Foto: PlanV
Contenedores cargados por lo general de banano son contaminados con cajas de cocaína por los narcotraficantes albaneses. Imagen referencial.
El blindado café
Lea aquí la primera parte de esta investigación
Un vehículo Ford Explorer, de color café y cuyo blindaje en el mercado ilícito vale más de 90.000 dólares, fue el eslabón que unió la relación entre dos europeos con antecedentes de narcotráfico en Ecuador. El albanés Remzi Azemi es uno de ellos. Fue detenido en el 2014 durante la operación Balcanes junto a otras 11 personas, entre ecuatorianos y albaneses. Esa organización fue acusada de almacenar grandes cantidades de droga en Guayaquil para enviarla a Europa. Pero Azemi salió al mes de haber sido detenido.
La Policía volvió a saber de él en noviembre de 2017. Azemi sufrió un atentado en el centro de Guayaquil. Estaba en el vehículo café blindado. El atentado sucedió cuando su esposa abrió la ventana para fumar un cigarrillo y ahí aprovecharon los sicarios. Azemi fue herido de bala. En el auto iba también su hija menor de edad. Después de ese hecho, Azemi se fue del país, según la Fiscalía.
Pero la Policía retuvo los celulares a Azemi, donde estaban mensajes de sus negocios. Por ejemplo, se hallaron chats en los que él buscaba supuestamente sicarios. Según el fiscal que siguió la investigación, César Peña, semanas antes del atentado contra Azemi se había fugado un sicario. Un mensaje en el celular del albanés decía a alguien de su organización lo siguiente: ‘búscamelo a gato negro (alias del sicario), yo estoy dispuesto a pagar lo que sea para que trabaje para mí’. Por esas conversaciones, a Azemi se le inició una nueva investigación por narcotráfico. El albanés fue detenido en Alemania, según la Policía Antinarcóticos.
Pero en Ecuador Azemi enfrenta más acusaciones. La Fiscalía le abrió un nuevo proceso judicial, en septiembre pasado. Lo acusa del asesinato del montenegrino Fadil Kacanic y de su esposa, la ecuatoriana Elsa Gallegos Chacón.
Lea el reportaje en inglés: Albanian Drug Suspect’s Banana Bonanza
Kacanic, de 64 años, y su esposa Elsa, de 63 años, fueron secuestrados y asesinados en marzo de 2018, en Guayaquil. A su casa en los Ceibos llegaron hombres vestidos de policías, que se los llevaron y después aparecieron en la vía a la Costa con disparos en la cabeza. Según la Fiscalía, este hombre también era albanés, pero la Policía aseguró que era de Montenegro, un país vecino a Albania.
El crimen de Kacanic fue portada del Extra, el 15 de marzo de 2018. Los asesinos —vestidos de policías— llegaron a la vivienda de las víctimas en tres vehículos con vidrios polarizados e ingresaron al conjunto residencial con un falso documento policial, según declaraciones del fiscal de Flagrancia, Víctor González, dadas a la prensa. Pero su ingreso quedó grabado en la cámara de la garita. Así se pudo ver que, el día del crimen, el vehículo blindado café estaba estacionado fuera de la casa de Kacanic. Según testigos, la pareja salió esposada.
Portada del Extra donde apareció Kacanic y su esposa asesinados.
La Policía informó que la casa de Kacanic quedó revuelta, como si estuvieran buscando algo. Se llevaron joyas y una computadora. Pero también se reportó que se habrían llevado una fuerte cantidad de dinero escondida supuestamente en “caletas”.
Tanto Azemi como Kacanic usaron el mismo vehículo blindado café. Cuando fue el atentado contra Azemi, en la prensa apareció Kacanic junto al lujoso automóvil. Vestía una camiseta azul y salió de espaldas a la cámara del fotógrafo de un diario donde apareció la imagen. Según la Fiscalía, ambos tenían un parentesco familiar.
