

El Estado chino, contratistas de capital norteamericano y europeo y algunas empresas nacionales, entre los beneficiarios finales de la inversión en Coca Codo Sinclair. Fotomontaje: PlanV
CCoca Codo Sinclair se ubica en la vertiente oriental de la Cordillera de la Andes, cerca del volcán El Reventador y en el curso del Río Coca, cuyas aguas encauza por un túnel subterráneo que mueve generadores eléctricos capaces de producir 1600 MW, lo que equivale al 34% de la demanda nacional de energía.
Según información oficial de CELEC EP, en el primer trimestre de 2022, “la producción de energía de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair fue de 1'624.718,41 megavatios hora, lo que representó un aporte promedio del 34% al consumo eléctrico total del país. Este valor es obtenido a pesar de que las cuencas hidrológicas orientales atravesaron periodos de estiaje”.
Aunque la instalación ya está operativa, aún no se ha entregado formalmente la obra al Estado ecuatoriano por la presencia de fallas de fábrica en grandes piezas de conducción de agua hacia los generadores de electricidad, conocidas como distribuidores. Estos distribuidores presentan fugas y fisuras que, según expertos ecuatorianos, podrían provocar desde el colapso de la planta hasta la necesidad de volver a construir su corazón: la casa de máquinas, enclavada en la Cordillera Oriental de los Andes.
El proyecto tiene cinco componentes: una presa de captación de agua, un túnel, un depósito de compensación, tuberías de presión y una casa de máquinas. Desde la presa de toma, el agua es desviada al embalse de compensación a través de una balsa de sedimentación por un túnel de 25 kilómetros construido a 500 metros bajo las montañas. Desde este punto, el agua se canaliza a través de dos cañerías a presión hasta la casa de máquinas subterránea, donde ocho generadores producen 1.600 MW de electricidad. Finalmente, el agua se devuelve al río Coca, aproximadamente 60 kilómetros aguas abajo del primer embalse.
La planta, construida durante el gobierno de Rafael Correa, está marcada por la polémica, por fallas estructurales que el Estado atribuye a los contratistas chinos y por problemas políticos relacionados con posibles comisiones y tráfico de influencias a favor de las empresas del país asiático.
La planta, construida durante el correato, está marcada por la polémica, por fallas estructurales que el Estado atribuye a los contratistas chinos y por problemas políticos relacionados con posibles comisiones y tráfico de influencias a favor de las empresas del país asiático.
La mayor parte del cemento y el acero usados en la construcción fueron de origen nacional. Foto: Celec
Pero más allá de esos conflictos, esta nota revela quiénes son los contratistas y beneficiarios finales, tanto en el extranjero como en Ecuador, que recibieron los más de 2.700 millones de dólares que el país ha desembolsado para la construcción de la planta, cuyo principal financista conocido es el Eximbank de China, un banco estatal que entregó un crédito a Ecuador durante la administración de Rafael Correa con la condición de que el proyecto fuera construido por empresas de ese país, como ha sido práctica habitual de Pekín con varios países latinoamericanos y africanos. A los USD 2700 millones se suman cerca de USD 600 millones que el Estado ha invertido en la línea de transmisión, que conecta la central con el sistema eléctrico nacional, lo que sube la cifra a USD 3.300 millones.
El 28 de julio del 2010 se firmó el acta de inicio de contrato. Se terminó en 2016, aunque hasta el momento la empresa estatal CELEC EP no recibe la obra debido a las fallas de fábrica como se señaló anteriormente.
Los beneficiarios finales: un concepto clave
En junio de 2022, la Fundación Ciudadanía y Desarrollo publicó el estudio “La Importancia de los Beneficiarios Finales y cómo buscarlos” de autoría de la periodista Mónica Almeida. Ahí se precisa que “conocer a los beneficiarios finales de tal o cual entidad jurídica permite establecer conexiones entre empresas y revelar esquemas creados para recibir sobornos, acaparar contrataciones en el sector público, evadir impuestos, lavar activos del narcotráfico o camuflar otras actividades ilícitas como el financiamiento al terrorismo”. Se sostiene también que los beneficiarios finales son “las personas naturales que poseen y/o controlan una entidad jurídica y por ende reciben las ganancias de su actividad”.
Pero en el mismo documento se precisa que, en muchos casos, los beneficiarios finales están camuflados por entramados societarios, que contribuyen a hacer más difícil saber a quiénes llegan los dineros de las entidades. En Ecuador se han realizado grandes contrataciones de obra pública, sobre todo, durante el correato, en las que se han gastado millones de dólares de dinero público.
En el caso de Coca Codo Sinclair, el Estado ecuatoriano había identificado el sitio desde los años 70 como un potencial lugar para la construcción de proyectos hidroeléctricos, sobre todo tomando en cuenta aspectos como la pendiente del terreno (cerca de 600 metros de declive) y el caudal de las aguas, pero no sería hasta el gobierno de Rafael Correa que se iniciaría la construcción de la obra, asociada un multimillonario crédito chino, realizado con la modalidad de “llave en mano” que prefieren usar los contratistas del país asiático. Este tipo de proyectos se definen como aquellos en los que “el contratista ejerce la función de ingeniería, construcción y gestiona los temas administrativos”, lo que significa que el contratante, en este caso el Estado ecuatoriano, tiene poca o ninguna injerencia en esos temas.
