
Catedrática de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Católica de Quito
Si no me equivoco, en el formato de la sabatina existe algo que se conoce como la caretucada de la semana o la doble moral, espacio en el cual el primer mandatario, o el funcionario que lo reemplace, expone ante el público a algun personaje político que, según criterio del oficialismo, ha cometido un acto calificado de doble moral o de la caretucada de la semana.
El linchamiento simbólico en el patíbulo sabatino es el castigo que merecen los que se atreven a hacer cualquier declaración o acción que "la santa inquisición gobiernista"califica como "doble moral". Este castigo público se ha institucionalizado en el país de manera arbitraria, ilegal e ilegítima, por aquellos que se asumen dueños de la moral y la ética política. Aprovechándose y abusando del poder del Estado que administran, someten a todos los que consideran sus enemigos políticos a una nada ética violencia simbólica.
El domingo 11, a pocos días que se cumpla y se celebren 8 años de gobierno correista, el primer mandatario, ejecutor principal del castigo simbólico a los sujetos de "doble moral", asistió a un acto que se realizó en la Alianza Francesa, en el cual se rechazaba el asesinato de los periodistas, entre ellos los caricaturistas, de la revista Charlie Heddo. Él, el juez y verdugo que mandó al patíbulo simbólico sabatino y ejecutó el castigo a Bonil (caricaturista de El Universo) por atreverse a hacer una caricatura que insinuaba una incursión violenta y poco transparente de funcionarios públicos al domicilio de Fernando Villavicencio, se suma "indignado" a la indignación mundial por el asesinato de los caricaturista de Charlie Hebdo.
Ciertamente que Bonil no ha sido asesinado físicamente, aunque si muy herido a nivel simbólico y social, pero más cierto es que el lenguaje estético de las caricaturas publicadas por Charlie Hebdo es de largo mucho más crudo, directo y provocador que el usado por Bonil. También es cierto que los asesinos de los periodistas franceses son considerados fanáticos religiosos que usan el exterminio físico contras quienes suponen son sus enemigos y, obviamennte, el primer mandatario no es un religioso fanático, sino un "guardian de la moral política"; tampoco usa el exterminio físico en contra de sus enemigos, aunque según parece intenta su exterminio simbólico y social. Es un hecho que existe diferencias formales entre nuestros defensores de la moral política y los defensores de la moral religiosa, sin embargo, el fanatismo en su verdad es muy similar, y por supuesto la intolerancia y miedo del poder religioso y político a la crítica satírica.
Con estos breves antecedentes, ¿cómo podemos leer el acto del primer mandatario de asistir a la manifestación de rechazo a los asesinatos de los periodistas de Charlie Hebdo, acto en el cual asumió la consigna "Yo soy Charlie"? ¿Cómo doble moral?, ¿careatucada de la semana? u ¿obsceno cinismo? Sin de ninguna forma querer usurpar el papel de guardianes de la moral política que "tan bien" han asumido los funcionarios del Gobierno, militantes de Alianza País, desde el mundo profano de los simples ciudadanos, estas contradiccciones éticas, por decir lo menos, de los "supremos jueces de la moral" minimamente deben interrogarnos sobre la coherencia de sus actos y sus discursos.
Es decidor que la celebración de los 8 años de Revolución Ciudadana haya estado marcada con actos gubernamentales escandalosamente de doble moral. No es solo la doble moral que revela la condena oficialista al asesinato de los periodistas franceses, cuando es conocido, no solo nacional e internacionalmente, la persecución, sanción y censura a los periodistas y particularmente a los caricaturistas ecuatorianos. También es doble moral construir una verdad sobre lo acontecido el 30 de septiembre y quedarse callados cuando el ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ernesto González, a cargo del operativo de rescate presidencial, tiene una versión distinta a la oficial. Más doble moral es haber juzgado y condenado a tres personas por haber dicho algo muy parecido al General. La celebración de estos 8 años de "revolución" ha estado, sin duda, marcada por mucha doble moral, quizás haya sido la cerecita del pastel de cumpleaños.
Por último, me hago eco de las palabras del presidente: "nuestro corazón está con las víctimas, las familias de las víctimas de Charlie Hebdo" y para no caer en la doble moral oficialista tengo que agregar: nuestro corazón está con las víctimas, las familias de las víctimas de todos los indígenas, campesinos, estudiantes, trabajadores, ecologistas, mujeres, periodistas y caricaturista perseguidos, enjuiciados y encarcelados por el extremismo, el autoritarismo y el fanatismo económico, religioso y político no solo en Francia, sino en el Ecuador. Señores de Alianza País, los derechos humanos son universales, no solo hay que reclamarlos para los franceses, sino para todo ser humano y para todo pueblo, de lo contrario eso de llama doble moral colonial.
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