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30 de Septiembre del 2022
Historias
Lectura: 17 minutos
30 de Septiembre del 2022
Redacción Plan V
La propiedad de la antigua hacienda del INIAP provoca un conflicto social en el cantón Mejía
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El predio de Santa Catalina está al borde de la autopista E35. No es el único predio de la zona que tiene conflictos por su ocupación. Del otro lado de la autopista otra organización indígena mantiene conflictos por el municipio por un predio. Fotos: Luis Argüello / PlanV

Los miembros de Ayllupura esperan tener un registro de propiedad para empezar la producción agrícola de un predio que reclaman como suyo. Fotos: Luis Argüello / PlanV

 

La venta de un predio público a una asociación indígena en el cantón Mejía generó el rechazo de los moradores mestizos. El Municipio de Mejía sostiene que el predio es un bosque protegido, aunque el Ministerio de Ambiente lo desmiente. Se han producido enfrentamientos violentos entre los moradores y los nuevos dueños del predio.


En Uyumbicho, una pequeña parroquia del cantón Mejía,ubicada en la cercanía de la salida sur de Quito,  los moradores mestizos se oponen a la venta del bosque  de la antigua hacienda Santa Catalina a una organización indígena. Un predio de 209 hectáreas fue adquirido por la asociación Ayllupura, una asociación indígena de desarrollo integral y productivo, por un monto que supera el millón y medio de dólares. La Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (INMOBILIAR) se encargó de la venta a través de un proceso de subasta.

El predio fue parte de los terrenos públicos que fueron considerados improductivos y fueron pasados a manos de INMOBILIAR mediante un acuerdo ministerial. Esa secretaría es la encargada de vender esos terrenos que ha venido acumulando desde 2010.

Durante décadas el predio, ubicado en la salida sur de Quito,  estuvo en manos del extinto Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP). Antes de eso, el lugar perteneció a hacendados de la zona. Prueba de ello son las instalaciones que se encuentran en la vieja casa de hacienda. Hay un tentadero, habitaciones, establos, criadero de cerdos y plantaciones.

En el predio están las antiguas bodegas del INIAP. Las instalaciones todavía tienen materiales químicos y agrarios que utilizaba el instituto.

Restos de lo que era una hacienda. Hay establos y criadores de cerdos que los nuevos dueños del predio piensan volver a traer a la vida.  

Todavía existen rastros de cosechas que realizaba el ya extinto INIAP, pues el instituto también tenía plantaciones en su tarea de mejorar semillas y cultivos. En lo que era la casa principal de la hacienda quedan bodegas con abonos y productos químicos que usaba el instituto para sus prácticas.

Pero los bosques y verdes campos que alguna vez estaban muy lejos de la ciudad capital hoy son el escenario de un conflicto entre la asociación indígena que compró los terrenos del Iniap y los moradores mestizos del sector, quienes denuncian la intención de urbanizar el predio con el previsible aumento de necesidades de servicios básicos.

En plena vía Panamericana E35, antes de llegar a Machachi, un grupo de comuneros de la asociación Ayllupura se ha instalado para proteger el terreno que compraron. Desde agosto han recibido visitas de funcionarios del Municipio de Mejía,  alegando supuestas prohibiciones de ocupación del suelo y marchas con moradores de Uyumbicho que han terminado en enfrentamientos violentos.

Santiago Terán, miembro del colectivo Uyumbicho, conversó con este portal sobre lo que califica de un intento de invasión a un predio protegido. Según Terán, el predio fue subastado “sospechosamente” en Guayaquil un 28 de diciembre de 2021. Terán afirmó que la subasta se dio a un solo postor, “cuando normalmente para las subastas públicas piden al menos tres”, dijo.

