Despliegue estratégico: Aumento de actividades militares brasileñas en las fronteras con Venezuela y Guyana . Foto: REUTERS | Ueslei Marcelino
Cuando se habla de conflictos limítrofes es imposible no recordar el largo diferendo que mantuvieron Ecuador y Perú, que por décadas y hasta siglos, marcó la relación entre los dos países, con varios conatos bélicos en ese lapso. Títulos coloniales, laudos, arbitrajes y una solución que no fue la más justa, hace 25 años, marcaron el final de este secular problema. La similitud de este diferendo con el del Esequibo (Esequiba en algunos textos) estaría marcada por las amenazas de un país más grande y mejor dotado militarmente, frente a un pequeño Estado con menores recursos bélicos.
Asimismo, se podría argumentar que la invasión de Rusia a Ucrania fue una guerra de fronteras por reivindicaciones históricas todavía no aclaradas ni definidas; o que el ataque de Israel a Hamas es por eliminar al grupo terrorista y se trata de una acción militar, sin saber exactamente si el Estado hebreo intentará desoír los acuerdos de Oslo y retomar esos territorios en disputa. Lo cierto es en Sudamérica, en pleno siglo XXI, se viene desarrollando una posible escaramuza limítrofe entre Venezuela y Guyana.
Los organismos y tribunales internacionales de justicia, que habrían zanjado la divergencia mediante un fallo que debía ser aceptado por las partes y pese a las advertencias que hicieron al régimen de Nicolás Maduro sobre la realización de un referéndum para anexión una parte de la Guayana Esequiba (Guyana Esequibo * en algunos portales informativos) —rica en materias primas, oro, petróleo y gas—, el mandatario obtuvo una victoria electoral que le permitiría también retomar el control de Venezuela ante la inminencia de las próximas elecciones presidenciales, donde una fuerte candidata opositora, María Corina Machado, resultaría un riesgo que los chavistas no quieren correr.
El triunfo de Maduro hizo que escalen las tensiones en América Latina. El Esequibo es un territorio que está en medio de una histórica disputa que tiene como objetivo riquezas naturales comprobadas, que ayudarían al régimen de Maduro a paliar los serios problemas económicos.
El triunfo de Maduro hizo que escalen las tensiones en América Latina. El Esequibo es un territorio que está en medio de una histórica disputa que tiene como objetivo riquezas naturales comprobadas, que ayudarían al régimen de Maduro a paliar los serios problemas económicos de los que adolece el país y que han obligado a la mayor diáspora de ciudadanos en las últimas décadas (8 millones de personas, según la ONU).
Un "éxito aplastante, una victoria histórica" y la demostración de que "Venezuela tiene un sistema electoral transparente y confiable", dijo Nicolás Maduro refiriéndose a la victoria en un referéndum donde se jugó todas sus cartas, aunque creando un nuevo foco de tensiones en una América Latina ya de por sí bastante polarizada por las diferencias ideológicas entre los gobiernos de los diferentes países.
Aunque aún parecen lejanos los atisbos de una guerra, en el horizonte aparecen los primeros indicios que tanto EE. UU. como Gran Bretaña miran con preocupación el asunto. A lo largo de las fronteras de Guyana, en el noreste del subcontinente latinoamericano, se han concentrado tropas, tanto del Brasil, preocupado por lo que pueda pasar, como de la propia Guyana que, con apenas 800 mil habitantes, puede verse atropellada por los vientos patrióticos y nacionalistas que, desde hace semanas, soplan desde Caracas.
El referéndum trataba sobre la anexión venezolana de una buena parte de Guyana Esequibo, un territorio de 160 mil kilómetros cuadrados rico en materias primas, oro, petróleo y gas y consagró con apenas un poco más de 10 millones de votos un derecho que considera también central e histórico. Una avalancha del sí que rozó el 90%.
Antecedentes históricos
Fueron cinco preguntas sobre una antigua reivindicación territorial sobre esta excolonia británica que se independizó en 1966. Rodeada de una densa selva, Guayana Esequiba fue conquistada por el reino de España que intentó repoblarla; luego pasó a manos de los holandeses y finalmente fue cedida a Gran Bretaña.