La construcción de Coca Codo Sinclair estuvo a cargo de la la empresa china Sinohydro bajo esta modalidad, es así que este contratista escogió a sus proveedores, ejecutó la obra física con empleados nacionales y pagó por los servicios de varias empresas sobre todo en Asia y Europa, que se convirtieron en beneficiarios de un porcentaje significativo del dinero que el Ecuador invirtió en la obra. Varias de las grandes corporaciones occidentales que participaron en la obra publican detalles sobre su participación accionaria en internet, aunque debido a que son empresas que cotizan en bolsas internacionales, no ofrecen detalle de todos los accionistas. Las empresas privadas chinas no publican información sobre su capital y participación accionaria, mientras las empresas establecidas en Ecuador presentan la nómina de sus accionistas a la Superintendencia de Bancos. En el país no hay legislación que obligue a transparentar los beneficiarios finales de las obras públicas.
Pero ¿quiénes son estos beneficiarios finales en Coca Codo Sinclair y en dónde están?
El Estado ecuatoriano había identificado el sitio desde los años 70 como un potencial lugar para la construcción de proyectos hidroeléctricos, sobre todo tomando en cuenta aspectos como la pendiente del terreno (cerca de 600 metros de declive) y el caudal de las aguas, pero no sería hasta el Gobierno de Rafael Correa que se iniciaría la construcción de la obra, asociada un multimillonario crédito chino.
El Estado chino, el beneficiario principal
Para la construcción de la central se firmó un contrato entre la empresa estatal Cocasinclair EP, que pertenece a la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC) y los representantes de dos subsidiarias locales de la empresa estatal china Sinohydro, que es, en su país, considerada como una de las marcas o divisiones operativas de una empresa mayor, la Powerchina.
Con sede en Pekín, la capital china, la Power Construction Corporation of China (Powerchina) es la empresa bandera de la construcción e ingeniería china en el mundo. Es relativamente nueva, pues fue establecida por el Consejo de Estado de la República Popular China el 29 de septiembre del 2011.
Fotomontaje: Archivo PlanV
Un documento estatal chino al que tuvo acceso este portal destaca que la propiedad de Powerchina es totalmente estatal, sin que en ella haya capital privado de ningún tipo.
Según el mismo documento, Powerchina fue constituida sobre la base de “14 institutos de diseño de energía eléctrica y de ingeniería experimentados y capaces, altamente reconocidos a nivel municipal, regional y global. La empresa de ingeniería para la generación de energía eléctrica y fabricación de equipos está bajo la administración de Sinohydro Group Ltd., HydroChina Corporation, State Grid Corporation of China y China Southern Power Grid Company Limited”.
Powerchina precisa que “tiene una riqueza de experiencia y capacidades de ingeniería global - la ejecución de la construcción, posee tecnologías líderes y posee muchas marcas muy reconocidas en el país y en el extranjero, incluyendo Sinohydro, HydroChina, SEPCO, SEPCO III y HYPEC”.
Y es aquí en donde aparece Sinohydro, como uno de los brazos de este gigante asiático, que destaca entre su modelo de negocio la posibilidad de ofrecer obras relacionadas con infraestructura en donde realiza la inversión y financiación, la planificación y el diseño, la construcción, la fabricación y equipos y la operación y mantenimiento.
Powerchina y sus filiales han realizado obras en los cinco continentes, pero destaca en el apartado de energía hidráulica a la planta de Coca Codo Sinclair, con 1500 MW, así como otras de tamaño similar en Sudán, Ghana, Etiopía, y plantas en la propia China que llegan a producir hasta 200 mil MW.
Esta es la puerta de entrada a la Casa de Máquinas. Foto: Archivo El Comercio
En el mismo documento, se precisa que Powerchina y sus filiales han realizado obras en los cinco continentes, pero destaca en el apartado de energía hidráulica a la planta de Coca Codo Sinclair, con 1600 MW, así como otras de tamaño similar en Sudán, Ghana, Etiopía, y plantas en la propia China que llegan a producir hasta 200 mil MW. Entre los logros que mencionan están redes eléctricas, plantas térmicas, parques eólicos, paneles solares, y hasta la construcción de partes para las propias centrales hidroeléctricas.
Según información de la oficina de Powerchina en Argentina, “a finales de junio de 2015, tenía activos totales de USD 70,4 billones y 200.000 empleados. Los ingresos anuales en 2014 fueron 42,4 billones de USD. A finales de junio de 2015, había realizado 1.565 proyectos en 110 países en los campos de la ingeniería de la construcción, consultoría de diseño y fabricación de equipos”.
El grupo estatal chino es tan grande, que en 2016 se creó Powerchina International Group Limited (Powerchina Internacional) con 6 sedes regionales en Latinoamérica que conforman la Powerchina Américas. Es de esta última empresa que depende la Sinohydro que operó en Ecuador, y que ha trabajado también en Argentina, Bolivia, México, Brasil, Panamá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Guayana, Honduras, Estados Unidos, Canadá, Perú, Chile y Paraguay, Venezuela, Jamaica, República Dominicana y Trinidad y Tobago.
Según la oficina en Buenos Aires, Powerchina Américas “ha logrado grandes éxitos con las marcas como Sinohydro, Hydrochina, Sepco I, etc. Tiene proyectos ejecutados en 10 países con un valor total de USD 10 mil millones y alrededor de 9000 empleados en total. Sus proyectos son considerados como carta representativa de China” en Latinoamérica.
Los contratistas de Sinohydro en Coca Codo Sinclair
Debido a que se trató de un contrato “llave en mano” el Estado ecuatoriano no tuvo mayor injerencia en la contratación de proveedores para la obra. La empresa Sinohydro trajo del exterior prácticamente todos los equipos y el material eléctrico necesario para las obras de la Central, usando solamente acero y cemento de fabricación nacional y contratando directamente la mano de obra local. Varios de los empleados de los contratistas chinos presentaron denuncias de maltrato y violación a las leyes laborales ecuatorianas por parte de los capataces de la empresa asiática.
