo en el tema de igualdad y justicia alimentaria. La Cumbre también desplegaba un lema que se convirtió en el favorito de la prensa: la Cumbre del Hambre Cero.
A casi nada de eso se refirió Lenín Moreno, durante su discurso de 30 largos minutos en la ceremonia de inauguración de la Cumbre. El presidente debía dar su charla inaugural a las 11 am de ese viernes 27 de febrero, pero la agenda estaba retrasada. La vicepresidenta, María Alejandra Vicuña había dado una hora antes lo que se presentó como una charla magistral, para la cual desde su despacho se había varios pedidos, que los organizadores consideraron extravagantes, como agua mineral Tesalia (no otra) y tres milímetros de jugo de limón. Sí, tres milímetros, ni más ni menos. Al discurso de Vicuña, una pieza retórica de los años 60 seguiría el acto oficial de inauguración, con el discurso del prefecto del Azuay, Paúl Carrasco —el anfitrión del evento— y luego el foro de expresidentes de varios países de América Latina. Como speakers o conferencistas invitados estaban Felipe Calderón, de México, José Rodríguez Zapatero, de España; Eduardo Frei, de Chile, Eduardo Duhalde, de Argentina; Rosalía Arteaga, de Ecuador; César Gaviria, de Colombia; Hipólito Mejía, de República Dominicana; Laura Chinchilla, de Costa Rica; y Óscar Arias, también expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz.
El presidente Lenín Moreno pronuncia su discurso en el acto inaugural de la Cumbre.
Las metáforas incomprendidas de Lenín Moreno
Moreno llegó tarde al acto, pero fue recibido por aplausos por los casi 2000 delegados que copaban el salón principal. Su discurso tuvo de todo: habló de la codicia como causa del hambre mundial, de que el reto del hambre cero es el mayor desafío para la humanidad; hizo una comparación entre las profesiones y dijo que a un arquitecto lo requerimos una vez en la vida; a un abogado algunas veces y ojalá que nunca, pero a un agricultor lo requerimos tres veces al día, toda la vida. Luego pidió que ningún niño se acueste en el mundo con hambre y recalcó las labores de su gobierno en el Plan Toda Una Vida.
Hasta ahí se había referido al tema del Cumbre, pero luego empezó a trazar varias otras ideas que a muchos parecieron inconexas con lo que estaba ocurriendo. Dijo, por ejemplo, que debemos procurar un alimento que nos va enriqueciendo en la vida, y que a lo largo de esta vamos compartiendo partículas, las cuales nos van convirtiendo en el otro, y que ese es el alimento más preciado. Luego entró en terrenos más complicados cuando habló de que el alimento nos cambia a diario y el ser humano está diseñado para cambiar. Acudió a la mecánica cuántica para explicar que siempre existe la posibilidad, a pesar de verse muy afectado en la vida, levantarse y caminar de nuevo. Esta referencia asociada a su condición física arrancó aplausos a los concurrentes. Y entonces llegó la parte del discurso que irritó sobre manera a los pacientes de cáncer y a los médicos. Ese giro del discurso fue impensado para los asistentes a la Cumbre. Tal vez seguía el hilo de su argumentación, que era posible cambiar, de acuerdo —dijo— a la teoría del tiempo invertida, la cual dice que es posible descaminar en la vida, desandar lo andado. Esta es una teoría de la física cuántica, en la cual varios científicos sostienen que el futuro puede influir sobre el pasado. Que los actos que hagamos en el futuro, según la exposición de Moreno, pueden hacernos descaminar. Pocos entiendieron esa metáfora, y menos cuando, para ejemplificarla, habló sobre el cáncer.