El blindado café fue fotografiado después del atentado contra el albanés Azemi. En el fondo, con blusa azul, se observa al montenegrino Kacanic. Ambos tuvieron procesos por narcotráfico en Ecuador.
Kacanic no registraba ninguna actividad económica en Ecuador. Pero tuvo un proceso por narcotráfico. En 2010 fue encontrado con 18 kilos de cocaína en su equipaje, en el aeropuerto de Guayaquil. Su destino era Amsterdam. Fue condenado a 12 años de cárcel. Pero el 8 de junio de 2015, se le rebajó la condena a 10 años. Luego salió de prisión bajo el régimen de prelibertad.
Azemi y Kacanic tenían un parentesco con Hidri Ilir, según el fiscal Peña. Es otro albanés que fue asesinado en Guayaquil. Tenía 39 años. Le dispararon en un suburbio de esa ciudad. Los sicarios ingresaron a su casa, donde estaba con su pareja. Los asesinos se llevaron dinero.
El hombre de las tres identidades
Imagen de la Interpol de Dritan Rexhepi.
Las historias de Azemi y Kacanic revelaron los lujos y la forma de vida de los europeos en Ecuador. Según el fiscal César Peña, los albaneses involucrados en narcotráfico se hacen pasar por empresarios e inversionistas. Gastan su tiempo en gimnasios y tienen comodidades que no se justifican. Frecuentan hoteles de lujo o van a bares caros. Reciben dinero a través de transferencias bancarias y administran grandes sumas. No tienen bienes en el país, pero alquilan casas con todas las seguridades en sectores de alta plusvalía como la Puntilla y los Ceibos, en Guayaquil. Hablan muy bien el español. “Pero se hacen los desentendidos cuando se les va a tomar una declaración”, recordó el fiscal en un entrevista con Plan V.
Peña es uno de los fiscales que más casos de albaneses, relacionados con el crimen, ha investigado cuando estuvo en Guayaquil. Ahora Peña trabaja en Daule. Los fiscales de esa zona del país pasan agitados y sobrepasados de trabajo. Peña detuvo la entrevista cada cinco minutos pues llegaban familiares de procesados a consultar sus causas o le timbraba el teléfono constantemente. “¿Eso es todo?”, preguntó a cada rato durante la entrevista. La Fiscalía de Daule funciona en la ‘Casa china’ un edificio de tres plantas, de arquitectura china con techos cuyas puntas se encorvan hacia arriba. Antes fue usada para eventos y recepciones. Peña fue el fiscal que investigó los asesinatos de Ilir y Kacanic y el atentado contra Azemi.
Lea también: El mayor narcotraficante albanés hizo negocios en Ecuador
¿Por qué llegan los albaneses a Ecuador? Una fuente reservada antinarcóticos explicó a Plan V que estos ciudadanos no necesitan visa para entrar al país. Pueden quedarse por 90 días como turistas y después pedir una extensión por 90 días más. El idioma es otra ventaja. El albanés por su condición geográfica e histórica domina el italiano y por eso se les hace fácil aprender español. Según el agente antinarcóticos, la mafia albanesa viene al país a responder por intereses de la mafia italiana y se alían con bandas ecuatorianas.
Para estos narcos es mucho más fácil ingresar los cargamentos ilícitos a Europa por Albania que por otros países, según Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia del Ejército ecuatoriano. Dice que son mafias familiares, con entrenamiento militar, sanguinarios y con códigos de honor, donde nadie traiciona a nadie. Estos grupos delictivos albaneses comenzaron a llegar al Ecuador entre 2014 y 2015, atraídos por la oportunidad de establecer contactos directos con carteles de Colombia, Bolivia, Venezuela y otros lugares, agregó el experto. En su experiencia, Ecuador es un país vulnerable a la infiltración de delincuentes extranjeros por la dolarización y la corrupción que permite la compra de documentos fraudulentos, incluidos cédulas y pasaportes.
