
Periodista de Investigación, escritora de poesía y narrativa corta, especialista en perfilación criminal.
Desde opiniones antojadizas se dice que la comunicación ya no sirve porque la tecnología avanza. Que la comunicación, los periodistas y los medios quedaron para la antigüedad. Y ante esa pobre visión hay que aclarar ciertos puntos. Si la tecnología avanza entonces debemos prepararnos en cómo utilizar bien sus herramientas. Que los medios y periodistas no mueren, sino que se trasladan a otras plataformas. Otros dirán que en las empresas ya no se utiliza comunicación sino marketing. A ver, el marketing se utiliza para vender productos, pero el cómo los vendo con el mensaje adecuado, es allí donde ingresa el comunicador.
Que los gobiernos utilicen mal la comunicación y contraten comunicadores torpes es un error de quien está en el poder, pero no generalicemos. El auge de la tecnología ya obligaba a las escuelas de comunicación a cambiar sus mallas curriculares y que éstas vayan más pegadas al mercado. La pandemia aumentó la crisis económica y muchos estudiantes dejaron de ingresar a las universidades. Y la carrera de comunicación y periodismo se convierte en un ¿y para qué vas a estudiar eso?
En comunicación teórica y práctica en el país aún estamos en pañales, es más nos falta comunicación, pero facultades y carreras de comunicación, al menos en Quito, están quedándose sin alumnos.
En otra ciudad ecuatoriana ven con preocupación esta situación pero han tomado acciones. Es el caso de la Universidad de Cuenca, su director de la carrera de comunicación, Diego Samaniego, cuenta que en su actual malla educativa consta la materia de emprendimiento, para enseñar a los estudiantes a emprender en lo digital, explica que su actualización académica se debe también a la responsabilidad que su Universidad tiene con la región de la sierra central y parte del oriente, pues reciben estudiantes de este sector.
Para el rector de la Universidad Católica de Cuenca, Enrique Pozo, la crisis comunicacional se debe a que todavía no entendemos que debemos prepararnos todos en el uso de herramientas tecnológicas y recuperar contenido teórico valioso como el hacer un buen periodismo de investigación pero trasladándolo a nuevas plataformas digitales. Y aclara que no solo comunicación está en crisis sino que hay otras carreras como agronomía, trabajo social, economía… porque ahora los jóvenes todo lo quieren hacer desde un teléfono, entonces hay que educar en competencias tecnológicas. “Hay que invertir en calidad humana desde la tecnología”, argumenta y también informa que los jóvenes en la actualidad están migrando y que el estudiar en una universidad ya no es su objetivo principal.
Andrea De Santis, director de la carrera de Comunicación de la UPS de Cuenca, también está de acuerdo con esta idea, que en la actualidad el proyecto de vida de los jóvenes no es el ingresar a la universidad, sino el migrar o ganar dinero fácil. Él indica que la carrera de Comunicación de su universidad está al tanto del mercado laboral y enseña el manejo de la tecnología, pero los esfuerzos no son suficientes pues estamos estancados en una crisis económica “desastrosa”.
La Carrera de Comunicación de la UPS, tiene su propio canal de televisión, nuevas cabinas de radio y trabaja en vinculación con la comunidad, según De Santis a pesar del auge tecnológico la misión no es la de formar profesionales al servicio del sistema, donde cobren poco, hagan mucho y no se quejen; sino que hagan su trabajo en un mundo tecnológico pero con criterio social.
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