Compartió con el numeroso público y la prensa mundial una charla en una reunión con pacientes oncológicos: “Cuando los vi les dije ¿por qué luchan contra el cáncer? y ellos me dijeron que porque es el enemigo, nos está matando. Les respondí que no es verdad, el cáncer no es tu enemigo, el cáncer es un amigo que te avisa: ve idiota, no sigas teniendo las mismas costumbres toxicas, los mismos pensamientos tóxicos, las mismas emociones toxicas, los mismos sentimientos tóxicos porque te vas a morir. Al cáncer ¿por qué no lo vemos como un amigo? el amigo que te advierte, si es que sigues por el mismo camino, si sigues conduciéndote por la misma vía, definitivamente, te vas a morir”. Y agregó luego que "cuando a tí te comunican que tienes cáncer, es posible que el único que se alegre sea el médico. Perdónenme, no todos... Si tu vas a un hospital encuentras médicos oncólogos, especialistas en hacer exámenes oncológicos, especialistas en hacer resonancias magnéticas oncológicas, enfermeras especialistas en cáncer... hay en el mundo más gente especialista en cáncer que pacientes de cáncer. Cuando a tí te comunican que tienes cáncer, es posible que el único que se alegre sea el médico. (...) el cáncer es la enfermedad de la tristeza, y no solamente de la tristeza emocional, es la falta de contacto adecuado con los elementos de la naturaleza. En más de una ocasión, el ser humano al cual el médico le dice que tiene cáncer, cambia de vida, y al final del médico cambia de carro".
Otra de las metáforas del presidente, que generó comentarios fue esta: "el ser humano tiene órganos, tiene sistemas, tiene tejidos, tiene células, tiene átomos que están en un permanente diálogo interno. Este momento después de haber estado con ustedes aproximadamente unos 40 o 45 minutos, yo ya me he apropiado de un millón de átomos de cada uno de ustedes. Es más, se dice que es muy probable que nosotros tengamos dentro de nuestro cuerpo no menos de un millón de átomos que fueron de (Simón) Bolívar, que fueron de Manuelita Sáenz, que fueron de George Washington, que fueron de Napoleón (Bonaparte) y que fueron de (Adolf) Hitler también".
La "grosería" contra el expresidente César Gaviria
César Gaviria, expresidente de Colombia (1990-1994) y ex secretario general de la OEA.
En el salon gigantesco, algunos se salieron, otros se miraron asombrados. Terminó su discurso sin propuesta concreta, pero no fue lo único que le salió mal al presidente en ese medio día. La empresa HiCue Speakers http://hicuespeakers.com/ es la representante de varios expresidentes que asistieron a la Cumbre. Los expresidentes cobran por dar sus discursos. También si se requiere de alguna entrevista exclusiva. Sus agendas son estrictamente determinadas por la agencia, tanto que varios de sus miembros acompañan constantemente a sus "estrellas mediáticas" y evitan las molestias de la prensa, por ejemplo. Rodríguez Zapatero, Gaviria, Calderón, Arias, Frei... y otros eran parte de este "paquete" ofrecido por la multinacional de relaciones públicas. Esta empresa, entre centenares de conferencistas, representa a ecuatorianos como Rodrigo Borja y Rafael Correa.
El hecho es que al terminar el discurso, el presidente Moreno dijo al prefecto Paúl Carrasco, que estaba a su lado en la mesa directiva, que deseaba almorzar con los expresidentes. Es más, se mostró sorprendido de que su agenda no contemplara almorzar con tan ilustres invitados. Al presidente Moreno le interesaba, sobre todo, dialogar con Gaviria, que como expresidente de Colombia, y exsecretario general de la OEA, mantiene un enorme prestigio internacional y podía servir de puente —a criterio de Moreno— para posicionar la causa ecuatoriana en el país del norte. A Moreno también le interesaba una visión de Gaviria sobre la actual situación de ese país y sus recomendaciones respecto a la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Pero a la delegación del presidente —entre la que estaba la canciller María Fernanda Espinosa y el secretario particular de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán— igual que a Moreno, les interesaba también hablar con el expresidente español (2004-2012) y socialista, José Rodríguez Zapatero. Moreno y Rodríguez Zapatero aparecen en una foto en un tuit de Moreno, luego de la reunión. En este, el presidente de Ecuador aseguró que el español se comprometió "en apoyar la creación de la Escuela de Formación Política del movimiento. En los próximos días de mayo vamos a tener una nueva visita del ex presidente español". Roldán dijo al respecto que eso no fue lo más importante, y aunque la información oficial de la Secom dijo que los dos dignatarios habían tratado temas de integración y seguridad latinoamericana; el secretario aseguró que el tema era Venezuela y la lucha contra el terrorismo. Venezuela porque, dijo Roldán, Rodríguez Zapatero ha estado al menos treinta veces en Venezuela animando el diálogo entre el gobierno y la oposición y es bueno escuchar a alguien que tiene una visión distinta de ambos bandos. Y también porque el expresidente español fue uno de los artífices de la derrota de ETA, y su experiencia en la lucha contra el terrorismo podía ayudar a dar luces al gobierno del Ecuador.
