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4 de Abril del 2022
Historias
Lectura: 19 minutos
4 de Abril del 2022
Manuel Novik
Rusia, Ucrania y su región compraban $1200 millones de exportaciones
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La flor de verano toma entre 12 y 16 semanas en crecer. Previo a la cosecha se deben instalar invernaderos y camas para las plantas. Fotos: Luis Argüello. PlanV

 

La guerra entre Ucrania y Rusia ya cumplió un mes desde su inicio. En Ecuador los impactos del conflicto bélico no tardaron en hacerse sentir, entre ellos, el incremento de precios en algunos bienes y las afectaciones a las exportaciones, cuyos efectos ya empiezan a notarse en la economía local.


¿Por qué es importante que el comercio exterior tenga buenas cifras? Los datos del Ministerio de Producción revelan que el sector exportador no petrolero genera más de 1 millón de plazas de empleo directos y trae más de 18 mil millones en divisas al país al año. “A mayor exportación, mayor tributo para el Estado y mayor generación de empleo”. Por otro lado, hay servicios conexos como el transporte, propiedad intelectual, contratos, que complementan un “círculo virtuoso” según lo define Felipe Ribadeneira, de Fedexpor.

Como es tradicional en la economía ecuatoriana desde principios del siglo XX, Ecuador exporta a Rusia bienes primarios como frutas, mariscos o flores.

Rusia es el cuarto destino de exportación no petrolera ecuatoriana, solo detrás de China, la Unión Europea y EE. UU. El 2020 y el 2021 fueron años en que las exportaciones no petroleras crecieron en cifras récord. La pandemia creó una necesidad mundial de aprovisionarse de alimentos a la que el país respondió con oportunidad. Esto ayudó a que, a pesar del covid, las exportaciones crecieran durante dos años seguidos.

Como es tradicional en la economía ecuatoriana desde principios del siglo XX, Ecuador exporta a Rusia bienes primarios como frutas, mariscos o flores.

El comercio de productos ecuatorianos a Rusia no fue  la excepción. Durante el 2021 hubo un crecimiento tanto en exportaciones como en importaciones con el país euroasiático. Los productos mayormente exportados allá son el banano, el camarón y las flores. Por su parte, Rusia es el décimo país en importaciones, desde ahí se trae principalmente materias primas para la agricultura y la industria.

Con el inicio de la guerra. los empresarios tuvieron que desviar sus exportaciones, ante el bloque de algunas rutas de comercio internacional impuesto a Rusia. Sin embargo, muchos productos quedaron en el aire. Se creó una sobre demanda que no puede llenar otros mercados sobresaturados. Las tensiones entre Ucrania y Rusia no dan signos de disminuir, mientras tanto Ecuador debe encontrar nuevos mercados para exportar y nuevos proveedores para importar, además de solventar el cambio de precios.

Según el embajador del Ecuador en Moscú, Juan Fernando Holguín, las grandes navieras internacionales han suspendido sus operaciones hacia Rusia, lo que afecta el transporte marítimo. Además, también hay restricciones del transporte aéreo y sobre todo, del sistema internacional de pagos, lo que hace que los compradores de productos ecuatorianos en Rusia tengan dificultades para pagarlos en dólares.

Una florícola ubicada en Otón, un pueblo cercano a Cayambe, envía hasta  un 10% de sus ventas a Rusia. Para la empresa Florequisa esta crisis  ha sido manejable, pues lograron redestinar parte de la mercancía y todavía esperan los pagos de los últimos envíos. Hay otras fincas florícolas especializadas en envíos a Rusia. Florícolas consultadas con mayor cuota de mercado en Rusia prefirieron no pronunciarse acerca del tema ya que la relación con los clientes es delicada.


Unas 1000 personas trabajan en la mano de obra de la florícola. No llegan a los 100 los administrativos de la empresa. Es un negocio que requiere una alta cantidad de personal.

Hay empresas que tienen que buscar nuevos mercados. Así lo asegura Gabriela Moreta, gerente comercial de Florequisa, con más de quince años de experiencia en la industria. “Todo el producto que no va a Rusia se va a tratar de volcar a Europa y EE. UU., lo que hace que los precios disminuyan” , argumenta. Pero no hay suficiente mercado para  todo el producto que no va a llegar a Rusia, por lo que mucha de la mercancía se está perdiendo.


