
Investigador del pensamiento y episteme indígenas. Fundador de la Multiversidad Yachay Wasi. Impulsor del "indianismo".
Año de 1990, los descendientes y beneficiarios de la invasión de Amerindia, en conjunto con los neo-conquistadores de la “Madre Patria” se encuentran realizando los preparativos para celebrar apoteósicamente en 1992 a la “pujanza” y “bravura” de aquellos hidalgos españoles que procedieron al “descubrimiento y conquista de los salvajes y tierras de América”. Pero los “indios primitivos” aparecen intempestivamente el 4 de junio desde todos los rincones del campo y se toman las principales ciudades del Ecuador, arruinando la “noble fiesta” que se avecinaba.
Se toman principalmente la muy leal y muy franciscana ciudad de Quito con gritos de: “Abajo los 500 años de invasión, viva la resistencia”. Los “runas” que habían sido sometidos cruelmente por el conquistador del Kitu ancestral y milenario, regresan desde lo más alto de las montañas y de la selva para decir a los neocolonialistas: No nos han acabado. No nos han conquistado. Aquí estamos. Hemos vuelto.
El conquistador y el criollo habían dicho en su historia interesada que los “indios primitivos” habían sido civilizados y evangelizados. Pero no todos, habían otros “indios verdugos” que habían resistido y tenían otra versión: Ustedes habían pensado que nos domesticaron y nos aculturizaron, pero solo estuvimos de retirada hasta que sea el momento de regresar, y ese tiempo ha llegado. Hemos retornado, somos nuestros propios abuelos que nuevamente estamos aquí, con nuevos desafíos y propósitos.
Los conservadores y los liberales que habían creído que tenían controlado y sometido al “longo de mierda”, se despiertan asustados con una inmensa muchedumbre que se había atrevido a levantarse, sin que los neo-conquistadores lo hayan sospechado que algo se venía. Pero el “indio alzado” lo había venido diciendo desde hace 500 años de que regresaría, sin embargo el “patrón blanco” no quería escuchar ni entender, ni antes ni ahora: lo hemos dicho de miles de formas y maneras de que retornaríamos, de que “regresaría la luz en mitad de la noche”.
En nuestro tiempo, lo dijo Dolores Cacuango: “somos como la paja, nos pueden cortar y una mil veces que volvemos a crecer”. Como en otros lugares de los Andes también lo vinieron avisando, Tupak Amaru y Tupaq Katari: “Volveré y seré millones”. Y así en toda Amerindia. Mitos conocidos como el Regreso de: Wirakocha, Tunupa, Bochika, Ketsalcoalt, Kukulkan, Iberogun, Komizawal, Somé, etc.
Si el conquistador y sus descendientes querían festejar con bombos y platillos los 500 años del “descubrimiento de América” o el “encuentro de dos mundos”, los originarios de estas tierras querían celebrar que habían logrado resistir 500 años, lo que significaba que ya estaban dadas las condiciones para redirigir el camino de Amerindia y del mundo. Los indios ya no iban a ser el “problema indio” como lo había repetido el conquistador por 500 años, sino por el contrario eran la alter-nativa y el referente para una humanidad en decadencia y en crisis. Si la palabra del indio había sido minimizada, desvalorizada, prejuiciada, ahora sería tomada en cuenta, respetada y estudiada.
Desde 1990 el indio toma gran protagonismo en la vida nacional y mundial a través de otras epistemologías, paradigmas, filosofías, medicinas, espiritualidades… De esta manera abriéndose el abanico a más pensamientos que existían en el mundo, frente al pensamiento único del occidentalismo que se creía el más avanzado, el superior que había producido la humanidad en toda su existencia.
El pensamiento de los yachaks (sabios andinos) emergía para replantear todas las ciencias desde otras variables, categorías, y dimensiones. A los 500 años de la invasión, recién Occidente “descubría” que habían otras lógicas, racionalidades, ontologías, y se daba cuenta de que se habían estado engañado a si mismos creyendo que sus modelos políticos, económicos, jurídicos, eran los universales y especiales. Irónicamente aparecen los indios cuestionando a los referentes, esquemas y estereotipos oficializados y legalizados, cuando los blancos se daban golpes de pecho creyéndose la raza elegida y la más inteligente entre todas. Viéndose compelidos a escuchar y aprender otras visiones, cuyas concepciones se acercan a lo que recién acaba de descubrir occidente a través de la quántica y el relativismo.
El nivel del “pensamiento quántico” de los indios les permitió ver en el tiempo y en el espacio, lo que sucedería con ellos hace 500 años y lo que deberían hacer para su regreso y con qué nueva misión continuar. Esto, al pensamiento lineal le había parecido como simples mitos, leyendas y fetichismos de “indios atrasados e ignorantes”.
