
Es periodista y docente universitario. Licenciado en Comunicación Social y máster en Tecnología Educativa y Competencias Digitales. Vive en Los Ríos.
Lo podrido o desagradable en ocasiones no nos llegan a los sentidos al encontrarse en espacios grandes, mientras en los reducidos llega fácilmente. Se atiende su peste. Algo similar sucede con la forma de hacer política en las provincias ajenas al bicentralismo mediático. Ahí lo corrompido llega fácil, sin discreción. Por ejemplo, ni en Guayas ni en Pichincha, conozco de ningún hijo de Jaime Nebot o de Guillermo Lasso, encabezando lista de asambleístas en sus respectivos partidos políticos. Desagradable situación que acontece en Los Ríos con el representante de ambos.
En esta provincia algunos políticos conciben al elector como un peón de hacienda, propiedad del cacique de turno. Por eso quien funge de prefecto en Los Ríos -Jonny Terán (PSC)- sin sonrojarse ni dubitar colocó de primer candidato para asambleísta a su casi impúber hijo. Para nada le importó que su “junior” no tenga ningún mérito político: él va primero por derecho dinástico. Prelación que rebaja a nivel de capataces a sus demás candidatos y de peones a sus electores. Indignante.
¿Le importará que su candidato en calidad de vicealcalde aprobó y respaldó las obras más cuestionadas de corrupción en Quevedo? Una de ellas el soterramiento de la calle 7 de octubre. A Correa todo eso le vale un pepino, así es él. Igual quienes se creen caciques de Los Ríos. Son en gran parte la peste del lugar
Pero estas degradaciones no solo se leen desde la tienda socialcristiana en mi provincia; también se la lee dentro del correísmo. Para ese ejercicio atendamos la trillada cantaleta del prófugo de Bélgica, del supuesto apoyo a la juventud que le brinda el sentenciado por corrupción. Respaldo que dice evidenciarlo con su candidato presidencial, el tecnócrata firmón; pero que, tras revisar su lista de candidatos en Los Ríos, se concluye es otra de sus farsas.
Quien encabeza su lista tiene una sola virtud a ojos de Correa: ser hermano de Vinicio y Fernando Alvarado. A Correa para nada le molesta que sea el más viejo, ni uno de los de menor preparación en su lista. Menos le importa ver jóvenes de buen nivel académico cediendo entusiasmo y capacidad a favor de la “argolla” de los Alvarado. Por el contrario: así opera. ¿Le importará que su candidato en calidad de vicealcalde aprobó y respaldó las obras más cuestionadas de corrupción en Quevedo? Una de ellas el soterramiento de la calle 7 de octubre. A Correa todo eso le vale un pepino, así es él. Igual quienes se creen caciques de Los Ríos. Son en gran parte la peste del lugar.
[PANAL DE IDEAS]
[RELA CIONA DAS]
NUBE DE ETIQUETAS
[CO MEN TA RIOS]
[LEA TAM BIÉN]




[MÁS LEÍ DAS]


