
Ingeniero Ambiental por la Universidad de Cuenca. Maestro en Ciencias de la Sostenibilidad por la Universidad Nacional Autónoma de México.
La huella ecológica es una herramienta que mide el impacto que tiene cada persona en la Tierra, y se calcula a partir de diversos factores, sobre todo relacionados con los hábitos de consumo. A partir de la huella individual de cada persona, esta puede cambiar sus hábitos e incluso buscar formas de “compensar” su huella. Por ejemplo, se calcula que, por cada 100 km recorridos en autobús, una persona debería sembrar 1 árbol para mantener su huella ecológica en cero1.
El ecologismo usa la huella ecológica como un acercamiento al sistema de producción-consumo-desecho, pero entiende que este sistema no se transformará simplemente cambiando de hábitos de consumo. Y es que el ecologismo entiende que las relaciones de producción-consumo-desecho están atravesadas por sistemas de opresión y explotación no solo sobre los ecosistemas sino sobre las personas que dependen más directamente de ellos, y también que se basan en relaciones de poder, tanto políticas como económicas2. Aun así, el ecologismo no deja de hacer un llamado a la conciencia ecológica y social en cuanto a los hábitos de consumo, entendiendo que estos pueden incidir positivamente en todo el sistema.
La ecologista es la persona más sometida al escarnio social, con el perdón de las feministas. Un socialista puede tomar coca cola del imperio y estudiar en academias de élite y seguir siendo socialista, incluso candidato. Una liberal puede condenar el libre derecho a decidir y la libertad de amar a quien sea y seguirá siendo liberal. Pero, ¡ay del ecologista que tenga la osadía de tener un iPhone, encima actualizado! Ahí sí ya no es ecologista.
La coherencia es necesaria, y exige un esfuerzo permanente y constante. No es un sacrificio, sino una búsqueda de incidir desde lo cotidiano, desde los actos más pequeños3. Y una forma de dar ejemplo, de mostrar que se puede hacer lo que se dice. Una de las consignas más lindas del movimiento indígena ecuatoriano es esa: “¡Diciendo, haciendo! ¡Diciendo, haciendo! ¡Diciendo, haciendo, ¡Carajo!”
Sin embargo, coherencia no es pureza ideológica, porque la pureza ideológica no existe. Exigir pureza ideológica es tan dogmático e inquisitorial como exigir que estemos libres de pecado. El feminismo se opone a la existencia de un modelo humano que desvaloriza y subordina a la mayoría de personas4, ¿cómo habría de proponer un modelo nuevo, que no sea el del reconocimiento y potenciación de la diversidad en todo el sentido de la palabra? El anarquismo se basa en la libertad individual, ¿cómo habría de limitar esa libertad y bajo qué términos, que no sean los de corresponsabilidad por la libertad de las demás personas5? El manifiesto comunista no es un manual de comportamiento.
Es difícil encontrar personas en la historia que hayan sido 100% coherentes con sus ideologías a lo largo de toda su vida: Marx y los primeros marxistas no reconocieron el aporte de Flora Tristán en sus postulados, aunque el manifiesto comunista tomaba varias ideas del texto “Unión obrera”, de Tristán6; existen alegatos de que Gandhi era violento con su esposa; el Ché Guevara veía a la homosexualidad como síntoma de la “decadencia burguesa” ... Y de igual forma, pocas personas ecologistas podrán jactarse de nunca haber usado plástico o nunca haberse subido a un automóvil. Poquísimos hombres feministas/aliados/traidores al patriarcado podrán sostener que jamás en su vida han usado una expresión machista. Pocas personas anarquistas podrán asegurar nunca haber ejercido poder sobre otra persona.