Según un documento de CELEC al que tuvo acceso este portal, Sinohydro reportó haber tenido 50 contratistas de equipos eléctricos clave y otros cinco de materiales como cemento y acero.
Esta es la lista completa de los subcontratistas de la obra, según un reporte de Sinohydro a Celec. Ver PDF
Prácticamente todos los equipos clave de la central eléctrica, como los generadores, las turbinas, los cables y relés, los transformadores, los equipos electrónicos de control, las luces y maquinarias, fueron encargados al extranjero por los chinos y enviados al Ecuador en barco. La mayoría de las maquinarias, partes y piezas fueron pedidas a fábricas de la propia China, que enviaron los elementos de la Casa de Máquinas al Ecuador sobre medidas. Según informó la propia Sinohydro a CELEC, solo en este tipo de equipos y materiales se llegaron a gastar USD 563' 118.811,20, mientras que en la obra civil, ejecutada por ellos mismos con mano de obra local, se invirtió USD 1.808' 569.164,91, el gasto más importante del proyecto.
De los contratistas que trabajaron para Sinohydro, la mayoría provinino de China (43), apenas siete de Europa, uno de Japón y cuatro ecuatorianos. Es decir, además del dinero que Sinohydro envió a su matriz por rubros que ejecutó directamente, también pagó casi USD 564 millones a otras empresas en Asia y Europa por los equipos.
Los mayores contratistas
de Sinohydro en el exterior
Harbin Electric Machinery: la constructora de las piezas de la polémica
Estuvo a cargo de la construcción de equipos que son el corazón de una central hidroeléctrica, y ahora está en el centro de la polémica por las fallas, puesto que también construyó las piezas que están más defectuosas y en donde se han detectado miles de fisuras: los distribuidores. Esta empresa admitió en un documento que se ha hecho público que las fallas en los distribuidores pueden ser atribuidas a la “irresponsabilidad” de sus soldadores, que trabajaron en invierno y no tomaron en cuenta criterios técnicos mientras se realizaba la soldadura de las piezas que, tras cruzar el Pacífico en barco, llegaron al Ecuador para ser instaladas en las paredes de concreto de la central.
En el interior de estos tubos, fabricados por Harbin, están las miles de fisuras de la polémica. Foto: Celec
En este documento, la empresa Harbin reconoció fallas de su personal al soldar las piezas de los distribuidores. Ver PDF
Harbin tuvo contratos con Sinohydro para la dotación de los equipos principales: las turbinas, los generadores y los equipos de puesta a tierra. Pero su dueño es el mismo que el de Sinohydro: pertenece al Estado chino.
Según su información corporativa, Harbin Electric Corporation es propiedad del Estado chino y se constituyó a partir de empresas que habían iniciado proyectos de infraestructura con ayuda de la Unión Soviética. “Se ha convertido en una de las 52 empresas troncales de propiedad estatal que se ocupan de la seguridad nacional y las líneas vitales de la economía nacional”, se explica. La información corporativa presume de haber entregado equipos de generación eléctrica para hasta 500 centrales en el mundo y tener hasta 25 mil empleados, de los que 10 mil serían técnicos altamente calificados. Su negocio, se enfatiza, son los proyectos llave en mano como Coca Codo Sinclair.
TBEA Hengyang Transformer y TBEA Tianjin Transformers
A cargo de otros equipos clave de la planta estuvo otra empresa china: TBEA, otro gigantesco conglomerado que, a diferencia de los anteriores, es una empresa privada con por lo menos tres filiales, que tiene 14 plantas y parques industriales dentro del país asiático. Tiene tres empresas en bolsa de valores en su país: TBEA Xinjiang, Joinworld Company y Xinte Energy.
Esta empresa tiene operaciones en 24 países y también por lo menos 24 mil empleados y se dedica a la fabricación de material eléctrico desde 1938, cuando produjo un generador.
“La empresa practica activamente la estrategia nacional de "la Franja y la Ruta" y se dedica a compartir la experiencia avanzada de construcción de electricidad de China con el mundo. Ha suministrado los equipos energéticos de tecnología verde, de medio ambiente inteligente, de estabilidad y eficiencia para más de 60 países, incluyendo los Estados Unidos, Rusia, Brasil, Mongolia, Tayikistán, Kirguistán, Pakistán, etc”, dice la información corporativa de este grupo, que participó en Coca Codo Sinclair con dos de sus filiales.
Las acciones de TBEA se cotizan en la bolsa de Shangai, siendo el 18% de sus acciones de personas naturales, y el 43% de diversas instituciones. El resto se divide entre otros accionistas minoritarios. Su sede principal está en Changji, China. Su gerente general es Hanjie Huang.
Esta empresa, aunque privada, está plenamente alineada con las estrategias globales del Estado chino, y en Coca Codo Sinclair dos de sus subsidiarias proveyeron de equipos como transformadores y elevadores monofásicos.
Wuhan Testyle Technology
En Wuhan, epicentro global de la pandemia de coronavirus, está ubicada la empresa privada Wuhan Testyle Technology que proveyó a Coca Codo Sinclair de todos los equipos de control de los sistemas eléctricos. Esta empresa está en el llamado Valle Óptico de China, cerca de universidades y centros de investigación. Su campo de acción está relacionado sobre todo con equipos de control para sistemas eléctricos sofisticados, como es el caso de los tableros de control y equipos electrónicos de la central Coca Codo Sinclair.
