El jueves 8 de agosto se presentó formalmente la solicitud de juicio político en contra de la ministra María Paula Romo. Algo similar pasó en 1995 con Alberto Dahik. El entonces vicepresidente durante el gobierno de Sixto Durán Ballén y líder del frente económico era amenazado con una interpelación legislativa al inicio de la segunda legislatura inaugurada en agosto de 1995.
Dahik era, para todos los efectos, jefe del gobierno. Así se distribuyó el poder porque Durán Ballén, titular del poder ejecutivo, viajaba por el mundo para conseguir apoyos internacionales. El presidente embajador se enfrentó a la crisis diplomática con el Perú de 1992 y la consecuente Guerra del Cenepa de enero de 1995, lo que demandó esfuerzos de negociación que impidieron su presencia permanente en Carondelet.
En los 3 años que participó en el gobierno, Dahik fue encargado de la presidencia en 11 ocasiones y 6 de 10 ministros del gabinete de entonces estaban liderados por él. Las carteras de economía, gobierno, modernización, industrias, agricultura y salud le atribuyeron la reputación de ostentar el “poder detrás del poder”.
Las carteras de economía, gobierno, modernización, industrias, agricultura y salud le atribuyeron la reputación de ostentar el “poder detrás del poder”.
La oportunidad era inmejorable. Dahik aprovechó la tarima del juicio político, dio una cátedra de economía en el Congreso Nacional, explicó los logros económicos del régimen, recibió la atención de las cámaras de televisión y catapultó su carrera a la presidencia.
Dahik aprovechó la tarima del juicio político, dio una cátedra de economía en el Congreso Nacional, explicó los logros económicos del régimen, recibió la atención de las cámaras de televisión y catapultó su carrera a la presidencia.
A las 7 de la mañana del viernes 6 de septiembre de 1995, se cerró el telón del juicio político instaurado en contra del vicepresidente hace casi dos meses. El resultado final del proceso dio la razón al segundo mandatario y lo exoneró de los cargos imputados. Tan solo 39 de 77 diputados pidieron la censura y destitución de los 52 para condenarlo. El bloque compuesto por el PSC, el MPD, la ID y el APRE perdieron en la votación. Pero había una acción sin contemplar.
Dahik había sido encausado penalmente por Miguel Macías, presidente de la Corte Suprema de Justicia y cercano al PSC, quien sindicó al mandatario sin orden de prisión. En respuesta, la ID y la DP promovieron su destitución. Carlos Solórzano Constantine, cercano a la DP, sustituyó a Macías en la presidencia. El 12 de septiembre de 1995, a pocos días de que se votara por la inocencia del vicepresidente, el nuevo magistrado ordenó su prisión preventiva. Dahik viajó a Costa Rica donde consiguió exiliarse. Durán Ballén criticó a Solórzano en cadena nacional y agregó, sin más rodeos, que enviaría inmediatamente la terna para nombrar al reemplazante. Días antes, el presidente pidió la renuncia del vicepresidente.
Las circunstancias políticas de Dahik y Romo son muy similares. En sus contextos históricos, ambos son actores que gobiernan, ambos preparan su camino a la presidencia y ambos son interpelados por sus adversarios. Aunque Romo no es investigada por la justicia ¿habrá considerado el efecto de un golpe extraparlamentario?
@ghidalgoandrade
[PANAL DE IDEAS]
[RELA CIONA DAS]
NUBE DE ETIQUETAS
- Arriba Ecuador
- Caso Metástasis
- Galápagos Life Fund
- No todo fue una quimera
- serie libertad de expresión
- serie mesas de diálogo
- Serie María Belén Bernal
- 40 años de democracia
- serie temas urgentes post pandemia
- coronavirus
- corrupción
- justicia
- derechos humanos
- Rafael Correa
- Lenin Moreno
- Correísmo
- Dólar
- Ecuador