

Seis de los más polémicos de más de 400 enlaces ciudadanos fueron analizados para elaborar la tesis que describe el discurso correísta.
María Paula Granda tiene 25 años y se acaba de graduar de socióloga.
La tesis de María Paula Granda tiene como protagonista al presidente Rafael Correa. Y su título trae lo que parece una muestra inequívoca: El macho sabio. Granda estudió sociología en la Universidad Central del Ecuador, y su tesis, titulada "El macho sabio: Racismo y sexismo en el discurso sabatino del presidente ecuatoriano Rafael Correa", fue recientemente presentada.
La joven, quien se declara feminista, analizó el discurso de Rafael Correa y concluyó que las frases del presidente "ayudan a sostener la dominación global", por medio de un discurso "racista y sexista". La estudiante de la Central, quien tiene 25 años, confesó que votó por Rafael Correa, pero estima que el presidente se "ferió una gran oportunidad" de realizar una verdadera transformación, pues inclusive hubo grandes recursos económicos.
Para la investigadora, en diez años, el Gobierno autodenominado "socialista y de izquierda" de Rafael Correa no ha contribuido a cambiar las estructuras de poder, sino que ha contribuido a legitimarlas. En su criterio, dos grandes ejes tiene el discurso del presidente: el racismo, por un lado, y el sexismo por otro.
Por un lado, hay una sobreestimación de la "voluntad de saber" tal como fue definida por Foucault, que privilegia el conocimiento científico sobre "otras formas de saber", que se convierte en un justificativo de cualquier forma de ejercer el poder y que permite deslegitimar cualquier otra forma de "saberes", como los de los pueblos indígenas.
Esa sería una de las razones por las que el correísmo ha pretendido eliminar el discurso político del movimiento indígena.
Para la investigadora, la forma de ejercer el poder que instauró en el país el correísmo es "patriarcal, en detrimento de lo femenino", lo que, en su criterio, afecta a las mujeres y a las diversidades sexuales.
Para la investigadora, en diez años, el Gobierno autodenominado "socialista y de izquierda" de Rafael Correa no ha contribuido a cambiar las estructuras de poder, sino que ha contribuido a legitimarlas. En su criterio, dos grandes ejes tiene el discurso del presidente: el racismo, por un lado, y el sexismo por otro.
¿Se puede revertir esta tendencia? Granda recuerda que, para Natalia Sierra, el correísmo se convirtió en un "caballo de Troya" que terminó significando un retroceso en las conciencias de los ecuatorianos. Una muestra de ello son los esfuerzos del Gobierno por debilitar el "tejido social", que ha repercutido en un "retroceso de derechos", en todos los ámbitos de la vida.
Para Granda, hay comentarios "sexistas y hostiles" hasta en medios académicos, que, en su criterio, se deben a la influencia del régimen correísta. La investigadora sostiene que los indígenas han sido mucho más discriminados durante la década correísta, al extremo de que se está insertando la imagen de que el mestizo es el único actor político legítimo, pues los indígenas, supuestamente, no se preocupan por el bien común. La investigadora critica la visión "occidental" de los políticos ecuatorianos, desde la época anterior al correísmo.
La exclusión de los indígenas
Correa, sostiene Granda, ha dicho que los indígenas no deben ser considerados actores políticos, y por ello aplica un "discurso de exclusión", pues, en la retórica presidencial, todo opositor es "ignorante". A ello se suma el racismo que manifestaría el mandatario, al considerar que los indígenas no son capaces de tener su propia voz, por lo que los indígenas requieren que un blanco-mestizo hable por ellos.
"Correa asume que los indígenas no tienen criterio propio", sostiene la autora.
De esta forma, es necesario "enmarcar a Correa en un proceso de consolidación de un nuevo modelo capitalista, que se pueden ver en las carreteras, en el crecimiento del Estado. Pero es una modernización solo física, pero pretende insertar al país en la dominación global, en donde se excluye a quienes no somos parte de las élites".
Granda cree que los cuadros femeninos del correísmo son solo parte de una "jugada conservadora", pues han colocado mujeres en el poder que, estima, "no tienen autonomía", pues solo refuerza "el estereotipo de que las mujeres no deben estar en la esfera pública".
Granda cree que los cuadros femeninos del correísmo son solo parte de una "jugada conservadora", pues han colocado mujeres en el poder que, estima, "no tienen autonomía", pues solo refuerza "el estereotipo de que las mujeres no deben estar en la esfera pública".
La investigadora sostiene que el "proyecto de Alianza PAÍS se limita a Rafael Correa", y se caracteriza por ser "heterosexista y patriarcal", ya que, estima, las mujeres están "en posiciones mucho más vulnerables".
La joven socióloga analizó solamente seis enlaces ciudadanos, en donde el presidente tuvo expresiones "sexistas y racistas" pero también encontró que ambos elementos cruzan de manera persistente el discurso presidencial. Relata que escuchó seis sabatinas varias veces, y quedó sorprendida por el "contenido violento" de la palabra del mandatario.
Pero, tras este análisis, ¿hay correísmo? María Paula Granda cree que el régimen de Rafael Correa es solamente un capítulo del proceso de modernización capitalista, que se evidencia en discursos de líderes políticos de derecha como Álvaro Uribe y Mauricio Macri. La izquierda, dice, debe repensar su forma de actuar, pues mucho de las retóricas que se usan en las actualidad tienen los mismos elementos del discurso oficial de Alianza PAÍS.
"Correa es quien le ha hecho el juego a la derecha tradicional, y, por ello, las opciones más fuertes son las de la derecha tradicional", finalizó.
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