Shandong Alfadachi Electric
Esta es una empresa privada china, con capital italiano, establecida en Shandong, China.
En su planta en esa localidad, que tiene 50.000 metros cuadrados, trabajan 180 personas y se dedican a la producción de material eléctrico especializado. La empresa accionista china se llama Shandong Dachi Electric.
Al otro lado del mundo, en Bérgamo, Italia, se encuentra la empresa accionista italiana, llamada Alfa Standard, que declara un capital social de 655 mil euros. En Italia, la planta de Bérgamo se dedica también a la producción de material eléctrico.
En Coca Codo Sinclair, esta empresa proveyó a Sinohydro de una barra encapsulada de 13.8 KV y una cabina de servicios auxiliares.
LS Internacional Hong Kong Limited
Establecida en Hong Kong, esta es una empresa privada china que actúa como representante en China de la empresa electrónica europea ABB, de la que es un distribuidor autorizado y agente profesional de ABB Excitation System y LCI System product. Tiene una sucursal en Shen Zhen. Proveyó a Coca Codo Sinclair de equipos electrónicos como el disyuntor del generador, freno eléctrico, y otros accesorios.
Equipos clave como estas turbinas fueron fabricadas en China y llegaron al Ecuador en barco. Foto: Celec
Alstom China
Aunque es más conocida por la producción de trenes subterráneos y de sofisticados equipos para los metros de varias ciudades del mundo, Alstom, una empresa de origen francés, tiene una subsidiaria en China con 700 empleados, destinados sobre todo al mantenimiento y funcionamiento de varias redes de metro en ese país.
Brinda mantenimiento a trenes, locomotoras y equipos electrónicos y es una subsidiaria de la empresa y en Coca Codo Sinclair proveyó de una subestación encapsulada de 500 KV.
Según la información corporativa de Alstom, sus acciones se cotizan en varias bolsas europeas y norteamericanas y sus propietarios están distribuidos en varias partes del mundo. Así, con información a marzo de 2022, la matriz global de Alstom, de la que depende la subsidiaria china, reportó que el 71% de sus accionistas eran instituciones, 1.4% eran empleados, 10.1% era tenedores individuales de acciones y el resto eran otro tipo de acciones. Las acciones de Alstom están el 45% en Norteamérica, el 15% en Europa, el 14% en el Reino Unido, el 21% en Francia, y el 5% en el resto del mundo.
Nexans Francia
Es otro de los grandes beneficiarios del dinero que Ecuador ha gastado en Coca Codo Sinclair. Se trata de una empresa con sede en Europa, que también tiene un extenso portafolio de accionistas, pues cotiza en varias bolsas internacionales. Nexans tiene divisiones en los cinco continentes, y oficinas en países vecinos como Colombia y Perú. Sus acciones se cotizan, entre otras, en la Bolsa de París, en cerca de 82 euros. Al momento, el 88% de sus acciones pertenecen a empresas de Chile, Reino Unido y Francia, el 4% a sus empleados y el resto a accionistas menores.
El negocio principal de Nexans en la región es la producción de cables, por lo que Sinohydro le compró, sobre todo, cables de alta tensión y accesorios del cableado para toda la planta.
ABB Bailey Engineering
El último gran contratista internacional de esta lista de los más destacados es ABB, la matriz de una de las empresas chinas que también proveyó equipos para Coca Codo Sinclair. Con matriz en Zurich, Suiza, la empresa se dedica a la producción de equipos electrónicos en todo el mundo. En China, tiene una división que depende de su corporativo global, que cuenta con 27 compañías locales y 15 mil empleados. China es el segundo mercado global de esta empresa, cuyas acciones se venden en bolsas como las de Zurich, Estocolmo y Nueva York. La mayoría de las acciones de ABB están repartidas entre empresas ubicadas en Europa y EE.UU. En Coca Codo Sinclair, proveyeron de relés y aparatos de control de corriente.
Los beneficiarios nacionales
Apenas cuatro compañías nacionales fueron contratadas por Sinohydro como proveedores. Dado que la casi totalidad de todos los equipos, cables y aparatos de la central fueron encargados al exterior, el aporte de productos nacionales estuvo limitado a cemento, acero, y aditivos, entre otros.
Según publicó CELEC EP en 2015, se esperaba que la planta generara sobre todo empleo para miles de personas. Se estimaba que debía generar seis mil empleos directos y por lo menos 15 mil indirectos durante la construcción de la planta.
La relación entre los empleados locales y los capataces chinos estuvo marcada por polémicas, cuando estos alertaron sobre explotación laboral, condiciones de vida insalubres en el campamento de empleados, mala comida y malos tratos, lo que motivó varias denuncias ante las autoridades del trabajo de Sucumbíos, provincia en la que se ubica la obra. En diciembre de 2014, una avalancha de agua y materiales de construcción arrasó el interior de unos de los túneles, murieron en el accidente 11 ecuatorianos, tres chinos y quedaron heridas otras doce personas. Según reportes de la época, la empresa china pagó los funerales y la atención médica de los heridos. Sinohydro reportó haber gastado en mano de obra en la construcción USD 16 '362.796,92.
Sinohydro contrató a cuatro empresas locales como proveedores de la construcción de la planta.
Sika Ecuatoriana
Ubicada en Durán, cerca de Guayaquil, Sika Ecuador es una filial de la marca internacional del mismo nombre. La totalidad de su capital, según la Superintendencia de Compañías, proviene de la empresa matriz en Suiza. Se dedica a la producción de tecnología para fabricación de cemento y hormigón, Aditivos para reparación de hormigón, Grouting, Pisos y Revestimientos Industriales, Membranas para cubiertas, Refuerzo y protección para la industria del automóvil. En Coca Codo Sinclair proveyó de aditivos.
