
Es Estados Unidos en donde más juicios en contra de los profesionales médicos se producen en el mundo. Por supuestos actos de “mala práctica médica” las legiones de abogados especializados en auspiciar estas acciones legales y “cazar” a los médicos, como jauría tras la presa, son impresionantes.
Se produce una “desconfianza” del médico, desde que el paciente ingresa al consultorio o entra por emergencia al hospital, porque no se sabe si en un futuro cercano esa persona lo llevará al estrado y le pedirá indeminizaciónes millonarias porque no le gustó como quedó la nariz, o los parpados o la cara después de haberse sometido a una cirugía plástica estética o reconstructiva, o porque hubo problemas en un nacimiento en el acto obstétrico o en una cesárea; es decir, son los cirujanos plásticos, los ginecólogos y los anestesistas quienes están sometidos a más riesgos de “criminalización de la práctica médica diaria”.
Sin embargo, también los médicos internistas y las subespecialidades se afectan. Por ejemplo, un paciente con diabetes descompensada, esto es con cifras de glucosa en la sangre en 400 mg/dl cuando lo normal es 99 mg/dl con sed intensa, falta de apetito, cansancio y al borde de entrar en un “coma diabético” debe ser internado en un hospital o clínica para iniciar el tratamiento con infusión endovenosa de insulina. Si por cualquier circunstancia cae en “hipoglucemia”, esto es cifras de glucosa menores o iguales a 70 mg/dl, el médico ya puede ser enjuiciado por haber dado un tratamiento “peligroso” e “innecesario”, cuando los expertos sabemos que la insulina es la única opción para salvarle la vida. Si una persona con diabetes se inyecta la insulina a las 22:00 y no ha comido a las 03:00 puede tener una hipoglucemia nocturna y morir con facilidad de una arritmia cardíaca, ¿de quién es la culpa, del médico que prescribió la insulina o del paciente que no comió? Obviamente del paciente.
En el Ecuador, a partir del 9 de agosto de 2014 entró en plena vigencia el nuevo Código Orgánico Integral Penal (COIP) después de seis meses de su aprobación en la Asamblea Nacional, el paso por el Ejecutivo y la publicación en el Registro Oficial. Esto a pesar de una lucha sin cuartel que dieron el Colegio Médico de Pichincha, la Federación Médica del Ecuador, así como el Colegio Médico del Guayas para suprimir incisos que ponían en riesgo inminente de ir a la cárcel y terminar con la vida profesional de eminentes médicos dedicados toda una vida a salvar vidas.
Se hicieron cambios tibios en los artículos respectivos, especialmente el 146, pero la esencia en el castigo sigue igual hasta cuando no se haga otra Ley que rectifique los desaciertos de la presente; se han entrenado 321 peritos médicos para la elaboración de los informes, que no sabemos quiénes son, cuáles sus estudios y méritos para serlo. Hay “indefensión” del médico en la práctica médica diaria, porque ya hay cientos de denuncias y chantajes de gente desaprensiva, que exige hasta el auto nuevo del médico para no enjuiciarlo.
Se impone la “excelencia”, la investigación, el estudio permanente de las patologías que afectan a los ecuatorianos, el consentimiento informado para todos los actos que conlleven riesgo para el paciente, para minimizar la “mala praxis” médica. Esta obviamente existe porque el arte de curar es hecho por personas y por más experiencia siempre existe una pequeña posibilidad de tener un error humano.
La elaboración de las Guías o Protocolos realizadas por el Ministerio de Salud (MSP) basadas en modelos internacionales cambian a escala mundial y hay que actualizarlas en forma permanente, para poder aplicarlas en patologías frecuentes como son las enfermedades cardiovasculares, metabólicas, crónicas degenerativas, el cáncer, las demencias y así en todas las enfermedades que matan a la población. Como ejemplo, hay 24 formas de tratar la diabetes mellitus de tipo 2 o del adulto validas ¿Cuál es la que acepta el MSP? Existen enfermedades raras que no tienen protocolos de tratamiento ¿Qué hacemos en esas circunstancias?
Las primas de los seguros y sus coberturas van a encarecer la práctica médica a todo nivel, tanto público como privado, en detrimento de los enfermos; conocemos que una compañía española quiere cobrar entre 200 a 400 dólares por mes de acuerdo a la especialidad del médico.
[PANAL DE IDEAS]
[RELA CIONA DAS]




NUBE DE ETIQUETAS
[CO MEN TA RIOS]
[LEA TAM BIÉN]



[MÁS LEÍ DAS]