Según Terán, el presidente de Ayllupura, Gilberto Talahua, “es uno de los mayores traficantes de tierra en el país”. El dirigente de Uyumbicho indica que el uso de suelo lo determina la municipalidad de Mejía, y que solo está destinado para conservación y uso agrícola. Terán afirma que el Ministerio de Gobierno emitió un informe en el que afirma que el lugar es “estratégico” y puede ser utilizado para “movilizaciones indígenas y cortar la avenida Simón Bolívar”. Efectivamente, citando supuestos informes de inteligencia, algunos sectores han elaborado una teoría de conspiración que consiste en la intención de los indígenas de ocupar la zona como una especie de puesto estratégico en caso de movilizaciones para cortar el acceso a la capital. La misma teoría le atribuye al reclamo de otra comuna, en el sector del parque Metropolitano, al nororiente, una intención parecida.

El bosque de Santa Catalina está al borde la autopista E35, en la frontera entre el cantón Quito y Mejía. Por ahí pasa el antiguo ferrocarril.

Los moradores de Uyumbicho se han opuesto a la venta del predio. Han organizado marchas y convocatorias para remover a la fuerza a los comuneros de Ayllupura del sitio. “Ellos quieren dividir el predio en 7000 lotes, con eso vendrán 20 mil habitantes en donde los servicios de agua, alcantarillado, educación y salud colapsarán”, sostiene Terán. Actualmente Uyumbicho tiene 5000 habitantes.

Moradores de Uyumbicho han acudido a marchas al predio de Santa Catalina. El alcalde de Mejía (abajo), Roberto Hidalgo, también ha sido parte de las convocatorias.

Por Uyumbicho pasa una tubería que abastece de agua al sur de Quito, que es gestionada por la Empresa Metropolitana de Agua de Quito. La junta de Uyumbicho se encarga localmente del alcantarillado, además, tienen sus pozos de agua. La parroquia tiene su propia junta administradora de agua.

Actualmente la parroquia cuenta con todos los servicios básicos. Pero Terán señala que abastecer de esos servicios para la gente que vendría con Ayllupura tendría un costo por sobre los $100 millones. Según el dirigente los servicios cómo el agua, la salud y la educación colapsarían.

Las convocatorias han venido desde la junta parroquial y páginas de moradores en redes sociales.

Terán no cree que el predio será destinado a proyectos de turismo comunitario, como afirma Ayllupura. El dirigente fue parte de varias marchas en la que la población de Uyumbicho intentó remover a los pobladores de la asociación del predio. Hubo un enfrentamiento en el que Ayllupura denunció haber recibido insultos racistas y violencia. El GAD ha convocado marchas en el predio en sus redes. Otras cuentas de locales se han sumado. Así han sido los enfrentamientos en el predio de Santa Catalina:

Los miembros de Ayllupura tomaron fotografías de los enfrentamientos que se produjeron en el predio de Santa Catalina en las noches de agosto de 2021.

Terán asegura que el predio está catalogado por el Ministerio del Ambiente como bosque protegido. Sin embargo, consultamos dicha afirmación con Ambiente y desde el Ministerio se dijo que en sus registros no consta que el predio de Santa Catalina sea un bosque protegido. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente dijo que la hacienda es una zona de conectividad entre el Flanco Oriental Pichincha y el Cinturón Verde de Quito. Además, lo calificó como una de importancia hídrica.

El municipio de Mejía, con sede en Machachi, argumenta que expidió una ordenanza que protegía parte de la  antigua hacienda que conformaban esos predios.

Pese a todo ello, el Ministerio de Ambiente confirmó que la hacienda Santa Catalina no pertenece a las áreas de conservación de Bosques y Vegetación Protectores reconocida por ese ministerio. Según Ambiente, comunicaron los requisitos al Municipio para poder declarar la zona como protegida. Hasta que eso suceda, no hay prohibiciones sobre el predio, se explicó.

A la par INMOBILIAR informó en un comunicado que la subasta se dio apegada a la norma y que sobre el bien no pesaba ninguna prohibición ni limitación de índole ambiental.

