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27 de Abril del 2018
Historias
Lectura: 20 minutos
27 de Abril del 2018
Redacción Plan V
¿Por qué Tumaco es un punto clave para Ecuador?

Foto: AFP

Patrulla militar en Tumaco, uno de los municipios más pobres de Colombia. Aunque no ha cifras oficiales se estima que el desempleo bordea el 70% de a población. 

 

El municipio colombiano aledaño a Esmeraldas vive una guerra metro a metro por las rutas y la producción de droga, según la Fundación Paz y Reconciliación. Tumaco fue el centro de operaciones del narcotraficante ecuatoriano alias ‘Gerald’ y hasta allá habrían sido llevados los periodistas secuestrados de El Comercio. Allí existen 12 grupos armados, incluidos el ELN y el Frente Óliver Sinisterra. Este último estaría liderando en la frontera con Ecuador.

El conflicto en la frontera norte es complejo y evoluciona a cada segundo. Pero para entenderlo y su relación con Ecuador es necesario revisar lo que sucede en Tumaco, un municipio colombiano perteneciente al departamento fronterizo de Nariño. Se lo conoce también como La Perla del Pacífico por tratarse de un importante puerto, que queda a solo dos horas por lancha desde San Lorenzo, en Esmeraldas.

Y es que su ubicación geográfica es su bendición y maldición al mismo tiempo. Desde allí salen los cargamentos de droga hacia Centroamérica. Tumaco, por ejemplo, fue el centro de operaciones de Washington Prado Álava, alias Gerald, el primer narcotraficante ecuatoriano en ser extraditado hacia Estados Unidos capaz de enviar a ese país 250 toneldas de droga en dos años. A Tumaco también habrían sido llevados los periodistas de El Comercio que fueron secuestrados y posteriormente ejecutados. Aún se desconoce el paradero de sus cuerpos. 

Quien ha estudiado lo que sucede en Tumaco y su papel en el postconflicto es la Fundación Paz y Reconciliación. El 18 de octubre de 2017 publicó el documento “Lo que ocurre en Tumaco puede ocurrir en 10 municipios”. Allí se hace una descripción demográfica y de la inseguridad que afronta la zona.

Tumaco tiene una población total de 208.318 habitantes, de los cuales el 62% es población negra, mulata o afrocolombiana. Hay 7.419 indígenas. Al igual que en el lado ecuatoriano, su población carece de oportunidades laborales y educativas. Ni siquiera hay un medición oficial sobre el desempleo, pero las estimaciones están en un 70%. “El camino de lo informal y de lo ilegal, resulta siendo la opción más atractiva y eficiente de supervivencia digna”, dice el estudio.  

“Colombia tendrá un postconflicto en medio de economías criminales o economías de guerra, nos asemejamos más a situaciones como la de Sierra Leona”, Fundación Paz y Reconciliación.

¿Qué hay en Tumaco? Para empezar una activa economía ilegal. Desde el 2012 se registra un incremento acelerado de cultivos de coca en ese municipio hasta 23.147 hectáreas, lo que representan el 16% del total de Colombia. El estudio resalta que “sólo en el Consejo Comunitario de Alto Mira y Frontera existen 7.180 Has de hoja de coca cultivada”. Justamente Mira-Mataje es el principal territorio del Frente Óliver Sinisterra, al mando de alias Guacho. En ese sector ocurrió la masacre de ocho campesinos colombianos el 5 de octubre de 2017. En Mataje, el 26 de marzo pasado, sucedió el secuestro del equipo periodístico de El Comercio, que finalmente fue ejecutado.

El documento cita cuatro aspectos para el incremento de los cultivos. El primero: la migración de campesinos cocaleros desde Putumayo y otros municipios colombianos afectados por la aspersión aérea. El segundo: los precios de la hoja de coca y la pasta base de cocaína. La tercera posibilidad tiene que ver la intención de los campesinos de ser beneficiarios del Plan Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito. Y la cuarta razón: la presión de los grupos armados que están en la zona. La investigación dice lo siguiente:  “Vale la pena mencionar que en Tumaco se encuentran cultivos de pequeños cocaleros y campesinos, así como de comunidades negras, y también hay cultivos industriales, es decir, narcos que tienen hasta 100 hectáreas de coca y los parcelan para que parezcan pequeños cultivos”.

Pero en Tumaco no solo existen crecientes cultivos ilegales. La Fundación Paz y Reconciliación en un párrafo desbroza el panorama: “En Tumaco no solo de concentran los cultivos de hoja de coca, también allí las cocinas o laboratorios de clorhidratos de cocaína se cuentan por centenares, ademá al ser zona de frontera se convierte en un municipio de salida de droga. Es decir, en un pequeño territorio se concentra gran parte de la cadena criminal del narcotráfico. Por eso este territorio es tan apetecido”.