La Fiscalía de Daule opera en la 'Casa china'. Sus fiscales pasan sobrepasados de trabajo. Foto: PlanV
De eso saben mucho los albaneses. Ellos tienen la facilidad de conseguir identificaciones falsas o clonar sus pasaportes de sus países vecinos como Serbia y otros países de los Balcanes. Los consiguen por poco valor y es muy difícil contrastar en los controles migratorios ecuatorianos si esos nombres que usan son los reales, dijo la misma fuente policial.
Ese fue el caso de un albanés que fue capturado en Guayaquil, en 2014, junto a Azemi. Resultó tener tres identidades. En su detención, fue registrado con los nombres Ioannis Dionysopoulos (nombre griego) y con Lulezim Murataj (nombre albanés). Pero luego de las investigaciones se determinó que su nacionalidad era albanesa y su nombre real era Dritan Rexhepi.
Estos grupos delictivos albaneses comenzaron a llegar al Ecuador entre 2014 y 2015, atraídos por la oportunidad de establecer contactos directos con carteles de Colombia, Bolivia, Venezuela y otros lugares, agregó el experto.
El fiscal César Peña ha investigado crímenes relacionados con albaneses en Guayaquil. Foto: PlanV
Según la Policía, tenía tres notificaciones rojas de la Interpol. Era buscado por Inglaterra, Albania, Italia y Bélgica. En Italia era requerido por tráfico de estupefacientes y armas; en Bélgica por robo agravado; y en Albania por asesinato y tenencia y fabricación de armas militares. En este último país se lo acusa del crimen contra tres policías en 1999. Información obtenida por OCCRP reveló algunos pasajes de la vida de uno de los albaneses más perseguidos por la justicia europea.
En 2006, la Fiscalía albanesa encontró que el autor de los asesinatos fue Rexhepi, pagado por bandas locales. El tribunal inicialmente sentenció a Rexhepi a cadena perpetua, pero luego obtuvo una rebaja, que quedó en 25 años de prisión. Ese mismo año fue capturado en Tirana, capital de Albania, pero se logró escapar casi inmediatamente, pues a uno de los policías se le “olvidó” cerrar la puerta de la estación de policía.
Desapareció sin dejar rastro hasta 2008 cuando fue arrestado en los Países Bajos. Era requerido por un fiscal antimafia de Venecia por narcotráfico. Después de su arresto en Holanda, fue extraditado a Italia, donde fue encarcelado en una prisión de alta seguridad en Pavía, de donde escapó el 17 de marzo de 2011 con otros dos albaneses.
El 27 de marzo de 2011, Rexhepi fue arrestado por robar un banco en Barcelona, España, el día en que el FC Barcelona y toda Cataluña celebraban su victoria en la Champions League. Para entonces, Rexhepi era pedido en extradición por Inglaterra, Italia, Bélgica y Albania. En ese momento Bélgica logró la extradición. Pero ese mismo año se fugó de la cárcel belga donde estaba recluido. La prensa española lo llamó ‘el rey de la fugas’.
Rexhepi apareció en Ecuador en 2014 y fue capturado en el operativo Balcanes. Hasta la Interpol celebró su detención. La banda con la que trabajaba enviaba droga en el doble fondo de contenedores que partían del Puerto de Guayaquil. Los albaneses eran los encargados de financiar el envío de droga, así como la custodia y el embalaje de la misma. Fueron arrestados con 277 kilos de cocaína.
Rexhepi fue sentenciado a 13 años de cárcel. En 2015, Italia pidió a Ecuador la extradición del albanés por narcotráfico y porte ilícito de armas. Rexhepi fue sentenciado en el 2011, en ese país, a 13 años de prisión, pero “evadió la casa de Vorglieria, donde estaba detenido cumpliendo su condena”, según el acta enviada a las autoridades ecuatorianas.
