
Abogado y periodista guayaquileño. Ha colaborado en medios impresos y radiales de su ciudad. Actualmente cursa una maestría en Derecho de Empresa.
¿Estará consciente el presidente Correa de lo grave y preligroso que sería encarcelar al alcalde Nebot? Así este gobierno demuestra una vez más su odio contra Guayaquil y que el revanchismo y la venganza han logrado cegar al primer mandatario.
Es a todas luces conocido -lo más divertido es que ya ni se esfuerza en disimular- que Rafael Correa controla desde la Corte Nacional de Justicia hasta al Juez de menor jerarquía en cualquier rincón de la Patria. Por lo tanto, una decisión como ésta -la de meter preso a Jaime Nebot- debió ser consultada y aprobada por las más altas esferas del poder.
Ahora bien, este delicado tema debe ser analizado no solo en la forma, sino también en el fondo. Más allá de recordar la falta de independencia de todo el sistema judicial ecuatoriano, no olvidemos de dónde viene esta ilegal orden de detención. Wilson Merino, juez ilegítimo de la Corte Nacional, está en su cargo luego de un amañado proceso de designación que implicó una serie de ilegalidades y contradicciones. Como este gobierno le "regaló" el cargo, se ha dedicado a servir al Ejecutivo con especial sumisión.
Ahora en lo que concierne a la forma: aunque no se conocen más detalles sobre la ilegal orden, se ha comentado que se trata de un proceso de investigación de un crimen en el que Jaime Nebot ha sido supuestamente considerado como testigo, convocatoria que jamás ha sido notificada al alcalde de Guayaquil y mal podrían por eso considerarlo rebelde u ordenar su aprehensión por negarse a asistir.
Si usted pasa a ser parte de un proceso judicial, debe ser notificado; y, si lo convocan como testigo, debe ser debidamente llamado a declarar. En este caso no ha sucedido ni lo uno, ni lo otro.
Jaime Nebot, más allá de ser un eficiente y destacado servidor de los ecuatorianos que viven en esta ciudad, se ha convertido en uno de los más fervientes defensores de las libertades y en el guerrero más destacado de los guayaquileños que luchan día a día por su independencia y por impedir que se pisotee la dignidad de esta tierra de Olmedo. Ahora es Jaime Nebot el perseguido y esta ciudad sabrá defender a su Alcalde pase lo que pase.
¿Es ésta acaso una estrategia de distracción ante el evidente y grosero sobre endeudamiento que tiene el actual gobierno y la grave crisis económica que resulta imposible ocultar?, lo que si está claro es que esta orden de detención contra Jaime Nebot constituye una grosera ofensa contra Guayaquil y esta ciudad no va a permitir que se la siga ofendiendo.
Si es con Jaime Nebot, es con Guayaquil; y, si es con Guayaquil, es conmigo y también contigo. ¡Despierta Guayaquil!, ¡despierta Ecuador!, no permitamos que el odio siga siendo la principal política de gobierno y que el desprecio contra Guayaquil se siga traduciendo en ofensas tan terribles como ésta.
Como diría el alcalde Nebot hace pocos días: "Guayaquil es y será libre, nada ni nadie lo impedirá, pues “somos los huancavilcas raza de fuertes y bravos / jamás nos sometimos, nunca fuimos esclavos / jamás pedimos tregua, nunca imploramos clemencia / así es como ganamos nuestra altiva independencia”. ¡Progreso y libertad es nuestra vida. Progreso y libertad hasta la muerte!".
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