Andec
Con sede en Guayaquil, las Acerías Nacionales del Ecuador son una empresa productora de acero sismo resistente y eso fue lo que facilitaron en la construcción de Coca Codo Sinclair. La página web promociona que sus productos fueron usados en la construcción de la central. La mayoría de las acciones (USD 74'845.600) pertenece al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA) y hay tres accionistas minoritarios pertenecientes a la familia Coronel Balladares, según la Superintendencia de Compañías. Se trata de Jaby Gregory Coronel, (USD 1'676.360), Jabby Oswaldo Coronel (USD 1'664.020) y Paola Lorena Coronel (USD 1'664.020).
Holcim
Con plantas de cemento en Guayaquil y Latacunga y más de 1462 accionistas, según la Superintendencia de Compañías, la empresa produce cemento, concreto y agregados en varias plantas en la Sierra y la Costa. En Coca Codo Sinclair proveyó de cemento para la gigantesca obra a los contratistas chinos de Sinohydro.
El accionista mayoritario de Holcim Ecuador es la empresa española Holcim Invesments, con USD 56'675.625, seguida de varias personas naturales y jurídicas ecuatorianas, entre ellas, algunas comunidades de la Iglesia Católica y la Cesantía de la Policía Nacional.
El segundo accionista más importante es la Agrupación Marista Ecuatoriana (congregación católica), con USD 603.252, seguida de la empresa Mocanati, con USD 270.255; Rodrigo Zambrano Iturralde con USD 255.000; el Banco del IESS con USD 231.426; Juan José Hervas con USD 159.360; el Servicio de Cesantía de la Policía Nacional con USD 114.396; Mónica del Carmen Andrade con USD 112.560; el Fondo Ambiental para la Protección de Cuencas y Agua con USD 94.047 y la Provincia Ecuatoriana del Norte Santísima Trinidad (Iglesia Católica) con USD 90.465.
Andean Water Treatment
Tiene su sede en Pifo, al oriente de Quito, y ha trabajado en plantas de tratamiento de agua potable desde 1972. Vende plantas de tratamiento, acondicionadores de agua, productos químicos y biológicos para tratar agua. Según su página web, ha trabajado con Sinohydro y CGGC de China. En Coca Codo Sinclair fue contratada para tratamiento de agua y accesorios. No fue posible conseguir información sobre sus beneficiarios finales.
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La “comisión” de Coca Codo para el amigo de Lenín Moreno
Luego de la salida del Ecuador de la empresa estatal Enarsa, de Argentina, en septiembre de 2009, que a inicios del gobierno de Rafael Correa fue seleccionada para construir Coca Codo Sinclair, se allanó el camino para que Sinohydro ejecute la obra. El 5 de octubre de 2009, un mes después de la salida de Enarsa, el Estado firmó el contrato con Sinohydro por USD 1.979 millones, pero hasta esa fecha no había financiamiento.
En enero de 2010 la entonces ministra de finanzas, María Elsa Viteri, viajó a China para negociar varias líneas de crédito, entre ellas la de Coca Codo. En marzo el vicepresidente Lenín Moreno hizo declaraciones públicas sobre las negociaciones del crédito para levantar Coca Codo Sinclair.
En una declaración de prensa de marzo de 2010, el entonces vicepresidente Lenín Moreno dijo que el financiamiento del Eximbank de China (por un monto cercano a los 1.700 millones) estaba por definirse y se refirió a los problemas que existían para concretar el crédito. Hasta entonces había tensión entre la embajada de China y el Gobierno, porque Rafael Correa no quería un acuerdo financiero que estableciera la resolución de disputas mediante un arbitraje internacional, además cuestionaba las garantías exigidas por China.
“El embajador Cai Runguo es un buen amigo que en más de una ocasión me ha pedido cita con el fin de manifestar que por parte del Gobierno de China y las empresas involucradas existe toda la buena voluntad de hacerlo”, dijo Moreno y añadió: “Ante la llamada del señor embajador, fui a donde el señor presidente de la República y le insistí en que existía alguna inconsistencia e imprecisiones en la información que le habían dado y que el señor embajador manifiesta que el Eximbank podía hacer una propuesta acorde a la constitucionalidad ecuatoriana, y estamos a la expectativa de que esto ocurra”(SIC).
En retrospectiva debe entenderse que Moreno destrabó los inconvenientes para financiar Coca Codo. Un relato de las dificultades de esta negociación lo hizo la propia embajada de los EEUU en Ecuador, de acuerdo a los cables difundidos por el portal Wikileaks.
A mes seguido, abril, Rafael Correa autorizó a Katiuska King, la ministra coordinadora de la política económica, la firma de la línea de crédito con el Eximbank. En junio, ese crédito fue firmado por Patricio Rivera y Jorge Glas.
En diciembre del 2010, luego de alcanzar el acuerdo de financiamiento, Lenín Moreno participó en la ceremonia de condecoración al embajador Cai Runguo, con la Orden Honorato Vásquez, con la presencia del ex presidente Rafael Correa en Palacio de Carondelet.
El financiamiento llegó en junio de ese año y con ello la presencia de Conto Patiño Martínez como lobista de Sinohydro y otras corporaciones chinas. Luego el embajador chino Cai Runguo fue nombrado por su Gobierno como representante de Sinohydro en Ecuador. Un caso típico de “puerta giratoria” donde ex funcionarios públicos empiezan a representar intereses privados o comerciales.
