
No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda. Ana Frank
Nadie nos prometió un jardín de rosas. Fito Páez
Domingo 11 de abril de 2021, Quito, 7 P.M. Oleadas de neblina suben desde la quebrada hasta invadir la avenida de edificios vanguardistas de la ciudad estampida, ciudad sin salida. El ulular de las sirenas interrumpen la hipnosis del paisaje lunar, poco a poco, se escucha el ruido de bocinas de miles de vehículos. Aparentemente, los conductores experimentan un momento catártico, como si se tratase de una fiesta o la clasificación de la selección a un mundial de fútbol. Quito celebraba el triunfo del candidato de la derecha ecuatoriana, Guillermo Lasso. La ciudad que vio nacer políticamente a Rafael Correa, hace catorce años, ha terminado sepultándolo en las urnas.
En medio del albur y la sobredosis de cafeína intento procesar lo que sucede: bifurcación total. Grieta infinita, una parte de mí siente tristeza y otra parte experimenta una extraña libertad. Bauman describe a nuestra época como una de realidad líquida o de máxima incertidumbre; es como subir a un avión, iniciar el vuelo y luego constatar que no existe piloto en la cabina de mando. Ahora, si a eso sumamos una pandemia que en un año ha costado la vida a más de tres millones de seres humanos en todo el mundo, entonces hablamos de un momento histórico de incertidumbre exponencial, descontrol extremo, situación límite.
Bueno en ese momento epifánico quise entender mejor lo que nos sucedía como sociedad, ¿por qué tanta ausencia de eudaimonía?, ¿por qué siempre terminamos desbordados por nuestras emociones?, ¿por qué no pensar desde apatheia o desde un estado de ánimo de tranquilidad e imperturbabilidad en el que no sucumbimos al apasionamiento enfermizo?
Pensé rápidamente, ganó Lasso, limpiamente, sí, el banquero del opus dei, pero…¿y si cumple con su ofrecimiento de campaña de vacunar a nueve millones de ecuatorianos en cien días?, y ¿si sube el salario básico a 500 dólares y baja las tasas de interés? ¿podría convertirse en un banquero social-democráta?, ¿por qué tanto estigma? Ya fue, respira, eudaimonía, tolerancia, apatheia.
Vagabundeo un rato en twitter y nuevamente me encuentro con la grieta infinita: correísmo y anticorreísmo. La dicotomía continúa, desbocada, tóxica. Ahora los que amenazaban con perseguir a sus enemigos políticos piden respeto a los derechos humanos y los que pedían respeto a libertades y derechos humanos claman por castigo a los correístas. ¿Somos una nación o un experimento psiquiátrico? Cuánta falta de eudaimonía para entender la política. Si eres del un bando no puedes ser del otro, si hablas de matices te ven como a un loco.
Ahora, los que amenazaban con perseguir a sus enemigos políticos piden respeto a los derechos humanos y los que pedían respeto a libertades y derechos humanos claman por castigo a los correístas. ¿Somos una nación o un experimento psiquiátrico?
Creo que el correísmo manejó sin destreza el tramo final de la campaña. Definitivamente el equipo de publicistas de Correa, el team Alvarado, sólo pueden entender la política desde la dicotomía, la lucha de clases y los binarismos. En cambio Lasso se reinventó sobre la marcha, cambió su equipo publicitario para la segunda vuelta y dejó que Durán Barba realice modificaciones en el discurso y en la imagen del candidato de CREO: habló de encuentro, vacunación masiva en tres meses, subir el salario básico, bajar tasas de interés, eliminar examen de ingreso para las universidades. Arauz siguió al pie de la letra lo que le decía Correa, que ya se daba por ganador y apareció en un vídeo enardecido y repitiendo que “pagarán su culpa los traidores…” Claro, la gente de la clase media de la sierra que estaba indecisa, al ver un nuevo escenario de vengadores y desencuentros terminó alejándose de los perseguidores para buscar un espacio menos confrontativo.
Además alguno de los genios del marketing político del caudillo dijo que los seguidores de Yaku eran la derecha que no se bañaba. Pues, ésta declaración racista costó muy caro a Andrés Arauz, que perdió los votos de PK de la sierra. Recuerden que en la sierra centro-sur los votos nulos superaron a los de Arauz. Por otro lado el joven candidato hablaba de un recambio generacional en la política mientras aparecía con políticos desgastados que tienen cuentas pendientes con la justicia: los Alvarado, Patiño, Rivadeneira, Ramírez…
Tantas contradicciones en el discurso de Arauz generaron desconfianza en la clase media de la sierra, allí estaban los electores indecisos, aquellos que necesitaban un candidato progresista que sea capaz de dialogar y hacer autocrítica. Arauz nunca dijo nada de las constantes violaciones a los derechos humanos cometidas por su líder. Sí Andrés, la única forma de ganar era cometiendo un parricidio político, tenías que rebelarte y reconocer que el correísmo no era un movimiento político sino una secta.
Qué lástima revisar twitter y encontrar el mismo nivel de violencia política en el anticorreísmo. No aprenden que la violencia política no se enfrenta con más violencia política, porque al reciclar el miedo simplemente nos desgastamos como nación. Ambos binarismos son tóxicos, debemos superar la grieta infinita, pensar lejos de la dicotomía, el mesianismo y los estigmas. Ojalá Guillermo Lasso sea un catalizador de un encuentro real de voluntades que trabajan en función de objetivos nacionales en función de la justicia y la libertad desde la equidad. Marco Aurelio, el emperador romano con formación estoica, escribió hace casi dos mil años: "La mejor manera de defenderse de ellos es no convertirse en lo que son ellos".
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