Jose Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente del gobierno español, entre el 2004 y el 2012.
Sea cual fuera la razón de la reunión con Rodríguez Zapatero, el hecho es que este personaje, que había sido contratado por la agencia para inaugurar con su discurso el Foro de ex presidentes, se reunió con Moreno rompiendo la agenda. La reunión se dio en el segundo piso del Centro de Convenciones, y estuvieron el ex presidente, el presidente Moreno, la canciller Espinosa, el secretario Roldán y el ministro de Obras Públicas, Paúl Granda. Mientras tanto, se le había pedido al ex presidente César Gaviria que espera en una habitación aledaña, para reunirse con Moreno. El expresidente Gaviria estaba acompañado por el director general de la agencia, Santiago Zapata y por una persona de la Presidencia del Ecuador. Esta les dijo que la reunión con Rodríguez Zapatero sería solo de cinco minutos. Pero el tiempo pasaba, los demás expresidentes estaban esperando ya varios minutos a Rodríguez Zapatero. Incluso ese retraso del español podía tomarse como incumplimiento de contrato.
La acompañante de la Presidencia llevó a Santiago Zapata hasta el sitio de la reunión, e interrumpió al presidente Moreno para decirle, al oído, el tema del retraso y la necesidad de que Rodríguez Zapatero bajase de urgencia a inaugurar el foro. Pero la reunión continuó como que nada pasara. Así que Zapata se dirigió a Rodríguez Zapatero para, con las debidas disculpas por la interrupción, pedirle que regresara al salón de eventos. El expresidente dijo entonces que le habían pedido que saliese del salón para atender la reunión con el presidente Moreno. "Inmediatamente saltó de la silla una persona que se identificó como el secretario privado del Presidente Moreno: Estaba muy molesto por la situación. Me preguntó de manera airada «¿quién es usted?». Le respondí que era el responsable de los conferencistas del evento. Me dijo que «cómo se me ocurría interrumpir al presidente Moreno». Yo intenté explicarle que el evento estaba suspendido, mientras el presidente Rodríguez Zapatero no regresara al salón", según testimonio de Zapata, en una carta explicativa que puso a los organizadores de la Cumbre Mundial.
El funcionario ( a quien Zapata no identifica con su nombre) y el empresario se habían hecho a un lado de la reunión presidencial para no interrumpir la charla Moreno-Rodríguez Zapatero, y el secretario "me dijo que me tenía que retirar inmediatamente. Pidió a las personas de seguridad que me sacaran de la sala. Cada vez hablaba más fuerte. Cuando yo le pedí que no me levantara la voz, me dijo «¡usted a mí no me señale!» Siguió insistiendo en que me debía retirar. El presidente Gaviria, al ver la bochornosa escena , se acercó al personaje y le dijo: «¡señor, usted es un grosero. No puedo aceptar su grosería. Nos vamos ya!» Viendo el error que había cometido, le suplicó al presidente Gaviria que, por favor, no se retirara. Ofreció retirarse él para que el presidente Gaviria pudiera reunirse con el presidente Moreno. El presidente Gaviria, claramente molesto, no aceptó el ofrecimiento y tomó el ascensor conmigo, regresando al salón", dice Zapata en su carta.