La transacción
El 14 de diciembre del 2015, el Balboa Bank & Trust de Panamá recibió una solicitud de transferencia internacional por un monto de USD 19.342 de la empresa panameña INA Investment Corp, relacionada con María Axiliadora Patiño y Xavier Macías, la hija y el yerno del empresario ecuatoriano Conto Patiño Martínez, lobista y contratista de la empresa china Sinohydro, según reportaron este portal y los portales Peridismo de Investigación y La Historia.
La empresa panameña INA hizo compras en Moinat S.A Antiquities, una tienda de muebles clásicos en Ginebra, Suiza y en el registro de transferencia bancarias estableció la dirección Pórtico del Río, 10A, vía Samborondón, provincia del Guayas, lugar de residencia de la familia Patiño Macías.
Los muebles adquiridos fueron trasladados a la dirección Quai Wilson 45 1201, Ginebra, donde residían Lenin Moreno y su esposa Rocío González, cuando Moreno desempeñó un cargo en Naciones Unidas en favor de las discapacidades en el mundo enviado por Rafael Correa Delgado.
Conto Patiño Martínez es dueño de la empresa Recorsa, que tiene vida jurídica independiente en Ecuador y Panamá. Esta empresa fue subcontratista de Sinohydro y Recorsa S.A., la empresa con sede en Ciudad de Panamá, recibió de Sinohydro: USD 18.3 millones en dos pagos, uno por USD 6.44 millones realizados en octubre del 2010 y otro de USD 11.92 millones al año siguiente, de acuerdo a un informe del Servicio de Rentas Internas SRI, suscrito por Roberto Bahamonde, director zonal 9.
Según el Registro Público de Panamá, la empresa Recorsa S.A., antes denominada Hildrelgen, pertenece a la esposa, cuatro hijos y una nieta de Conto Patiño. Este recibió un poder de la empresa el 1 de octubre de 2010, dos semanas antes de recibir los primeros pagos de Sinohydro.
El SRI también auditó los impuestos de Patiño y de su empresa localizada en Ecuador, Comercial Recorsa S.A. Descubrió que esta compañía actúa como representante de la panameña. El director jurídico del SRI, Carlos Vallejo, indicó que por esa representación la empresa ecuatoriana cobró $ 4.25 millones en el 2011.
Lenin Moreno destrabó parte de las negociaciones con Sinohydro y no ha negado su amistad con el cabiildero Conto Patiño. Fotomontaje: Archivo PlanV
El caso INA
Ina Investment Corporation, INA, es una empresa offshore vinculada a Xavier Macías Carmigniani, su esposa María Auxiliadora Patiño Herdoiza y a la familia del ex presidente Lenin Moreno. Entre 2012 y 2016 esa compañía manejó cuentas en el Balboa Bank de Panamá, con las que adquirieron los muebles y alfombras que Moreno no negó haber recibido en su departamento de Ginebra, Suiza en el año 2015. Además, de una de esas cuentas se hicieron dos transferencias para la compra de un departamento en la costa Mediterránea en 2016, reportaron Plan V, Peridismo de Investigación y La Historia.
La empresa fue constituida originalmente por Edwin Moreno Garcés, hermano del ex presidente, en Belice, un paraíso fiscal de Centro América, justamente cuando Lenín Moreno era vicepresidente de Rafael Correa, en el 2012. Posteriormente, en 2016, se creó una empresa similar en Panamá, con los mismos representantes. Finalmente, Ina Investment debió ser registrada en España para perfeccionar la compra del apartamento.
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Los beneficiarios de la fiscalización: una sociedad de ecuatorianos y mexicanos y la familia del ministro Xavier Vera Grunauer
Una reciente denuncia del asambleísta Fernando Villavicencio reveló que el actual ministro de Minas, Xavier Vera Grunauer, habría tenido relación con la asociación de empresas que fiscalizó la obra y que según el legislador, no fue efectiva al momento de detectar oportunamente las fallas de los equipos fabricados por otras empresas estatales chinas y que fueron entregados defectuosos en la planta de Coca Codo.
La fiscalización de la obra estuvo a cargo del consorcio CFE-PYPSA-CVA-ICA, conformado por la Comisión Federal de Electricidad de México, CFE (una empresa pública mexicana); Grupo Profesional de Planeación y Proyectos, Sociedad Anónima de Capital Variable, PYPSA (una empresa privada mexicana); y las empresas locales Consultora Vera y Asociados Cía. Ltda, CVA (una empresa privada de Guayaquil), e Ingenieros Consultores Asociados Cía. Ltda., ICA (una empresa privada de Quito).
Según reportó Sinohydro, los pagos para este consorcio de fiscalización alcanzaron los USD 140'667.692,30, otro rubro significativo en los costos de construcción de la hidroeléctrica.
Mientras la Comisión Federal de Electricidad pertenece en su totalidad al Estado mexicano, la firma PYPSA, con sede en Ciudad de México desde 1970, es propiedad del grupo español Carbures, que controla el 97% de sus acciones.
La Consultora Vera es una empresa familiar presidida por Francisco Vera, padre del actual ministro de Minas. Aunque el ministro Vera ha dicho que dejó de ser accionista de la empresa en el 2011, Villavicencio sostiene que hay un conflicto de intereses, pues ante las fallas de la planta eléctrica, que no fueron mayormente objetadas por la fiscalizadora, es posible que el Estado debe demandar no solamente a los contratistas chinos, sino también a los responsables de la fiscalización.
Xavier Vera vendió las acciones de la empresa familiar antes de que empezaran la fiscalización de Coca Codo Sinclair. Foto: Presidencia de la República
Con sede en Guayaquil, la consultora Vera y Asociados se dedica a actividades de arquitectura e ingeniería. Los principales accionistas, según la Superintendencia de Bancos, son Francisco Vera y los hermanos Carlos, José, Juan y Luis Vera Grunauer.
