Sábado de Gloria, 11 de abril de 2020
09:00. Muy buen inicio de este día. El viejo fumador camina hasta la esquina. Viste una impecable camisa blanca. Se detiene en el vórtice del remolino del tiempo. ¡Levita! Mira en las cuatro direcciones, los puntos cardinales de la arista formada por la intersección de la calles vacías de una pequeña ciudad que da a la Mar Océano. Fue el primer lugar en que desembarcaron los castellanos que conquistaron Perú. La fundó José de Larrazábal por orden de Antonio de Morga. Alfonso Reece tiene una novela sobre este personaje, su título: Morga. Fue Presidente de la Real Audiencia de Quito, amante de la buena vida y el dinero fácil. Alfonso Reece recrea las fiestas, todo incluido, en su propiedad de Añaquito, precisamente donde Pedro de Puelles y el Capitán Carvajal, hombres de Gonzalo Pizarro, degollaron al primer visorrey Núñez de Vela. El viejo fumador otea el horizonte y el cielo como un experimentado hombre de mar para fijar en rumbo de la nave. No duda. La nave va en el desconocido rumbo. Del bolsillo de la impecable camisa blanca saca una cajetilla también blanca y toma un cigarro. Con la habilidad que solo los fumadores experimentados tienen, enciende un fósforo cuya llama sobrevive a la brisa que viene del mar. Aspira con gran deleite. Fuma pausadamente, prolongando la vida del cigarrillo. Pero el tiempo es tan cicatero como el cigarrillo. Decepcionado, el viejo fumador, mira con incredulidad la colilla. Tal vez dice: «¡Tan rápido!». La arroja a la mitad de la calle y, a paso lento, regresa a su casa, a su encierro, a esperar a que el reloj o las ganas marquen el momento del siguiente cigarrillo.
22:00. Me pregunto ¿Qué canciones escuchaba a los quince, a los dieciséis años? ¿Con que canción bailé por primera vez? Hago una breve lista. Pero los recuerdos van más allá. La primera canción que recuerdo la escuché en el auto de mi padre. Tenía siete años. «Cuando en la playa, mi bella Lola…». La escuché una sola vez y nunca la olvidé. Hace poco tiempo la busqué en YouTube y la encontré. La cantaba un dúo llamado Los Bribones. También la cantó Sara Montiel, cuyo nombre lo recuerdan los mayores de setenta. Era una habanera. La escuché fascinado. ¿Por qué nunca la pude olvidar? Tal vez porque hablaba de una mujer bella en una playa y de marinos que querían vivir en medio del mar, pues ya no podían vivir en la tierra. La playa y el mar eran inalcanzables, desconocidos; el hermoso talle que luce una mujer eran palabras incomprensibles que solo la vida, mucho después me enseñó lo que significaban. Abandono las preguntas sobre la música y el baile y veo tres capítulos de Restaurante de medianoche. El sueño llega con el plato de la noche: Tofu frito con fideos.
Domingo de Resurrección, 12 de abril de 2020
08:45. Anoche «brisó», es el nombre que aquí tiene la suave lluvia que humedece las calles, los árboles, las plantas: una lluvia apacible, que además refresca. Es una mañana luminosa. Un nuevo día. Saldré a caminar. Cuando abro la puerta, algo me detiene: pandemia, cuarentena. Retrocedo. Debo comprar un poco de verduras y frutas. Es más que necesidad, un pretexto. Me visto: mascarilla, la ropa y los zapatos que uso para salir, guantes, una gorra. Salgo. Tomo el camino largo que va por el malecón del estuario. Me detengo frente a la casa de la joven bailarina que el domingo anterior ensayaba en el balcón unos gráciles movimientos de ballet. No está. Nunca el malecón estuvo tan desierto como ahora. Retomo el camino.
09:30. Vuelta a casa. Diego Cornejo me envía un WhatsApp con noticias sobre Assange. Es padre de dos hijos con quien fuera su abogada, Stella Morris. Fueron concebidos y nacieron mientras él estaba confinado en la Embajada de Ecuador en Londres. La historia está a la altura del personaje: ahora se convierte en la historia de un amor bajo estricta vigilancia de la policía inglesa y de funcionarios ecuatorianos. Así como los personajes de la novela negra americana crearon el detective antihéroe, Assange, a más de los WikiLeaks, ha creado al anti-espía, si se lo puede definir de esta forma. No es el rudo y arquetípico James Bond. Un hombre y una mujer que en las duras condiciones que han debido enfrentar se pudieron amar. ¡Qué historia! John Le Carré se quedó corto.
15:00. Un sociólogo francés, Hamza Esmilli, entrevistado por la BBC de Londres afirma: «El confinamiento por coronavirus es un concepto burgués». Se refiere a Francia. Es de esas frases que llaman la atención pero que se encuentran con el paredón de la realidad. ¿Existe una alternativa práctica a la cuarentena? La respuesta hasta ahora es no. Sabemos que no todos tienen ingresos que les permitan estar en sus casas, ni tienen vivienda con suficiente espacio para permanecer en cuarentena. En 2014, en Ecuador, de acuerdo con INEC, el 12.71% de familias vivían hacinadas. Estamos hablando de alrededor de dos millones de personas que viven en estas condiciones especialmente en áreas urbanas; súmese a esto la población que vive en el subempleo y los desempleados. Para estas familias es prácticamente IMPOSIBLE estar en cuarentena. No es el caso de una clase media con ingresos y vivienda adecuada, aunque estrecha, en que la cuarentena es una obligación que se toma en muchos casos a la ligera. Los dilemas de política son enormes, más aún en un país sin recursos. Bonos, paquetes alimentarios son ayudas inevitables y valiosas a corto plazo. La estrategia del confinamiento es por ahora la única opción de política que se tiene más allá de la calificación de si es o no burguesa. ¿Existe una política alternativa para enfrentar a la epidemia? Sería sumamente interesante escuchar opiniones.
Pregunta inevitable: ¿Es posible mantener el confinamiento si la pandemia se prolonga? ¿Es la inmunidad del rebaño la alternativa?
17:00 Una tarde gris. Hoy, en España ya es 13, el gobierno ha decidido un lento proceso de vuelta a la nueva normalidad. El trabajo se reinicia en sectores económicos claves. Es una apuesta arriesgada y depende mucho de cuanto hagan los ciudadanos para autoprotegerse. Si funciona, las políticas de aislamiento podrán ser más selectivas y con menos efectos. Deberemos mirar con atención lo que allí ocurre en las próximas semanas. China tuvo políticas más conservadoras.
En América Latina no pasa nada. Cada país se defiende como puede. Una región dividida por la ideología. La pandemia liquidó los últimos los sueños de una integración regional.
19:00. Algo de música y una copa puede contribuir a concluir este Domingo de Resurrección.
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