
En mi habitual manía de revisar el tuiter cada mañana ni bien despierto, me tropecé con la entrevista dada por usted a diario El Comercio.
Lo primero que llamó mi atención, a parte de su anacrónico rostro, fue el titular: "Alexis Mera: ‘El Estado debe enseñar a la mujer a postergar su vida sexual". En un principio pensé que era una broma o que mis aún cansados ojos no estaban leyendo adecuadamente. Respiré, froté mis ojos y vi de nuevo la pantalla de mi celular; en efecto, para mi desagrado, estaba su foto y semejante titular, una frase casi textual de lo dicho por usted en la entrevista "El Estado debe enseñar a las mujeres que es preferible que retrasen su vida sexual".
No quiero referirme al Plan Familia, motivo de cuestionamiento, burla y suma preocupación para quienes dedicamos nuestra vida a la defensa de los derechos sexuales, reproductivos y LGBTI; ya harto se ha escrito sobre el terrible retroceso en derechos que implica la aplicación de dicho Plan, que a decir de Mónica Hernández aún es un borrador, y ojalá así se quedara; pero por las entrevistas dadas por Hernández y ahora por usted veo que el Plan queda corto frente a sus máximas llenas de conservadurismo y desprecio latente hacia las mujeres, LGBTI y el disfrute de la sexualidad.
Me referiré expresamente a lo manifestado por usted en la entrevista en mención a manera de réplica, haciendo uso de mi libertad de expresión, tan mancillada en este Gobierno que hostiga a las voces disidentes e intenta homogenizar la diversidad de pensamiento para que calce en la "verdad revolucionaria" verdeflex.
Cuando afirma que "Pero sí hay que enseñar a las adolescentes a prevenir el embarazo", usted de forma simplona deposita la única responsabilidad del embarazo adolescente a las mujeres. ¿Acaso las adolescentes se embarazan solas? ¿Es que siendo vírgenes conciben a través del Espíritu Santo hecho paloma? ¡No! Sus embarazos tienen contrapartes, aquellos adolescentes, hombres, a quienes una sociedad machista y patrialcal les ha enseñado desde pequeños que valen más que las mujeres y que son más "machos" entre más mujeres "poseen".
"El Estado debe enseñar a las mujeres que es preferible que retrasen su vida sexual y que retrasen la concepción para que puedan terminar una carrera. Eso hace que las mujeres tengan un mejor desarrollo".
El Estado no debe meterse en la vivencia privada ni de hombres ni de mujeres sobre su sexualidad; pero al parecer a usted solo le preocupa la vida sexual de las mujeres. Le recuerdo, abogado, que la Constitución de Montecristi, tan manoseada por esta "Revolución Ciudadana", establece en su artículo 66, numeral 9: "El derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad, y su vida y orientación sexual. El Estado promoverá el acceso a los medios necesarios para que estas decisiones se den en condiciones seguras". En ningún momento dice que el Estado debe "enseñarnos" a retrasar nuestra vida sexual.
Lo que dice, se lo pongo fácil, es que si una o un adolescente quiere vivir su sexualidad lo debe hacer de forma libre, informada, voluntaria y responsable y que el Estado le promoverá el acceso a los medios necesarios para que esta decisión se dé en condiciones seguras. Lo intento de nuevo, en palabras más amigables: dice que si ella o él quiere tener relaciones sexuales, el Estado debe darle información sobre las posibles implicaciones y consecuencias de hacerlo sin responsabilidad, lo que implicaría la transmisión de ITS (infecciones de transmisión sexual), de VIH o un embarazo no planificado, y ¿cómo evitaría todo eso si desea tener relaciones sexuales? Pues con el uso de condón y otros anticonceptivos, ante lo cual el Estado debe facilitar su acceso de forma ágil y segura. Debe ser su decisión y solo su decisión postergar su vida sexual hasta terminar una carrera; no la "enseñanza" del Estado. Sí, abogado, en la época actual es tan pero tan común que jóvenes se mantengan vírgenes hasta los 22 años o más.
El periodista le increpó sobre "gais, que pueden tener hijos biológicos", a lo que usted respondió que "Eso está prohibido en la Constitución". ¡¿Eso?! ¿Tan aberrante le parece que homosexuales tengamos hijas/os que se refiere a ese tema como "eso"? Ahora bien, ¿en qué parte de la Constitución dice que está prohibido que homosexuales tengamos hijos biológicos? Dicen que la ignorancia es atrevida y leyendo su entrevista lo confirmo una vez más. A ver, abogado, me tomo mi tiempo para darle una pequeña lección de derecho constitucional y eso que no soy abogada.