Aunque actualmente el nombre del ministro de Minas no aparece en la nómina, aparece en el kárdex de accionistas desde 1998 hasta septiembre de 2011, con una participación similar a las de sus hermanos que vendió, por lo que actualmente no tiene acciones en la empresa.
En una carta enviada al asambleísta Fernando Villavicencio el 20 de julio de 2022, en donde responde un cuestionario del legislador sobre temas petroleros y energéticos, el ministro Vera explicó que el 4 de abril de 2011 transfirió sus participaciones, lo que se concretó por medio de una escritura pública el 11 de mayo de 2011. Vera Granauer destaca el detalle porque el contrato de la fiscalización fue suscrito pocas semanas después, el 31 de mayo de ese mismo año, y señala que su designación como ministro de Energía y Minas ocurrió el 28 de abril de 2022. Vera le explicó al asambleísta que tras volver de estudiar en Estados Unidos decidió poner su propia firma de ingeniería. Vera dijo que su ministerio no tiene ninguna injerencia en el caso de Coca Codo Sinclair, ya que es la empresa CELEC EP la que debe resolver los problemas de la construcción. La fecha de registro de la venta de sus acciones aparece en septiembre, explica Vera, porque el registro demora luego del perfeccionamiento de la venta.
El actual subgerente del Proyecto Coca Codo es Luis Ivan Patricio Osorno Flores, quien según el asambleísta Villavicencio, ha mantenido relación directa con la compañía ICA (Ingenieros Consultores Asociados) que formó parte de la Asociación Fiscalizadora.
ICA la otra socia nacional de la fiscalización, es una empresa con sede en Quito, que también se dedica a actividades de ingeniería y arquitectura. Actualmente tiene tres accionistas: Jaime Aguilar, Patricio Arrata y César Descalzi. La conformación accionaria de esta empresa, según la Superintendencia de Compañías, se ha mantenido igual por lo menos desde 2004, y la gerencia es ejercida actualmente por Jaime Aguilar.
Hasta 2018, según un informe de la Contraloría, se gastaron en la fiscalización de este consorcio de socios ecuatorianos y mexicanos por lo menos $134´786 894,75, de los que $ 72´ 436 633,89 correspondieron al contrato principal, $ 55´987 304.42 a contratos complementarios y $ 6´362 956.44 a un reajuste de precios.
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La central que nadie quiere recibir: crónica de una disputa
La compañía hidroeléctrica Coca Codo Sinclair S.A. (Cocasinclair), y la estatal Sinohydro Corporation (Sinohydro), compañía de la República Popular China y subsidiaria de Power Construction Corporation of China (Powerchina), firmaron el 5 de octubre del 2009 el Contrato para el Desarrollo de Ingeniería, Provisionamiento de Equipos y Materiales, Construcción de Obras Civiles, Montaje de Equipos y Puesta en Marcha del Proyecto Hidroeléctrico Coca Codo Sinclair de 1.500 MW (Contrato EPC). El contrato fue por USD 1900 millones. El mayor financiador fue el banco chino Export-Import Bank of China, por USD 1.682,7 millones.
El presidente Rafael Correa encabezó la firma del contrato con China para la obra. Foto: presidencia de la República
El 28 de julio de 2010 se firmó el acta de inicio del Contrato EPC con lo cual inició el cómputo del plazo contractual.
Casi un año después, el 31 mayo del 2011, se firmó el contrato de gerencia y fiscalización entre Cocasinclair EP (que luego cambiaría de nombre a CELEC EP-CCS) y la Asociación de empresas consultoras CFE-PYPSA-CVA-ICA. El contrato de fiscalización se llamó Contrato de Gerenciamiento y Fiscalización del “Contrato para el Desarrollo de Ingeniería, Aprovisionamiento de Equipos y Materiales, Construcción de Obras Civiles, Montaje de Equipos y Puesta en Marcha del Proyecto Hidroeléctrico Coca Codo Sinclair (1.500 MW)’”.
La Asociación Consultora dentro del gerenciamiento y fiscalización realizará todos los análisis de los problemas que se presenten, de modo que pueda emitir con oportunidad las instrucciones, lineamientos y ordenes necesarias al Contratista EPC, cuidando siempre la eficiencia, operatividad, bondad y seguridad de las obras y el equipamiento del Proyecto.
En mayo del 2014, Cocasinclair EP y la Procuraduría General del Estado suscribieron un convenio de cooperación para desarrollar estrategias conjuntas de defensa en las controversias que se generaren por efecto de la ejecución del Contrato EPC. La firma encargada de brindar asesoría y patrocinio, por parte de la Procuraduría, fue el bufete extranjero Baker Botts.
Las obras demoraron ocho años y aunque la planta ya produce electricidad, aún no se recibe por las fallas internas. Foto: Presidencia de la República
La Asociación Consultora, en el año 2015, se percató de problemas en el material de los distribuidores de la central hidroeléctrica, ubicados en la casa de máquinas. Según un documento del CELEC, presentado ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, al que tuvimos acceso, Sinohydro había ocultado a la Asociación Consultora y a CELEC EP que, desde al año 2012, los ocho distribuidores de turbina tenían fisuras que se produjeron durante su proceso de fabricación por parte de la estatal china Habei.
A pesar de que los distribuidores tenían aproximadamente 8.000 defectos, la fiscalización autorizó a Sinohydro el hormigonado de los distribuidores, con lo cual sería imposible reemplazarlos después en caso de necesidad.
