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22 de Enero del 2019
Ideas
Lectura: 6 minutos
22 de Enero del 2019
Guillermo Rovayo

Abogado, experto en derecho humanos y movilidad humana. 

¡Todo es culpa de los extranjeros!
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Esta absurda declaración desató una ola de violencia espeluznante: turbas ciudadanas rompiendo vidrios; hurtando efectos personales de migrantes venezolanos; quemándolos en media calle; persecuciones iracundas a mujeres y niños; diversas formas de violencias irremediablemente irreversibles. El Gobierno del Presidente Moreno, simplemente muestra su gran incapacidad para entender los problemas estructurales del país.

No es una estrategia nueva: cuando los gobiernos no saben responder a las demandas de sus ciudadanos, lo más fácil es echarles la culpa a quienes vienen de otros países. No importa utilizar argumentos descabellados e inclusos inexistentes. Lo importante es buscar un responsable de su propia inoperancia e incapacidad.

En Ecuador, acabamos de vivir un vergonzoso capítulo que da cuenta de esta situación: una mujer de nacionalidad ecuatoriana fue asesinada por su ex pareja de nacionalidad venezolana mientras era filmada en medio de la inoperante actuación de la policía que durante 90 minutos no hizo nada (pese a que los agentes lo hubiesen podido hacer según consta en las filmaciones).

Pero ese asesinato no es un hecho aislado. La violencia contra las mujeres ha ido escalando a niveles alarmantes. Solamente previo a este triste caso, tuvimos que ver como una semana antes tres jóvenes ecuatorianos violaron y sodomizaron a una mujer. De la misma manera, algunos medios dieron cuenta de dos violaciones a niñas, y sus perpetradores eran de nacionalidad ecuatoriana. A esto se suma que en nuestro país en el 2018 se asesinó a una mujer cada 50 horas en promedio. Una estadística alarmante.

Pero el punto más grave del problema se presentó cuando, al siguiente día, el presidente de la República en su cuenta de twitter demostró que no tiene la más mínima capacidad para entender el problema estructural del feminicidio y de otras formas de violencia contra las mujeres. Su respuesta fue anunciar que se endurecerían los controles migratorios a las personas provenientes de Venezuela.

Esta absurda declaración desató una ola de violencia espeluznante: turbas ciudadanas rompiendo vidrios, hurtando efectos personales de migrantes venezolanos, quemándolos en media calle; persecuciones iracundas a mujeres y niños, diversas formas de violencias irremediablemente irreversibles.

He querido resumir los hechos con la finalidad de que ahora, con algo más de cabeza fría, reflexionemos y asumamos nuestras responsabilidades.

En primer lugar, el gobierno del presidente Moreno simplemente muestra su gran incapacidad para entender los problemas estructurales del país. Y no solo me refiero a su infame forma de abordar el problema de violencia contra las mujeres. Sino que, adicionalmente con esto, cierra una serie de desaciertos en su manejo de política migratoria.

En vez de desmontar la absurda e inconstitucional Ley de Movilidad Humana, creada durante el correato, se ha dedicado a justificar su inoperancia en el tema, lo cual ha condenado a la irregularidad a cientos de miles de ciudadanos (entre ellos muchos que poseen familias de doble nacionalidad, incluyendo la ecuatoriana). Ha generado imposiciones absurdas, imposibles de cumplir por quienes quieren regularizarse en el Ecuador. Y se ha querido escudar las falencias en el ejercicio de derechos indicando que el problema es el costo de los migrantes para el Estado ecuatoriano sin valorar todo lo que aquellos aportan al país y a su desarrollo.

En segundo lugar, una parte de la sociedad ecuatoriana, justificada en su propia ignorancia, actuó de manera salvaje. Pero esto nos da paso a una conclusión mucho más grave: somos una sociedad que piensa que la violencia es la alternativa para resolver los problemas y que es mucho mejor echarle la culpa a otros de cualquier problema que enfrentemos.

Para quienes crean que esta percepción es exagerada, les invito a ver los videos de aquel fatídico 20 de enero en Ibarra, les invito a escuchar las voces desesperadas de mujeres venezolanas rogando no ser encontradas; les pido que miren a hombres recios y fuertes rompiendo vidrios de ventanas para ver si había algún migrante, les conmino a ver las imágenes de colchones lanzados para ser incendiados en medios de gritos. Pero eso solo es el reflejo de nuestras relaciones diarias, en donde por lo general pensamos que el “golpe educa”, que es mejor persona “el que más grita” y que por ende hay que violentar a los más débiles.

Por otro lado, todas esas personas que con gritos reclaman a los migrantes como causantes de sus desgracias y que piden “cierre de fronteras”, “mas exigencias a las personas”, “más dureza con los migrantes”, les quiero recordar algunos hechos que pueden ser investigados en el internet: el 5 de enero del 2019 la prensa española daba cuenta de la “Manada de Callosa”, en referencia a un grupo de jóvenes ecuatorianos que violaron con sadismo a una española; hace pocos meses se conoció un video donde tres jóvenes ecuatorianos asaltaron y asesinaron a una mujer en Chile; también el anterior año se conoció el caso de un ecuatoriano que asesinó a su esposa en Miami; entre muchos casos. En ninguno de estos eventos, ni las sociedades de cada país, peor los gobiernos de cada uno de estos, llamaron a crear brigadas o se procedió a quemar las casas de nuestros compatriotas.

En definitiva, creo que es necesario que tomemos correctivos y que aprendamos la lección de este vergonzoso episodio.

El gobierno del Ecuador debe rectificar y dar soluciones reales a los problemas del país, desde un enfoque de garantizar los derechos de las personas y ante todo la posibilidad de vivir una vida libre de cualquier forma de violencia y discriminación. En tanto, la sociedad ecuatoriana debe aprender a procesar los conflictos desde el dialogo y el debate. Debemos pensar de manera solidaria para ponernos en el lugar de los otros y otras. Solamente así podremos frenar cualquier impulso que nos haga dañar la integridad de quien tenemos en frente.

[PANAL DE IDEAS]

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