Agotada por la guerra de Independencia, Caracas renunció a ese pedazo de tierra que siempre le perteneció y recién en 1899 se presentó ante el Tribunal Internacional de Justicia de París con un reclamo sobre una soberanía que el veredicto, conocido como Laudo Arbitral de París, asignó definitivamente a Londres, capital de la antigua colonia.
Venezuela denunció elfallo y lo calificó como estafa, negándose a aceptarlo. La disputa quedó pendiente por más de medio siglo y sólo cuando Gran Bretaña concedió la independencia a su antigua colonia, llegó a un acuerdo con Venezuela reconociendo reclamos de su vecino y propuso que la disputa sea dirimida por la ONU.
El tema volvió al candelero en 2020 cuando la Corte Internacional de Justicia, se hizo cargo del expediente por pedido de Guyana, cuando se descubrió una importante cantidad de materias primas muy ricas que podían despertar la ambición del ahora empobrecido vecino venezolano.
La disputa quedó en el limbo, sin un acuerdo claro y definitivo. Cuando Hugo Chávez llegó al poder buscó un clima de distensión con la nueva Guyana independiente, Estado pobre y sin recursos, le ofreció ayuda y le vendió su petróleo del Orinoco a precios muy bajos a cambio de un acuerdo geopolítico para fortalecer el liderazgo energético chavista en la región. Maduro, entonces Ministro de Relaciones Exteriores, siguió las directrices del líder y cuando en las luchas internas del MAS (Movimiento Al Socialismo) se perfilaba como el futuro delfín de Chávez, esa "distracción" le provocó reproches de sus coidearios y de miembros de la oposición.
El tema volvió al candelero en 2020 cuando la Corte Internacional de Justicia, se hizo cargo del expediente por pedido de Guyana, cuando se descubrió una importante cantidad de materias primas muy ricas que podían despertar la ambición del ahora —paradojas de la vida— empobrecido vecino venezolano. Ya ocurrió, y aunque la ONU aún no se ha pronunciado y pasarán años antes de que lo haga, el mismo Maduro agitó las aguas y promovió un referéndum, movilizando a todo el aparato estatal. Guyana pidió a Naciones Unidas impedir la consulta, lo que fue aceptado por la Corte, aunque rechazó la solicitud, pero advirtiendo a Caracas que evite "tomar cualquier acción que pueda alterar el control de Guyana sobre el Esequibo".
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, señalando la región del Esequibo en un mapa. Foto: picture-alliance/dpa / Miraflores Press
Los tonos belicosos de Maduro
La exhortación de Maduro no fue solo retórica. La movilización de tropas y los tonos que utilizó el mandatario fueron muy claros. “Esa tierra nos pertenece, fue defendida por nuestros libertadores y será defendida nuevamente”, dijo pocas horas antes de la apertura de los colegios electorales en todo el país.
Las dos últimas de las cinco preguntas propuestas suscitaron mucha preocupación. La cuarta inquiría si "estamos de acuerdo en oponernos por todos los medios, respetando la ley, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar en espera de delimitación". La frase "por todos los medios" no quedó clara y puede hacer presuponer el uso de la fuerza y la anexión por medios militares.
La quinta pregunta era más explícita: si "estamos a favor de la creación del Estado de Guyana Esequiba y el desarrollo de un plan global acelerado de asistencia a la actual población de ese territorio que incluya el otorgamiento de ciudadanía y cédula de identidad venezolana". Una integración total de los habitantes, que pasarían a ser venezolanos.
Tanto entusiasmo y pasión del régimen venezolano puede obedecer a dos necesidades. La primera es política, porque Maduro recurrió al nacionalismo para recuperar el consenso en una población que desaprueba su gestión y que ha llegado a niveles calificados como históricos. Así, el jefe de Estado venezolano busca distraer la atención de los problemas que llevaron al antes rico país a una crisis por lo que intenta recuperar terreno frente a una oposición que, con Corina Machado —líder de la derecha y potencial candidata en las elecciones de 2024—, podría derrotarlo y acabar con el castrochavismo en el país.
11.000 millones de barriles de crudo es el cálculo de las reservas petroleras en el territorio de guyana que el gobierno chavista se ha anexado unilateralmente. la apropiación dela riqueza petrolera del esequibo y la búsqueda de popularidad alientan a la dirigencia venezolana.