Y, por supuesto, pocas personas de izquierda cumplirán al 100% con sus postulados. En la izquierda más intelectual o de clase media, seguramente hay varias “faltas” ideológicas. No el consumo de coca cola o cualquier marca del “imperio”, aunque también podría suponer incoherencia. Sí el hecho de ser beneficiarias o beneficiarios directos de un sistema de desigualdad e injusticia social contra el que teóricamente luchan. Cuántas personas de izquierda han estudiado en colegios y universidades privadas, cuántas tienen a sus hijas e hijos es escuelas privadas, exclusivas y caras, cuántas han viajado al “imperio”, cuántas usan Twitter mientras el proletariado por el que hablan y al que defienden no tiene acceso a agua potable.
Las incoherencias nos sirven para trabajar en la coherencia. El ideal de persona que queremos ser nos sirve para caminar hacia allá, como la utopía. Pero no lo alcanzaremos. Al final, hacemos lo que nos permita dormir en paz.
Y este domingo 11 de abril, dormir en paz, para la mayor parte de la izquierda ecuatoriana, la izquierda de verdad, parecería implicar votar nulo, porque sienten que sería una incoherencia votar por una izquierda que les robó el discurso, las canciones y hasta octubre7, que persiguió y criminalizó, que hizo todo lo posible para aniquilar la organización social8, y que viene a terminar el trabajo; pero que también sería una incoherencia votar por la derecha.
este domingo 11 de abril, dormir en paz, para la mayor parte de la izquierda ecuatoriana, la izquierda de verdad, parecería implicar votar nulo, porque sienten que sería una incoherencia votar por una izquierda que les robó el discurso, las canciones y hasta octubre.
Mucho se ha dicho acerca de que no son equiparables ambas opciones en términos de acaparamiento del poder, represión, persecución y violación de derechos humanos. Esos motivos no convencen a esa izquierda, la izquierda de verdad. Pueden tener actos incoherentes cotidianos: pueden desperdiciar agua y comer carne de vaca todos los días, aunque digan defender el agua y los páramos10, pueden sobrecargar de trabajo a las mujeres de su entorno por estar en la vida pública, aunque digan luchar por la igualdad de género, pueden seguir llamando al nulo ideológico desde el privilegio de haber estudiado la política. Si el nulo fuera ideológico no necesitarían recalcarlo. Todo puede ser, pero nunca un voto a un candidato de derecha que encima es banquero.
Quienes vivimos el ecologismo intentamos reducir al máximo nuestra huella ecológica, sin dejar de luchar por cambios estructurales. Diciendo-haciendo, ¡carajo! Pero, cuando nos toca, por cualquier razón, realizar una acción de alto impacto, como viajar en avión o renovar el celular, o incluso imprimir un informe de 1104 hojas por triplicado, redoblamos el esfuerzo cotidiano para mantener un impacto bajo. No andamos contando cuántos árboles sembramos por cada recorrido en automóvil o en bus, la cosa no va de fundamentalismos. Eso sí, intentamos reducir nuestro impacto al máximo.
Dado que un voto por la derecha supone un límite infranqueable, ¿qué tal si hacemos una estimación para compensar esa incoherencia? Una estimación de la “huella ideológica”: ¿qué esfuerzo nuevo haría falta para compensar la acción de dar un voto por un partido de derecha? ¿comprometerse a fortalecer la organización de su barrio, trabajo o gremio? ¿organizar un grupo de estudio marxista con las y los compañeros de la universidad? ¿hacer una aportación teórica sobre por qué no se puede postergar la lucha por la igualdad de género para después de la lucha de clases?
Pensémoslo. Estamos a tiempo todavía.
Por el correísmo votarán varias personas que anhelan volver a una engañosa sensación de bienestar, engañosa porque se cimentó sobre ingentes casos de corrupción11 y porque dependía de una bonanza que se terminó; hoy solo les queda endeudarnos (más12) y pagar deudas con papeles13. También, en menor proporción, votarán personas que, contra toda evidencia, creen que es un proyecto de izquierda real14, y no un simple proyecto populista y totalitario15. Pero una cosa es segura: las demás personas, las intelectuales del correísmo, prófugas y alcahuetes, defensoras y sumisas, si duermen tranquilas no es por conciencia tranquila, sino por falta de conciencia... o de vergüenza.
