

La pandemia afecta a la población masculina, sobre todo mayor de 50 años. Foto: PlanV
El ministro de Salud pasó de considerar que la situación en Pichincha "no es grave" a admitir, ayer, ante los asambleístas de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, que es "crítica". El médico Juan Carlos Zevallos, quien la semana pasada minimizaba el hecho de que en la capital ya no hay camas de terapia intensiva disponibles, dijo ante los legisladores, con los que se conectó por medio de vídeoconferencia, que "en Quito y la provincia de Pichincha hay una situación crítica", así como en otras ciudades como de la Sierra como Latacunga, Riobamba, Cuenca por la "ola de expansión del virus" que ahora golpea al altiplano ecuatoriano.
El ministro agregó que "estamos en la mitad de la pandemia o en un punto, en el que no sabemos cuándo va a bajar"y admitió que hay un 40% de mortalidad en el pasado mes de junio, si se lo compara con los años anteriores. Zevallos dijo que de marzo a julio de 2020, se reportó un aumento de 1519 fallecidos que corresponden al 11, 1%, lo que implica un "exceso de la mortalidad", sobre todo en la capital y su provincia. El ministro sostuvo tambipen que 4 de 10 pacientes que ingresan a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) mueren aunque 9 de cada 10 personas "pueden curarse del virus en casa".
Muerte en el hogar
Pero es precisamente en las casas en donde mueren más personas. Según información de la Policía, hasta semana anterior se habían levantado por lo menos 130 cuerpos en Quito, de los que solo 126 fueron identificados. La mayoría de hombres mayores de 50 años, quienes murieron en sus casas (110) hasta donde llegó la Policía a retirarlos. 16 cuerpos quedaron en las calles y apenas cuatro en los hospitales. Muchos fueron enviados a quedarse en su domicilios a esperar que superen en virus. Otros, simplemente, no fueron atendidos en los hospitales de Quito.
De los 130 cuerpos levantados por la Policía, la gran mayoría eran hombres (92) mientras solo 38 fueron mujeres. También eran ecuatorianos en su mayoría, (116) pero hubo cinco colombianos, cuatro venezolanos y un español. Apenas 36 de los muertos tuvieron diagnóstico de COVID, es decir, resultado de la prueba PCR, mientras que la gran mayoría, 94, murieron son él. Del total de los fallecidos, solo cinco tenían menos de 49 años, 41 tenían más de 50 años y 80 más de 65 años.
Del total de los fallecidos recogidos por la Policía la semana pasada, solo cinco tenían menos de 49 años, 41 tenían más de 50 años y 80 más de 65 años. La mayoría eran hombres.
El 16 de julio, día trágico
A pesar de las cifras policiales, en las estadísticas oficiales de fallecimientos entran solamente quienes tuvieron una prueba PCR positiva. Así, entre el 14 y el 19 de julio de 2020, 53 personas han muerto en Pichincha con diagnóstico. El día más trágico fue el 16 de julio, cuando las estadísticas registran la muerte de 27 personas.
Mientras esto ocurre, las muestras tomadas siguen represadas. Si para el 12 de julio había 22.680 muestras sin resultados, para el 19 de julio se estiman en 29.400 las que los labotatorios del Estado aún no procesan.
Entre el 14 y el 19 de julio, el Gobierno reportó haber tomado por lo menos 20.770 muestras a nivel nacional para analiazar en sus laboratorios. El día que menos muestras se recibió fue el 15 de julio, con apenas 470, y el día con más muestras tomadas el 14 de julio con 6487.
En todo el país, entre el 14 y el 20 de julio, se han registrado 6565 nuevos contagios. El día con más positivos fue el 14 de julio, con 1111 y el día que menos infecciones hubo fue el 19 de julio, con 631.
Entre el 14 y el 17 de julio, el indicador ha fluctuado entre 0,12 y 0,13, uno de los más bajos de la región. Así, con datos del 19 de julio, se pudo establecer que Chile realizó ese día 0,83, Colombia 0.50, Perú 0,15 y Ecuador apenas 0.12.
Pero mientras los contagios aumentan, el país está estancado en un indicador internacional: las muestras tomadas por cada mil habitantes. Entre el 14 y el 17 de julio, el indicador ha fluctuado entre 0,12 y 0,13, uno de los más bajos de la región. Así, con datos del 19 de julio, se pudo establecer que Chile realizó ese día 0,83, Colombia 0.50, Perú 0,15 y Ecuador apenas 0.12.
¿Volver al rojo?
Para el defensor del Pueblo, Freddy Carrión, y la integrante del Consejo de Protección de Derechos de Quito, Sybel Martínez, se debe considerar seriamente el volver al semáforo rojo en la capital ante el aumento de los casos y el desborde los hospitales. La Defensoría del Pueblo publicó un exhorto en el cual pidió a las autoridades del COE Nacional y al Municipio retomar una cuarentena más estricta en la capital.
Pero la respuesta del régimen fue policial. Con la teoría de que el aumento de contagios se debe a la "desobediencia civil", el Ejército, la Policía Nacional y la Policía Metropolitana iniciaron operativos en los barrios populares del norte, centro y sur de la capital, en donde los contagios son más significativos. Las redadas se realizan en canchas, calles, parques y otros sitios en donde la gente se reúne para jugar o, inclusive, para beber, como ha señalado la propaganda oficial mostrando casos de jóvenes en estado de ebriedad. La fuerza pública también ha intervenido en fiestas en algunas casas, y se empieza a hablar de "fiestas clandestinas" en varios barrios populares. Pero en ningún caso se discute volver a implementar una cuarentana más estricta en Quito. El alcalde Jorge Yunda, golpeado políticamente por los cuestionamientos a su administración y al programa de pruebas moleculares que compró, no se ha pronunciado sobre este debate.
Pero la respuesta del régimen fue policial. Con la teoría de que el aumento de contagios se debe a la desobediencia civil, el Ejército, la Policía Nacional y la Policía Metropolitana iniciaron operativos en los barrios populares del norte, centro y sur de la capital, en donde los contagios son más significativos.
A 45 minutos al sur de Quito, el alcalde del Cantón Mejía, con capital en Machachi, dio marcha atrás al desconfinamiento y volvió al rojo, alegando que su población no tiene capacidad de atención médica y que las muertes han aumentado de manera exponencial, al extremo de que el cementerio local está desbordado.
En Mejía hay 378 casos confirmados, y solo en junio 129 (34,13 % de su total cantonal). En lo que va de julio se han sumado 22. En las localidades de Mejía se contagian cuatro personas diarias.
Para el alcalde, Roberto Hidalgo Pinto"poseemos hospitales básicos que solo están en la capacidad de estabilizar a los enfermos contagiados de COVID-19" lo que hace necesario volver a la cuarentena en el cantón, que se dedica sobre todo a la agricultura y la ganadería. Pero como el Gobierno flexibilizó también el rojo, el alcalde Hildago reconoció que volver a ese color no significará un cambio sustantivo en las medidas de confinamiento.
En Loja, el cantón Macará vuelve al rojo este 22 de julio al igual que cuatro cantones de Tungurahua: Baños, Patate, Quero y Cevallos. En esa misma provincia, el alcalde de Pelileo, Leonardo Maroto, dio positivo a la COVID.
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