
Periodista. Ex editor político del diario El Comercio. Ex secretario de Comunicación de la Asamblea Nacional. Asesor parlamentario.
En la retórica legislativa, las 15 comisiones especializadas de la Asamblea Nacional del Ecuador tienen la misma importancia. En la práctica parlamentaria, sin embargo, hay mesas que son más estratégicas que otras.
La Comisión de Fiscalización y Control Político, por ejemplo, es clave. Tiene como única misión el control político y representa una herramienta para garantizar la ‘estabilidad política’ o, en su defecto, para torpedear el trabajo del Ejecutivo.
Con una mayoría opositora se vuelve una hoguera para los Ministros de Estado, pues los juicios políticos, las comparecencias y los llamados al Pleno se convierten en mecanismos de presión, ataque y chantaje. Con una mayoría oficialista, en cambio, se transforma en un medio para encubrir las acciones u omisiones del Régimen en el ejercicio del poder.
En el nuevo Legislativo, y tras las reformas a la ley que norma su funcionamiento, también será relevante el Comité de Ética. A través de este se investigará a los legisladores y se motivará sanciones en su contra. En buen cristiano, servirá para tener a raya o deshacerse de quienes resulten inconvenientes para la nueva Asamblea.
En siete días más conoceremos si será una dependencia del Ejecutivo, la trinchera de la oposición o el utópico contrapeso del Estado, con un equilibrio en cada mesa legislativa
La Comisión del Régimen Económico, así como la del Desarrollo Económico, también son relevantes. Sobre todo, en tiempo de crisis. Las decisiones en materia tributaria y financiera que el Ejecutivo tendrá que implementar, necesariamente deberán pasar por esas mesas. Con una mayoría favorable, estas tendrían viabilidad. Con una oposición atrincherada en esos espacios, estarían sentenciadas incluso antes de su tratamiento.
En contraste, las mesas: Comisión de los Derechos Colectivos, Comunitarios y la Interculturalidad y de Participación Ciudadana y Control Social (que tendrán otros nombres en el nuevo periodo) han sido utilizadas para desterrar a los legisladores incómodos.
Ya ocurrió en la Asamblea saliente. Con el cambio de autoridades de mitad de periodo, los principales líderes de oposición y de la línea independiente fueron ubicados en esas mesas y se les restó protagonismo.
De ahí que la conformación de las Comisiones es tan importante como la elección de Presidente y autoridades del Consejo de Administración Legislativa (CAL), pues de eso dependerá el rumbo que tome la nueva Asamblea.
En siete días más conoceremos si será una dependencia del Ejecutivo, la trinchera de la oposición o el utópico contrapeso del Estado, con un equilibrio en cada mesa legislativa.
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