
Periodista de Investigación, escritora de poesía y narrativa corta, especialista en perfilación criminal.
Al iniciar el 2019 el presidente Lenin Moreno ya empezó con baja credibilidad, su gobierno en general no tiene la confianza de los ecuatorianos, aunque de vez en cuando aplaudan ciertas acciones, como retirar el asilo diplomático al fundador de Wikileaks Julian Assange. Por este hecho, según un informe presentado el 16 de abril por la encuestadora Cedatos, el 72% de la población aprobó la decisión del Gobierno.
El desgaste de la confianza de los ecuatorianos se debe entre otras cosas a un hecho que es central en las personas de esta tierra: sus ingresos económicos. Los despidos para contribuir con la economía del país pone la situación social más tensa. Al final de los enfrentamientos entre correístas y morenistas quienes pagarán las deudas seremos todos los ecuatorianos, pues hasta el momento no se recupera el dinero de la inmensa corrupción, ya sabíamos que “lagarto que traga no vomita”.
Que todos los ecuatorianos terminemos pagando lo que falta, no es justo. Y el problema se vuelve mayor, cuando se habla de recortes de personal pero en el nivel más bajo. Los niveles jerárquicos no se topan, siguen con los mismos salarios y privilegios. Una Asamblea Nacional que goza aún de lujos. Contratación de asesores con sueldos altos, sino están de planta los contratan como consultorías externas. Mientras que las contrataciones de servidores que no ocupan cargos directivos, empiezan a ser con facturas, les piden que se cubran sus propios viáticos y no están asegurados. Y esta práctica, el sector privado empieza a tomarla con gusto. También hay recortes de personal pues todo el país está en crisis. Quién sabe cómo estén sus finanzas pero se declaran en crisis y prefieren tener a un trabajador que haga las labores de tres personas y si éste se reúsa, en la calle hay cientos que quisieran hacer ese trabajo y quizá por menos salario.
¿Que este problema lo heredamos del anterior gobierno? Sí, claro, pero las acciones actuales no son justas ni las más atinadas. Se quejan de un Estado obeso, pero no analizan la posibilidad de recortar, como lo menciono antes, niveles jerárquicos altos y al personal de nombramiento.
¿Que este problema lo heredamos del anterior gobierno? Sí, claro, pero las acciones actuales no son justas ni las más atinadas. Se quejan de un Estado obeso, pero no analizan la posibilidad de recortar, como lo menciono antes, niveles jerárquicos altos y al personal de nombramiento. Este grupo de nombramiento que a veces ni trabaja y solo va a timbrar. Se deberían hacer inspecciones y ver quien sí realiza su labor y quien no, pues también es una manera de robar el que no cumplan con sus obligaciones, porque de igual manera cada mes les cancelan sus sueldos.
Pero recortando a los niveles bajos ¿cuánto puede ahorrar el gobierno? A los privilegiados del poder se les debe recortar sus salarios. Los sueldos vitalicios y quienes reciben doble salario, por ética, deberían renunciar a tomar ese dinero. No hay confianza en el gobierno, porque nuevamente le piden al pueblo que se sacrifique. El mensaje es algo así: “Ustedes paguen, nosotros no tenemos nada que ver allí…”
¿Por qué se critica tanto las imágenes del presidente y su familia disfrutando de viajes y de buena comida, si los correístas también se dan sus banquetes? Porque en la actualidad a la gente de a pie le están dejando sin trabajo y es esta gente la que mira hacia arriba y dice yo la paso mal y los que están en el poder, no les pasa nada… Quien haya lanzado esas imágenes sabe que al pueblo le duele el bolsillo. Comunicacionalmente la oposición de Moreno sabe lo que hace…
¿Por qué la confianza va en declive? Porque además de la crisis no hay transparencia por parte del Gobierno. Tampoco queremos un parlante todos los sábados, porque eso no fue transparente. En el tiempo del expresidente Rafael Correa, no se daban cuentas claras a los ecuatorianos, se hablaba de cómo eran las reuniones y qué comían al salir de ellas. Eso no es pasarle un reporte de lo que se hace con el dinero del mandante (O quizá sí, pero en su forma más cínica).
Se señaló que WikiLeaks tuvo que ver con los INNA Papers, pero con la información que dio el propio Gobierno parece que no. El voto de confianza que necesitaría el presidente Moreno sería el explicarle al país quien fue. Varios editoriales de medios alternativos lo han dicho entre líneas, han sumado que uno más uno da igual a que fueron los correistas. Pero el Presidente necesita transparentar la información, lo que le pasa, si es que sus cuentas están claras. Si continúa con su política de darles la palabra a otras personas de su Gobierno, esto puede terminar en un estallido social, lo cual sus opositores están esperando ansiosos. Y nuevamente, comunicacionalmente sus opositores van 10 a 0. El Presidente necesita ganar al menos una partida.
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