Esta concentración la vuelve en una zona en disputa metro a metro por parte de grupos criminales, según Ariel Dávila, subdirector de la Fundación. En otras regiones de Colombia, los cultivos, las cocinas de los estupefacientes y la frontera para la salida de los cargamentos se encuentran separadas por centenares de kilómetros, dice el estudio.


Control militar a una camioneta con café en Tumaco. Foto: AFP

Uno de los primeros grupos criminales de la zona fue la banda “Los Van Van”, que se fortaleció entre 1994 y 1997. También en esa época llegaron las FARC y el ELN. El estudio explica que este arribo se debe al repliegue de las FARC hacia Nariño, luego de que los departamentos de Meta, Caquetá y Putumayo se convirtieran en los principales objetivos militares del Estado. Entre 1997 y 2000 adquiere el control de ese territorio con varios episodios de violencia.

Pero en esa época llega otro actor: los paramilitares para disputar este territorio con las FARC. El documento registra que entre el 2000 y 2009 se dieron los picos más altos de homicidios y de violación a los derechos humanos de la población. “Además después de 2006, en Nariño en general y en Tumaco en particular, se produce el rearme paramilitar ego de la desmovilización. No pasaron ni siquiera semanas cuando este rearme se dio. La Organización Nuevo Generación, Los Rastrojos, Las Rondas Campesinas del Sur, entre otros fueron los grupos que operaron en la zona”.

Entre 2009 y 2015, las FARC ganan la guerra con las bandas criminales y logran el control de este territorio incluso bases paramilitares como la del corregimiento de Llorente. En ese período, la Fuerza Pública colombiana capturó a los principales cabecillas de Los Rastrojos, el principal cartel narcotraficante de Colombia que se fortaleció de los paramilitares desmovilizados. Fue una época de gran cantidad de desplazamiento, amenazas y extorsiones, agrega la investigación.

Ahora Tumaco vive un quinto momento, según la investigación, en su historial de violencia. Este arrancó en el 2015 a raíz del proceso de paz con las FARC. Desde entonces se registró el surgimiento “de numerosos “capos” del narcotráfico que han intensificado la exportación ilegal de cocaína mediante lanchas rápidas y semi sumergibles. En consecuencia, se diversifica el control de los centros de acopio y de envío de droga al exterior, ocasionando también el fortalecimiento de bandas criminales que intentan disputar su participación en el negocio”.

El estudio revela que cuando las FARC controlaron el territorio los índices de violencia bajaron y tras los acuerdos de paz, estos indicadores disminuyeron aún más. Por lo que Tumaco pudo sentir los beneficios de los acuerdos. Pero en 2017, después de la salida de la FARC, la disputa por esta zona estratégica volvió y los homicidios aumentaron. En Tumaco se registra la presencia de nuevos y antiguos grupos armados, según el informe. Pero a esto se suma la crisis en los barrios de este municipio. Según el documento, a los milicianos de las FARC de la zona que se desmovilizaron de forma individual, el Estado colombiano no les brindó seguridad para ser protegidos en sus casas.

El Frente Óliver Sinisterra, ¿el ganador de la guerra?

Después del asesinato de los periodistas de El Comercio, la Fundación Paz y Reconciliación actualizó el informe de Tumaco e hizo un análisis del caso. Allí los investigadores se preguntan: ¿qué está pasando en la costa pacífica nariñense? Y agregan que “una situación como ésta no se había vivido ni siquiera en la peor guerra entre guerrillas y paramilitares”.

Los bandas criminales en Tumaco están distribuídas de la siguiente manera: en la zona urbana de Tumaco están las Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP), el combo de alias "Pollo" y la Gente del Orden. Mientras que en parte rural del municipio también están las GUP más el Frente Óliver Sinisterra al mando de alias Guacho, el ELN, Los Negritos, La Empresa, Nuevo Grupo, el Clan del Golfo Lorrente, el Cartel de Sinaloa (bajo la protección del Clan del Golfo).