El segundo motivo es económico. De haber sido un país muy pobre Guyana ahora es un país muy rico, luego de que Exxson Mobil, multinacional estadounidense, identificara más de 40 campos petroleros en el Océano Atlántico, ubicados justo en el río Esequibo de Caracas, límite natural del territorio que Venezuela reclama. El cálculo es que en esos yacimientos hay alrededor de 11 mil millones de barriles de crudo y el pequeño país produce desde hace poco tiempo casi 400 mil barriles por día, lo cual ha provocado que el PIB nacional se dispare en un 43,5 % en 2022 y en 3,2% más en 2023. Un tesoro que sacó de la pobreza al estado más pobre y pequeño de Sudamérica.
Guyana tiene un futuro brillante, con posibilidades de convertirse en el país más rico de la Región si no cae en las garras de la corrupción. Maduro lo sabe. Para él, tener el Esequibo es un soplo de aire fresco para su país y para su disputa ideológica con EE.UU. que podría volver a imponer sanciones al régimen chavista si éste pone obstáculos a las elecciones de 2024, pero que tiene muchas necesidades de petróleo tras el bloqueo a Rusia por la invasión de Ucrania.
Aunque existe mucha incertidumbre, Maduro puede verse fortalecido por este éxito y puede defender este caso con más energía ante la ONU exigiendo un veredicto claro y definitivo. O a forzarlo amenazando a su vecino con una invasión armada. En ambos casos, con la oposición de Guyana, cuyo presidente Irfaan Ali, en ropa de camuflaje y junto a los soldados alineados en la frontera, dijo: "El Esequibo es nuestro, estamos dispuestos a defender cada centímetro cuadrado." Viene a la memoria el “ni un paso atrás” de Sixto Durán Ballén en 1995, durante la guerra del Cenepa…
El referéndum
El pasado 3 de diciembre, el gobierno de Nicolás Maduro convocó a un referéndum en el que pidió la participación de todos los venezolanos. Según las cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE) votaron 10,5 millones de personas. La oposición sostiene que esa cifra está distorsionada y que es de 2,5 millones y hubo poca afluencia de votantes. Es difícil establecer una verdad objetiva por el control del régimen a los medios de comunicación y canales digitales. Según los datos oficiales, el sí a las cinco preguntas de la consulta superó el 90 %. Para Maduro y su gobierno fue un verdadero éxito.
¿Cuáles eran los temas de las preguntas del referéndum? En la primera se consultaba a los venezolanos si aceptaban rechazar el acuerdo, calificado como fraudulento, del Laudo Arbitral de París que, en 1899, asignó a Guyana —entonces colonia británica—, la soberanía sobre la porción de territorio de Esequibo.
La segunda era considerar el segundo acuerdo de Ginebra, de 1966, cuando logró su independencia de Gran Bretaña, como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria a la disputa sobre el territorio reclamado. En el tercero se votó para desconocer la competencia jurídica de la Corte Internacional de Justicia de la ONU para resolver la controversia.
La cuarta pregunta era para oponerse con cualquier medio, con respeto de la ley, a la pretensión de la Guyana de decidir unilateralmente (incluso, veladamente, con el uso de la fuerza). La quinta, crear el estado de Guyana Esequibo, lanzando un plan de desarrollo acelerado de asistencia global a la población y otorgándoles la ciudadanía y la cédula de identidad, incorporando a dicho Estado en el mapa del territorio venezolano.
Un hombre disfrazado participa en una marcha a favor del control de Esequibo en Caracas, Venezuela, el 26 de septiembre 2023. Foto: Ariana Cubillos (AP)
¿Por qué Venezuela reivindica la Guayana Esequibo?
Cuando España erigió la Capitanía General de Venezuela, el Esequibo fue parte de ese territorio, según la Cédula Real. Al obtener su independencia en 1811 esa tierra era parte de la soberanía del nuevo Estado venezolano. Todo se complicó cuando el Reino Unido firmó un pacto con los Países Bajos para adquirir 51.700 kilómetros cuadrados al este de Venezuela, sin definir la frontera occidental de lo que luego sería la Guayana Británica.