Gabriela Moreta es la gerente comercial de Florequisa. Su empresa destina un 10% de la producción a la región euroasiática. Los pedidos de Rusia se están reactivando.

Según Moreta, el Ecuador tiene aproximadamente 4500 hectáreas de flores cosechadas. “El 30% de las exportaciones del país van a Rusia, son unas 1500 hectáreas de producción que están en el aire” dice. En dólares, el monto podría acercarse a unos USD 30 millones de pérdida en este mes.

Datos de la Federación de Exportaciones (Fedexpor) confirman que la región euroasiática, conformada por países como Bielorrusia, Ucrania, Armenia, Kazajstán, Kirguistán o Rusia, representa unos USD 1200 millones de exportaciones ecuatorianas  anuales que se verían en riesgo. Rusia, además de ser el cuarto mayor comprador de productos ecuatorianos, termina siendo el puerto de ingreso a toda esta región.


Una finca florícola de esta magnitud puede tener unas 100 hectáreas. Se estima que a nivel nacional existen unas 4500 hectáreas de campos florícolas. Estos campos se ubican en Otón, cerca de Cayambe.

La guerra inició en la peor época para las fincas florícolas. Según Fedexpor, para el Día de la Victoria, una fecha importante en Rusia, ya hay un desplome del 90% de los pedidos. Ribadeneira dice que esa fecha y el día de la mujer son el 50% de las ventas anuales de las flores a los rusos. Previo al día de la mujer, las empresas se preparaban para una de las fechas más importantes del año. Los envíos se alcanzaron a realizar, pero su entrega se complicó en la ruta. La flor que va a Moscú toma aproximadamente siete días en llegar. La mayoría se lleva hasta Holanda en avión y luego vía terrestre se reparte por la región euroasiática. 


El proceso de post cosecha es muy rigurososo. Cerca del 10% de la producción se desecha por no cumplir con los estándares que requiere la exportación. 

“Muchos clientes piden hasta el 25% de descuento, otros no contestan” agrega Gabriela. Con las sanciones económicas y de desconexión al sistema bancario ruso los clientes no estarían en capacidad de sacar ni enviar el dinero. Según reportes que ha recibido la florícola, en Rusia han tenido que abrirse cuentas en países como Filipinas o Albania para mandar el dinero. Los pedidos rusos se han reactivado de a poco.

Un impacto en el largo plazo

A inicios de marzo de este año, el ministro de Producción, Julio José Prado, informó que se creará un Comité de crisis público-privado, se hará un diagnóstico y un seguimiento de efectos, se hará un análisis de acciones públicas y privadas para paliar efectos, se coordinará con embajadas y oficinas comerciales para buscar alternativas y se tendrá información inmediata de Moscú.

Este portal contactó al ministerio para dar seguimiento a las acciones que el Estado ofreció para combatir los impactos de la guerra. El Ministerio de Producción se negó a conceder entrevistas porque “la agenda de la semana está cerrada” o por estar “en otras coyunturas”.

De acuerdo a una fuente del sector privado, los precios en el sector alimenticio serán otro problema derivado de la guerra. Importaciones de materia prima para alimentos que debían llegar de Rusia ahora deberán ser buscados en otros mercados. Esto creará que los proveedores que estén en capacidad de ofertar los productos suban los precios. A nivel nacional, los proveedores de alimentos se verán a su vez obligados a incrementar los precios.

Una relación de larga data

Felipe Ribadeneira Molestina es el presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores y presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano.

Según Felipe Ribadeneira, presidente de Fedexpor, “esta coyuntura ha puesto en riesgo más de mil millones de dólares en exportaciones que se destinan a la zona euroasiática”. A la zona se exportan productos como banano, camarón y flores, que además se han consolidado como los primeros proveedores en los mercados rusos.

Los años 2020 y 2021 fueron “espectaculares, fueron años récord en exportaciones no petroleras” menciona Ribadeneira. Productos como hortalizas congeladas, camarón, banano, café, atún, tuvieron booms de crecimiento muy importantes que ayudaron a combatir la crisis en pandemia, equivalentes a USD 15 mil millones de ingresos, según datos de Fedexpor.

