
Fotos: Luis Argüello
Las ciudadanas que integran la Plataforma Nacional por los Derechos de las Mujeres enviaron una carta ante ONU Mujeres, solicitando un pronunciamiento al respecto.
“Chicas malcriadas”, “tipas del MPD”, esos fueron los adjetivos que Rafael Correa usó para referirse a las mujeres que el pasado 4 de febrero se pronunciaron en contra de la presencia de Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, en las instalaciones del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN). La manifestación les costó a Anabell Guerrero, Cristina Cachaguay, Karla Calapaki, Pilar Rassa, Stephanie Altamirano y Ana Vera golpes en los senos, vagina, rostro, patadas y haladas de cabello. Toda la violencia fue propinada por la seguridad del Jefe de Estado turco, mientras la Policía y el Ejército ecuatorianos no intervinieron.
El Presidente de Ecuador se refirió al grupo de ciudadanas durante los enlaces ciudadanos 461 y 462, respectivamente. Durante esas sabatinas también dijo “¿Qué buscaban? (las manifestantes) ¿Que rompamos las relaciones con Turquía? Reaccionó la seguridad turca. Aquí ha habido fallas en cadena. La primera, la de la seguridad turca, no podían actuar en territorio extranjero. La segunda falla: ¿por qué no actuó nuestra seguridad? ¿Dónde estaba la seguridad ecuatoriana? Hay un video en donde afuera sigue gritando una de estas señoritas, la seguridad la rodea, no la hace callar, se mete la seguridad turca y le arrancha a la policía, y la policía lo permite. Es gravísimo lo que ha pasado, pero hubo una falla de la seguridad ecuatoriana y una falla del IAEN”.
Tras el encuentro, ONU Mujeres mostró su solidaridad con las agredidas.
En ese contexto y ante el evidente estado de indefensión frente a la violencia de la cual fueron sujetos, las ciudadanas que integran la Plataforma Nacional por los Derechos de las Mujeres enviaron una carta ante ONU Mujeres, solicitando un pronunciamiento al respecto. El documento fue recibido y el pasado 23 de febrero se mantuvo una reunión.
Karla Calapaki, una de las agredidas, explica que tras el encuentro, la organización internacional mostró su solidaridad para con ellas. “Nos dieron dos alternativas. Una es recurrir ante el comité de la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés). La otra es acudir ante la Relatoría Especial sobre la violencia contra la mujer”. Ella asegura que deben llegar hasta el final, aunque sea un mecanismo lento.
Margoth Escobar y Manuela Picq son otros nombres que también esperan encontrar que desde organismos internacionales se aplique la justicia.
Esta no es la primera vez que las mujeres que se pronuncian en contra de las políticas del Gobierno de Rafael Correa pasan de ser víctimas de violencia a victimarias. Margoth Escobar y Manuela Picq son otros nombres que también esperan encontrar que desde organismos internacionales se aplique la justicia, pues al interior han encontrado indefensión absoluta.
En ese sentido, Pilar Rassa indica que como colectivo realizan varias actividades de solidaridad, no solamente con los pueblos y las mujeres del mundo, sino con las ecuatorianas. Por ejemplo, el 24 de febrero apoyaron a la Plataforma Justicia para Vanessa para que se sancione al asesino de Johanna Cifuentes (víctima de femicidio hace 10 anos). También se movilizan por el caso de ‘Salomé con su mamá’. En el tema Erdogan lo hicieron para rechazar la violencia que sufren las mujeres y, en general, el pueblo kurdo y turco.
“Para nosotras era importante mostrar el rechazo que existe desde las mujeres, la sociedad civil, hacia una persona que es un genocida, un delincuente de guerra, que está siendo mundialmente cuestionado por las cosas que suceden en Turquía contra el pueblo kurdo… Queríamos visibilizar cómo se lleva un genocidio en el mundo. Esperábamos que se respete el derecho a la libre expresión. Fuimos a gritarle en su cara que no era bienvenido y que ningún asesino iba a serlo en nuestro país”, enfatiza Ana Vera. Las manifestantes confirman que sabían que habría represión, que incluso podían ir presas… “Lo que no sabíamos era la violencia con que nos iban a reprimir, no sabíamos que se hubiera entregado toda la seguridad a la guardia turca, que policías y miliares iban a estar a su servicio y permanecer impasibles”, acota Pilar.
Al respecto, Stephanie Altamirano aclara que su discurso no fue “que no nos peguen los turcos, que nos peguen los ecuatorianos”. Por eso, al enviar la carta hacia ONU Mujeres al hablar de indefensión aluden a que, en teoría, la Policía debiera precautelar el bienestar de los ecuatorianos en el país en general. “Me sorprendió que no nos lleven presas porque ese es el accionar de la Policía Nacional… Lo que hicieron fue levantarnos a algunas del piso y decir que nos vayamos”.
Al enviar la carta hacia ONU Mujeres aluden a que, en teoría, la Policía debiera precautelar el bienestar de los ecuatorianos.
En palabras de Cristina Cachaguay, lo ocurrido desenmascara el doble discurso del Gobierno. “Se habla de igualdad, equidad, derechos humanos… Sin embargo, en la práctica no es así. Siempre recuerdo cómo se agrede a las periodistas, cómo se agredió a Mery Zamora, Lourdes Tibán, a las compañeras de Saraguro, Margoth Escobar. En las recientes sabatinas se nos ha recordado para agredirnos, no para defendernos”, dice.
De hecho, en el Enlace Ciudadano 461 Rafael Correa sostiene que “empiezan a gritar unas chicas malcriadas. ¿Qué buscaban, que rompamos las relaciones con Turquía?”, se cuestiona.
Es por eso que, según Anabell Guerrero, no han acudido a instancias nacionales, “no acudimos a la justicia porque no van a hacer nada”. Y una de las cosas que dejaron sentadas tras la reunión con ONU Mujeres es que la indefensión es en todos los niveles. Por ejemplo, cuando la guardia turca agredió a las manifestantes los hospitales públicos no atendieron a Pilar, a Stephanie ni a Karla. “A nivel nacional no creemos que exista una instancia que refleje un sentimiento de solidaridad. Aunque existe la Defensoría del Pueblo, el Consejo Nacional para la Igualdad de Género, no existe ningún pronunciamiento. Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea Nacional, dijo que le haría llegar una carta al Embajador de Turquía en Ecuador, pero nunca lo hizo”.
Lo que sí reconocen fue la solidaridad que recibieron a escala mundial. Incluso, en redes sociales posicionaron una tendencia contra Erdogan. Lo ocurrido, según las demandantes, será una mancha en el Gobierno de Rafael Correa, por la cual tarde o temprano deberán dar explicaciones. Pero, sobre todo, esperan que se hable de la historia que las motivó a manifestarse, del pueblo que está siendo “masacrado” por las políticas del gobierno Turco.
Ante eso, el Primer Mandatario de Ecuador dijo que “Hay que respetar a los visitantes que tenemos, así como nosotros exigimos que el Presidente ecuatoriano sea respetado cuando vaya a otro país. Son lamentables las cosas que le gritaron a Erdogan adentro y afuera de la universidad…”.
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