"Como es apenas natural, el presidente Gaviria se sintió muy molesto con la situación. A los pocos minutos regresó alguien de Presidencia a pedirle que, por favor, reconsiderara su decisión. Con un acto de nobleza, el presidente Gaviria aceptó regresar al segundo piso para atender la reunión que el presidente Moreno había solicitado. Al llegar de regreso al segundo piso, nos explicaron que el presidente Moreno ya se había retirado del recinto", señala en la carta.
Y así fue cómo Lenín Moreno no pudo hablar con el expresidente Gaviria, y disolvió la posibilidad de que este escuchara la posición ecuatoriana respecto a la frontera con Colombia, se diluyó.
La embarró, señor Presidente
No fue un buen día para Moreno, más aún porque él y su delegación llegaron al acto con el alcalde de Cuenca, para "inaugurar" un tramo del tranvía de la ciudad. En ese recorrido, el presidente Moreno fue objeto de insultos y gritos por parte de simpatizantes del expresidente Rafael Correa.
El presidente Lenín Moreno hace su ingreso a la sede de la Cumbre Mundial Hambre Cero, acompañado por su esposa y el prefecto del Azuay y anfitrión de la Cumbre, Paúl Carrasco.
Las reacciones frente a las declaraciones de Moreno en la Cumbre Mundial empezaron a expresarse. La primera fue de Nelly Valbuena, periodista, activista de derechos humanos y presidenta de la Liga Contra el Cáncer de Seno. Ella escribió una carta pública a Moreno:
“LA EMBARRÓ”, señor Presidente.
Me llamo Nelly Valbuena, tengo 51 años, soy una paciente oncológica, sobreviviente de un cáncer de seno con metástasis en huesos, hígado y páncreas, remitidas gracias a la ciencia y a la estrategia médica seguida.
Vivo en Quito y hoy, 1 de mayo de 2018, acabo de ver un vídeo con las declaraciones y visiones personales del Presidente Lenin Moreno sobre el cáncer, los pacientes y el sector salud oncológico, en especial los médicos.
Quiero decir que me preocupa lo que sus palabras pueden influir, o afectar, a miles de pacientes oncológicos, familiares y amistades de pacientes que no tengan suficiente información sobre el cáncer, porque los argumentos del Lcdo. Moreno, no tienen base científica ni asidero médico alguno. En otros países serían consideradas inclusive como “seudo-ciencia”. Y me preocupan porque pueden llevar a una familia desesperada, o a un paciente sin información, a tomar decisiones cruciales para su salud y su vida.
Las declaraciones del Presidente dejan, en primer lugar, toda la responsabilidad de la curación, o de la recuperación de los pacientes con cáncer, en “la propia voluntad”, en “dejar atrás los recuerdos tóxicos” y en el “cambio de su vida”. Que lo diga un 'sanador' o 'curandero', vaya y pase. Pero que lo diga el Presidente, la primera autoridad de una nación, causa estupor: no se puede dejar así nada más en la opinión pública una reflexión personal de tal calibre, porque deja a un paso de 'culpar' a los propios pacientes de tener cáncer. Sólo falta que alguien adicione: “Tú te lo buscaste. Por guardar tanto recuerdo tóxico te dio el cáncer”.
Con todo respeto señor Presidente, no es la primera vez que, por ignorancia sobre el tema, afloran estas tesis que provienen de mitologías, no de la ciencia y que abonan a la construcción de estereotipos y a la estigmatización sin fundamento, pues al dolor y drama familiar que vivimos, no se le puede sumar la culpa. Eso es inaudito.
A los pacientes usted nos dice que, por tener pensamientos tóxicos, o hábitos tóxicos, nos dio cáncer. Sólo un jefe de Estado anterior argumentó semejante filosofía personal en público: el dictador y teósofo salvadoreño Maximiliano Hernández Martínez, cuyo hijo murió de peritonitis mientras él se negaba a tratarlo con la ciencia, sino con aguas y bombillas de colores y “cambio de semblante”. Y dejó morir a cientos de compatriotas de una peste de viruela poniendo como remedio papeles de colores en el alumbrado público. Pero esa lamentable ocurrencia fue en 1932, hoy estamos hablando del siglo 21. Con sus palabras, señor Presidente, sin quererlo nos pone y pone a todos los pacientes con cáncer bajo sospecha. Le faltó decir: “Por algo será que tienen cáncer”. Que usted crea y diga estas cosas en privado, se entiende, pero que lo diga en público es imperdonable.
