¿Cómo comienza el fascismo? 

Primero fascinan a los tontos. Luego amordazan a los inteligentes.

Bertrand Rusell

Daniel Noboa demostró al Ecuador y al mundo que es un político totalmente improvisado que desconoce las normas mínimas del derecho internacional. La política es un arte y el derecho internacional es la piedra angular para una convivencia pacífica entre países. El asalto a la embajada de México en Quito ha colocado a nuestro país en el ojo del huracán, para el mundo estamos gobernados por un presidente autoritario capaz de romper acuerdos internacionales como el Convenio de Viena respecto a la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y al derecho de las naciones a conceder asilo. Las imágenes del asalto a la sede diplomática mexicana son escalofriantes, es un asalto donde policías, sin insignia, apuntan con armas de fuego a diplomáticos. Ésto no lo hizo ni Pinochet. Recuerden que algunos de los acusados de terrorismo por las dictaduras del cono sur se acogieron al derecho de asilo en embajadas de otros países y en aquellos tiempos grises los dictadores más feroces respetaron el derecho al asilo diplomático.

El papelón de la prensa ecuatoriana es mayor que el del propio Noboa. El Universo en un titular dice que los gobiernos de izquierda rechazan el asalto a la embajada de México en Quito. Tendríamos que ubicar a ONU, El Vaticano, OEA, Estados Unidos, Rusia, Argentina, Brasil, Colombia, España, Chile...la lista es demasiado extensa, como países y organizaciones de izquierda. Lo cierto es que la comunidad internacional se solidarizó con México ante la brutalidad del gobierno del magnate Daniel Noboa. El argumento del presidente ecuatoriano de salvaguardar la soberanía jurídica al capturar al asilado Jorge Glas no ha tenido respaldo internacional. Incluso la tesis de que Glas estaba en un vehículo listo para huir es falsa porque fue sacado violentamente de su habitación. Mientras el gobierno vive en su burbuja mediática y farandulera donde ha creado el relato de que Noboa es valiente, lo real es que el 70% de la población ha rechazado esta acción irreflexiva.

La demanda de México contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia, con argumentos sólidos y pruebas contundentes, nos coloca en una situación de alto desprestigio frente al mundo. El presidente gobierna como un capataz de hacienda bananera, quiere amilanar a sus opositores utilizando la fuerza bruta, pero el derecho internacional no es una pelea de la UFC, existen principios internacionales que no se plebiscitan, ni que pueden estar sujetos a la empatía o antipatía hacia alguien. Lo real es que la maniobra politiquera de capturar a Glas, a sangre y fuego, termino siendo un secuestro y la mayoría de la comunidad internacional está exigiendo que se respete el derecho de asilo de Glas.

Definitivamente Glas no es un tipo transparente, pero es un ser humano con derecho a pedir asilo diplomático. En su momento Mahuad solicitó asilo a Estados Unidos, cuando era un prófugo por peculado. La irracionalidad política con la que actuó Noboa es insuperable porque está claro que realizó una jugada mediática para capturar a Glas, pero al irse en contra del derecho internacional quedó como un tipo básico. Asimismo, Harvard, la universidad donde estudió el oligarca Noboa, terminó siendo un mito de excelencia académica.

Otro elemento clave que no fue tomado en cuenta por Noboa es la importancia de México como socio comercial. Ecuador exporta hacia México 200 millones de dólares en productos como cacao e importa 700 millones en medicinas. Es obvio que la ruptura de relaciones con México afectará a empresas medianas y pequeñas. Además, con el asalto a la embajada mexicana, la señal que da Daniel Noboa al mundo es la de que Ecuador no es un lugar seguro para la inversión extranjera porque si nuestro gobierno rompe acuerdos internacionales básicos, qué garantía existe para un inversor. La bravuconada tiene un precio alto y tendremos que pagarla todos, porque la indemnización que pedirá México será alta y los daños a la imagen de nuestra nación son incuantificables. No los pagará la Corporación Noboa ni el “Chito” Vera.  

Raquel Serur, la compañera del genial filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría, se encontraba como embajadora de México en Ecuador, cuando se dio esta crisis diplomática. Después del asalto a la embajada, Serur, con absoluta serenidad hizo una profunda lectura de lo que está pasando en nuestro país. Dijo que el pueblo ecuatoriano se identificaba mucho con la cultura mexicana y que no se merecía un presidente como Daniel Noboa porque Noboa es un tipo improvisado que no tiene la menor idea del valor que tiene el derecho internacional, un derecho que está por encima del derecho de cada país.

Mientras sigamos creyendo que la política no es un tema trascendente estamos condenados a seguir siendo gobernados por mafias. En todo caso el presidente Noboa, después de ridiculizarnos frente al mundo, seguirá farreando, porque para él, Ecuador es otra plantación más.