La Corte Nacional de Justicia aceptó el pedido, pero Rexhepi apeló la resolución porque en su defensa dijo que Albania también había pedido su extradición. El albanés dijo que prefería irse a su país para estar cerca de su familia. Su solicitud fue rechazada y confirmada la extradición a Italia. Hermes Sarango, abogado de Rexhepi, dijo a Plan V que la Corte también aceptó la extradición a Albania.
Según el artículo 8 de la Ley de Extradición ecuatoriana, “cuando más de un Estado solicite la extradición de una misma persona, bien por el mismo hecho o por hechos diferentes, el Presidente de la República o el Ministro de Gobierno por delegación de aquel, decidirá la entrega del reclamado”. El Ministerio aún no resuelve este caso, confirmó Sarango. Rexhepi permanece recluido en la cárcel de Latacunga, dijo una fuente penitenciaria.
62 toneladas de droga en los puertos ecuatorianos
En Ecuador se han realizado tres operativos en los que han sido detenidos albaneses, todos relacionados con narcotráfico. En el de los Balcanes, en 2014, los agentes descubrieron que la banda de Azemi y Rexhepi traficaba a través de contenedores modificados. Tenían personal infiltrado en áreas administrativas y operativas de los puertos que les permitía obtener los listados de contenedores y seleccionaban aquellos que tenían como destino Europa.
Los contenedores al salir de las navieras eran desviados de su ruta. Los choferes de la organización, por este trabajo, cobraban 10.000 dólares. Los llevaban hasta bodegas donde soldadores instalaban el doble fondo para camuflar la droga, que puede tener una capacidad de hasta 500 kilos. Son trabajos que requieren precisión en la soldadura, para no levantar sospechas, y apenas duran dos horas. Después, el contenedor contaminado continuaba su ruta hacia las exportadoras y allí se cargaba el producto, que luego salía por los puertos de Guayaquil.
El Puerto de Guayaquil tiene ocho puertos. En siete de ellos se ha detectado droga. Foto: PlanV
Guayaquil es uno de los principales puntos de partida para la cocaína que se dirige a Europa. Entre 2016 y septiembre del 2019 se han incautado 62,6 toneladas de droga en siete de los ocho puertos marítimos que tiene Ecuador, se excluye Posorja que recién funciona desde agosto pasado. En Guayaquil está la mayoría: Banana Puerto, Contecon, Fertisa y la Terminal Portuaria de Guayaquil (TPG). Los otros tres son Puerto Bolívar en Machala (El Oro), Manta (Manabí), y Esmeraldas (Esmeraldas).
De las 62 toneladas halladas en los últimos cuatro años, 40 salieron desde el puerto de Guayaquil “Libertador Simón Bolívar”, operado por la empresa Contecon, que forma parte del grupo multinacional ICTSI. Le sigue TPG, también en Guayaquil, con casi 17 toneladas incautadas desde 2016. El año más crítico fue el 2016 cuando se decomisaron 33 toneladas, 20 de ellas salieron desde Contecon, según cifras oficiales de la Policía Antinarcóticos.
En los últimos años, el hallazgo de droga en los puertos ecuatorianos ha ido disminuyendo. En 2017 se encontraron 13,8 toneladas; en 2018, 12,6 toneladas; y hasta el 25 de septiembre pasado, cayó a tres toneladas. Si contrastamos estas cifras con el tráfico de drogas por vía aérea, la diferencia es abismal. En el mismo periodo (2016-2019) se incautaron cuatro toneladas en las terminales de Quito y Guayaquil.
El creciente comercio ha llevado a una ola de violencia en Ecuador. Solo en Guayaquil, los datos oficiales muestran que los homicidios han aumentado en más de un tercio en un año. De 246 muertes entre enero y octubre de 2018 pasaron a 338 durante el mismo período en este año.
Mientras que en Europa, las cifras del negocio ilícito demuestran un auge. Las incautaciones europeas en 2017, el último año con datos disponibles, alcanzaron un récord de 140 toneladas, según el informe de drogas de Europol y el OEDT. Este señaló que las pandillas albanesas están desempeñando un papel cada vez más importante en el mercado de cocaína que en el 2017 representó 9.1 billones de euros (10 billones de dólares).