En segundo lugar, sus palabras estigmatizan al sector salud, en especial a los médicos, pues los deja en el nivel de “aprovechados y lucradores” de los pacientes. Me extrañó que en ningún momento usted habló del deber del Estado y de los gobiernos de crear, cuanto antes, una Política Pública sobre Cánceres para atender la creciente cantidad de pacientes con esta enfermedad catastrófica, cuyos derechos humanos ‘son prioridad’ según la Constitución.
Es el colmo que usted cite: “Hay más personal de salud especializado en cáncer que pacientes con cáncer”. ¡Qué bueno sería!, pero no es cierto. Le invito Presidente Moreno a que nos acompañe en la Unidad de Oncología del H-CAM y vea cuánta gente espera a ser atendida diariamente o ser trasladada a SOLCA sin suerte. Se espantaría de ver cómo es nuestra realidad de pacientes. Me niego a pensar que ahí, viéndonos, nos aconseje “dejar los pensamientos tóxicos a un lado”.
Creo, sinceramente, que usted habló desde el desconocimiento. Por eso sentí vergüenza ajena con sus frases: “Es posible (cuando el paciente recibe el diagnóstico) que el único que se alegre sea el médico" (aunque haya adicionado después la palabra “algunos”) y que cuando el médico le dice a un ser humano que tiene cáncer, “cambia de vida el paciente y al final el médico cambia de carro".
¿Se puede imaginar lo que estas palabras generan entre millones de gentes sin información? En resumen, “LA EMBARRÓ”, señor Presidente.
Quiero que sepa que soy una mujer que siempre he amado y amaré la vida y a la gente, aún en el túnel de la muerte. Nunca odié, no he vivido para la tristeza ni para ‘los pensamientos tóxicos’. Soy una mujer que adora la vida, a mi familia y a mi pareja. Aprendí desde pequeña, gracias a mi madre, que fue una enfermera ejemplar, que la vida tiene sentido si la pones al servicio de los demás, y eso he hecho por 30 años, con un amor profundo por lo que hago.
Vine a este país por amor y al poco tiempo recibí mi biopsia con el diagnóstico de “Carcinoma”. Soy una sobreviviente de cáncer gracias a la atención extraordinaria que recibí de muchos médicos maravillosos y enfermeras de este país, tanto del sector público como del privado.
Finalmente, le dejo una reflexión de una pensadora y luchadora de los EEUU, que murió con cáncer, Susan Sontag: “Toda teoría que atribuye el cáncer al estado de ánimo y su cura a la voluntad, son síntomas de lo poco que se conoce del terreno físico de esta patología”.
Cordialmente, hasta conversar con usted un día,
Nelly Valbuena
Representante de la Liga del Cáncer de Seno.
Luego aparecieron las quejas y protestas de los Colegios Médicos del país, exigiendo una rectificación y disculpas del primer mandatario. Incluso se dio el pedido de una reunión con Moreno, para dejar clara la protesta. El que los médicos se alegraran de tener un paciente con cáncer ofendió al gremio de galenos. En un corto comunicado en su cuenta de Facebook, el Colegio hizo público su malestar: "rechazamos categóricamente la declaraciones del Señor Presidente que afecta la dignidad de los Médicos y exigimos las aclaraciones respectivas de manera urgente. No permitiremos que se dude de la dignidad el honor y la noble misión del Médico ecuatoriano".
