
Detrás de cada gran fortuna hay un crimen. (Honoré de Balzac)
La democracia, es esencialmente, la victoria de los pobres. Su consigna es esencialmente la libertad, de la libertad nace la igualdad. Los que presiden los destinos de la ciudad, en cuanto prueban el poder, quieren poseer cada vez más poder. El tirano es la antítesis de la ciudad ideal porque rompe los lazos con la sociedad. Estas ideas no las proclamó Marx, sino Platón.
El 2 de octubre de 2021, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, coordinó una investigación en la que participaron más de 600 periodistas de 100 países de todo el mundo. Develaron 11,9 millones de documentos confidenciales sobre evasión de impuestos. La investigación desentrañó un tinglado financiero de algunos millonarios y políticos influyentes que escondieron ganancias por más de 330 mil millones de dólares. En esta siniestra lista se encontraban los presidentes Sebastián Piñera de Chile, Luis Abinader de República Dominicana y Guillermo Lasso de Ecuador.
Esta investigación no partió de un interés proselitista, sino que se enfocó en combatir la evasión de impuestos que representa el 10% del PIB mundial. Lamentablemente, la prensa ecuatoriana ni participó ni informó a los ecuatorianos sobre este grave escándalo de corrupción. Este monumental tinglado de evasores fue cubierto por periódicos como El país, New York Times, BBC y Washington Post. Recuerdo que Jaime Bayly, reconocido escritor de la derecha peruana, refiriéndose a Lasso, lo tildó de ser un tipo sin transparencia que ocultaba su riqueza en sociedades financieras anónimas. Paradójicamente, la prensa ecuatoriana hizo mutis y lo peor de todo es que la fiscal Diana Salazar no consideró que existiese delito en los negocios opacos de Lasso y sus sociedades offshore.
La bancocracia junto a la infocracia protegió a Lasso para que continúe con sus políticas de ajuste y desmantelamiento del Estado. Ecuador perdió mucho terreno en salud, educación, seguridad, servicios básicos. Nuestro país retrocedió décadas aupado por una prensa totalmente obsecuente que rara vez se refería a la ineptitud del gobierno. Ahora, el portal de noticias La Posta ha develado audios donde aparecen familiares y amigos del actual presidente realizando negocios con la mafia albanesa.
Mientras el periodista venezolano Anderson Boscan entregaba en la Asamblea Nacional 35000 documentos confidenciales sobre los negocios ilícitos entre miembros del gobierno y mafia albanesa, los principales noticieros ubicaron a este escándalo como un suceso sin mayor importancia. Después de treinta minutos de iniciado el noticiero nocturno de Ecuavisa se mencionó el “supuesto negociado de funcionarios del gobierno con narcotraficantes”. Manipulación grotesca de información.
La libertad de expresión no puede funcionar de manera discrecional, no puedes exigir transparencia a un gobernante y a otro no. El modus operandi de Lasso y sus asesores quedó claro: demonizar al correísmo para convertir a Lasso en un líder acrisolado que ha llegado al poder para salvarnos de tanta inmundicia ética
Las corporaciones mediáticas, durante más de seis años, siguieron un guion predecible, nos bombardearon con supuestos actos de corrupción en el gobierno de Rafael Correa. El Guasón de ciudad Gótica fue Correa quien apareció como el enemigo púbico número uno. La libertad de expresión no puede funcionar de manera discrecional, no puedes exigir transparencia a un gobernante y a otro no. El modus operandi de Lasso y sus asesores quedó claro: demonizar al correísmo para convertir a Lasso en un líder acrisolado, de buena familia que ha llegado al poder para salvarnos de tanta inmundicia ética, porque él, como es millonario no necesita robar. Estereotipo deleznable que fue demolido en las últimas elecciones.
Después de las elecciones seccionales y plebiscitarias del 5 de febrero, los grandes derrotados, además del gobierno y los socialcristianos, son los mass media que han perdido toda credibilidad. El correísmo, prácticamente desde la clandestinidad, alcanzó una victoria política contundente. Alcanzó 56 alcaldías, entre ellas las de Quito y Guayaquil, y 9 prefecturas. Este sorpresivo triunfo cambió el mapa político de un país silenciado por el lassismo quien estigmatizó el voto NO como un voto a favor del narcotráfico. Además, el movimiento indígena se posicionó como la segunda fuerza política en Ecuador.
El presidente Lasso y sus cheerleaders aparecen cada vez más desconcertados ante el baño de verdad que los ubica como lo que son: bancocracia y empleados del capital financiero internacional. Una de estas defensoras a ultranza del lassismo aconseja al presidente que ya es hora de invertir en lo social y que hay que bajar los impuestos a la clase media. A los medios se les acabó el discursillo manido de disciplina fiscal, eliminación de subsidios y austeridad. Patéticos.
Lasso siempre respondió al capital financiero, especulativo. Siempre fue un banquero. Entiéndase que el capital especulativo está vinculado al blanqueamiento de capitales de las diferentes mafias de narcotraficantes. La función de la bancocracia está por terminar, a Lasso sólo le queda el respaldo de la cúpula militar y de los medios de comunicación. Un gobierno totalmente desprestigiado en inviable como proyecto político. La suerte política del lassismo esta echada, alea jacta est.
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