El artículo 68, inciso 2 dice que "La adopción corresponderá sólo a parejas de distinto sexo". Este es un inciso hecho a propósito contra las parejas homosexuales, que asume que estas parejas no podemos darle condiciones de vida sanas a las criaturas. No me detendré en esto, puesto que varios son los estudios de universidades prestigiosas a nivel internacional que han determinado que no existe diferencia entre la salud mental de un niño/a criado por parejas homosexuales de aquel criado por parejas heterosexuales.
Dejando de lado el tema de la adopción, le cuento que las/os homosexuales podemos tener hijas/os biológicos, y no solo que podemos sino que ya los tenemos. Hijas/os de anteriores compromisos heterosexuales o hijas/os nacidos dentro del seno de la relación de la pareja homosexual. ¿O nadie le contó sobre el caso Satya? Ella es hija biológica de Nicola, dentro de una unión estable y monogámica con Helen, a quien el Estado negó que tuviese el apellido de sus dos madres solo por prejuicios.
¿Acaso usted no ha leído el artículo 67 de la Constitución? Establece que "Se reconoce la familia en sus diversos tipos. El Estado la protegerá como núcleo fundamental de la sociedad y garantizará condiciones que favorezcan integralmente la consecución de sus fines. Estas se constituirán por vínculos jurídicos o de hecho y se basarán en la igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes". En este artículo se establece con claridad que los vínculos familiares son jurídicos o de hecho, ¿en qué momento dice que solo son biológicos? En ese sentido Nicola al parir a Satya es la madre biológica, pero Helen al haber sido parte activa de la decisión de tenerla a través de mecanismos de maternidad asistida, y ser parte activa de su crianza junto a Nicola, es su madre de hecho, y el Estado le niega su vinculación jurídica. Tomando este mismo ejemplo, si Nicola muere, el Estado al no reconocer a Satya como hija de Helen, se la arrebataría para dársela a algún pariente cercano de Nicola y en su ausencia se la quedaría para someterla a un proceso de adopción. ¿No le parece que destrozar así a esta familia sí que es aberrante?
Desconocer estas realidades o invisibilizarlas en su calidad de asesor jurídico de la Presidencia no solo es irresponsable, sino atentatorio contra los derechos de las poblaciones LGBTI.
Cambiando de tema, ¿ahora resulta que las mujeres nos dejamos violentar porque no nos valoramos? Afirmar esto es desconocer por completo el círculo y la dinámica de la violencia intrafamiliar; es desconocer las realidades socioeconómicas y educativas de la población ecuatoriana; es desconocer que vivimos en un sistema patriarcal donde las mujeres "son enseñadas" desde pequeñas que su vida es junto a un hombre y su obligación servirlo; y que es precisamente la lucha del feminismo la que cuestiona este sistema y busca que las mujeres se empoderen sobre sus derechos y exista igualdad de oportunidades y de libertades entre hombres y mujeres.
Y hablando de mayorías, ¿volvemos al discurso de que solo es válido lo que quiere la mayoría? Justificar todo en base a la aceptación de la mayoría no es democracia, abogado. Le recuerdo que los grandes tropiezos de la humanidad en cuestión de vulneración de derechos humanos han sido con la venia de la mayoría o ¿acaso no se enteró que Hitler y sus máximas eran aceptadas por la mayoría de las/os alemanes?
Pensar que cuestiones fundamentales de derechos se solventan consultando a la mayoría es no saber de historia y no entender la naturaleza de los derechos humanos. Por ello, es inconcebible justificar la obstaculización de derechos por una cuestión de mayorías versus minorías. Si la gran mayoría de la sociedad no quiere que se despenalice el aborto o no quiere el matrimonio homosexual es lo de menos. Estos temas deberían ser tratados con enfoque de derechos humanos y no con el enfoque electoral que ha llevado a la "Revolución Ciudadana" a enquistarse en el poder y no querer soltarlo.
Si de mayorías dependiéramos para todo, hoy por hoy afros, indígenas, personas con discapacidad, mujeres y LGBTI no tendríamos nada de derechos; lo poco o mucho que ahora tenemos en materia de derechos ha sido gracias a nuestras luchas, que siempre han tenido la oposición de las grandes mayorías.
La próxima vez que dé una entrevista, abogado, lea la Constitución y aprenda de la historia. Quedar en ridículo ahora, teniendo tanto acceso a información, realmente es una decisión.
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