El 3 de mayo, finalmente, luego de una semana de recibir el rechazo de diversos sectores, el presidente Moreno se refirió al tema en su cuenta de Twitter y ofreció disculpas: "Siempre he manifestado que la crítica nos permite mejorar. Presento disculpas por mis desafortunadas declaraciones. Tengo un profundo respeto y cariño por la comunidad médica ecuatoriana".
Lo que salió de la Cumbre
Para los organizadores de la Cumbre Mundial sobre Seguridad y Soberanía alimentaria, quedó el mal sabor de boca que la agenda del evento —preparado con seis meses de anticipación, con el apoyo y auspicios del propio gobierno, de las Naciones Unidas, de la FAO, la Organización de Regiones Unidas, el Ministerio de Agricultura, el Consorcio de Gobiernos Provinciales, y fundaciones de alcance mundial— haya quedado en la anécdota. Sin embargo, los cientos de delegados de los 35 países que acompañaron el evento hasta el final, emitieron 21 resoluciones. Entre estas, la Cumbre exigió acciones efectivas para reducir la pérdida de alimentos a lo largo de la cadena de producción y consumo, como el establecimiento de bancos de alimentos, cadenas cortas, promoción de buenas prácticas agrícolas e industriales, producción de energías alternativas o consumo responsable.
También se resolvió ratificar la necesidad de impulsar sistemas agroalimentarios sostenibles y se enfatizó en la importancia de la agricultura familiar, asociatividad y cooperativismo paara la seguridad y la soberanía alimentarias, la protección del medio ambiente, la biodiversidad y la diversidad cultural. Para al Cumbre, era vital para la seguridad alimentaria que los gobiernos regionales y nacionales promovieran programas de dotación de infraestructuras de comercialización, agua, riego y saneamiento.
En la Cumbre se dieron cita 2500 delegados de 35 países, para escuchar las ponencias de 117 expertos en seguridad y soberanía alimentarias.
El gobierno del Ecuador ha reconocido que la desnutrición crónica infantil (0 a 5 años de edad) bordea el 30% de los niños del país. Esto significa retardo en el crecimiento y puede generar deficiencias intelectuales.
Quedó, desde la Cumbre un espaldarazo a la organización popular y la acción de los gobiernos intermedios para generar mayor seguridad alimentaria en Ecuador y el mundo. Como dijo el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, en su discurso inaugural, “nuestro concepto fundamental es que los ciudadanos deben ser parte de las decisiones, son ellos quienes tienen que determinar los problemas y también las soluciones”. Según su planteamiento, la corresponsabilidad es la clave para que los niños puedan acceder a los alimentos de manera gratuita.
El gobierno del Ecuador ha reconocido que la desnutrición crónica infantil (0 a 5 años de edad) afecta al 24% a 30% de los niños del país. Esto significa retardo en el crecimiento y puede generar deficiencias intelectuales irreversibles. El Ecuador tiene la meta de revertir este proceso, al 13% en los próximos cinco años. Pero aún no hay planes claros, salvo la propuesta de los gobiernos intermedios, de cobrar una tasa anual de hasta el 2% a los grandes conglomerados e industrias alimentarias, nacionales y transnacionales, que operan en los mercados locales. Esta medida ya se aplica en el Azuay, lo cual ha generado protestas contra la decisión de la Prefectura, la cual, sin embargo es apoyada por el Consorcio de Gobiernos Seccionales, Congope, organismo que la piensa aplicar en todo el país, como anunció su director ejecutivo, Edwin Miño.
Otra de las políticas que se pretende replicar a escala nacional desde los gobiernos provinciales es el fortalecimiento de los sistemas de riego, en la atención de vías denominadas como productivas y que representan una gran importancia para el transporte de la producción agrícola que se genera en los campos azuayos, así como también en la atención integral de las familias que, pese a todos los esfuerzos, no pueden acceder a alimentos saludables, según se dijo en la Cumbre. Uno de los programas estrellas de esta Prefectura es el programa Crecer, que consiste en la entrega de un litro diario de leche, y con el cual se atiende a más de 45 mil familias de escasos recursos y se mejora la calidad de vida de más de 24 mil niños que padecen desnutrición crónica.
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