Pero, si el lector incrédulo del nivel de conocimiento dimensional de los indios tiene duda, aquí un texto de la Historia General de las Indias, escrita por el clérigo Francisco López de Gomara a don Carlos Rey de España:
"Capítulo XXXIII. Título: Que los de la Española tenían pronóstico de la destrucción de su religión y libertad: Contaban los caciques y bohitis, en quien está la memoria de sus antigüedades, a Cristóbal Colón y españoles que con él pasaron, cómo el padre del cacique Guarionex y otro reyezuelo preguntaron a su zemi e ídolo del diablo lo que tenía de ser después de sus días. Ayunaron cinco días arreo, sin comer ni beber cosa ninguna. Lloraron y disciplináronse terriblemente; y sahumaron mucho sus dioses, como lo requiere la ceremonia de su religión. Finalmente, les fue respondido que, si bien los dioses esconden las cosas venideras a los hombres por su mejoría, las querían manifestar a ellos, por ser buenos religiosos; y que supiesen cómo antes de muchos años vendrían a la isla unos hombres de barbas largas y vestidos todo el cuerpo, que hendiesen de un golpe un hombre por medio con las espadas relucientes que traerían ceñidas. Los cuales bollarían los antiguos dioses de la tierra, reprochando sus acostumbrados ritos, y verterían la sangre de sus hijos, o cautivos los llevarían. Y que por memoria de tan espantosa respuesta habían compuesto un cantar, que llaman ellos areito, y lo cantaban las fiestas tristes y llorosas, y que acordándose de esto, huían de los caribes y de ellos cuando los vieron. Eche ahora cada uno el juicio que quisiere; que yo digo lo que decían. Todas estas cosas pasaron al pie de la letra como aquellos sacerdotes contaban y cantaban; ca los españoles abrieron muchos indios a cuchilladas en las guerras, y aun en las minas, y derribaron los ídolos de sus altares, sin dejar ninguno. Vedaron todos los ritos y ceremonias que hallaron. Hiciéronles esclavos en la repartición, por lo cual como trabajaban más de lo que solían, y para otros, se murieron y se mataron todos; que de quince veces cien mil y más personas que había en aquella sola isla, no hay ahora quinientos. Unos murieron de hambre, otros de trabajo, y muchos de viruelas. Unos se mataban con zumo de yuca, y otros con malas yerbas; otros se ahorcaban de los árboles. Las mujeres hacían también ellas como los maridos, que se colgaban a par de ellos, y lanzaban las criaturas con arte y bebida por no parir a luz hijos que sirviesen a extranjeros. Azote debió ser que Dios les dio por sus pecados. Empero grandísima culpa tuvieron de ello los primeros, por tratarlos muy mal, acodiciándose más al oro que al prójimo".
¿Y para qué han regresado y cómo lo están haciendo? No solo quieren cambiar su situación de miseria y explotación a la que fueron subsumidos por el conquistador y posteriormente por el criollo, sino que también quieren transformar el mundo, pero no como las izquierdas que quieren “tomarse el poder” y construir otro sistema económico-político, sino para algo mucho más allá y profundo, que es recrear una nueva humanidad en otro estado de la consciencia.
La humanidad como totalidad se maneja actualmente desde una visión monódica y unidimensional, cuando el “pensamiento yachak” (y ahora el “pensamiento quántico”) hablan de que la vida funciona en una dimensión tetrádica y tetradimensional. Lo que implica para las nuevas generaciones el recrear algo más allá que la civilización y el primer mundo, teniendo mas bien como referente al “cuarto mundo” que vive en el continuum de la naturaleza.
No se trata solamente de acabar con el capital/imperialismo sino de recrear otra humanidad que rebase al modelo dialéctico de occidente, por un modelo de la complejidad basado en lo complementario. Ello implica eliminar el Estado, los 3 poderes, la democracia, los partidos políticos y todo el sistema jerárquico patriarcal por un sistema quántico basado en la espiralidad, lo concejil, lo rotativo, lo horizontal, y lo armónico. Algo que todavía la mayoría de la humanidad no puede vislumbrar y que es la sociedad del futuro. No solo con nuevas tecnologías sino en otra genética, capaz de abrirse a otras percepciones de captar y concebir la realidad, con un cerebro en reciprocidad entre su hemisferio derecho e izquierdo.
En estos 25 años se han dado algunos pasos en ese propósito, a nivel de la educación, medicina, agricultura, etc. Todo lo cual confluye en el paso más importante dado hasta el momento, que es la oficialización del sistema “cosmunitario” de vida, denominado Sumak Kawsay.
El cual, es la puerta de entrada que cuestionado a los sistemas eurocentristas de derecha e izquierda se propone reconfigurar las formas y estructuras sociales más allá de lo privado-estatal por formas conglomeradas complejas. Tal como funcionan los ecosistemas y así recrear una humanidad ecosistémica o simbionómica (utilizando terminología actual). El sumak kawsay no solo cuestiona a la división en izquierda y derecha sino a todo el sistema liberal y republicano que hoy maneja el mundo, para convertirse en la alteridad a las oficiales o naturalizadas por el pensamiento monoteísta civilizatorio.
De esta manera, el paradigma indio guardado y conservado por los yachaks durante estos 500 años, emerge como una ruptura y un salto a todos los conceptos verticalistas, antropocentristas, positivistas, y se inscribe en conjunto con lo más alto del “pensamiento complejo” de occidente. Los yachaks, suave y prudentemente han ido cuestionando todas las teorías y dogmas del logocratismo aristotélico impuestos como verdades para toda la humanidad, para actualmente hablarnos de estructuras relacionales de tipo fractal y toroidal.
Yachaks, algunos invisibles otros públicos, con o sin estudios formales, con fenotipos indígenas o blancos, negros…, siguen tejiendo el camino de regreso que lo planificaron desde hace más de 500 años y en el que establecieron el camino de reinserción y de repotenciación para el Nuevo Tiempo. Los grandes pueblos solares y lunares que han existido en toda la historia de la humanidad, vienen laborando por recrear una nueva cultura planetaria en otro estado del espíritu y de la mente.
Y esa ruta se la visibilizó hace 25 años para todo el que esté listo para dar el salto “quántico” y seguir el “camino del yachak”. No solo se trata de tener mucha información, sino conocimiento para una vida sabia.
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