Desde hace algunos meses corre el rumor en redes sociales, por mensajes de celular, en cafés y plazas… que el actual Gobierno planea un autogolpe, busca que la llamada oposición lo saque del poder para victimizarse y luego volver fortalecido. Según los mensajes, el Gobierno busca que la gente proteste en las calles y lo bote.

Por las marchas en contra de la ley de plusvalía, los mensajes se intensificaron, pero los mismos manifestantes dijeron que estos rumores son estrategias del Gobierno para que nadie salga a las calles.

Estos dimes y diretes bien pueden servir como argumentos para crear un cuento, pero remitámonos a la realidad. ¿Los últimos acontecimientos son gratuitos? Aunque no nos guste, este Gobierno ha usado la estrategia, desde el poder ha dejado que la propia gente se ponga la soga al cuello. Ha convencido —ya sea por la millonaria publicidad que ha emitido desde el aparato estatal o porque algunos millonarios del país lo sostienen— que es el mejor Gobierno de la historia.

Lo que quiero decir, es que no hay que desconocer la inteligencia del régimen. Ellos no dan puntada sin dedal. Y si en este tiempo, el Gobierno se equivoca porque se le terminó la fuente de inspiración, deben pensar seriamente en despedir a sus asesores, porque no están aportando nada. Cada día es “una metida de pata” que además, no intentan remediar.

Si el Gobierno es inteligente, sus acciones también irán en la misma línea, porque de lo contrario perderán el poder de las manos. En época de campaña electoral sus errores pueden costar caro a su candidato, Lenin Moreno. Pero parece no importarles. A pesar de bajar en las encuestas, a pesar del descontento de la gente, a pesar de que el país parece una olla de presión que en cualquier momento va a explotar, los que mandan dentro del Gobierno están seguros de que van a ganar las elecciones o al menos eso parece.

¿Por qué tanta seguridad? ¿Qué hay detrás? El 9 de diciembre se cambió la cúpula militar y para sorpresa de todos, se nombró al Teniente General, César Merizalde Pavón, como Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Él es hermano de Pedro Merizalde, Gerente de Petroecuador, quien está investigado por supuesto perjurio. Merizalde se defiende, el vicepresidente y candidato de Alianza País, Jorge Glas, lo defiende y pide que se archive su caso. Hay un ambiente tenso por la corrupción descubierta en Petroecuador, sin embargo, se nombra al hermano de uno de los investigados, como Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. ¿Por qué? (Digamos que aquí no hay nada oculto, pues no se ha comprobado culpabilidad al Gerente de Petroecuador)

Segundo caso, el CNE adjudica a Telconet el contrato de servicio de enlace de datos para el próximo proceso electoral. Telconet es la empresa de Tomislav Topic, socio del tío de Jorge Glas. ¿No hay independencia ni en este tema? Otra vez la llamada argolla. También puede ser normal, en este Gobierno hemos visto nepotismo y amiguismo que da miedo. ¿Pero ni en el nuevo proceso electoral el actual régimen dejará de inmiscuirse?

Tercer caso, la ley de plusvalía. Estamos en época electoral, sin embargo la envía, a pesar de que las marchas se le vengan encima. Tal vez, también, sea normal, ya que una ley tan polémica es mejor que pase en épocas navideñas y de año nuevo, así nadie reclama. Ya sabemos que en tiempo de vacaciones nadie dice nada. ¡Ah! ¿Tal vez por eso sea la ley de feriados, más allá de incentivar al turismo?

Cuarto caso, Orlando Pérez, director del Diario El Telégrafo. La semana pasada, en las redes sociales, no se habló de otra cosa que no fuera de la violencia ejercida por Pérez contra su conviviente. Se mostraron fotos, videos, Pérez salió en rueda de prensa y finalmente se fue de vacaciones. Nadie del régimen dijo que él dejaba de ser el director del diario El Telégrafo o que se tomarían cartas en el asunto porque esto no puede pasar. No se dijo nada. Pérez argumento que este tema era privado y que se lo tratará de esa forma, punto. El régimen se jugó por Pérez. ¿Por qué? Si en tiempo de campaña habría sido mejor dar a los ecuatorianos una muestra de justicia.

Y el punto neurálgico, la nacionalidad shuar se opone a la minería a gran escala, en sus territorios ancestrales. Esto ha traído como consecuencia el fallecimiento de un policía, la militarización del lugar y las manifestaciones ciudadanas en la plaza Grande. Se anuncian movilizaciones a nivel nacional. En tiempo de campaña electoral, ¿el Gobierno se dispara en el pie? Parece que su deseo de Navidad es que la gente salga a las calles a gritar ¡Fuera Correa, Fuera!

¿O será como afirma el propio hermano del Presidente, Fabricio Correa, que dentro del Gobierno hay bandos que están en pugna? Por lo que sea, nos quieren en las calles y la gente, a veces, acepta la propuesta.