El presidente de la Federación advierte que las sanciones del sistema financiero internacional a la cadena de pagos con Rusia han llevado a empresas exportadoras ecuatorianas a acumular unos USD 50 millones en cartera por cobrar.

Desde el sector florícola, uno de los más afectados en exportaciones, conocen de cerca el trato con los pares rusos. A través de sus viajes comerciales, Gabriela Moreta ha conocido la idiosincrasia del país. “Luego de la Primera guerra Mundial las mujeres se quedaron sin los hombres y tuvieron que levantar el país. En Rusia hay mayoría de mujeres sobre hombres” estima.

Las visitas de Gabriela le han mostrado que en Rusia se celebra el día de la mujer como en ningún otro país. “Hay locales de arreglos por todas partes, en cada estación de metro, tienen un amor por las flores” dice la directiva de la florícola ecuatoriana. “Se compran flores por San Valentín, día de la mujer, día de las madres y hasta por el ingreso a clases”.

En 2014 sucedió un episodio similar ante la anexión de Crimea, región ucraniana, a Rusia. “Era un país de buena paga de rosas, se pagaba hasta el doble que los norteamericanos. Desde el conflicto bélico se devaluó el rublo y no se logró volver a ese boom. Para producir la flor rusa se necesita más fertilizante y alimento porque es más grande. En ese año muchas fincas quebraron aquí” agrega Gabriela.

las sanciones del sistema financiero internacional a Rusia han llevado a empresas exportadoras ecuatorianas a acumular unos USD 50 millones en cartera por cobrar.

A pesar de la crisis de 2014, el mercado ruso ha mantenido la demanda por flores. Un país que se caracteriza por la magnitud de su infraestructura, edificaciones gigantes, lámparas de lujo, palacios históricos. Ahí las flores ecuatorianas han calzado muy bien durante el tiempo “Las flores son super bien pagadas allá”.

Los desafíos del país      

El incremento de precios en los servicios ofertados por Rusia como energía y materias básicas para la producción, como fertilizantes y químicos, podría agravar la estructura de costos este 2022. El hecho de que Rusia, una de las economías mundiales más grandes, disminuya su oferta, cambiará las reglas del juego de la oferta y la demanda global.

Para que el Ecuador se adecue a la nueva realidad se necesitan medidas desde lo público. Ribadeneira argumenta, por ejemplo, que es necesario eliminar los recargos tributarios a los bienes e insumos intermedios. “Se debe cumplir el principio de no exportar impuestos, el impuesto lo determina el mercado mundial” dice.

Según los datos de la Federación de Exportaciones los USD 1200 millones en exportaciones que estarían en riesgo se componen de unos USD 700 millones en banano, USD 120 en camarón, USD 90 en flores, USD 30 en pesca y USD 15 millones en café. Según Ribadeneira, los desplomes en los pedidos de flores representan unos USD 40 millones en riesgo de no pago por cambios en las prioridades de consumo y el desplome del rublo.


La producción bananera en Santo Domingo de los Colorados reclama precios justos. Los productos perecibles son difíciles de reubicar en otros mercados.

La floricultura, uno de los sectores más afectados, es una industria que emplea al menos 13 personas por hectárea, un negocio que no se puede tecnificar demasiado. “Un 60 % de los costos de producción son por el personal” cuenta Gabriela Moreta, que sabe que la industria de las flores requiere de una gran cantidad de mano de obra. Es un sector que emplea a alrededor de unas 54 mil plazas directas.


La Gypsphila es una flor que se vende al peso. Es un clásico acompañamiento de las rosas.

En términos de competitividad, Ecuador tiene varios desafíos de cara al futuro, reiteran los empresarios locales. Por ejemplo, con relación  a Colombia hay que competir con sueldos básicos más bajos, con aranceles que Colombia no paga en EE. UU. y con un país que recibe mucho más tráfico aéreo comercial. Pero Moreta asegura que en términos de calidad hay flores ecuatorianas que no tienen comparación. Aunque ahora en el continente africano se están abriendo nuevos caminos, a donde varios ecuatorianos han ido a abrir nuevas fincas.

