Catedrática de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Católica de Quito
Para ciertos académicos, las protestas sociales y sobre todo los levantamientos indígenas que han marcado la historia democrática de este país, no responden a un hartazgo e indignación de la sociedad, especialmente de los sectores más empobrecidos, debido a las políticas económicas depredadoras que implementan los malos gobiernos y que genera miseria, sino a un plan oculto y malévolo para acabar con la vida democrática del país.
Según dice uno de ellos: “Fuerzas Armadas y Policía Nacional sabían bien el libreto que estaba detrás de las protestas y peticiones de Iza. Desafortunadamente, para ellos, son obedientes y no deliberantes, y cuando el poder civil dispone hacer o no hacer, no hay otra opción sino cumplir. Esa es su misión”. Al parecer quieren que sean estos aparatos represivos los que puedan deliberar sobre la vida democrática del país. Al parecer, para estos académicos defensores de la República mejor sería una dictadura militar que defienda la democracia.
En su análisis experto, más allá de las menciones eufemísticas sobre las demandas reales del movimiento indígena, la gran complejidad de la movilización social de junio del 2022 se reduce a que Leónidas Iza: “representa a una vertiente radical que desea capturar el poder político recurriendo a la violencia, a la lucha armada, a la revolución en el sentido sesentero del término”. Y el argumento con el que sostienen esta afirmación experta es el mismo argumento del coronel Cobo: el contenido del libro “Estallido”. Por cierto, estos académicos, especialistas en la Ciencia Política de los datos muy de la escuela positivista, curiosamente no dan ningún dato duro de su afirmación, recurren a un libro y a la sabiduría de las FF.AA. y la Policía Nacional.
Con este tipo de discursos, sin argumento y sin datos que lo respalden, excepto el discurso del ministro Carrillo, empezó la construcción del enemigo interno y los falsos positivos desde la academia funcional. Primero fueron los grupos de guerrilla urbana, luego la CONAIE de Iza convertida en el Sendero Luminoso ecuatoriano
En este plan oculto y malvado de acabar con el orden constituido —como si ese orden no estuviera fracturado por la misma expansión del capital legal e ilegal, que destruye sus propias instituciones políticas empezando por el Estado— participa asegura el académico: “un grupo organizado, con capacidad logística, formación militar y recursos de distinta naturaleza. Ellos están activos en el país desde hace muchos años y cuando tienen que operar lo hacen escudándose en las demandas legítimas de los indígenas y en el liderazgo antidemocrático e intolerante de Iza”. Los datos duros para semejante afirmación tampoco existen, o quizás la fuente primaria sea el discurso del ministro Carrillo y el Sr. Cobo. En una especie de eco del discurso militarista y policiaco del ministro del interior y del secretario de Inteligencia, el académico experto afirma “la existencia de guerrillas urbanas altamente sofisticadas” que apoyan “al malvado de Iza”, las mismas que pide sean desarticuladas para que el orden político democrático retorne al país. ¿A qué orden democrático se refiere este académico? al que está tomado por el crimen organizado, cuyas redes atraviesan las FF.AA. y a la Policía Nacional, según dice la misma inteligencia gringa.
Con este tipo de discursos, sin argumento y sin datos que lo respalden, excepto el discurso del ministro Carrillo, empezó la construcción del enemigo interno y los falsos positivos desde la academia funcional. Primero fueron los grupos de guerrilla urbana, luego la CONAIE de Iza convertida en el Sendero Luminoso ecuatoriano, según dijo por ahí un periodista aterrado por el cuco comunista de los años 50 del siglo pasado, luego dijeron que el peligro estaba en las guardias indígenas, que ahí había que atacar. Como si este delirio no fuera suficiente, aseguraron sin ninguna prueba que el Parto Nacional fue financiado por el narcotráfico, cuando todo el país sabe dónde se lava el dinero de ese negocio y quienes lo administran. Por último, la cereza del pastel, en otro artículo de opinión del mismo medio, otro Ph.D. afirma que hay guerrillas ecologistas que dañan los “buenos, legales y decentes negocios extractivos”.
No hay que ser experto de ninguna academia para observar cómo se quiere tejer un argumento sacado de mentes extraviadas para justificar la implementación del Plan Ecuador, la copia del Plan Colombia que costó la vida de cientos de dirigentes indígenas, defensores de la naturaleza y defensores de los DDHH en la hermana Colombia. No hay que ser experto para darse cuenta que estos académicos y opinólogos demócratas piden a gritos la implementación de un Estado policíaco que asegure los negocios del capital y el control norteamericano no solo en el país, sino en la región, sobre todo cuando el Ecuador con el gobierno de Lasso puede muy bien convertirse en una base gringa después del triunfo de Gustavo Petro en Colombia.
Referencias
Para hacer uso de este contenido cite la fuente y haga un enlace a la nota original en Primicias.ec: https://www.primicias.ec/noticias/firmas/iza-aliados-guerrilla-urbana-qu...
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