
Ingeniero Ambiental por la Universidad de Cuenca. Maestro en Ciencias de la Sostenibilidad por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ella es la favorita. Las apuestas y la opinión experta le dan la mayor probabilidad de ganar una medalla, y, de hecho, de ganar la medalla de oro. Sus marcas la acreditan: ha sido capaz de levantar 261Kg en total, 118Kg en arrancada y 143Kg en envión, y sus competidoras más cercanas en estos juegos, la mexicana Aremi Fuentes y la ucraniana Iryna Dekha, tienen como mejores marcas 250 Kg y 248 Kg, respectivamente. Es tan favorita que China, potencia en halterofilia, no ha inscrito atletas en esta prueba, reservando el cupo para otras categorías, donde tiene más posibilidades de ganar.
Todo indica que Neisi ganará la prueba sin problemas: tiene la mejor marca y es la rival a vencer. La épica olímpica, esta vez, no será tanto la competencia como el camino recorrido por ella hasta este momento.
Sandra Dajomes y Teófilo Palacios llegaron a Ecuador hace más de 25 años, en calidad de personas refugiadas. De sus cuatro hijas y dos hijos, solo una de ellas no practica halterofilia o levantamiento de pesas, y solo una de ellas, Neisi, no lleva los apellidos Palacios Dajomes, sino que es Dajomes Barrera, como Sandra. La razón, a decir de personas cercanas a la familia, era la urgencia de Sandra y los primeros entrenadores de Neisi, los hermanos Llerena, por inscribirla en diferentes pruebas infantiles y juveniles de halterofilia porque en los entrenamientos destacaba como nadie; a los 11 años, entrenaba a la par de los niños, e incluso los superaba. Sandra impulsó la carrera de Neisi a pesar de las dificultades económicas, y sigue siendo su inspiración. Javier, su hermano mayor y a quien ella seguía siempre, es su otra inspiración. Sandra y Javier estarán muy presentes cuando Neisi confirme su potencial de medalla olímpica.
Además de su historia familiar y personal de fuerza y superación, Neisi encarna como nadie el lema feminista de empoderamiento “lucha como niña”. Una mujer de 23 años capaz de levantar, con suficiencia, más de tres veces su propio peso; una mujer afrodescendiente, amazónica y de una familia refugiada; una mujer de disciplina férrea, pero que llega a la plataforma de halterofilia a mostrar su fuerza con alegres pañuelos en la cabeza y con medias de diferentes colores; una mujer a la que le decían que no se dedique a un deporte que “es para hombres”. ¿Qué mejor referente para las niñas de Ecuador, Latinoamérica y el mundo?
La prueba comienza; primero es el arranque (en halterofilia, el arranque consiste en levantar la barra desde el suelo hasta por encima de la cabeza con una completa extensión de los brazos en una sentadilla, con un solo movimiento). Después de que cinco atletas han hecho sus tres levantamientos, y la ucraniana Dekha y la estadounidense Nye el primero, entra Neisi, llamativa como ella sola. No falla en su intento de levantar 111 Kg, al contrario, hace ver fácil lo que a sus pares se les ha hecho difícil. Nye logra levantar el mismo peso, y luego falla al intentar levantar 114 Kg. Solo Dekha, al segundo intento, logra superar los 111 Kg, llegando a 113 Kg. Pero Neisi sube la vara: primero 115 Kg y después 118 Kg, igualando su mejor marca y pegando el primer grito de emoción. Además de obtener la primera ventaja, es la única que no ha fallado ningún intento.
Rosa Cabeza de Vaca fue la primera mujer en entrar al Colegio Mejía, en 1903, 106 años después de su fundación. María Zúñiga fue la primera médica ecuatoriana, en 1921, casi 340 años después de la fundación de la primera universidad en nuestro territorio. Matilde Hidalgo fue la primera mujer en votar en elecciones nacionales, en 1924, y Nela Martínez fue la primera mujer parlamentaria, en 1945, 102 y 123 años después de la fundación del país, respectivamente.
