“Por apoyar a gente como María del Alma Cruz y Salomón Doumet, Ecuador está en la mierda”, publicó Blanchy Guillén en su cuenta de twitter.
No le falta razón. La indignación nacional estalló cuando el país supo que se vacunaron clandestinamente el par de novios, estudiantes de medicina de la Universidad Católica de Guayaquil, tiktokeros y parientes directos de dos directivos del hospital.
El descubrimiento de que en el país existen ciudadanos privilegiados tampoco es nuevo: reciben la protección de autoridades como el ministro de Salud, Rodolfo Farfán, reemplazante desde hasta dos semanas del doctor Juan Carlos Zevallos, quien ante la presión ciudadana huyó a su residencia en Miami, para eludir los procesos legislativos y penales que se le venían en su contra. Farfán ha equivocado su estrategia y, aunque ofrece entregar la lista de vacunados VIP, hasta ahora no lo hace.
En comunicación política, nada es más importante para el público que la veracidad. Según el analista Robert White, “un error absolutamente imperdonable o una violación de los códigos de ética es toda declaración que no corresponde con lo que realmente ocurrió. La expectativa básica con lo que diga el funcionario público es que sea cierto. Si el funcionario miente u omite, representa una falta grave a la credibilidad de la opinión pública y a su propio ejercicio como funcionario”.
Y si lo que está haciendo Farfán es quemar tiempo, puede haber lanzado un boomerang que repercuta gravemente en el juzgamiento de sus acciones respecto a las vacunas VIP.
¿Quiénes se han vacunado de forma silenciosa, como delincuentes que cometen una fechoría y tratan de que nadie se entere? No lo sabemos, porque el ministro de Salud no tiene la ética, transparencia y valentía de mostrarle al país la lista de vacunados VIP.
Otra cosa totalmente diferente sucede en geografías cercanas: hace dos semanas, los periodistas le preguntaron al presidente de Uruguay, Luis Lacalle, sobre cuándo se vacunará contra el coronavirus, en el contexto del escándalo de la vacunación VIP en Argentina, donde ha sucedido un caso similar al de Ecuador.
El mandatario uruguayo fue terminante: “Me vacunaré cuando me toque, me vacunaré con la que me toque”, subrayó. La conversación con los periodistas comenzó con el tema del arribo de las vacunas. “No se apuren. Yo estoy más ansioso que ustedes”, les dijo a los reporteros. Después se refirió a lo que sucedió en el país vecino: “Las comparaciones son odiosas. (La vacunación) tiene que ser ordenada”.
Así, es fácil colegir que los ciudadanos uruguayos creen en su Presidente porque transparenta los hechos, a diferencia de lo que hizo el exministro de Salud ecuatoriano, Juan Carlos Zevallos, y de lo que está haciendo el nuevo ministro, Rodolfo Farfán.
Ambos ministros —el que cobardemente corrió a refugiarse en su residencia en Miami y el actual— parecen haberse puesto de acuerdo en todo lo contrario de lo que está haciendo el presidente de Uruguay, quien subrayó que se vacunará cuando le toque, es decir, cuando le corresponda como un ciudadano más.
Farfán y su equipo de comunicación han traicionado un principio básico de la información al público que, con total derecho, exige que se publique la lista de “vacunados VIP” luego de que el país supo que determinados ciudadanos (un radiodifusor, un exalcalde, un expresidente, los parientes del exministro y un chef, entre otros) se inocularon sin que exista ninguna normativa que los beneficie.
En redes sociales, la exigencia es cada vez más radical. Rayza Alexander, por ejemplo, dice: “No me voy a cansar. Mi papá es médico intensivista, 61 años, jefe de su área, y hasta ahora no ha recibido la vacuna. No me sorprende la corrupción de este país”.
El escándalo por el silencio de Farfán, quien debería ser llamado por las autoridades legislativas y judiciales para que entregue la lista, se hizo más grande cuando en una universidad guayaquileña aparecieron aquellos dos jóvenes estudiantes de medicina y tiktokeros que fingieron ser profesionales y se hicieron vacunar.
¿Cómo creerle a Farfán cuando dice que “acerca de pedidos judiciales del listado de vacunados, estoy presto a entregar la información pertinente”? “Si nosotros tenemos una orden fiscal que nos llama a entregar esta información, evidentemente debemos entregarla... Toda la información va a ser entregada a la Fiscalía en su momento”, dijo.
Pero, ¿por qué Farfán no acude a las autoridades y entrega la lista, sin que nadie le obligue a hacerlo? Mientras tanto —con la actitud cómplice del presidente de la República— parecería estar ganando días y semanas hasta que, en este país de escándalos diarios, las autoridades se olviden de solicitarle la lista.
