
Periodista de Investigación, escritora de poesía y narrativa corta, especialista en perfilación criminal.
Inevitable no llorar, pero esta vez de alegría por Richard Carapaz y luego por el Ecuador. El triunfo es de él, pues solo él y su familia saben cuánto tuvo que soportar para coronarse triunfador del Giro de Italia 2019. Sobre una bicicleta sin ruedas, prácticamente una chatarra, hizo rodar su sueño de niño: pedalear hasta conquistar el mundo. Él afirma que los sueños existen para cumplirlos y su motor fue la fuerza del corazón. Y sus ojos que aún parecen ser de niño confirman lo que asegura.
La mañana del domingo 2 de junio mientras el comentarista con toda la adrenalina encima gritó “…del Carchi para el mundo, Richard lo conseguiste, qué grande, llora campeón, festéjatelo todo, sos el campeón del Giro de Italia, créelo, tú sueño hecho realidad Richard, la batalló 21 etapas y acá lo tienes el momento de gloria” Y agregó: “y si quieren llorar en su casa también”. Y los ecuatorianos lloramos, más en este momento que vive el país, donde hay corrupción por todos lados, donde no sé sabe cuánto más hay que pagar para seguir sobreviviendo en un país donde los humildes sacan la cara por una tierra a la que se llama Patria, mientras los políticos nos desangran.
Al ver a Richard Carapaz luciendo la Maglia Rosa y ya en la meta, llegaron muchas imágenes e ideas a mi mente, como que los sueños de unos es dar alegrías a otras personas eliminando los propios miedos, mientras que otras personas crean pesadillas porque su meta es engañar, matar y robar lo más que puedan. Ecuador aún vive una época de saqueo pues nada de lo robado como en los descarados sobreprecios se ha recuperado. La muerte existe en las calles, en las cárceles y hasta en los hogares donde las mujeres no están a salvo.
Como ciudadanos seguimos nombrando como administradores de nuestros bienes a políticos que decepcionan. Con respecto a esto, unos más directos en las redes sociales escriben cosas como estas: “El único ecuatoriano en dos ruedas que nos enorgullece es Richard Carapaz”, “Richard defiende la Maglia Rosa y no el círculo rosa”. Es que si comparamos el esfuerzo que hacen los deportistas con tan pocos recursos económicos con la de nuestros gobernantes, que lo tienen todo, dan ganas de activar nuevamente aquella frase: ¡Que se vayan todos!
Es que si comparamos el esfuerzo que hacen los deportistas con tan pocos recursos económicos con la de nuestros gobernantes, que lo tienen todo, dan ganas de activar nuevamente aquella frase: ¡Que se vayan todos!
Richard y otros talentos de todas las áreas son los verdaderos embajadores de los ciudadanos de a pie, que día a día construyen su vida sin robarle a nadie, porque somos conscientes de que si se roba algo eso tiene consecuencias para el prójimo. Por ejemplo, si hay sobreprecios en obras que hoy están botadas, como los millonarios aeropuertos construidos en el gobierno del expresidente Rafael Correa y que hasta la actualidad no tienen utilidad, son edificios por los cuales solo pasea el aire; ese dinero le hará falta siempre al sector de la salud o a proyectos sociales donde el presupuesto se reduce porque hay que pagar deuda. Es indignante ver como aeropuertos, uno de ellos, el de Salinas, incluso con dos pistas, está desierto mientras que en el Hospital Eugenio Espejo faltan desde focos en los baños hasta medicina para los pacientes, cuyos turnos son emitidos para luego de meses e incluso años en el caso de trasplantes.
Y dónde dejamos las reformas laborales, que son otra manera de explotación, es que todos debemos colaborar para salir de la crisis. Siempre que ellos roban, el pueblo debe pagar…
Este domingo también nos erizó la piel la sencillez de Richard que sin pretensiones le dio felicidad a su madre, ella que emocionada empuñaba sus manos para que su hijo gane, mientras una excanciller de la República, María Fernanda Espinosa mantiene relaciones sociales con líderes del mundo para engordar su ego y encima quiere ser presidenta del Ecuador, cuando ella también forma parte de este saqueo. Claro, no se le ha comprobado corrupción alguna, pero el silencio también es cómplice. Y el utilizar bienes del Estado para promocionar su imagen, también es una manera de robo.
A los ecuatorianos hasta las tortugas de Galápagos nos roban. Según un informe realizado por peritos asignados al caso, se confirma que se robaron 117 tortugas juveniles del Centro de Crianza Arnaldo Tupiza. Por este hecho están presos dos individuos pero la historia no termina allí, pues según fuentes que prefieren no revelar sus nombres, la corrupción en Galápagos se debe a mafias internacionales asociadas con funcionarios públicos ecuatorianos. Este hecho lo tendrá que comprobar la Fiscalía que demora en sus procesos.
¿Ves Richard? Eres la alegría en una sociedad descompuesta, donde parece que todos tienen un precio. Tus amigos te llaman “el chiquilin” y no se equivocan, el niño que hizo sus travesuras como embriagarse en los juegos bolivarianos y por eso fue sancionado por el Comité Olímpico Ecuatoriano, se demostró a sí mismo que no debe mirar hacia atrás. Ahora, con este triunfo ojalá llegue la sensatez para que la sede del ciclismo ecuatoriano pase al Carchi y no siga en el Guayas. Y ojalá, también, este triunfo nos sacuda a los ecuatorianos y latinoamericanos (porque la felicidad también fue de Colombia que le abrió las puertas para llegar a España) para empoderarnos y sacar a los rateros del poder.
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