De por sí, la industria de las flores es un mundo de incertidumbre. Cuando hay lluvia hay más bichos. Cuando hay sol crece mucha flor. Alrededor del 10% de las cosechas en campo se va a la basura por no cumplir con los estándares de calidad.

Hay potencial de crecimiento

En tema de importaciones Fedexpor también advierte de un encarecimiento de los productos que llegan de la región euroasiática. “Rusia es un gran exportador de urea, Ucrania de trigo y aceite de girasol a nivel mundial, eso hace que la escasez de esos productos ejerza una presión hacia otros productos de exportación ecuatorianos como el atún o el aceite de soya” menciona el directivo de la federación de exportadores.

Ribadeneira agrega que los movimientos de comercio exterior no se generan en el corto plazo, “colocar USD 700 millones de banano en otro mercado es muy difícil, sustituir un mercado como el ruso es imposible. Lo que se intenta es tratar de enviar productos a través de bancos que no han sido sancionados”. Con la pérdida de precios con estos desvíos, el exportador deberá analizar si se le genera alguna utilidad.

Los empresarios ecuatorianos están en constantes diálogos con las navieras para hacer llegar ciertos productos por nuevas rutas. Los atrasos en los pagos o los cambios en los precios son riesgos que hoy por hoy cada empresa debe asumir, no hay garantías.

Ribadeniera argumenta que no se debe “exportar impuestos”, o trasladar los costos afuera. Según el directivo al no tener bienes únicos, el precio lo determina el mercado. “Al tener bienes que compiten con otros países hay que ser eficientes desde el punto de vista competitivo”. Los impuestos de salida de divisas a los fletes navieros y aéreos que los encarece y agrega costos a los envíos de esos productos, aunque la medida pretende evitar la fuga de capitales y divisas al exterior.

Ecuador en un punto estratégico

En una entrevista con el Servicio Nacional de Aduanas (SENAE) se constató que el tráfico aéreo comercial ha disminuido. Según Felipe Ochoa, director distrital del SENAE, el incremento de las exportaciones está conectado al aumento en las importaciones. “Traemos muchas cajas y papel como materia prima precisamente para los productos que exportamos”.

De Ucrania se traían grasas y aceites de alimentos que se utilizan como materia prima de otros procesos, jabones, detergentes, artículos de limpieza, azúcares y confitería. Según Ochoa el efecto de las exportaciones es el que más impactos tendrá en el corto plazo.

Ya se ha notado menos tráfico en el aeropuerto de la capital. La mayoría de las flores salen usualmente por aire, hasta los últimos días de enero se veía actividad sin parar. “La demanda era tanta que faltaron rutas” agrega Ochoa. La frenética actividad de enero y febrero, antes dell día de la mujer, contrasta con la ralentizada acción actual.

Otro problema que no ayuda a combatir la guerra de precios tiene que ver con el poco tráfico de importaciones en el Ecuador. “Los aviones de carga cuando vienen al Ecuador llegan vacíos y cuando salen, salen llenos. El sector florícola termina pagando el flete de las dos vías” dice el directivo del SENAE.

En la Aduana han estado trabajando para que la normativa sea más amigable al tema de los traslados. “Por ejemplo, un avión de carga que sale de Miami con destino final Buenos Aires que pueda traer la carga a Quito y que de aquí se la lleven otros aviones. Lo que se busca es que haya más vuelos que llegan con carga para disminuir el costo de los exportadores” concluye Ochoa.

Lo que se busca es hacer un “hub” de carga: facilitar costos accesibles para hacer transbordos en nuestro terreno, posibilitar que las cargas que vienen de afuera puedan llegar a Ecuador, bajar la carga y que el siguiente vuelo se pueda llevar esa carga. Al estar el país en un punto central de Latinoamérica se puede aprovechar la ventaja geográfica para aumentar el transporte aéreo de carga.

Sin embargo, esos proyectos no se verán hasta el largo plazo. Por lo pronto, la guerra en Rusia ya ha golpeado a algunos de los sectores más importantes de la economía local. En un conflicto que está lejos de terminar no hay quien se atreva a presagiar el futuro de la economía local.

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