¿Cuál es el poder de estos grupos en la frontera con Ecuador? La investigación de la Fundación menciona que antes de la masacre de los campesinos, el 5 de octubre de 2017, no había una certeza de qué estructura armada pretendía controlar el territorio perteneciente al Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, aledaña a Ecuador. Explica que se suponía que el Clan de Golfo y Gente del Orden iban a tomar el control de esas zonas, pero tras los hechos de octubre y fuentes de la organización en la zona “marcan una tendencia de control territorial y de superioridad sobre otros grupos por parte del grupo “Frente Oliver Sinisterra”

¿De dónde surge este Frente? Es un grupo armado compuesto por disidentes de la Columna Móvil Daniel Aldana de las FARC. Según el estudio “Lo que ocurre en Tumaco puede ocurrir en 10 municipios”, este grupo se origina en un desdoblamiento en las Guerrillas Unidas del Sur o del Pacífico. De esta estructura salieron combatientes con amplia experiencia como alias “Fabián”, quien hoy es uno de sus comandantes. Él se encargó de reunir a desertores de la guerrilla de las FARC, milicianos, personas foráneas y jóvenes residentes de Tumaco, afirman los investigadores. Con una estructura ya fortalecida con aproximadamente 250 hombres y con algunos apoyos civiles que les otorgaba cierta legitimidad, el grupo de alias “Fabián” comenzó a denominarse “Frente Oliver Sinisterra”.

Este Frente acogió la base social dejada por esta guerrilla. Dice el estudio que “este grupo se considera a sí mismo como un frente activo de las FARC-EP y desconoce lo pactado en La Habana debido a que los beneficios derivados del Acuerdo únicamente cubrieron a unos pocos comandantes de las FARC”. Es lo que alias Guacho dijo a RCN a finales de 2017. Pero este Frente “ se ha convertido en el dueño de los cultivos de uso ilícito: su producción y exportación de clorhidrato de cocaína tanto al sur del continente, por medio de la frontera con Ecuador, como a Centroamérica y Estados Unidos”.


El 27 de abril pasado, bajo el lema 'Tumaco no aguanta más', los habitantes de este municipio salieron a protestar por la creciente violencia en la zona. Piden a su gobierno que los saquen de su emergencia social, económica y humanitaria. 

Este grupo está al mando de alias Guacho (vinculado al narco Gerald)  y alias Fabián. Pero también estuvo relacionado con Jefferson Suárez Toro (alias “Cachi” o Miguelito), quien fue parte de los líderes. Él estuvo al mando de un grupo llamado los “Mejicanos”, que eran la seguridad privada de los narcotraficantes mexicanos.

El 14 de marzo pasado, alias Cachi fue capturado en Pereira y las autoridades colombianas dijeron que él era el encargado de manejar la producción y comercialización de la cocaína en zona rural de Tumaco y en toda la línea fronteriza con Ecuador. Se lo conocía por sembrar el “terror” en el sur de Nariño. A sus de 27 años era custodiado por 50 hombres y tenía línea directa con el cartel de Sinaloa. Tras su captura, el presidente Juan Manuel Santos la anunció como una gran noticia para la seguridad de la frontera con Ecuador.

El Frente Óliver Sinisterra se considera a sí mismo como un frente activo de las FARC-EP y desconoce lo pactado en La Habana.

La Fundación considera que al momento en Tumaco hay una fase de alianzas y reagrupamientos donde el Frente Óliver Sinisterra se perfila como un grupo que va a prevalecer sobre todo en la zona rural del municipio, por lo menos, en la Zona de Alto Mira y Frontera con Ecuador. Lo hará por medio de la confrontación abierta o por medio de la subordinación por vías no violentas. “Este fenómeno se da debido a que sus líderes y sus combatientes pertenecen a las comunidades del sector, lo cual genera un arraigo especial en la comunidad que podría revestirlos de legitimidad y afecto. También, se da por la gran capacidad militar que han venido adquiriendo en el territorio sin contar con la posible unificación con las disidencias que operan en el sur del país”. Áriel Ávila, en una entrevista a Radio Caracol recogida por Infobae, informó de nuevos cambios al interior del Frente tras el secuestro de los periodistas. Sinaloa al parecer habría puesto precio a la cabeza de 'Guacho' por calentar la zona. Y al mismo tiempo una de sus estructuras salió de su poder y creó un subgrupo llamado 'Frente Estiven González'.

Pero en la cabecera municipal otros son los grupos dominantes. Allí están el Clan del Golfo en alianza con las Guerrillas Unidas del Pacífico como los más fuertes. “Al ser un grupo armado con capacidad nacional y transnacional, el Clan del Golfo no tendría una competencia sólida que pudiera disputarle el control territorial. De ahí el interés del grupo reducto de Renol para aliarse con el ELN e intentar disputar esta posible hegemonía. Por otra parte, Guerrillas Unidas del Pacífico estará subordinada al Clan del Golfo o desaparecerá por la acción del mismo”.