Sigue la competencia, viene el envión (en halterofilia, el envión o “dos tiempos”, consiste en levantar la barra desde el suelo en dos movimientos: uno de sentadilla para llevar la barra hasta los hombros, y otro, el jerk, para empujar la barra por encima de la cabeza). Neisi comenzará penúltima esta vez (135 Kg), porque la surcoreana Kim comenzará con más peso, 138 Kg. Con técnica depurada y mostrando seguridad, carga sin problema los 135 Kg, para un total de 253 Kg (se suma arranque más envión); el resultado final dirá que con ese levantamiento hubiera ganado, pero ella sabe que no se debe confiar. Cinco participantes terminan su participación sin superar sus 253 Kg. Así, sin despeinarse, Neisi acaba de asegurar ser la primera medallista olímpica ecuatoriana. El oro está cerca, solo la estadounidense y la surcoreana podrían superarle, aunque no les será fácil.
Rosalía Arteaga fue la primera presidenta del Ecuador, en 1997, 175 años después de su fundación (duró 5 días en el cargo). El primer campeonato de fútbol femenino nacional (amateur) se dio en 2013, aproximadamente 70 años después del inicio de los campeonatos masculinos. Y hoy, 1 de agosto de 2021, Neisi Dajomes ha asegurado ser la primera medallista olímpica ecuatoriana, 25 años después de nuestro primer medallista masculino.
Queda ver el color de la medalla. Neisi sube la marca a 140 Kg, 258 Kg en total; sabe que está rozando el oro, pero no se permite festejar ni subestimar a sus rivales. La surcoreana se excede intentando cargar los mismos 140 Kg dos veces, no puede y queda fuera; la medalla será, mínimo, de plata. Sin perder la seriedad, sin confiarse, Neisi se pone un reto más alto, y consigue cargar, por primera vez en competiciones oficiales, 145 Kg en envión y 263 Kg en total; se va al suelo y grita de emoción porque sabe que, hoy, solo ella es capaz de superarse a sí misma. La estadounidense hace un último intento por superar su propia marca, y no puede, aunque no afectaría el resultado final.
Se confirma el color de la medalla, ¡dorado! ¡Neisi es de oro! Ha superado su propia marca, no ha fallado ningún intento y ha dejado la sensación de que su techo está lejos. Sube al podio y le dedica su victoria a Sandra y Javier, sus ángeles.
Se confirma el color de la medalla, ¡dorado! ¡Neisi es de oro! Ha superado su propia marca, no ha fallado ningún intento y ha dejado la sensación de que su techo está lejos. Sube al podio y le dedica su victoria a Sandra y Javier, sus ángeles. Seguro estaban ahí, no para ayudarla a levantar las pesas, porque saben que ella puede sola, sino para verla sonreír como nunca.
Neisi vivió un viacrucis para llegar a Tokyo. Dos días antes de la inauguración, donde iba a portar la bandera, dio positivo por Covid-19 en Madrid; la Federación Ecuatoriana de Levantamiento de Pesas y el Comité Olímpico Ecuatoriano, aun sabiendo que tenía una gran probabilidad de ganar, no fueron capaces de ayudarle. En una semana de incertidumbre en Madrid, Neisi incluso perdió kilos, algo que en halterofilia puede ser lapidario. Finalmente, pudo viajar. No llegó para ser la abanderada; la cubrió la eterna Alexandra Escobar, referente de la halterofilia en el país. Alexandra cubrió a Neisi, y hoy Neisi cubre el espacio que deja Alexandra; si es tan longeva en el deporte como ella, le quedan cuatro juegos olímpicos más para agrandar su leyenda.
Con 23 años, Neisi ha escalado el Olimpo y tiene una enorme carrera por delante. En Ecuador, nos queda seguirla apoyando, con gratitud por sus triunfos y por permitirnos ser parte de su alegría. Y no solo eso: Neisi acaba de mostrar el camino a toda una generación de deportistas, y especialmente de mujeres deportistas, empezando por su hermana Angie, diplomada olímpica en estos juegos, y terminando en las niñas que ahora saben que “entrenar como niña”, “correr como niña”, “luchar como niña”, significa dar el máximo esfuerzo... y ganar.
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