“Las mayores cantidades de cocaína ahora pueden ser introducidas de contrabando en Europa escondidas en buques de carga, especialmente en contenedores marítimos, que salen de América del Sur, particularmente de Brasil, Colombia y Ecuador”, se lee en el reporte.
Un operativo de este año lo volvió a confirmar. El pasado 17 de mayo, una banda liderada por un albanés y conformada por otros 11 ecuatorianos fue detenida. El albanés fue identificado como Mbreshtani Ilir. Está organización contaminaba contenedores con bananas con destino a Europa. Operaban desde El Oro. En esa provincia, la Policía Antinarcóticos descubrió un clan familiar ecuatoriano que había creado “una compleja red logística encargada del acopio, seguridad y camuflaje del alcaloide dentro de cajas de banano”. Esa empacadora estaba ubicada en el sector de La Maravilla, parroquia Barbones, del cantón orense El Guabo.
Mientras en Grecia los detenidos se enfrentan a cadena perpetua, en Ecuador dos albaneses capturados en 2018 fueron liberados y se conoce que ya se fueron del país.
Los narcotraficantes usaban cajas de banano similares a las utilizadas por las exportadoras para camuflar la droga. Cuando los contenedores salían de las empacadoras con destino a Puerto Bolívar, operado por la empresa turca Yilport, estos eran desviados de su trayecto. La banda rompía las seguridades y reemplazaba la carga lícita por las cajas contaminadas, antes de ingresar al puerto. En esta banda, los choferes de los contenedores también trabajaban para la red delictiva.
También hay otra modalidad. El 13 de noviembre, de 2018, durante un operativo entre Ecuador y Grecia se capturó a griegos, albaneses y ecuatorianos. En este caso, la banda pretendía usar un velero para llevar 382 kilos de cocaína desde Salinas (Santa Elena) hasta Australia. La organización ingresaba el dinero ilícito, resultado de sus trabajos, en el flujo financiero de Grecia, a través de negocios relacionados con la renta de vehículos.
En Grecia fueron capturados dos griegos y un albanés. En Ecuador se detuvieron a seis ecuatorianos y a dos hombres que presentaron documentos griegos, pero luego se confirmó que eran albaneses. Ellos son Georgios L. y Christos P. Mientras en Grecia los detenidos se enfrentan a cadena perpetua, en Ecuador los dos albaneses fueron liberados y se conoce que ya se fueron del país. Los jueces Abdon Oswaldo Monroy, César Augusto Vélez y Daisy Edda Lindao, del Tribunal Primero de Garantías Penales de Santa Elena, anunciaron su decisión el pasado 7 de noviembre. De ellos, solo Monroy manifestó su opinión de condenar a los europeos.
No es la primera vez que la justicia ecuatoriana falla a favor de albaneses en casos de narcotráfico. El mismo Azemi dejó la prisión a solo un mes de haber sido detenido en 2014. La mayoría de los capturados en el operativo Balcanes ya están en libertad, refirió la fuente antinarcóticos.
El puerto de Durres, Albania. Foto: FloKrass/CC-by-SA-4.0
Mientras tanto, a Europa sigue llegando droga desde Ecuador. Cuatro contenedores de plátanos que partieron del país con destino a Albania se quedaron varados en el puerto de Durres desde agosto de este año, luego de que la DEA de EE.UU. descubriera que había cocaína dentro de los contenedores.
El hallazgo ocurrió en Grecia. En el puerto de Piraeus donde los contenedores estaban en tránsito, las autoridades griegas, en coordinación con las albanesas, reemplazaron 317 kilos de cocaína con paquetes de arroz. En la carga de plátanos dejaron solo un paquete de cocaína para atrapar a los narcotraficantes. El contenedor siguió su curso hasta el puerto albanés de Durres, donde fueron arrestados dos hombres.
[RELA CIONA DAS]
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