¿Quiénes se han vacunado de forma silenciosa, como delincuentes que cometen una fechoría y tratan de que nadie se entere? No lo sabemos, porque el ministro de Salud no tiene la ética, transparencia y valentía de mostrarle al país la lista de vacunados VIP
Para colmo, el ministro no solamente está cometiendo un pecado de omisión, sino que demora la consulta a la Procuraduría si los municipios tienen la posibilidad de que estas adquieran las vacunas para acelerar la inoculación en el país. En una serie de contradicciones cuando enfrenta a los medios, manifiesta que el Gobierno ha negociado 20 millones de vacunas en firme; el 30 de abril, dos millones de guayaquileños estarán ya vacunados”, aseguró.
Farfán ha dicho que están por terminar la fase cero y a punto de iniciar la fase uno de vacunación, hasta el momento con 65.000 personas que han recibido la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19.
Pero la actitud del ministro es de un sí y yo que desespera: “No vamos a tener ningún espacio para discrecionalidad o falta de transparencia”, dijo sobre las preferencias hacia personajes en el proceso de inmunización. Y, entonces, ¿por qué no entrega la lista? ¿Por qué se no pregunta si está siendo veraz y honesto consigo mismo y, sobre todo, con los ciudadanos?
Frente a una mediocre comunicación gubernamental, siempre a la defensiva y sin argumentos contundentes para refutar a quienes la critican, ¿cómo creerle al Presidente cuando dice “hemos terminado la fase cero y ahora viene la fase uno, en la que vacunaremos a todos nuestros adultos mayores, miembros de la fuerza pública, bomberos, profesores, población vulnerable, personal de recolección de desechos y de sectores estratégicos de las 24 provincias del país”.
¿Cómo creerle a un Lenín Moreno que no es capaz de exigirle a su ministro de Salud que haga pública la lista de los privilegiados con la vacunación VIP? ¿Cómo confiar en que partir de este lunes 15 de marzo está en funcionamiento la plataforma tecnológica para agendamiento de citas, según las fases de vacunación que correspondan?
Con toda razón, las redes sociales han estallado en contra del Gobierno y del ministro Farfán.
Leamos algunos ejemplos:
EriVerdezoto: Cada vacuna no aplicada a quien corresponde abre la posibilidad de que el personal de primera línea se contagie, enferme y no pueda atender a otro. El daño de las vacunas VIP es individual y colectivo. Son culpables quienes lo autorizan, quienes aceptan la invitación y quienes callan.
El chef chileno Diego Balmaceda, de 48 años, también fue vacunado en la UESS Clinic de Samborondón. Dice no ser palanqueado y que fue invitado por el Ministerio de Salud. Ahora pide “mil disculpas a todo el Ecuador. Me quisiera sacar la vacuna si pudiera”.
Guayaco C.: Los tiktokers María del Alma Cruz y Salomón Doumet son un gran ejemplo para la sociedad ecuatoriana. Pero un gran ejemplo para saber lo que es ser deshonestos, palanqueados y futuros corruptos. Si eres una persona de bien, nunca sigas esos ejemplos de la Vacunados VIP.
Jaime Noboa: El papá de Salomón Doumet es anestesiólogo en el HTMC y la mamá es jefe de control de infecciones en el HTMC. Ambos médicos. Bien dicen que se educa con el ejemplo.
Santi Ron: La presión para que hagan pública la lista de #VacunadosVip es enorme. ¿Por qué tanta resistencia? Mientras más tiempo pasa hay más razones para pensar que esconden algo más grande.
Ma. Cecilia Largacha: Y mientras tanto nuestros adultos mayores siguen expuestos, esperando un turno que parece nunca llegar. Qué vergüenza.
Norman Checa: ¿Se dan cuenta que las elites siempre serán los que busquen los beneficios para ellos y no para los que más necesitan?
Michael Aulestia: Indignante lo que sucede con las vacunas. Presentaré una denuncia en la Fiscalía del Ecuador para que se investigue a todos los que han proporcionado y recibido de forma irregular las vacunas.
Chulla Ecuador: Esas primeras remesas que llegaron, de ley se vacunaron todos los panas eso debe ser una fanesca, hasta el perro, no deben ser cientos, sino miles de vacunados VIP. Muestren la lista, sinvergüenzas miserables.
Damaris Intriago: No hay Plan de Vacunación. Se vacuna a la familia de la autoridad, los amigos cercanos, los colegas lejanos, los colados que se saltaron la fila, lo que no son personal médico. ¿Y el autor? Vacunó a la mamita, se vacunó él y se largó a Miami…
Sin duda, hay que suscribir lo que dice Blanchy Guillén: Por apoyar a gente como María del Alma y Salomón, Ecuador está en la mierda.
VIP: Very Important Person, por sus siglas en inglés.
[PANAL DE IDEAS]
[RELA CIONA DAS]
NUBE DE ETIQUETAS
- Arriba Ecuador
- Caso Metástasis
- Galápagos Life Fund
- No todo fue una quimera
- serie libertad de expresión
- serie mesas de diálogo
- Serie María Belén Bernal
- 40 años de democracia
- serie temas urgentes post pandemia
- coronavirus
- corrupción
- justicia
- derechos humanos
- Rafael Correa
- Lenin Moreno
- Correísmo
- Dólar
- Ecuador