En un reporte de abril pasado, la Fundación describe a cada uno de estos actores:

Gente de Orden: Desde mediados del año 2016, se conoció de un Grupo Armado Organizado (GAO) denominado “Gente de Orden” configurado por exmilicianos de las FARC que no se acogieron al proceso de paz. Esta estructura ha sido fuertemente atacada por la Fuerza Pública y, a pesar de que 117 miembros se desmovilizaron de manera individual el 27 de marzo de 2017, y los duros golpes propinados por la Fuerza Pública, Gente de Orden ha seguido disputando el control territorial en función de la apropiación de las rentas ilegales. Cuenta con aproximadamente 100 personas.

La Empresa: La Empresa, a diferencia de la gente del Orden, tiene su origen en los reductos de grupos paramilitares que controlan los laboratorios de procesamiento de pasta de coca en la parte del medio y bajo Mira, desembocadura del río Mira al Pacífico, límites fluviales y marítimos entre Colombia y Ecuador. Esta agrupación estuvo conformada por unos 30 hombres, y actualmente se encuentra casi extinta, limitando su función a garantizar el control del tránsito de droga desde Tumaco hacia las zonas de Bucheli y Candelilla, en la parte media de la ribera del río Mira. Su área de influencia es muy pequeña, pues sólo comprende la salida de Tumaco hacia Llorente, sector de Aguas Claras.

Organización sicarial del Pacífico: La Organización sicarial del Pacífico está conformada por unos 30 integrantes. A través de panfletos anunció, al final del 2016, que realizarían limpieza social con el fin “de acabar con los milicianos y colaboradores de las FARC”. Las primeras investigaciones sobre este grupo muestran que está compuesto por delincuentes y miembros de pequeñas bandas que siempre estuvieron enfrentadas a las FARC. Estas personas se dedican al sicariato, al fleteo, al secuestro con fines extorsivos y al cobro de vacunas a tenderos y pequeños comerciantes de Tumaco.

Los Negritos: Es liderado por los Alias ‘Olindillo’ y ‘Titano’, y está compuesto por unos 30 hombres que circulan en la vereda El Descolgadero, sobre las bocanas del río Mira y Tumaco. Se conoce porque fueron denunciados por las FARC en sus comunicados y su accionar fue confirmado en investigaciones del Sistema de Alertas Tempranas (SAT), cuando irrumpieron amenazando a los integrantes de la Mesa de Víctimas de Tumaco.

Combo de alias “El Pollo”: Alias “El Pollo”, uno de los milicianos que firmó la carta dirigida a la Alcaldía de Tumaco para que su combo fuera tenido en cuenta en el proceso de paz. Ahora se encuentra en proceso de desmovilización individual y se encuentra protegido por hombres que portan armas largas y cortas en el barrio El Voladero, ya que, según fuentes locales, tiene una fuerte enemistad con el grupo Gente de Orden.

Columna Gaula y Nuevo Grupo: En Aguas Claras tienen presencia dos estructuras armadas compuestas por pocos hombres, La Empresa y El Nuevo Grupo, de éstos no se sabe mucho, pero sí que están extorsionando a la población civil. Adicionalmente, en el casco urbano opera un pequeño grupo denominado Columna Gaula.


Según Insight Crime, los disidentes de las FARC pueden fácilmente disponer de recursos para reclutar más miembros, ya que actualmente manejan gran parte del mercado de la coca en seis departamentos de Colombia.

Guerrillas Unidas del Pacífico: Es un grupo de desertores del frente 29 de las FARC que fue liderado por alias “Don Ye” hasta que fue asesinado. Posteriormente su hermano, alias “David”, tomó el control del grupo y lo ha expandido tanto en número de miembros como en capacidad bélica. Actualmente se conoce de su presencia en ocho municipios del pacífico nariñense y sus acciones se centran en el control de los cultivos de uso ilícito, los laboratorios de clorhidrato de cocaína y el narcotráfico hacia el centro y el norte de América. Según algunas fuentes, este grupo ha trabajado de la mano con el Clan del Golfo para afianzar su capacidad de control territorial en función del narcotráfico. Actualmente cuenta con 300 hombres, aproximadamente.

Clan del Golfo: Estuvo al mando de alias “Cusumbo” antes de ser dado de baja el 6 de octubre de 2017. El grupo venía expandiéndose desde el Sur del Chocó. Según fuentes locales, el Clan del Golfo se ha asociado con Guerrillas Unidas del Pacífico para controlar el narcotráfico en el municipio. Sin embargo, esta unión es muy frágil y podría derivar en dos situaciones; la primera, que se rompa el vínculo y comiencen una disputa armada por las rentas ilegales; y la segunda, que Guerrillas Unidas del Pacífico se subordiné al Clan del Golfo debido a su amplia capacidad militar. 

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¿Por qué Tumaco es un punto clave para Ecuador?
 


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