
¿Será pesimista juzgar que, en no pocos aspectos de su cotidianidad, el país navega al garete? Por una parte, ese diálogo, atravesado por la infamia, la desolación ética, entre un prófugo de la justicia y que fuera Contralor general del Estado en el régimen de Correa, y el presidente de la Asamblea Nacional. Y por otra, ver y sentir que en el gobierno central no pasa nada, como si allí se viviese en otro mundo. Como si las frutas de la política que se pudren a diario no le perteneciesen.
Serrano: Hola Carlitos.
Pólit: Qué fue compadre lindo. ¿Cómo estás?
Serrano: Hermano, aquí el tema es Baca, hermano. Baca es un miserable, tú sabes que siempre fue un miserable y, obviamente, él no está dispuesto a cumplir con ningún, ningún acuerdo.
¿A qué acuerdos secretos han llegado aquellos que manejan el país con el bajo mundo de la política? Simplemente quedamos atónitos. Entonces llegamos a la certeza de que una parte del país estaría en manos de quienes pueden hacer y deshacer a su antojo los ordenamientos jurídicos, colocar y sacar autoridades según pérfidas conveniencias. Sentir que la juridicidad del país no es más que una palabra convertida en infame rueda, movida por oscuros intereses de quienes ostentan poderes otorgados por la democracia.
Carlos Pólit: Perfecto. Oye, dime, dime una cosa, este, el documento lo tengo listo allá,
José Serrano: Ya, ya.
Carlos Pólit: Ok ¿Procedo?
José Serrano: Sí.
Carlos Pólit: Porque ya el otro, el otro ya no existe. ¿Te acuerdas el que se mandó donde la amiga?
José Serrano: No, ese ya no, ese ya no existe
¿Qué clase de documentos de carácter público comparten el Presidente de la Asamblea y un prófugo de la justicia? Ciudadanos e instituciones convertidos en marionetas que, neciamente, aun creen que existe la verdad y la ley y que se vive en democracia. Ciudadanos que aún creen que en los espacios del poder aun es posible hablar la verdad.
Junto a lo legítimo, están aquellos grupos cuyo primordial objetivo no es otro que la apropiación del poder para provecho personal. Tras los megarrelatos de democracia, libertad, honorabilidad y servicio a la patria, se esconden la corrupción y el ansia de poder. De esta manera la política termina convertida en un sistema de engaños lujosamente bordado con la hermosura de palabras hueras. “Cuanto más y mejor mientas, más alto y seguro será tu poder”: primer mandamiento del decálogo de la corrupción política.
José Serrano: (…). O sea, yo no sé Baca a quién está respondiendo este rato, pero él está jugando en su cancha porque él también quiere ser presidente de la República,
Carlos Pólit: ¡Carajo! ¡No me digas!
El uno, acusado de corrupción, huyó hace rato y a tiempo con el santo y la limosna. El otro preside la Asamblea y, para que nadie dude de su palabra, se presenta con una gruesa carpeta que, asegura, contiene los documentos de Contraloría que sustentan sus afirmaciones contra Baca. ¿Por qué y cómo posee documentos reservados que deberían estar única y exclusivamente en la Contraloría General del Estado? Presencia abusiva de supuestos documentos que sirven para sostener un discurro de marras que ya nunca más podrá perder su infamia. ¿Lo que afirma es cierto únicamente porque señala la carpeta? ¿Alguien ha visto el real contenido de la misma? ¿Grotesca fanfarronería?
José Serrano: Sí, sí. Es el arribismo. Como él maneja esos temas y el hermano maneja el tema electoral, entonces ellos tienen una fuerte presencia ahí. Pero definitivamente tenemos que bajarle, no nos queda más, él no puede ser Fiscal hasta finales de este año.
Y nosotros, el pueblo, los de a pie, que seguimos pensando, quizás estúpidamente, que vivimos en democracia y que la democracia se sostiene en el respeto a la verdad, a la ley y a la Constitución. Los que creemos, quizás vanamente, que aun existe Estado. Porque es innegable que existen poderes paralelos incrustados en la legitimidad del Estado que actúan con eficiencia y de forma descarada. Quizás como nunca antes en la historia, la corrupción se ha hecho de un poder prácticamente ilimitado. Tras bastidores, a espaldas de la democracia, existen poderes fácticos que manejan impunemente los hilos del presente y el futuro del país. Fabulosa herencia de la década ganada por el correato que con acuciosidad desbarató la ética de la convivencia social.
Desde la corrupción, los decires de esos políticos que no se cansan de hablar de democracia de honorabilidad y de verdad son apenas flatus vocis, como decían los romanos, es decir, para no traducir literalmente, puras emisiones de viento putrefacto y pérfido.
Pólit: ¿Te acuerdas del chiquito? Él te va a entregar todo.
José Serrano: Ya.
Carlos Pólit: ¿Podrías indicarle cómo? Y él va inmediatamente donde me digan ustedes.
José Serrano: Ya ¿Y eso puede ser cuándo? ¿Hoy día mismo?
Carlos Pólit: Inmediatamente, en una hora, dos horas.
Pese a todo, es necesario que no nos resignemos a ser dominados por la fetidez de la corrupción. Es indispensable que todos nos unamos para rescatar la ética social y política que los corruptos la dejaron ir por el caño de las aguas servidas. Imperativo recuperar la ética de la verdad.
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