Entre los años 2015 y 2016, Sinohydro realizó las reparaciones de las fisuras de las ocho unidades de generación, siguiendo los procedimientos recomendados por expertos en metalurgia. La Fiscalización aprobó estos trabajos sin observaciones.
Con la recomendación técnica de la fiscalización, CELEC EP-CCS suscribió el 19 de agosto del 2016 el Acta de la Recepción Provisional de la Fase I y el 16 de diciembre 2016 el Acta de la Recepción Provisional de la Fase II. A partir de estas fechas inició un período de garantía técnica de dos años. Para lograr la recepción definitiva del proyecto, Sinohydro requería completar la lista de ítems pendientes (“Punch list”).
La Fiscalización terminó sus labores el 30 de abril del 2017, y no realizó notificación alguna, ya sea como pendiente o defecto sobre las fisuras en los distribuidores a la Contratista Sinohydro.
En abril de 2018, encontrándose dentro del período de garantía, CELEC EP-CCS realizó una inspección del distribuidor de la unidad de generación 4. En dicha inspección se detectaron que las fisuras supuestamente corregidas por Sinohydro habían reaparecido. CELEC EP-CCS notificó a Sinohydro sobre los defectos de los ocho distribuidores. Con ello Sinohydro tendría que responsabilizarse de la reparación de todos los defectos a su costo.
En noviembre del 2018, Sinohydro subcontrató a la consultora alemana, TÜV SÜD, para que le asista en el proceso de inspección y reparación de las fisuras de los distribuidores, para lo cual se generaron varios procedimientos de soldadura.
El 1 de febrero del 2019, la Contraloría General del Estado aprobó el Informe DNA8- 0001-2019 relativo al Proyecto Coca Codo Sinclair.
Se ha dado un alto grado de inestabilidad en el primer semestre de 2022, pues se ha cambiado a cuatro gerentes en la Unidad de Negocio CCS, teniendo un promedio de duración de 12 días por periodo. Al momento el gerente de la UN-CCS es Byron Castillo.
CELEC EP-CCS notificó a Sinohydro de una controversia por los defectos de los distribuidores, ante la Junta Combinada de Disputas. La Junta de Disputas emitió su decisión en agosto del 2020. CELEC EP-CCS expresó su disconformidad con la decisión, puesto que permitió que Sinohydro continúe con la soldadura como método de solución del defecto, a pesar de que sus resultados no son aceptables.
CELEC EP presentó una Solicitud de Arbitraje en contra de Sinohydro el 17 de mayo del 2021. El monto reclamado por el Estado fue no menor a USD 106.253.149,61. La cuantía estimada de la reconvención de Sinohydro fue no menor a USD 21.160.284,62. El patrocinio de este arbitraje lo dirige la Procuraduría General del Estado, junto con CELEC EP y Baker Botts. En octubre del 2022, CELEC deberá presentar su memorial de demanda, siguiendo el calendario dispuesto por el tribunal arbitral.
Pero las fisuras reaparecieron. En octubre de 2021, la Subgerencia del Proyecto Coca Codo emitió un informe técnico que reveló el reaparecimiento de las fisuras en los distribuidores de la Fase II de la Central. Indicó que la “aparición continua de fisuras entre ambas inspecciones, así como la aparición de fisuras en las soldaduras efectuadas en sitio, demuestra que los procedimientos y reparaciones de soldadura no han sido efectivos, por lo que el peligro de falla del equipo es inminente.”
En marzo de 2022, la Gerencia de Unidad de Negocio Coca Codo Sinclair contrató al bufete Baker Botts para que asesore y patrocine a CELEC EP en los reclamos relativos al Contrato de Gerenciamiento y Fiscalización.
El 15 de julio de 2022, el Gerente de la Unidad de Negocio dispuso el inicio de acciones legales relacionadas con el Contrato de Gerenciamiento y Fiscalización. Con ello se estaba cumpliendo la recomendación 6 del Informe DNA8-0001-2019 de la Contraloría. Dicha recomendación dispuso que se inicien las acciones legales para que Sinohydro y la Asociación Fiscalizadora asuman todos los costos derivados de las reparaciones de los distribuidores de las ocho turbinas en caso de que esta sea posible, o su reposición total.
Este es el informe de la Contraloría sobre las irregularidades en Coca Codo Sinclair. Ver PDF
Se ha dado un alto grado de inestabilidad en el primer semestre de 2022, pues se ha cambiado a cuatro gerentes en la Unidad de Negocio CCS, teniendo un promedio de duración de 12 días por periodo. Al momento el gerente de la UN-CCS es Byron Castillo. Este proceso de inestabilidad buscaría dilatar los tiempos para la presentación de la demanda ante la Asociación Fiscalizadora, la misma que viene ejecutándose desde la gestión anterior, a través de las anteriores autoridades de CELEC EP.
Para la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, “es evidente el conflicto de intereses que está siendo liderado por el señor Ministro y actuales autorizades de la CELEC EP y Administración del Contrato EPC lo cual conllevará a graves problemas administrativos, jurídicos, técnicos y financieros para el país, empezando por mencionar que el proceso de demanda a la Asociación Fiscalizadora deberá cumplirse hasta antes del 27 de noviembre de 2022, conforme lo establece la LOSNCP en su artículo 100. Sin embargo, se deben iniciar las acciones de solicitud de mediación dentro de las primeras semanas del mes de agosto, para de esta manera poder cumplir con los tiempos y presentar la demanda antes del plazo establecido evitando su prescripción, lo cual sin duda es el objetivo de las nuevas autoridades del sector”.
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