El otro día en una cafetería (chismosita como es una) puse atención a la conversación de unos caballeros indignados por la corrupción. Uno de ellos dice: yo no he sido un santo, cuando hay que sobrevivir hay que sobrevivir y en este país de m… es imposible hacer contratos sin pagar cuota, pero lo de estos (tales por cuales) ya no tiene nombre, ¿te imaginas cuando empiecen a salir los contratos de los chinos?

Suspiré pensando ¿Qué nos pasa? ¿Por qué no hay revolución: Alfarista, Juliana, Gloriosa, ni Ciudadana que nos redima? ¿Llevamos el virus en la sangre dispuestos a convertirnos en zombies a la primera oportunidad? La clase política no son exclusivamente los funcionarios; son también los empresarios deshonestos con el trabajador y con el fisco, son los dueños de monopolios comerciales y los exportadores que abusan de productores y campesinos. Son los contratistas avispados, los transportistas negligentes y los banqueros codiciosos. Somos también los periodistas cuando nos vendemos y los maestros cuando maltratamos. Somos los ciudadanos cuando elegimos, la sociedad cuando se calla y cuando grita sin sentido.

De terror, me dije, mientras replicaba en redes un divertido meme sobre retorno de Abdalá, de terror la clase política de este país de m…