Londres encargó a un explorador crear la Línea Schomburgk, que incluía 80.000 kilómetros cuadrados de territorio adicional. Este litigio terminó en París, cuando un arbitraje internacional otorgó esa región al Reino Unido. El veredicto fue impugnado sobre la base de un memorando de un abogado estadounidense, Severo Mallet-Prevost, defensor de Venezuela en el arbitraje de París, denunciando que el veredicto fue fruto de un compromiso político y que los jueces no fueron imparciales.
Desde entonces para Venezuela el laudo fue considerado nulo y sin valor y buscó reformularlo. En 1966 Gran Bretaña reconoció la validez de los reclamos de Venezuela y en el acuerdo de Ginebra se acordó encontrar soluciones satisfactorias para ambas partes.
¿Por qué le interesa tanto este territorio a Venezuela? Luego de casi medio siglo, Guyana descubrió un inmenso tesoro bajo tierra. Esequibo, con 159 mil kilómetros cuadrados rodeados en su mayoría por densos bosques y sin habitantes, se ubica en el corazón del Escudo Guyanés, y es una zona que tiene grandes reservas de oro, cobre, diamantes, hierro, bauxita y aluminio.
Frente a sus costas también existen inmensos yacimientos de petróleo que Exxon Mobil descubrió en 2015 (Maduro exige que las transnacionales del imperio abandonen ese lugar inmediatamente, o se sometan a la ley venezolana). Se trata de 46 sitios que acumulan reservas de crudo por once mil millones de barriles (0,6 % del total mundial), con lo que Guyana se ha convertido en uno de los países más ricos de la región, luego de haber sido uno de los más pobres, junto con Haití. Una de las tesis que más se manejó en el diferendo ecuatoriano-peruano fue la disputa por la existencia de yacimientos minerales en la Cordillera del Cóndor.
25% es la previsión del crecimiento del pib de la república cooperativa de guyana, que fuera colonia británica hasta 1966. el país tiene fósiles y matrias primas que, desde su decubrimiento y explotación han despertado la ambición de su poderoso vecino venezolano.
El PIB de Guyana en 2022 fue del 57,8 %, el mayor aumento en la región sudamericana y con previsión de crecimiento de un 25% al finalizar 2023. Además de fósiles y materias primas, el país tiene una vasta red de recursos hídricos que lo convierten en un paraíso natural no contaminado.
Además de las razones económicas ya expuestas, lo que impulsa a Venezuela son también razones políticas vinculadas a la profunda crisis del régimen de Maduro, que busca recuperar el consenso, pues su popularidad cayó al 15 %, según las últimas encuestas. Por eso, apelar al nacionalismo y al espíritu patriótico sirve para consolidar en torno al presidente chavista la adhesión a un proyecto carente de futuro. ¿Qué mejor que una escaramuza bélica? Esto lo saben personajes como Putin, Netanyahu o el recientemente liberado expresidente peruano Alberto Fujimori.
Además, este referéndum lofreció a Maduro la oportunidad de demostrar que su gobierno puede organizar, de manera transparente, las consultas solicitadas por la comunidad internacional para las elecciones presidenciales del segundo semestre de 2024. Y, asimismo, movilizar a millones de personas sería una respuesta a la participación masiva en las primarias de la oposición en las que triunfó la líder de derecha Corina Machado, probable candidata que desafiaría a Nicolás Maduro.
¿Hay el riesgo de un conflicto?
Maduro no está dispuesto a ceder el poder y podría hacer cualquier cosa. Incluso forzar y anexar a la Guyana Esequibo, con un resultado que podría legitimarlo ante los ojos de su electorado, pero no ante la comunidad internacional, porque sabe que ni Gran Bretaña ni EE.UU. le otorgarán un cheque en blanco.
Existe el riesgo de que se produzca otro conflicto porque la tensión está aumentando con Brasil, que delimita con ambos países y con la propia Guyana, que viene concentrando tropas en sus fronteras. Venezuela avanza y ha comenzado a abrir carreteras en la selva de Esequibo y ha movilizado tropas que están llevando medicinas, alimentos y apoyo logístico a los pueblos fronterizos.
*El territorio tenía el nombre de Guayana, cuando era colonia británica. En 1966, cuando adquirió su independencia, pasó a llamarse República Cooperativa de Guyana.
[RELA CIONA DAS]
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