Viernes, 27 de marzo 2020

08:00. En la madrugada me despertó el silencio. Fue como si en su corazón se hubiese abierto un agujero más silencioso aún, como si fuese una boca insaciable que se devorara a sí misma. ¿Puede el silencio contener en sí mismo más silencio?

Miedo. Sí, sentí miedo. Me tranquilizó escuchar el gorjeo de un pájaro de cola larga que anida en los limoneros que crecen en el lindero de la casa. Es lo único que existe como algo real en el mundo de afuera. El resto es una mala película apocalíptica.

Miedo: hace mucho tiempo leí un libro titulado Biología del comportamiento. Raíces instintivas de la agresión, el miedo y la libertad, de Konrad Lorenz y Paul Leyhausen, dos estudiosos del comportamiento animal. Miedo: hace huir del peligro y desata los mecanismos de defensa. Son los dos rostros del miedo. Nos preserva. Hoy se convierte en pánico o puede convertirse en pánico. Es explicable: por primera vez en la historia de los homínidos no podemos huir a ningún lado. Voy por un café.

10:00. Intento trabajar sin el preludio de noticias, cifras, comentarios. Algo avanzo, lo hago a tientas. En eso escucho que un hombre ofrece mascarillas a un dólar. Salgo al balcón. Es un hombre joven con mascarillas y guantes. ¡Qué inventiva! ¡Qué deseo de sobrevivir! Lo llamo y le compro algunas. No las necesito pero puedo compartirlas con los tricicleros que llevan pacientes al Centro de Salud.

Viene Fredy Fish, así lo llaman: trae langostinos. Fredy vive de entregar a domicilio pescado y marisco, dependiendo de la época. Se ha convertido; es evangélico y dejó su adicción. Hace poco los asaltantes de una camaronera asesinaron a su hermano que trabajaba de guardia. «¡Patrón! Que Dios le bendiga» es su despedida.

\Regreso a mi escritorio. Me cuesta volver a concentrarme. Navego entre noticias y cifras. Lo inimaginable hace una semanas atrás: Estados Unidos es el país que tiene el mayor número de contagios y allí la pandemia recién comienza. «America First» fue el slogan de campaña de Trump. Las predicciones de lo que allí pueda ocurrir son muy pesimistas: algunos millones de personas no tienen acceso al sistema de salud. Tendrán que dar su pelea, al igual que acá, igual que en todo el planeta. ¿Aprender de Corea del Sur, de Japón, de China? No se aprende de la experiencia ajena.

13:50. La alarma que se instaló para alertar a la ciudad sobre un posible tsunami hoy se usa para informar que el toque de queda está por comenzar. Es un tsunami de enfermedad y muerte.

15:00. Dilemas morales: nuevamente las quejas sobre la gente que continúa saliendo a las calles. Una parte puede ser indisciplina; otra, necesidad y muy grande. Una sociedad en que el 70% vive de lo que gana en el día se enfrenta a un dilema moral. Los dilemas morales se presentan en situaciones críticas como las que vivimos ahora. Tzvetan Todorov tiene un ensayo titulado Las morales de la historia, en el que analiza las decisiones extremas que afrontaron los prisioneros en los campos de concentración. Es un texto demoledor. En España y en Italia se están viviendo situaciones en que los dilemas morales sobre quién vive y quién muere ya están presentes. ¿Llegaremos a ese punto? Es difícil saberlo, pero no imposible que se plantee la disyuntiva que frente al hambre se prefiera el riesgo de contagiarse o contagiar a otro para obtener comida, antes que padecer hambre y evitar el contagio. Voy por un café.

17:17. Tal vez vivamos por primera vez en la historia de los sistemas políticos no un período de revoluciones como las que dieron origen a la nación occidental moderna, sino un período de sucesivas implosiones de los Estados, comenzando por los más débiles. El resultado:  señoríos feudales en manos de capos de las mafias, ciudades-Estado, o de territorios liberados de la jurisdicción estatal. Quizá seamos testigos de la agonía del Leviatán (releer a Hobbes). Tal vez no pase nada y en dos o tres meses todo vuelva a lo que era antes, que los muertos sean olvidados, que pueda beber una cerveza fría mirando el mar y volver a besar.

17:30. Bajo al jardín. Voy a barrer. «La mente es un mono enloquecido», dice un dicho zen.

18:30. Basta por hoy. Es viernes. Me tomaré un trago. Hoy han llegado muy buenos chistes. Los mejores para mi limitado sentido del humor son los de pastusos que envía Hernán Burbano. Mañana retomo a Márai.