La junta parroquial de Uyumbicho asegura que el predio de Santa Catalina tiene flora y fauna que debe ser protegida. Las autoridades aseguran que en el predio pasan halconcitos o "cuyayás".

Sube la tensión

Este portal pidió una entrevista con el Municipio de Mejía, sobre este tema, pero hasta la publicación de este reportaje no hubo una respuesta. Sin embargo, en las sesiones del Concejo municipal se pudo ver al alcalde, Roberto Hidalgo, expresando la intención de expropiar el terreno. Hidalgo es parte del movimiento local “Todos Somos 70”, y estaría apuntando a la reelección en las próximas seccionales de 2023.

Concretar la expropiación no sería posible ya que en estos momentos ya que Inmobiliar no ha realizado la transferencia de la  propiedad a Ayllupura. Por ley, ningún terreno puede ser expropiado a instituciones públicas.

El alcalde del cantón Mejía, Roberto Hidalgo, ha declarado publicamente su rechazo a la venta del predio de Santa Catalina. Foto: GAD Mejía

La junta de la parroquiahizo un nuevo intento por impedir la ocupación del predio y presentó una acción de protección contra la posesión de las tierras por parte de Ayllupura. La acción argumenta que el predio tiene elementos para ser considerado protegido. Además, afirman que “es evidente la intención de urbanizar el predio, lo que ocasionaría un gran problema social”. Terán afirma que ha pasado un año y no tienen respuesta de la Corte Provincial respecto de la acción presentada.

“Los ánimos de parte y parte se están subiendo”, afirma Terán, que agrega que la situación puede desencadenar en “algo más fuerte”. El diálogo se ha roto. Luego de los enfrentamientos violentos un grupo de gente de Ayllupura ha permanecido en la entrada para impedir el acceso de personas.
Terán afirma que hasta que no se efectúe el registro de la propiedad la asociación no podrá hacer ninguna edificación ni desarrollo agrícola en el predio. “Por el momento no son propietarios, sólo tienen un documento de una venta”, indica. El dirigente reconoce que los terrenos ya fueron pagados, pero cuestiona que “que el 12% de los accionistas de las 100 asociaciones con las que se ha captado el dinero para el predio son de apellido Talagua”.

Ayllupura responde: “somos los dueños legítimos”

Ayllupura se define como una asociación de desarrollo integral plurinacional. La asociación asegura que no tiene nada que ver con la Unión de Organizaciones Indígenas de Cotopaxi Residentes en Quito (Unoric), con quienes algunos medios los han relacionado.

Esa otra organización indígena, con sede en Cutuglahua, se ha reunido con los presidentes Moreno y Lasso para obtener predios en el sector, lo que los ha relacionado con la disputa en Santa Catalina. Unoric respaldó tanto aMoreno cuanto a Lasso contra las movilizaciones de la Conaie tanto en 2019 como en 2022, pero la actual disputa se refiere a un predio de otra organización.  Su presidente, Gilberto Talahua, ha sido acusado de colaborar y aceptar cargos públicos en el Gobierno de Correa. Talahua asegura que no puede responder por otras organizaciones a las que los han vinculado “maliciosamente”.  Otros lo vinculan con la facción de la Conaie que encabeza Leonidas Iza.

El presidente de Ayllupura conversó con este portal y nos acompañó en un recorrido en el predio sobre el que reclaman la posesión. La asociación se enfoca en el desarrollo productivo y el turismo comunitario. Talahua se defiende delas acusaciones con documentos. “La subasta se publicó en los diarios, nosotros no sabíamos si había más oferentes, pero cómo cualquier persona participamos”, dijo.

Gilberto Talahua es presidente del Movimiento Indígena de la Provincia de Bolívar, fue diputado de su provincia, dirigente de la CONAIE, coordinador nacional de Pachakutik y ocupó la Secretaría Política de Nacionalidades en el Gobierno.

