
La última encuesta de Click, válida para marzo, tiene una revelación que debe ser tomada en cuenta por los políticos, analistas (especialmente por los que están en el ejercicio diario de esa ocupación) y los propios ciudadanos.
En la medición, realizada en Quito y Guayaquil, con un margen de error de +/-3%, se preguntó: “Cómo se identifica ideológicamente, ¿usted diría que es de izquierda, de centro o de derecha?”.
Esta consulta es muy arriesgada dirán muchos analistas. Porque, según la explicación de los estudiosos, la población ecuatoriana no distingue entre derecha, izquierda o centro. Que los ecuatorianos están lejanos de esos debates. Que no saben nada de eso ni les importa…
Además, que al ecuatoriano, como no le interesa la política, aseguran, tampoco le interesa quién esté al frente de las instituciones con tal que resuelva problemas. Otra idea en esa la línea, muy arraigada, es que lo mejor es ser pragmático en todo y en todo momento. Otra… que los jóvenes no les importa ya la política, son casi apolíticos que miran por ellos mismos.
Y una más, que la conozco desde hace dos décadas, es que llegó es el fin de las ideologías porque no abarcan a todos los pensamientos.
Pues bien, Click, encuestadora arriesgada y alejada de esas visiones maniqueas y apocalípticas de la política, hizo la pregunta. El grupo que respondió la pregunta sobre una ideología o tendencia ideológica en la política, es decir que sí la tiene, es el 43,6%.
Por eso, el populismo puede ser derrotado en el país mientras exista y se fortalezca un gran grupo de ecuatorianos que reconozca las ideologías. Y, así, identifique al correísmo populista, al pragmatismo cínico que no le importa acordar con quien sea para imponer una agenda con sus intereses
Ese porcentaje de ecuatorianos está interesado, involucrado, atento, comparten rasgos característicos de una ideología.
O para tristeza de algunos ‘estudiosos’, algunos de esos ecuatorianos sí saben lo que implica ser de derecha, de izquierda y de centro.
Los resultados de la medición: el centro obtuvo el 16,18%, la derecha el 15,26% y la izquierda 12,24%. Sin entrar de lleno en el debate global y eterno, la derecha busca menos presencia estatal sobre la persona y combate el “pensamiento único”; la izquierda más Estado sobre la vida del ciudadano, en una ola “marxista posmoderna”; y el centro intenta ser una especie de arbitro social entre las otras tendencias, aunque tomando ideas de las dos.
El resto, el 56,32% de consultados, respondió que no seguía a ninguna ideología.
En estas dos últimas semanas, donde el país ha presenciado una tormenta política que ha licuado la credibilidad de la Asamblea Nacional y que causó una crisis política en el Gobierno, la medición de Click aparece y ofrece una esperanza.
Una que nace, como siempre, de una sociedad más adelantada que sus autoridades, partidos políticos y, claro, de sus leyes. Que busca mejor democracia y no dinamitarla como intentan hacer los extremos.
Por eso, el populismo puede ser derrotado en el país mientras exista y se fortalezca un gran grupo de ecuatorianos que reconozca las ideologías. Y, así, identifique al correísmo populista, al pragmatismo cínico que no le importa acordar con quien sea para imponer una agenda con sus intereses, a los egocéntricos vendedores de humo, a los buscadores de privilegios gubernamentales, al narcotráfico y delincuencia organizada infiltrada en la política.
En Ecuador, la palabra ideología es mala para quienes buscan la opacidad, la confusión y los privilegios. Los que se unen con quien sea, los protagonistas de camisetazos. Los pillos.
Los políticos, los reales, entonces, tienen una obligación. Dar más contenido a esos ecuatorianos que sí reconocen que la política afecta a sus vidas, a sus familias, a sus empleos. Y, por eso, escogen un lado del tablero político democrático. El que propuso Click en su encuesta.
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