Las demás personas, las que nos oponemos y criticamos al proyecto populista totalitario, sabemos lo que nos quedará si este llega a ganar, porque ya pasamos por eso. Sabemos que, para su líder, quien no está con él, está en su contra. Hemos visto sus amenazas, “no tendrán dónde esconderse” y demás. Su odio no ha pasado de moda16. Y entonces, probablemente, tampoco podremos dormir en paz.
Por tener la conciencia tranquila el domingo, ¿arriesgamos la tranquilidad de todas las personas que se opongan políticamente al populismo totalitario? ¿arriesgamos la tranquilidad económica de toda la población, dejando que gane un proyecto cuyo eje económico es la corrupción al más alto nivel y que, sin bonanza, no da para más? ¿No será mejor darnos un último espacio para pensar, decidir y asumir nuestra huella ideológica?
Referencias:
- Aquae Fundación: “¿Cuántos árboles hacen falta para compensar el CO2 del transporte?”https://www.fundacionaquae.org/cuantos-arboles-hacen-falta-para-compensar-el-co2-de-un-coche/#:~:text=Por%20cada%20100%20km%20recorridos,árboles%20si%20viajamos%20en%20avión
- Joan Martínez Alier (2006). “Los conflictos ecológico-distributivos y los indicadores de sustentabilidad”. https://journals.openedition.org/polis/5359
- Diario el país: “50 ideas sencillas para salvar el planeta”. https://elpais.com/diario/2007/10/21/eps/1192947358_850215.html
- Alda Facio y Lorena Fries (2005). “Feminismo, género y patriarcado”. https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/revista-ensenianza-derecho/article/viewFile/33861/30820
- Mijaíl Bakunin: (1882). “Dios y el Estado”. Cita: “no soy verdaderamente libre más que cuando todos lo seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres. La libertad de otro, lejos de ser un límite o la negación de mi libertad, es al contrario su condición necesaria y su confirmación”
- Clara Kuschnir: “Algunas reflexiones sobre las ideas de Flora Tristán” citando a Jean Baelen: “Flora Tristán: feminismo y socialismo en el siglo XIX”. http://www.hiparquia.fahce.unlp.edu.ar/numeros/volii/algunas-reflexiones-sobre-las-ideas-de-flora-tristan
- Vargas apoya al candidato de Centro Democrático. https://www.elcomercio.com/actualidad/vargas-apoyo-arauz-indigenas-amazonia.html
- Plan V: “Derechos Humanos, las violaciones durante el gobierno de Rafael Correa”. https://www.planv.com.ec/investigacion/investigacion/derechos-humanos-violaciones-durante-el-gobierno-rafael-correa
- Beatriz León: “No da lo mismo”. https://www.eluniverso.com/opinion/columnistas/no-da-lo-mismo-nota/
- ¿Qué tiene que ver reducir el consumo de carne con el medio ambiente? https://www.tierra.org/que-tiene-que-ver-reducir-el-consumo-de-carne-con-el-medio-ambiente/
- La herencia de una década: 2000 casos de corrupción. https://www.planv.com.ec/historias/politica/la-herencia-una-decada-2000-casos-corrupcion
- Revista Rupturas: “La crisis de la deuda provocada por el gobierno de Correa”. https://www.revistarupturas.com/la-crisis-de-la-deuda-causada-por-el-gobierno-de-correa.html
- Candidato Arauz. Entrevista en “Un café con JJ”. Cita textual: “utilizar la fuerza que tiene el Estado para pagar a los proveedores del Estado con papeles, con certificados, con notas, y no en billetes dólar”. https://www.facebook.com/jimmyjairala/videos/315178123174292/
- Fernanda Solíz: “En nombre de la izquierda”. https://www.planv.com.ec/ideas/ideas/nombre-la-izquierda
- Gonzalo Ordóñez: “En las entrañas del populismo anida el totalitarismo”. https://www.planv.com.ec/historias/politica/entranas-del-populismo-anida-el-totalitarismo#
- ResistenciaEC: videos sobre casos de persecución política. https://www.youtube.com/c/ResistenciaEC/videos
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