Back to top
11 de Enero del 2021
Ideas
Lectura: 4 minutos
11 de Enero del 2021
Fernando López Milán

Catedrático universitario. 

El crimen como carrera
0
El capo mafioso, como el último de sus lugartenientes, no tiene un objetivo mayor en la vida. La conquista del poder, que tantos crímenes le ha costado, es solo un recurso para asegurar su sobrevivencia.

Aunque se encuentre en la cima del poder, desde donde, como si de un acto administrativo se tratase, puede disponer de la vida y la muerte de los que se cruzan en su camino, el objetivo existencial más importante de quien ha elegido el crimen como forma de vida es —igual que el del alcohólico rehabilitado que solo aspira a mantenerse sobrio otro día—  sobrevivir hasta el día siguiente.

El capo mafioso, como el último de sus lugartenientes, no tiene un objetivo mayor en la vida. La conquista del poder, que tantos crímenes le ha costado, es solo un recurso para asegurar su sobrevivencia.

En el hampa, donde la conciencia de ser superviviente está más arraigada que en ningún otro grupo humano, las personas, excepto aquellas que pertenecen al círculo íntimo del criminal, son, para él, no más que amenazas o instrumentos.

Las amenazas tienen que ser neutralizadas o eliminadas, y los instrumentos, una vez que han terminado su vida útil, desechados. Matar equivale a limpiar de obstáculos el camino. Hiere, mata el disparo: campo libre, amenaza conjurada.

Las bandas criminales —encarnaciones contemporáneas de la horda— y la dinámica del crimen confirman la hipótesis hobbesiana del estado de naturaleza: el de la guerra de todos contra todos, en el que ni siquiera el más fuerte está seguro.

Todos los actos de un criminal son actos últimos. Y el derroche y la ostentación que el delincuente próspero hace de su riqueza son manifestaciones necesarias del opresivo sentimiento de fin del mundo que lo domina, y que no lo abandona ni siquiera cuando, señor ya del crimen organizado, intenta levantar otro imperio.

En ningún lugar como en el mundo del hampa los reinos y principados caen y se suceden con tanta rapidez y constancia. Nunca el trono permanece vacante por mucho tiempo.

Donde la conciencia de ser supervivientes está más extendida, menos valor tiene la vida humana. Ahí, donde más atrás hemos vuelto en la historia, los que se reconocen como supervivientes han reinventado la horda.

Las bandas criminales —encarnaciones contemporáneas de la horda— y la dinámica del crimen confirman la hipótesis hobbesiana del estado de naturaleza: el de la guerra de todos contra todos, en el que ni siquiera el más fuerte está seguro.

Una vez que alguien entra en la órbita de los criminales se convierte en blanco u objetivo. Estos, valiéndose incluso del asesinato, niegan a los demás lo que reclaman y defienden para sí mismos. Lo niegan de manera definitiva.

Las cárceles, tal como funcionan actualmente, aíslan a los criminales con otras personas de su misma clase y, al hacerlo, acentúan su conciencia de supervivientes. Así, en lugar de rehabilitarlos reafirman su condición delictiva; la que muchos de ellos no están dispuestos a abandonar.

La política pública sobre el crimen debe considerar esta situación seriamente. Hablar y hablar de rehabilitación en el caso que venimos analizando es un acto de hipocresía. Quien ha elegido el crimen como carrera, salvo en contadas excepciones, no va a renunciar a ella. Hay que preocuparse, entonces, y esto es materia también de la política, de que nuestra sociedad no se llene de sobrevivientes.

[PANAL DE IDEAS]

Pablo Piedra Vivar
Juan Carlos Calderón
Patricio Moncayo
Gabriel Hidalgo Andrade
Marko Antonio Naranjo J.
Fernando López Milán
Alfredo Espinosa Rodríguez
María Amelia Espinosa Cordero
Giovanni Carrión Cevallos
Luis Córdova-Alarcón

[RELA CIONA DAS]

Las investigaciones sobre el crimen de Fernando Villavicencio avanzan en reserva y a contrarreloj
Redacción Plan V
La minería ilegal tiene cuatro enclaves productivos que abarcan nueve provincias
Redacción Plan V
Freddy Rivera: la sociedad está sitiada por una corporación criminal, pública y privada
Juan Carlos Calderón
Ecuador-narcoestado, una realidad
Hugo Marcelo Espín Tobar
¿A qué nos enfrentamos?
Fernando López Milán
GALERÍA
El crimen como carrera
 
1


[CO MEN TA RIOS]

[LEA TAM BIÉN]

Las cuentas que no cuadran del impuesto a las botellas plásticas (primera parte)
Susana Morán
Segunda vuelta 2023: la Conaie traza la cancha con 19 puntos
Fermín Vaca Santacruz
Chile: Juan de Dios Parra recuerda los 50 años del golpe militar
Fermín Vaca Santacruz
Chocó Andino: la mina de oro que no se detendrá por la consulta
Manuel Novik

[MÁS LEÍ DAS]

Freddy Rivera: la sociedad está sitiada por una corporación criminal, pública y privada
Juan Carlos Calderón
El celular de Rubén Cherres contiene más de 7.000 archivos
Redacción Plan V
Paulina Tamayo: no hay límite ni edad para cumplir los sueños
Gabriela Muñoz
Durán: ¿quiénes son los dueños del agua?
Alianza periodística InvestigacionDuran.ec