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Una marcha masiva se realizó en Quito en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Mujeres, niñas y familias completas asistieron. Foto: INREDH
El de Latacunga es uno de los tres centros de privación de libertad de máxima seguridad en el país. Pero al igual que otras cárceles tiene muchas vulnerabilidades. Archivo: PlanV
Foto: Luis Argüello/PlanV. Ilustración: freeolabini.org
Esta nave de Aeroregional repatrió a los ecuatorianos desde México. Aterrizó primero en Panamá para traer algunos suministros al país. Foto: EFE
Foto referencial
En la Embajada del Ecuador en Ciudad de México, en el barrio de Polanco, ha habido reuniones para tratar de repatriar a los más vulnerables. Foto: Twitter de Enrique Ponce de León
Fotos: Alexandra Cárdenas
Alexandra mantiene el buen ánimo a pesar de superar las tres semanas de crisis. Las medidas sanitarias son extremas para evitar el contagio y ella lo muestra en una fotografía colocada en su cuenta de Twitter.
Alexandra Cárdenas se mudó desde Quito hacia China.
Guangzhou, China.- Cuando veo los ojos llenos de lágrimas de mi hijo mientras me dice “¡mamá, ya no me des más tareas, lo que quiero es ir al colegio por favor!”, es cuando mi realidad me duele.
El cáncer es vencible, no es sinónimo de muerte. Pero para declararse vencedor se necesita acceso a tratamiento y a medicina, se necesita recursos para afrontar una batalla que puede costar -por lo menos- 5000 dólares mensuales. En Ecuador, los datos del Ministerio de Salud Pública indican que 68000 personas enfrentan la enfermedad. Solo en 2019, se realizaron 38.000 diagnósticos que dieron como resultado: cáncer. ¿La particularidad? Esos miles de casos son pacientes que viven en zonas rurales. Lejos. Allá donde los servicios médicos pueden o no llegar.
Las operaciones militares empezaron a mediados de diciembre de 1994 y culminaron a mediados de 1995. El esfuerzo militar de estos soldados permitió el cierre de la frontera común entre Ecuador y Perú.
Foto: AFP
Los impactos de las violentas movilizaciones ocultaron, de varias maneras, el mar de fondo de las protestas: la implacable y rigurosa vida de un Chile privatizado al extremo.
En un par de meses ya cumpliré 14 años viviendo en España. Tengo la suerte de haber podido salir de Chile y llegar a este país, que a pesar de no ser uno de los más ricos de Europa, las cosas funcionan relativamente bien. Todo lo que para mí algún día fue normal, la vida que llevaba en Santiago, con el tiempo comencé a darme cuenta de que en realidad no tenía por qué serlo.
Fotos: Luis Argüello / PlanV
Héctor Cañar, quien participó en las manifestaciones contra el gobierno, muestra la herida de du operación luego de que un efectivo de la fuerza pública le disparara perdigones.
Después de la visita de las delegación de la CIDH y de la ONU para levantar información sobre violaciones de derechos humanos durante las movilizaciones de octubre, los testimonios de decenas de personas que han sido víctimas de abusos empezaron a revelarse. Y no solo los investigadores internacionales tuvieron la oportunidad de escucharlos, sino los mismos legisladores en la Comisión Especial que se creó para analizar los hechos del paro.
Foto: Luis Argüello / PlanV
En el hospital Eugenio Espejo se encuentran personas que han sido heridas durante las protestas. Uno de las más graves es Juan Olovacha que fue operado para retirarle los perdigones.
Con una carpeta llena de documentos, Edwin Poalacin permanece en el hospital Eugenio Espejo de Quito. Es uno de los familiares que cuida a Juan Olovacha, de 30 años, oriundo de la parroquia Quisapincha, cerca de Ambato. Olovacha fue parte de un grupo de 40 personas que llegaron de esa comunidad para protestar contra el Decreto 883 el pasado 7 de octubre. Pero un día después, en medio de las manifestaciones, el joven universitario fue impactado por un proyectil en su cabeza que le dejó siete perdigones incrustados.
Fotos: Luis Argüello / PlanV
54 policías fueron secuestrados en Calderón el 12 de octubre. En la imagen muestran como se cubrieron cuando fueron obligados a pasar por una multitud que los agredió con palos y fierros.
Siete horas de desesperación en Calderón
Este es el relato de cinco policías que vivieron el secuestro en esa parroquia del norte de Quito:
Foto: Periodistas sin cadenas
Los familiares del equipo de El Comercio encontraron paz tras su visita a Mataje.
Los familiares de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra se reconciliaron con Mataje, el último pueblo donde fueron vistos los periodistas de El Comercio. Sucedió el pasado viernes, 12 de abril, a un día de que se cumpliera un año de la confirmación del asesinato del equipo periodístico que fue secuestrado por el grupo de alias Guacho. El colectivo Periodistas sin cadenas organizó la visita para conmemorar la memoria de los reporteros. También para dejar el mensaje que la prensa libre no abandonará la cobertura de la zona.
Foto: Facebook Justicia para Vanessa
Familiares y grupos feministas han realizado plantones en Ambato y en Quito para que se esclarezca la muerte de Vannesa Ladines.
Vanessa Landinez Ortega fue agredida el 19 de octubre de 2013 en Ambato. Los golpes fueron tan fuertes que le provocaron la muerte. Tenía 37 años y dejó una niña en la orfandad. Hay un procesado que debe presentarse todas las semanas a la Fiscalía, pero la abogada de la familia denuncia que no lo está cumpliendo. Han pasado casi seis años y la familia de Vanessa aún teme que los jueces les quiten el derecho a tener justicia. Aquí el testimonio de Rosa Ortega, prima de Vanessa:
Proteger el Estero Salado fue la razón de los desalojos de 2015. Hoy ese Estero, en Isla Trinitaria, está lleno de basura. Allí niños y jóvenes se bañan a diario.
A Trinitaria el cemento la divide en dos. A su ingreso, sus calles están pavimentadas y sus casas son de bloques. Al final, el paisaje cambia rápidamente: casas de caña y calles enlodadas. El cemento es sinónimo de legalización. Mientras que el lodo, abandono e irregularidad. Y son esos vecinos, los de ‘atrás’, para quienes aún la pesadilla del desalojo no los deja dormir.