
Cada vez quedan menos días para la elección presidencial del 20 de agosto. Los candidatos hacen campaña anticipada, incluso van corrigiendo las líneas de la propaganda y buscan conquistar nuevos territorios.
Las encuestas, hasta la semana pasada, muestran a tres candidatos que, por lo pronto, están por debajo de la candidata del correísmo, Luisa González, estancada en unas mediciones o con menos puntos en otras. Yaku Pérez, Fernando Villavicencio y Otto Sonnenholzner están en ese bloque de tres.
Pérez sorprende a los especialistas por el subidón y ven claramente que está golpeando al correísmo en su propio terreno. Pero todavía parece distante de la correísta.
Aunque no se puede asegurar que el candidato indígena pasará a la segunda vuelta, o alguno de los otros dos políticos -incluso si habrá segunda vuelta- la actual dispersión del voto por la falta de unidad de los políticos puede jugar a favor de los intereses de Rafael Correa. Y ese es el riesgo con el que juegan los electores.
Quienes no quieren el retorno del correísmo duro simplemente no saben a quién escoger.
Al parecer, se viene una elección muy similar a la de Alcalde de Quito de este mismo año. La dispersión del voto, por egos e intereses puramente partidistas, fraccionó la votación. Hubo una alta indecisión durante toda la campaña.
Las encuestas muestran a tres candidatos que están por debajo de la candidata del correísmo, Luisa González. Yaku Pérez, Fernando Villavicencio y Otto Sonnenholzner están en ese bloque de tres.
Y llegó el correísta Pabel Muñoz, con apenas un 25,1% de los votos. Luego estuvo Jorge Yunda con 22,2%. Y en tercer lugar, Pedro Freile con 21,9%.
Los electores se definieron, incluso, el mismo día de la votación, según las empresas encuestadoras.
Con lo cual hay una alta posibilidad, de cara al 20 de agosto, de una guerra por el voto útil para la elección presidencial. Este tipo de sufragio implica elegir a alguien que, sin ser el preferido, pueda derrotar a otra opción.
Es que en estas circunstancias no sirve votar por el tercero. O el cuarto en las encuestas. Sirve votar por el que va segundo para no regresar al pasado totalitario, donde se formaron los mayores problemas que actualmente vive el país. Y, así, empujar a una segunda vuelta definitiva.
Para que no pase lo de Quito, el electorado ya debe ir definiendo su voto anti-correísta. No a última hora.
Pero tome en cuenta que el nuevo Presidente debe contar con la fuerza para enfrentar y detener los ataques del correísmo. Mantenerse en el poder. Incluso, contraatacar. Y tener gobernabilidad.
[PANAL DE IDEAS]
[RELA CIONA DAS]



NUBE DE ETIQUETAS
[CO MEN TA RIOS]
[LEA TAM BIÉN]




[MÁS LEÍ DAS]