Ayllupura argumenta que la subasta no fue en Guayaquil, sino que fue un proceso efectuado en línea. Talahua también confirmó que el predio ya está pagado al 100%, lo cual también certifica INMOBILIAR. La asociación ya tiene un acta de ocupación que le otorga las respectivas obligaciones y derechos sobre el predio. Sin embargo, Talahua declaró que el Municipio de Mejia se niega a otorgar el documento de registro de propiedad.

Luego de obtener el acta, miembros de Ayllupura acudieron al predio, pero recibieron la visita de un funcionario municipal de Mejía que les comunicó que sobre ese terreno pesaba una prohibición de entrega de registro y que era un “bosque protegido”. Talahua confirmó que desde los intentos de desalojo que sufrieron por parte de los moradores de Uyumbicho se instalaron con tiendas y cocinas caseras para resguardar lo que reclaman como suyo. “Recibimos insultos racistas”, afirmó Talahua.

La asociación de Ayllupura se instaló con tiendas al borde la autopista E35 para proteger la entrada al predio.

Según el dirigente de la asociación no tienen conocimiento de qué uso de suelo es permitido en el predio. Talahua dice que el Municipio de Mejía se niega a entregarles la información sobre el uso y ocupación de suelo, sobre el que ese Municipio tiene la competencia para regular. Afirma que destinarán el predio para turismo comunitario y desarrollo productivo, aunque también mencionó un festival de música y danza y una feria de productos orgánicos.

Según un informe del Ministerio de Ambiente un 20% del predio es adecuado para producción agrícola. Desde el predio se logra ver la parroquia de Amaguaña.

El dirigente indicó que parte del predio es cultivable para productos como haba, maíz o arveja. Talahua afirma que los productos serán orgánicos. Negó que se piense hacer  urbanizaciones ni lotizaciones del predio, como aseguró el GAD de Uyumbicho.

Los indígenas piden al Municipio que registre la propiedad

“Me molestó que digan que venimos a destruir. El movimiento indígena ha sido el defensor del medio ambiente. Los gobiernos han facilitado para que ingresen las mineras. Nosotros hemos hecho acciones contra las transnacionales. Nosotros si somos guardianes del páramo”, dijo Talahua. “Además, no tenemos nada que ver con Unoric, con quienes nos han querido confundir”.

Talahua se queja de que a pesar de que han comprado el terreno les toque defender los derechos sobre el mismo. Ayllupura reclama que se efectivice el registro de la propiedad y apunta al Municipio de Mejía por la omisión del trámite. Afirman que irán a la justicia por este acto y que el alcalde está usando el caso “como plataforma mediática para su reelección”.

Según el dirigente, en una sesión del municipio de Mejía, transmitida en redes sociales, se admitió que el predio no era un bosque protegido. “Ya dijeron que no encontraron que sea protegido, ahora vienen con que es un bio parque, tendrán que definir. Si esto estuvo más de 20 años en manos de INIAP, ¿Por qué lo hacen cuando nosotros aparecemos?”, dijo Talahua.

Mientras se resuelven los conflictos legales sobre el predio, Talahua se mantiene con su gente en estado vigilante. Hacen turnos con gente de la asociación que viene a quedarse varios días a vigilar la entrada principal que da a la avenida Simón Bolívar. Tanto desde el GAD de Uyumbicho como desde Ayllupura admiten que la situación podría escalar, y que están dispuestos a defender lo que ambos consideran suyo.

Ayllupura se asentó en el predio desde los enfrentamiento de agosto de 2021. Hacen relevos con gente que viene incluso de otras provincias para mantener la entrada del lugar bajo vigilancia. 

Desde la alcaldía de Mejía se espera la resolución de la acción de protección y se maneja la opción de expropiar. Aunque para efectuar la expropiación deberán efectuar el pago por adelantado, presupuesto que no se maneja en la actualidad. Ayllupura, a través de su presidente, indicó que de darse la expropiación recibirán la indemnización de acuerdo a la ley. Hasta que cualquier solución legal llegue, la asociación se mantiene las 24 horas presente en el predio.

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